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jueves, 3 de octubre de 2019

Animales en la publicidad y publicidad de concienciación animal. Publicidad y Ecologia.

La extinción no se puede reparar: (WWF)
Agencia de publicidad: BBDO, España
Save The Rhino. Agencia de publicidad: Stick, Sudáfrica
Ampliamos nuestra observación de la presencia de los animales en la publicidad gráfica sirviéndonos de una entrada recopilatoria de ejemplos glosados por InyMiny, dedicados específicamente a la reivindicación o la denuncia de problemas relativos a los animales o las relaciones humano-animal. Es un total de 34 ejemplos de campañas gráficas de diversas agencias de todo el mundo que reflejan de alguna manera el estado de las cosas a la vez que ofrecen un llamativo muestreo de los recursos visuales al servicio de la imagen animal (y viceversa), que no siempre son eficaces y no siempre huyen del antropocentrismo que forma parte o es causa primordial de las problemáticas denunciadas.

Save The Rhino. Agencia de publicidad: Stick, Sudáfrica
Por todo ello, consideramos que el presente artículo, complementado con extractos de otros precedentes de nuetra propia elaboración y cosecha, puede ser una interesante fuente de información, o cuando menos de referentes, para los estudiosos de la imagen y de la antrozoología, o, si lo preferís, de la antrozoología iconográfica o de la iconografía antrozoológica en los mass media.

Decíamos del uso de los animales en publicidad a propósito del trabajo gráfico y creativo de Christophe Huet:

Las redes sociales y el tráfico de imágenes en internet han propiciado el creciente interés por los derechos animales, la concienciación medioambiental, las relaciones humano-animal/humanidad-naturaleza o la trascendencia de opciones alimentarias como el veganismo (trascendencia social, económica, ecologista, cultural, ética...). Sin duda la capacidad mediática y divulgativa de las redes ha posibilitado también la trascendencia y repercusión de proyectos multimedia como los de S. Weng Lo, o el de R. Zhao Renhui, y tantos otros que han pasado por nuestros archivos, pero la visibilidad cotidiana de los animales y de la animalidad humana como foco escópico sigue perteneciendo fundamentalmente a la publicidad gráfica, también sobrealimentada y sobreactuada por los medios digitales tanto de edición como de divulgación de imágenes, cosa que intentamos recoger y constatar periódicamente en entradas dedicadas a Publicidad y Animales. 

Así, tal y como hacíamos al referirnos al estudio Creatonautes recientemente, o hace algún tiempo al hablar de algunas muestras del estudio de Joan Garrigosa, observamos hoy el resultón recurso del simbolismo animal en la manipulación fotográfica al servicio de los mensajes publicitarios llamativos, en esta ocasión a cargo de Christophe Huet desde su estudio de imagen publicitaria Asile

(...) hábil planificador fotográfico de expertos recursos como creativo y, especialmente, como retocador y fotomontador digital, se llama igual que Christophe Huet, un célebre pintor, repetidamente animalista (conocido por algunas de sus singeries) al que todavía no habíamos otorgado mención específica alguna pese a tenerlo en nuestros pensamientos.

El moderno animalismo milenialista de nuestro coetáneo Christophe Huet juega, como es habitual, con simbolismos básicos de ciertos animales y, sobre todo, con ciertas asociaciones clásicas a conceptos asociados a ellos en relación al producto anunciado o al concepto de marca propuesto. Pero, sobre todo, busca saltarse ciertos estereotipos simbólicos bien conocidos para reclamar la atención del espectador más exigente, y, en muchas ocasiones, recurre al contraste entre fobias y filias, entre imágenes de atracción (a menudo sexual -asociada a la animalidad humana-) y repulsión (generalmente asociadas al temor atávico y a la repulsión convulsiva y el asco, de origen higiénico y alimenticio).

Christophe Huet/Asile
Tal es el caso de sus célebres (o si se prefiere "virales") escenas de imposible sexo zoofílico con artrópodos diversos (temidos arácnidos asociados a sexo y muerte como las arañas -recordemos lo comentado acerca de las viudas negras, o de las mantis religiosas, parientes filogenéticas de las cucarachas, asociadas a la repulsa básica-  o escorpiones, también arácnidos, asociados a la agresión tóxica).

Huet no duda en recurrir a ejemplos manidos para buscarles una vuelta de tuerca, e incluso vueltas anatómicas, como la imposible distorsión de la posición de la cola (o cuando menos de las patas) del escorpión que copula con un hombre.


  Además de ésto, Huet recurre a una alteración en la escala, uno de los recursos clásicos para la generación de monstruos a partir de criaturas existentes. 

La gigantización de insectos hasta igualarlos a nuestra propia escala pone en evidencia las insalvables fronteras formales y biológicas entre filos o divisiones diferentes, una distancia mucho mayor que entre familias, géneros o especies
Los artrópodos, incluyendo entre ellos a insectos y arácnidos, son tan lejanos a nosotros filogenéticamente que su morfología delata diferencias sustanciales y en dicha sustancialidad radica el rechazo atávico para cierto tipo de relaciones de supervivencia, como alertas ancestrales que condicionan nuestra percepción táctil, auditiva y, vicariamente, visual.

Christophe Huet/Asile
Kafka no busca una metafórica metamorfosis orgánica cualquiera en su célebre relato, pero ya hemos referido las confusiones y las equivalencias lingúísticas y biológicas entre escarabajos y cucarachas en un artículo específico.

En cualquier caso, el tamaño puede convertirse en un rasgo definitorio, y hacer que dicho rasgo pierda vigencia en el escenario alternativo de las artes gráficas vicarias de la fotografía. Esto conecta con nuestros arquetipos y con nuestros miedos atávicos.

Huet lo sabe prefectamente y sabe que el público también lo sabe, o cuando menos así lo percibe, y no desperdicia el recurso por obvio que pueda parecer, buscando soluciones gráficas más preocupadas por el estilo (o, lo que no es lo mismo, el estilismo) y la ambientación.


Christophe Huet/Asile
Así, si ya había realizado sus propias evocaciones gráficas del Gregor Samsa Kafkiano, observamos de nuevo su asociación a la convivencia entre cucarachas y humanos propiciada por el confortable calor de la tecnología y, desde luego, no puede evitar probar con una escena de sexo contrastando el objeto de deseo del cuerpo femenino en contacto carnal con el exoesqueleto clásicamente repulsivo del bicho por excelencia.

Christophe Huet/Asile
Como anécdota, diré que, debido a los restrictivos parámetros de Facebook en cuanto a contenido sexual de las imágenes (propiciados esencialmente por el filtro, más que de sus responsables, de los seguidores de quien las comparte), la imagen del desnudo practicando sexo explícito con un escorpión fué inmediatamente censurada de un muestreo previo a esta entrada, que publiqué en un álbum recopilatorio asociado a la página web de Huet, mientras que el sexo oral femenino (parcialmente vestido) con una araña, o la escena de sexo entre una mujer y una cucaracha, no sufrieron censura alguna. Ahí lo dejo sin analizarlo más, pero creo significativa la mención del hecho.

Evidentemente, de todos los trabajos que seleccionamos de Christophe Huet, que como podéis comprobar son muchos, nos hemos limitado a aquellos que introducen animales como reclamo iconográfico, pese a que el resto de su producción tendría cabida en ese otro tipo de artículos que de vez en cuando ofrecemos también en nuestro blog, aquellos que se centran en un análisis más estrictamente semiótico de las artes figurativas y en especial de la fotografía como lenguaje.

(...)

Christophe Huet/Asile
En cuanto a lo que nos trae aquí más exclusivamente, hemos de hablar de la presencia de animales, en las obras personales tanto como en los trabajos publicitarios de encargo realizados por Huet.

Son muchas, y hemos procurado seleccionar para esta entrada principalmente estas por constituir la parte esencial de nuestro estudio iconográfico habitual, pero no podemos evitar asociarlas a muchas otras que juegan implícitamente con una visión crítica de la relación del hombre con el mundo natural.

 Hemos intentado ofrecer sólo una pequeña selección introductoria para evitar la excesiva extensión tan típica de nuestras entradas y tan contraria a la paciencia del lector en red habitual. No obstante somos conscientes de que una buena parte de nuestro público milita en el mundo académico y todavía se siente capaz de enfrentarse a textos mínimamente extensos que poder bajarse para su impresión, y disponer así de profusión de imágenes de las que seleccionar las más adecuadas para sus posteriores exposiciones y argumentaciones temáticas.

Christophe Huet/Asile
Christophe Huet/Asile
Cuando Huet realiza sus peculiares ilustraciones basadas en el collage fotográfico digital, en especial en sus trabajos más personales y menos condicionados por las exigencias del cliente, destila un amargo pesimismo no exento de humor e ironía.

Lo que sus imágenes representan a menudo constituiría una visión de la sociedad contemporánea en contraste con esterotipos del pasado, como su visión hipster de Santa Claus, materialista y motorizada, en la que la naturaleza no es más que un tópico escenario de lujo y los aviones particulares sustituyen a los trineos.  El humor macabro llega al absurdo al presentar la piel de reno como alfombra, ni siquiera como cabeza en forma de aplique vertical de taxidermia, en un espacio minimalista y diáfano en el que la cornamenta no suponga un excesivo estorbo y sí un elemento ornamental no rectilíneo.

Este uso meramente esteticista, al límite de lo moral, de un recurso pecuario o cinegético, queda acentuado por la clara referencia a los tradicionales renos del mítico trineo de Papá Noel. Resulta tan hiriente y de humor tan negro como la cabeza de oso panda (símbolo icónico del consevacionismo) paradójicamente adornando una austera pared casi monástica apenas acompañada por nada más que una estampa religiosa, en lo que consideramos una de las imágenes más interesantes (e intrigantes) del autor.

Christophe Huet/Asile
Christophe Huet/Asile
A Huet también le preocupa la deforestación y la sobreexplotación de los recursos naturales, así como la trivialización de nuestras relaciones con los animales cuando son usados como entretenimiento o como mera medida de nuestras propias habilidades, como la particular tauromaquia de los rodeos americanos, idiosincrásicamente icónicos.


Christophe Huet/Asile
No es raro que castigue a los humanos reinsertados en la naturaleza de forma humorística del mismo modo que crea analogías entre el paisaje urbano y los rasgos más inhóspitos del peor de los pantanos.

Su añoranza de los paraísos naturales, o de una cierta armonía entre humanidad y naturaleza, también podría entreverse en otras imágenes de esteticismo más obvio, como algún desnudo femenino interpretado como un paisaje hermoso y sugerente pero también árido.

De todos modos, no se trataría más que de un mero ejercicio de estilo inspirado por series ya célebres de otros autores consagrados de la fotografía de paisaje y del desnudo reinterpretado como paisaje, siendo Franco Fontana el ejemplo más original, o, más recientemente, Carl Warner.

Christophe Huet
Pero centrémonos ya en las imágenes con animales de Christophe Huet, y en la carga significativa de dicha presencia en la publicidad gráfica, ámbito en el que tan a menudo resulta recurrente.

Proponíamos, en la entrada dedicada a los creativos a cargo de Joan Garrigosa, volver a reflexionar sobre el recurso iconográfico de los animales en la publicidad, y para ello ofrecíamos el ejemplo de su estudio fotográfico, ya que ha recurrido en muchas ocasiones a imágenes fotorrealistas de animales asociadas a lo chocante, lo llamativo, y a la búsqueda de la empatía del espectador mediante ciertos antropomorfismos más o menos sutiles:

El Estudio de Joan Garrigosa y sus frecuentes incursiones en la fotozoografía publicitaria nos servía para observar diversos aspectos característicos del uso de imágenes de animales en la publicidad gráfica.

Fishlove
Para empezar habría que aclarar que la publicidad que recurre a los animales no siempre lo hace mediante recursos fotográficos (en un sentido  estricto esto sólo sería aplicable a la publicidad estática o impresa, aunque a menudo se vincule directamente a campañas que incluyen imagen en movimiento) ni mucho menos todas las fotografías de animales están pensadas para fines publicitarios aunque a menudo los inspiren o sean rescatadas para ello.

Lo constatábamos en el caso de la campaña de Fishlove, o en el de los pretendidos selfies zoológicos de cierta campaña para National Geographic.
National Geographic.
Hablamos pues de un territorio común a ambas disciplinas especialmente significativo porque la imagen del animal es instrumentalizada para vehiculizar un mensaje que por regla general no le atañe, y ya hemos constatado que, incluso en ciertas campañas reivindicativas o conservacionistas, el especismo antropocentrista tiende a distorsionar el pretendido mensaje al servirse de la atracción atávica por la observación de otras especies animales.


Estudio Joan Garrigosa
La imagen con que abríamos dicha entrada dedicada a Garrigosa, por comenzar con un ejemplo significativo e ilustrativo de nuestras valoraciones, juega con un tópico, asumido culturalmente por el público occidental, que asocia plumas a farándula y varietés, y que encuentra una cierta analogía entre el aspecto visual del avestruz y las bailarinas con sus largas y fuertes piernas coronadas por voluminosos y etéreos tutús de gasa.

Así lo hizo el equipo de los estudios Disney en "Fantasía" y ya hicimos constar en su momento que se trataba de uno de los más frecuentes casos de travestismo iconoantrozoológico, dado que el representante icónico de la especie avestruz es el macho con sus vistoso plumaje blanquinegro. 

Antropomorfizar de algún modo la imagen fotorrealista de los animales es un recurso frecuente en publicidad heredero de una tradición artística y literaria ancestral.  Hacer que parezcan reales las fantasías que conectan con las fábulas moralizantes y con los mitos es incluso lo que podríamos denominar un recurso fácil, al menos en su eficacia escópica, si no en su ejecución gráfica, que exige de múltiples tomas fotográficas, fotografía de juntura y fotomontaje más o menos complejo. 

No obstante, llegados a este punto, es frecuente constatar que el exigente acabado y perfeccionismo en cuanto al encuadre, la nitidez y el detalle de este tipo de imágenes las asemeje a pinturas o ilustraciones, en cuyo terreno la fantasía y la metáfora visual están generalmente asumidas, y suelen darse una serie de recursos visuales rayanos en lo tópico:


Estudio Joan Garrigosa
a) animales con prendas o elementos artificiales que los humanizan (generalmente asociándolos a tópicos atribuídos directa o indirectamente a ciertas especies concretas)


Estudio Joan Garrigosa
b) animales hibridados con humanos:

 -Humanos zoocéfalos

 -Animales antropocéfalos
 -Rostros humanos con algunos rasgos animales

c) animales desubicados, colocados en escenarios que no les corresponden (frecuentemente asociados a alguna característica emblemática de la especie, como sería hacer correr a un guepardo por una pista de atletismo)



Estudio Joan Garrigosa
d) animales potencialmente agresivos cohabitando pacíficamente un escenario con seres humanos (podríamos destacar dos subcategorías en las que grandes y fuertes animales son contrastados con las imágenes de niños -generalmente niñas- o con las de frágiles y bellas mujeres)



Estudio Joan Garrigosa

e) Animales asociados icónicamente a algún objeto de uso cotidiano relacionado con su anatomía o con su nombre común.

En definitiva, todas estas imágenes suelen establecer una cierta reubicación acomodaticia del ser humano con respecto a la naturaleza. 


Estudio Joan Garrigosa
Y, aunque resulta tan frecuente observar su uso en fotografía publicitaria, nos ha parecido oportuno ofrecer una selección ejemplar de los trabajos de Garrigosa desvinculando las imágenes del producto vendido por el anunciante concreto porque, creemos, el resultado es más enigmático y sugestivo.


Lo cierto es que no habría mucho más que comentar aparte de lo que ya dijimos en su día acerca de los fotomontajes de Julien Tabet,  a quien asociábamos a otros autores de obras omnipresentes en las redes como Sara DeRemer.

Reencontramos en Julien Tabet la sintomática y persistente reiteración de tópicos iconográficos de la antrozoología artística pretendidamente surrealista del siglo XXI.

Imágenes obvias, autocomplacientes y simultáneamente reivindicativas ante la alarmante pérdida del mundo natural, y por tanto indicios de un contexto de crisis ecológica que de puro evidente no para de gritar en silencio engañosamente escópico, como el mudo grito desesperado de Michael Corleone, tal vez el único momento memorable de la tercera entrega de El Padrino.

Hace ya cuatro años que le dedicamos una entrada a los fotomontajes digitales de Sarah DeRemer pese a considerarlos obvios, facilones u oportunistas reclamos escópicos de la red para un público sin muchas exigencias artísticas y poco crítico ante los alardes técnicos meramente resultones.

Y es que la presencia masiva de dichas imágenes en infinidad de páginas web, blogs, redes sociales (y muchos otros sitios sin acreditar) constataban un cierto calado en el imaginario contemporáneo de este tipo de quimeras digitales, las cuales suscitan el asombro complaciente y la admiración por lo supuestamente artístico, sorprendente, original, realista (en el sentido de "bien dibujado", "bien hecho" -heredado de la antaño difícil habilidad de dibujar o fotografiar con maestría desde el punto de vista del lego en habilidades artísticas no digitales-).


Les Creatonautes
Pese al aparente escepticismo despectivo de estas observaciones, he de decir que valoro mucho y sin complejos la maestría técnica fruto del disfrute y la paciencia observadora de DeRemer, y hemos de admitir la vigencia de sus trabajos como una muestra de las tendencias iconográficas de nuestra época y de la persistente constatación de la invisibilidad de los animales tras su aparente omnipresencia mediática e iconográfica en los nuevos medios artísticos, como no nos cansamos de repetir desde esta bitácora.

Recordemos lo que decíamos al respecto de dicha tendencia a propósito de la compilación de Photo(shop)montajes de Sara DeRemer:

Existen en la red muchas imágenes de fotomontajes que se han vuelto virales, la mayoría de ellos dedicados a la hibridación de especies animales o su asociación a objetos de diversas índoles. 

No creo que los trabajos de Sarah deRemer sean técnicamente excepcionales, pero sí creo que su sencillez de recursos, sus facilones e inmediatos recursos de photoshop los convierten en agudos collages cuyo mérito radica en la selección de los protagonistas del fotomontaje, como es el caso del tiburón blanco con mirada de araña (que aúna las dos zoofobias más emblemáticas), o su serie de animales-fruta, que tal vez constituya una reflexión más profunda que un mero juego visual acerca de las fronteras del veganismo, y que, como podéis ver en los ejemplos que acompañan este texto previo al muestrario de DeRemer, tampoco son estrictamente una idea original o técnicamente más perfecta que sus precedentes.

Les Creatonautes
DeRemer, sencillamente, parece haber meditado un poquito más tras observar dichas imágenes preexistentes, y se diría que se ha limitado a intentar emularlas junto con la fascinación que a ella misma le producían, sin más pretensiones, pero me da la sensación de que, durante el proceso, la tenue pregunta subyacente de por qué se sentía atraída por estas criaturas surtidas de la imaginación y de los archivos de imágenes zoológicas, nos resultan tan turbadoras, y es por todo ello que hemos querido rendir tributo a las quimeras del s.XXI, marcado por el Photoshop, a través de los sencillos pero contundentes trabajos de Sarah DeRemer, encaminados a perderse, posiblemente, en el anonimato de los buscadores de imágenes si no ponemos remedio.

De esta serie, destacaría la fusión del Kiwi ave y el Kiwi fruta. 

Muchos me han preguntado quién debe su nombre a quién. La verdad es que la peculiar ave neozelandesa debe su nombre a su voz característica, que suena a algo semejante a la onomatopeya que la nombra. 

El parecido de la fruta de la supuestamente genuina neozelandesa enredadera le otorgó la misma denominación por parte de los habitantes de la isla (lo cierto es que esta asunción de genuinidad es falsa, porque la fruta es originaria de China y los neozelandeses empezaron a cultivarla con éxito durante la primera mitad del siglo XX, y huyeron del nombre original chino para buscar una denominación que la hiciese pasar por típicamente neozelandesa basándose en su parecido con su ave emblemática, decidiéndose por kiwifruit, que acabó degenarando popularmente en, simplemente, kiwi

No hay que decir que son ya muy vistos en internet montajes de esta índole, y que ya habíamos visto ratones-kiwi, ranaranjas, cebrocerontes y toda suerte de hibridaciones, pero son tan replicadas y copiadas a través de la red que ya no es fácil determinar su autoría, y a alguien había que adjudicar el mérito de producir obras de este tipo, y que constituirían un género emparentado con los cadáveres exquisitos, el dadá, el surrealismo e incluso la crítica a la ingeniería genética tan ilustremente analizada por autores de peso como Patricia Picinini.

Desde luego, Julien Tabet no sólo realiza fotomontajes digitales protagonizados por animales, sino otros muchos de temáticas diversas, pero muchos de los más divulgados a través de las redes son éstos, y sin duda los más populares, como no podría ser menos en un universo en el que todavía imperan los videos y memes de gatitos.

Les Creatonautes
La cosificación de los animales convive con una absurda y seguramente inevitable espiritualización de vocación más profunda aunque de tratamiento cada vez más superficial (no por ello menos persistente) y, tal vez por ello inocua, que intenta colarse como sea en el inconsciente colectivo hasta que nos decidamos a admitir las consecuencias ecológicas de nuestra cultura amparada en un estilo de vida cada vez más artificioso, depredador y contaminante.

A diferencia de la juguetona experimentación de DeRemer, Tabet repite ciertos recursos que atañen a los rasgos superficiales de la imagen de los animales y a su calado cultural, pero también los evoca como recipientes metonímicos de sus biotopos a través de símbolos como el mar y las peceras, tal y como de alguna manera ya habíamos observado en Isana YamadaRobin WoodTiffany BozicAndreas Lie y otros artistas que ya hemos comentado en su momento.

Les Creatonautes
Hablaríamos de cierto lirismo facilón y new age si no nos sedujera un cierto atisbo de convicción estilística y solvencia técnica en el caso que nos ocupa, pero, en todo caso, que quede claro que no soy el único en seleccionar preferentemente como muestrario de Tabet sus imágenes con presencia de animales preñadas de simbolismo, pretensiones poéticas y referencias  culturales sin perder un ápice de dramatismo ni humor socarrón.


El mismo proceso de fagocitación de metonimias visuales que asocian animales a entornos naturales humanizados por la arquitectura y por toda suerte de artificios se repiten en los trabajos del proyecto de Les Creatonautes, revestido de un halo de originalidad proyectado por medios de difusión hambrientos de contenido llamativo.

Aunque en ocasiones, como decimos, Tabet muestra un cierto cinismo lírico, un cierto sentido de la finura en su humor, a decir verdad Les Creatonautes, al marcarse un reto diario, acumulan un stock de imágenes que recuerdan demasiado a algo ya visto, pero revestidas de un cierto aire pop filtrado por el diseño gráfico supuestamente moderno de la era internet, y por tanto consumista y hipster, carente de valores y, más que creativo, tremendamente ocurrente, ocurrente hasta la extenuación alimentada por la imparable inercia del chascarrillo, del brain storming de los creativos de agencia, que han pasado de absurdamente selectivos a no descartar ni desperdiciar ningún subproducto de su trabajo, siempre didáctico y ejemplar para las escuelas de arte y diseño, para las revistas especializadas y los artículos de tendencias.

Y en este frenesí consumista y supuestamente artístico quedan reflejados los animales, convertidos en títeres a la vez que en ensueños, en dioses a la vez que en caricaturas, en productos de consumo sin consumir. 

Una vez más, intencionadamente o no, la iconografía animal contemporánea apunta a la condición desvalida de sus auténticos protagonistas, y a una no bien reconocida añoranza del mundo natural y sus variados habitantes.



Pasemos, pues, a la revisión crítica de los 34 trabajos seleccionados por  InyMiny 


34 de los anuncios de animales 

más influyentes de todos los tiempos

En su publicación de origen, este recopilatorio de campañas gráficas presenta las imágenes como
"potentes anuncios que dicen la incómoda verdad" para seguidamente postularse en una posición ética concreta: Nos preocupan los animales ... ¿Y A USTED?

1. Ayúdenos a combatir los efectos de las pruebas cosméticas: (Sociedad para la protección de los animales)


Agencia de publicidad: Lowe Pirella Fronzoni, Milán, Italia
¿Cuántos animales de prueba tienen que pagar por sus cosméticos?

Arranca la selección, pues, con una alegoría fotográfica, (en realidad un fotomontaje que reduce la escala de un perro para que sea todavía más pequeño y quepa en la mano de la modelo que lo utiliza como un mero objeto) que denuncia la explotación de animales de los que se extraen sustancias con fines comerciales, como en el caso de la industria cosmética.

Tal vez lo más hiriente es que se recurre a una raza de perro seleccionada artificialmente para reducir su tamaño, en su día con fines cinegéticos concretos, y posteriormente para potenciar ventajas en su categorización como mascota de compañía doméstica, sofisticada, cara y, por tanto, tan ostentosa y decorativa como los productos representados por la metáfora visual, con lo cual, aunque se refuerza la claridad del mensaje, se obvia una parte del problema, que es la de la economía generada por la crianza selectiva y el comercio de mascotas.

Agencia de publicidad: Leo Burnett, Bruselas, Bélgica

En este segundo ejemplo, aunque supuestamente se alude a la compasión por los animales de laboratorio, generalmente ratas, de una forma bastante explícita, se alude al contenido del envase, al producto, como al resultado de la muerte de dichos animales, y por tanto a la presencia del animal muerto, por lo que la supuesta compasión se subraya, se refuerza o incluso se solapa por la evocación de un sentimiento de rechazo, de asco, por la aversión atávica e histórica hacia las ratas, en una perversa combinación que sin duda consigue su objetivo: que el espectador no quiera adquirir productos cosméticos que experimentan con animales o que utilizan conponentes extraídos de animales explotados y sacrificados para tal fin, pero hemos de admitir que no busca exclusivamente convencer a través de la empatía o la compasión.

2. Si no lo recoges, ellos lo harán: (Endangered Wildlife Trust)

Agencia de publicidad: TBWA \ Hunt \ Lascaris, Johannesburgo, Sudáfrica

Esta imagen se volvió viral por su semejanza con un documento real, y por colmar las peores expectativas de un público preocupado por el medio ambiente y que utiliza a los animales como detectores vivientes del estado de salud del planeta, aparte de que sienta o no una genuina preocupación por el bienestar de cualquier ser vivo de forma altruista.

Sea o no real, es realista, y aunque se sirva de una hipérbole es tan creíble inicialmente que parece responder a colmar el asombro de una expectativa ya temida y amenudo constatada. Tal vez en este sentido sea pelifrosamente proclive a ser víctima de la crítica despectiva por parte de estúpidos escépticos del cambio climático o de los problemas ecológicos que acosan al planeta, quienes argumentarían que se trata de un montaje que implica una mentira y no la representación de todos los testimonios gráficos que atestiguan la amarga verdad.

No obstante, esta imagen sigue circulando por las redes como ejemplo documental de la devastación biológica causada por los vertidos de deshechos plásticos. En este sentido conectaría con el montaje escultórico que mencionamos hace un tiempo al hablar del atractivo escópico de los grandes animales marinos varados, que ha pasado de asombrosa circunstancia fortuíta más o menos dramática a estampa de tragedia medioambiental, hasta el extremo de que las fotos de dicha escultura siguen pasando por reales, evidenciando la rapidez y escasa atención que prestamos a los testimonios gráficos que inundan las redes, y de las que se sirven los propios artistas para dar visibilidad a sus obras. Así, se presentaba ante nosotros como la repentina aparición de una escultura de plástico de deshecho reciclado y lona convertido en enorme saco en forma de ballena repleta de basura plástica a rebosar por su enorme boca abierta. El filipino Biboy Royong proporciona una clara imagen reivindicativa que desdichadamente provoca una triste indiferencia antes de reclamar la atención al comprobar que la convincente foto en realidad no oculta la condición de gigantesco títere.

De nuevo se recurre a la más cruda empatía como foco de atención, a pesar de la voluminosa pregnancia de la propuesta, ya que, al fin y al cabo, va a ser mayoritariamente observada a través de fotografías en las redes.

La instalación de la obra de arte se llevó a cabo el pasado 14 de mayo por parte del artista Biboy Royong, quien llamó a su proyecto “Dead Whale” inspirado en un hecho real, cuando murió un cachalote de 38 pies que fue arrastrado por las olas en 2016 a la isla de Samal al norte de la provincia de Davao al norte del país, el cual murió a causa de comer diversos tóxicos tales como plásticos, redes de pesca, madera dura, cuerdas y alambres de acero que le provocaron problemas en el estómago hasta su muerte prematura.
Es curioso constatar que vuelve a ser un cachalote el inspirador del caso real, aunque aquí el artista opta por recurrir a una imagen por así decirlo más genérica, aunque para ser más precisos la figura emula la presencia de un rorcual. Una filtradora, en definitiva, con la característica gran boca armada de barbas filtradoras, o barbas de ballena directamente conocidas como ballenas en el mercado, y que, con sus  múltiples aplicaciones, especialmente en corsetería, fue el predecesor natural de la mayoría de materiales plásticos en relativamente poco tiempo desde los tiempos de sus capturas masivas.

Pese a que la reivindicación o denuncia de los vertidos plásticos al mar y a las costas es la misma, volvemos a encontranos con un típico caso de apología del reciclaje por el arte, similar al de las escuelas de primaria, que parecen difundir las bondades del reciclaje haciendo inútiles objetos domésticos tan desechables como los envoltorios, envases y tapones de plástico con que se confeccionan, tan sólo para prolongar un poco su llegada a los vertederos, inútiles objetos domésticos decorativos o supuestamente útiles como cortinas, lapiceros, cajas y otras nimiedades pretenciosamente creativas. 

En el caso de la escultura de Boyong, la imagen es clara y nos remite a la escala del problema, porque con plásticos de desecho no llena una ballena, sino que construye una entera, y la convierte en contenedor gigante donde verter los desperdicios encontrados en la playa. El juego vuelve a ser perverso, porque asume resignadamente la presencia de la ballena inerte destinada a tragarse nuestros plásticos de forma lúdica, y casi festiva, que acaba trascendiendo a los textos que las comentan en las redes, como se podría apreciar en el testimonio ofrecido por CulturaColectiva

Por primera vez una ballena no fue encontrada muerta en las playas de Filipinas por ingerir desechos tóxicos. Se trata de una escultura de plástico creada por la organización Greenpeace que la colocó en la arena para hacer un llamado sobre el daño que provocan dichos materiales en el agua y al alcance de los peces y criaturas del mar. La escultura mide 15.2 metros cuadrados y fue construida con 60 kilogramos de basura encontradas en la playa de SeaSide del municipio de Naic, perteneciente a la provincia de Cavite. 

La escultura demuestra poder ser construida con los deshechos presentes en la propia playa pero se limita a reubicarlos momentáneamente. También es cierto que focaliza la atención (a la vez que se sirve de ella) en la localización de dichos desperdicios para su eliminación, mientras nos hace reflexionar sobre ello, pero de nuevo el animal es convertido en un objeto, en un receptáculo, y eso es precisamente lo que se busca evitar.



3. Es tu turno: (WWF)

a través de adsoftheworld, Singapur

La estética minimalista del tres en raya para demostrar la derrota numérica de las especies animales por la equivalencia en productos de origen animal consumidos. Claro, sintético y muy concordante con el escueto blocado en blanco y negro del logotipo o imagograma del panda de WWF.

Lo que pueda tener de críptico en primera instancia lo tiene también de invitación a pensar, al menos en la propuesta y significado del juego, y que, en todo caso, si la economía o el mercado son juegos, la supervivencia de las especies no. En todo caso, es un guiño a quienes entienden la relación entre los productos concretos y la fuente animal de origen, y por tanto busca la complicidad del público comprometido más que el convencimiento o la reflexión de quien debe ser concienciado.

4. Los animales no son payasos: (Lpda)



Agencia de publicidad: Socios Lisboa, Portugal

Superposición de diversos elementos tipos de la imaginería y la tradición circense, con referencias a los carteles clásicos. Por ejemplo, destacamos el uso de tipografías decimonónicas, de origen francés e influencia italiana, que acabaron triunfando en los Estados Unidos hasta adquirir apelativos equívocamente westerns o circenses, por el éxito de los primeros grandes circos itinerantes americanos que adoptaron dichas tipografías asociadas a las utilizadas por los exitosos espectáculos ecuestres de Buffalo Bill.

Este aire camp, anticuado o vintage (hasta que la palabra "vintage" esté tan anticuada como el término "camp") queda en segundo término al no aplicarle los típicos colores llamativos, pero también remarcando que deberían pertenecer a un pasado caduco y obsoleto. La oscuridad que envuelve a los rostros animales retratados remarca el encierro y el tenebrismo sórdido.

La interposición de las rejas y barrotes de las jaulas incide en la angustiosa situación de prisión, pero lejos de remitir a la clásica imagen no tan lejana de los parques zoológicos, se sirve del maquillaje de clown que tantas fobias ha generado y, que, lejos de alegrar o dotar de comicidad a los individuos, remarca las clásicas connotaciones trágicas, tristes, de la condición del payaso, a la que se ve empujado por supervivencia, y que oculta su rostro o su identificación.

El anonimato del payaso, su despersonalización, lo convierte en triste o intimidante, lejos de extrapolar sus rasgos expresivos. La mitad de la humanidad, infante o adulta, desconfía o no gusta de los payasos, mientras a la otra mitad (yo diría que menos) le hace gracia. El efecto en el rostro de un animal, sobre todo en el de un simio antropoide, resalta su desubicación, resalta sus propios rasgos y denuncia su sufrimiento. Recurrrir a diversas opciones de animales típicamente presentes en los circos (casi tópicos emblemáticos del circo clásico -monos, focas, leones-) no es casual, y en el caso del león se juega la baza del atípico cambio de rol y la pérdida de dignidad, una dignidad postiza pero tan atribuible a su especie como a cualquier otra.

5. Cada 60 segundos muere una especie ... Cada minuto cuenta: (BUND)



Agencia de publicidad: Scholz & Friends, Berlín, Alemania

Un mensaje claro aunque rebuscadamente metafórico por la presión del tiempo combinada con la presión de la tecnología, tal y como expresa, por un lado, la metáfora del reloj del apocalipsis biológico, y la simbología tecnológica, maquinal, artificial y genuínamente humana del reloj en sí.

El fotorrealismo de las imágenes aboga por una poética cruda y urgente, a la manera de la campaña de Sanctuary que podéis ver más abajo, en el puesto 12, y a la que habíamos dedicado en su día un comentario crítico específico.

6. ¿Qué se necesitará antes de respetar el planeta? : (WWF)



Agencia de publicidad: Ogilvy, París, Francia

7. Todo niño necesita padres: (paz animal)


8. ¿Qué demonios le estamos haciendo a nuestro planeta? : (WWF)

Si bien es cierto que la eficacia de estas campañas no necesitaría comentario, tal y como hemos obviado en los ejemplos 6 y 8, el fácil (aunque sin duda eficaz) recurso de la aparente expresividad animal con la que empatizar, bajo mi humilde punto de vista, no hace más que evidenciar el antropocentrismo, fuente del problema denunciado.
Un león soñoliento protegiéndose de la luz o de los mosquitos, o frotándose fugazmente el rostro con la zarpa, puede aparentar una apesadumbrada expresión humana, e incluso coincidir de alguna manera, pero sin duda constituye un mensaje forzado por el texto.

No me suelen gustar las distorsiones entre lo que un animal expresa realmente y lo que subjetivamente los humanos creemos interpretar desde nuestra perspectiva.

Los delfines no sonríen. Los camellos no son altivos ni despectivos, los tarseros no están eternamente asombrados.

Congelar la imagen de un animal en un momento de preocupación real no ofrecería posiblemente el mismo mensaje a quien no ha aprendido a interpretar el lenguaje corporal de otras especies.

Es bien cierto que a menudo es mucho más claro, coincidente y por tanto evidente de lo que muchos pudieran creer, pero cualquier pretexto vale para que los creativos conecten con la parte más profundamente anímica del público, y las campañas de concienciación se conforman con un calado concreto y mínimamente fructífero.


Agencia de publicidad: UncleGrey, Copenhague / Aarhus. Dinamarca

9. Ayuda a los animales descuidados a dejar atrás sus viejas vidas: (RSPCA)


Me resulta un poco confuso el mensaje. Se trata, presumiblemente, de aceptar el amor implícito a los animales como un componente de la relación con las mascotas y olvidar el origen cinegético de su domesticación, en contra de la vida de otras especies animales, pero siempre desde el antropocentrismo que motivó la conversión de los lobos en perros, y olvidar también, por tanto, la condición cazadora y depredadora consustancial al perro.
El entorno entre natural y descuidadamente urbanizado de la escena no facilita la asunción del mensaje.

10. Stop The Abuse: (Liga contra la crueldad animal)


Agencia de publicidad: Lowe Bull, Ciudad del Cabo, Sudáfrica

Jueho con analogías que juega con los típicos recursos del fotomontaje o la fotografía de ilusiones ópticas que no lo son, forzadas por su contexto. De nuevo retornamos al repetitivo recurso de presentar a los animales como objetos, de forma hiriente apelando al espectador que no quiere considerar a los demás seres vivos como meros objetos de uso, abuso o explotación gratita. Un tanto ambiguo y peligrosamente cercano al humor gráfico por amargo que pretenda ser. Se busca la paradoja visual y se demoniza la intervecnción humana, recalcando lo artificial como opuesto a lo natural, lo malo frente a lo bueno, de forma un tanto reduccionista pero sin duda efectiva.

11. Última comida: adoptar un perro de refugio lo está sacando del corredor de la muerte: (Adopte un animal, no compre)



Agencia de publicidad: TBWA / Lisboa, Portugal

Analogía establecida con el ámbito carcelario y la oposición a la pena de muerte, condicionada a la carencia de una adopción en el caso de los animales recluidos en centros de acogida, lo que reduce el ámbito a la categoría de mascotas, de perros y gatos.

12. Deforestación - Cuando el bosque desaparece, la vida silvestre desaparece: (Santuario de Asia)



Créditos publicitarios: Ganesh Prasad Acharya, Kaushik Katty Roy

Decíamos anteriormente al respecto:


Jillian Wong, recientemente en Taxi Design, comentaba la aparición de una campaña para Sanctuary India de gran impacto visual.
Parece ser que vivimos una época preñada de imágenes realistas y sorprendentes por la proliferación de fotógrafos y artistas digitales, pero lo fundamental es la orientación de dichas imágenes a la sensibilización del público o, simple y llanamente, su momentánea e incluso involuntaria atención.
Tal es el caso de la mencionada campaña, cuyo director artístico, Ganesh Prasad Acharya y la "copy" Kaushik Katty Roy han creado estas imágenes de impacto que hibridan la estética más preciosista del estilo National Geographic, casí onírico y pictoricista en la composición y el encuadre, con un cruce entre el gore y el muestrario de carnicería, provocando imágenes duras, tanto que, bajo mi punto de vista, sobrepasan el límite de lo deseable, provocando casi la risa nerviosa. Parecen chistes de humor negro, más que denuncias.
Recuerdo que hace años, en una escuela de arte donde trabajaba, una alumna de diseño gráfico me mostró un ejercicio que había realizado para denunciar la violencia de género en el que mostraba la foto de un cuerpo de mujer descuartizado sobre una mesa de cirujía forense. La imagen, terrible, iba acompañada de un texto que rezaba: "Hay que ser muy hijo de puta para hacer ésto". Le dije que se notaba su sincero rechazo ante el problema denunciado, pero que el resultado me parecía contraproducente, ya que ponía el listón muy alto para los "hijos de puta". Le comenté que la imagen era tan cruda que producía rechazo, pero emborronaba el mensaje. Al fin y al cabo, se ha de ser muy hijo de puta para levantarle la mano o alzarle despectivamente la voz a cualquiera, sea mujer o no, y hay que estar directamente enfermo para descuartizar a alguien, por lo que la pretendida potencia informativa de su cartel-denuncia se desvanecía.
Mi alumna lo comprendió, y hay quien ahora pudiera decir que los creativos de la campaña Sanctuary no lo han comprendido. Lo que ocurre es que aquí no se denuncia la actitud violenta de algunos individuos, sino la pasiva indiferencia de todo el género humano, por lo que quizás sea necesario llegar a estos extremos.
Si queréis que os diga la verdad, me siento dividido ante estas imágenes, literalmente seccionado por la mitad. No sé si es empatía o que me parecen tan necesarias como innecesariamente cruentas y casi humorísticas para parte del público. Creo que acabaré retirando todo lo dicho acerca de Gregory Colbert.
No. Es coña. No retiro nada.
 
http://designtaxi.com/news/371221/Shocking-Print-Ads-Show-How-Habitat-Destruction-Affects-Wildlife/?interstital_shown=1


13. Cuando veas un atún, piensa en Panda


Agencia de publicidad: Ogilvy & Mather, Singapur

Esta campaña apela a la división de afectos entre diversas categorías de animales. 
Los mamíferos inspiran más empatía que los peces o los reptiles. Reitero mi viejo ejemplo de las protestas de ciertos sectores del público de los zoológicos por alimentar a los reptiles con ratones o con conejos vivos, pero que protestaban menos por el uso de gallinas y sí por el de pollitos (dependiendo del tamaño de la serpiente o del reptil alimentado, que rechazaría un animal muerto, frío, por cierto).
Tampoco oí protesta alguna cuando a los osos se les proveía de carpas vivas en el estanque de su instalación para procurarles una actividad ociosa y ejercitarlos física y mentalmente. Nadie veía crueldad en el hecho de que devorasen peces vivos, por falta de empatía con su lejanía taxonómica o por la frialdad de su sistema sanguíneo.
Los pollitos, como crías redondeadas y cabezonas, apelan a preferencias atávicas de nuestra percepción visual, las mismas que prefieren a los animales redondeados, peludos y proporcionalmente cabezones como los osos. Entre estos, el oso panda, por su vegetarianismo, por su escasez, por su aparente indolencia y por su pauta cromática que lo asemeja al diseño de un peluche es, junto con el koala y otros animales de aspecto amable (no en vano el panda es la imagen emblemática de WWF) un paradigma de animal simpático y querido digno de ser protegido.
Los peces son fríos, aparente o supuestamente insensibles o no inteligentes (falacia reduccionista y antropocéntrica) y además constituyen un importante fuente alimenticia.
Los peces son pescado. En inglés "fish" designa tanto el pescado alimenticio, la materia incontable unitariamente sino por kilos o toneladas, como los individuos de la clase de los peces, un pez concreto.

Este problema es observado en esta campaña mostrándonos un amontonamiento de osos pandas (por otra parte seres individuales, ramente grupales) muertos de forma sangrienta a la manera en que sí se hace impunemente con los peces, y particularmente con los amenazados atunes rojos.

Me remito a la argumentación mencionada más arriba y que ampliamos en su día al respecto del proyecto fotográfico de la campaña de Fishlove.     

14. Deja de tratar a tu perro como un basurero: (Dog Chow)



El perro es la adaptación selectiva del lobo domesticado.
Su convivencia con el ser humano se ha basado en una relación simbiótica de colaboración en la que se conformaba con una parte, o al menos las sobras, de los recursos alimenticios que colaboraba en obtener o proteger, de forma ventajosamente más frecuente y regular, más segura aunque posiblemente más escasa, conformista y de menor calidad (las mejores tajadas ya no les corresponían, aunque en su vida salvaje también dependerían de su rengo en la manada).
La manifestación extrema de dicho comportamiento llega hasta el actual estatus de mascota de compañía que se conforma con las sobras (como ha sido secularmente en entornos rurales y más tardíamente urbanos).
Asociar el perro a un hueso, o el gato a una raspa de pescado es significativamente claro, pero ignorar el metabolismo y la lógica alimentación natural y equilibrada de nuestras mascotas es un reflejo de nuestro propio descuido alimenticio, sobre todo si su conformismo y su incapacidad para seleccionar óptimamente la calidad de sus alimentos depende exclusivamente de nosotros, que nos permitimos desperdiciar comida que creemos aprovechar para abaratar o complementar el sustento de los animales domésticos.


15. La extinción no se puede reparar: (WWF)



Agencia de publicidad: BBDO, España

De nuevo la hiriente imagen de los animales ofrecidos como objetos o como máquinas, evidenciando por reducción al absurdo la diferencia entre ser vivo y máquina, entre naturaleza y artificio.

Los animales escogidos son el rinoceronte y el oso blanco porque son fácilmente reconocibles desde una perspectiva zenital, pero también porque son grandes para emular la escala de un vehículo a motor.

De todas maneras, observamos en dicho recurso una forzada manipulación, hasta el extremo de hacer más identificable el rinoceronte presentándolo con dos cuernos de rinoceronte africano, cuando se trata evidentemente de un blindado asiático, de un sólo cuerno, por lo que el animal representado existe en la mente del público poco instruido zoológicamente, y el animal supuestamente reproducido en la foto manipulada no existe.

16. Muéstranos un poco de amor, te devolveremos el favor: (RSPCA)



Aquí se recurre al humor, a la escenificación de un chiste visual, antropomorfizando la actitud de los animales, que hacen lo contrario de lo que generalmente hacen.

Si bien el recurso es simpático y llamativo (supuestamente) sólo es efectivo con el público proclive a perdonarle a las mascotas que ensucien y que nos obliguen a un mayor esfuerzo higiénico.

Para los que se lo pensarían dos veces antes de adoptar un animal, el chiste es un recordatorio que sólo confirma sus peores recelos, y la invitación a adoptar un animal se convierte en justamente lo contrario.

17. Imagina que este es el tuyo: (WWF)


Agencia de publicidad: Desconocida

El recurso argumental es de una simpleza exagerada. Disfrazar a un niño de animal para recordarnos que la caza es un asesinato me parece que está de más, aunque tal vez la única vía para despertar la empatía de cierto sector del público sea esta.

La imagen debería ser igual de efectiva mostrando un cachorro de tigre, o un tigre adulto, o un niño que no necesitase llevar un disfraz de tigre para recordarnos que todos los animales amamos y protegemos a nuestros cachorros.

La vileza de la caza no necesita ser disfrazada de asesinato ni de infanticidio (el asesinato de un inocente) porque es un asesinato y todos los animales son inocentes.

18. Salvemos al rinoceronte - Nada de lo que hagamos los traerá de vuelta: (Save The Rhino)



Agencia de publicidad: Stick, Sudáfrica

Como en "todos somos Charlie Hebdo" nos topamos con una campaña que dice que "todos los animales africanos somos rinocerontes".

La fauna africana es emplemática. Jirafas y cebras lo son especialmente, tanto como el rinoceronte. Desviar hacia ellas la atención del cazador simbólicamente disfrazadas con el rasgo distintivo (y condenatorio, porque la mayoría de los rinocerontes son cazados por sus cuernos) de una de las especies más icónicas y más al borde de la extinción  es una metáfora visual clara y contundente, pero que corre el riesgo de no respetar la integridad de las demás especies.

19. Misma mascota, dueño diferente. Adopta una mascota de rescate: (caraphil.org)



Agencia de Publicidad: TBWA-Santiago Mangada Puno, Filipinas

Sobran las palabras. El antes y el después de los cuidados aplicados a un animal abandonado buscan incitar la compasión tanto de los amantes de los animales como de los más insensibles, que siempre sentirán un mínimo de simpatía por el débil.

20. Horrible versus más horroroso: (WWF)



Agencia de publicidad: DDB, Turquía

Se apela a la fobia hacia ciertos animales para invocar al horror vacui medioambiental, incluso con una cierta elección de los adjetivos en busca de juegos de palabras tan rotundos como calificar una piedra deshabitada de vida como más petrificante que el más petrificante de los escorpiones.

21. Las bolsas de plástico matan: (GAIA)


Agencia de publicidad: BBDO Malasia, MALASIA, Kuala Lumpur / Agencia de publicidad: Duval Guillaume, Bélgica

Sólo espero que las bolsas que ostentan estos diseños sean de celulosa o de tela, o la idea se convertiría todavía más en un chiste cruel. El mensaje es bueno, pero el resultado es ingeniosamente chulo, incluso divertido, y tal vez insensibilice más que lo contrario, que se supone pretende.

22. Patrones de costura: (WWF)



Agencia de publicidad: Ogilvy & Mather, Francia

De nuevo los animales observados como objetos, como potenciales fuentes de recursos. Sus imágenes son tapadas, estorbadas, por las imágenes de los proyectos que pesan sobre ellos en forma de patronajes de moda. Claro y rotundo, aunque siempre, visto desde una perspectiva insensible, no son más que una forma de dar ideas (malas).

23. Ves un perro. Él ve un hogar: (caraphil.org)



Agencia de publicidad: DDB, Manila, Filipinas

Pese a la claridad del mensaje, y el recalcar la dependencia de perros y gatos domésticos de la protección, la manutención y los cuidados de la familia humana, lo que conlleva una responsabilidad a la que se apela, encontramos aspectos discuutibles o problemáticos en esta campaña.

El mensaje es claro, pero también amargo: El animal es es sólo un animal. La persona reflejada en su mirada es un biotopo, un hábitat, una fuente de recursos en toda regla.

Quien toma conciencia del mensaje sólo confirma lo que ya sabe y entiende las intenciones, y por tanto comparte el amor y la empatía por los animales que la campaña quiere promocionar. Quien no, sólo confirma la idea de que el amor humano es generoso y el del animal es interesado.

24. La desertificación destruye 6,000 especies cada año: (WWF)



Agencia de Publicidad: Contrapunto BBDO, Madrid, España

Dramatismo y efectismo a partes iguales. Representar a los animales como una extensión de los ecosistemas debería ser algo obvio, pero por desgracia sigue siendo necesario. Efectiva y efectista.

25. Los incendios forestales queman más que los árboles: (Servicios voluntarios de incendios forestales)

Agencia de publicidad: Saatchi y Saatchi, Sudáfrica

Una analogía visual puesta en bandeja por el peculiar pelaje cubierto de púas del erizo, cubierto en este caso de fósforos. Rotundo, claro y efectivo, apela al riesgo de lo inflamable y consigue una especie de sintetización visual del mensaje no exenta de hipérbole visual.

26. El espectáculo no debe continuar. Apoyar circos libres de animales: (LAV)


Agencia de publicidad: cOOkies adv, Milán, Italia

Hiriente para quien lo vea hiriente, cómico para los más insensibles.

Metáfora de la domesticación y del adiestramiento condicionado que puede parecer exagerada para quien crea que un animal adiestrado es extraordinariamente superior a sus congéneres y no un triste ejemplo de alienación y castración.

La idea está implícita en reducir a marioneta a un depredador poderoso y temible, y no a otra especie de simbología menos poderosa, y que podría estar presente típicamente en los circos, como perros, monos, caballos, otarios o loros.

27. Ya no es un juego: (rebobinador)


Agencia de publicidad: Bulgaria

Nada que decir, aparte de seguir poniendo a las ballenas, mamíferos, como representantes de todas las grandes especies marinas, incluidos grandes peces, retornando a la vieja consideración de las ballenas como un tipo de pez. Por otra parte, denuncia el hecho de que el mercado de valores funcione como un juego ante la realidad de que los productos que lo alimentan y su conservación para el equilibrio ecológico no son ningún juego.

28. La moda reclama más víctimas de las que crees: (WWF)


Agencia de publicidad: Desconocida

29. Esto no dolerá un poco. Detengamos las pruebas con animales: (AACT)

30. No trates a los demás como no quieres que te traten: (humanos para animales)



Patricia Piccinini
Búsqueda en el archivo iconográfico reciente de imágenes de impacto. Recordemos el implante de una oreja en la piel de un ratón, que se hizo impactactemente famosa como logro de las nuevas técnicas clínicas experimentales, y que homenajearon hasta la saciedad artistas comentados en nuestro espacio en otras ocasiones. Invertir visualmente los términos es una idea sencilla e inmediata, pero desde luego en absoluto desdeñable.

Patrici Piccinini
Patricia Piccinini
En cierto modo estaba implícito en la recreación escultórica y fotográfica que proponía Patricia Piccinini con todas sus criaturas de inspiración en la genética experimental.

La única que reproducía un famoso hecho real era el ratón con la oreja humana en la espalda, y con sus reproducciones y la presencia de bellas modelos parodiaba sin piedad la fotografía de moda y artística más comercial, pero también ciertas tendencias fotográficas de la modernidad de finales del siglo XX (como la imagen con múltiples reproducciones del ratón de la oreja en la espalda que hace un guiño a las fotografías de Sandy Skoglund).



31. El bosque devuelve lo extinto a la vida: (WARF)



Agencia de publicidad: Tailandia

Peter Chin
Campaña influenciada por la reciente y coetánea fama adquirida por un proyecto de Peter Chin. Lo comentábamos en su momento con motivo de la reaparición de las imágenes producidas por Peter Chin para National Geographic, allá por el 2006, en una web de noticias (, comentábamos nuestras dudas acerca de que la imagen de un feto de leopardo no se correspondiese más bien con la de un guepardo, de manera que el típico error de confusión entre ambas especies, muy diferentes, se diese incluso antes de su nacimiento.
No es la única que ha despertado nuestras sospechas acerca de cómo han sido referenciadas, ya que la que supuestamente pertenece a una comadreja, diríamos que se corresponde a un marsupial en el marsupio, no en el útero, tal vez un canguro.

Lo cierto es que ignoramos cuántas de estas imágenes se corresponden con fotografías intrauterinas reales, puesto que me consta que algunas han sido generadas, o como mínimo "mejoradas", recurriendo a programas de edición digital de imagen o construídas íntegramente con programas de diseño digital 3D análogos a lso empleados en la recreación de imágenes intrauterinas del cuerpo humano para un documental anterior, producido también por National Geographic. Sea como sea, su realismo las convierte en fascinantes vistas del plácido universo líquido en el que vivimos los mamíferos antes de ser depositados en el mundo.


En el caso de la campaña para la conservación y regeneración de los bosques, los animales en actitud fetal son adultos, con lo que su uso metafórico se muestra claramente intencionado y forma parte del juego dialéctico con el espectador.

32. El futuro es hecho por el hombre: (WWF)



Agencia de publicidad: Leo Burnett, Sydney, Australia

Posiblemente mi campaña favorita de todas las presentes, pues plantea un futuro tan plausiblemente pesimista como optimista, y en todo caso significativo y muy entroncable con proyectos de mayor calado y calidad artística como los ya expuestos en nuestras páginas a cargo de Nick Brandt.

33. Atún rojo. ¿Te importaría más si yo fuera un panda? ¿te preocuparía más si fuese un rinoceronte?: (WWF)



Agencia de publicidad: Ogilvy, Francia

Otro ejemplo de campaña para salvar al atún rojo, de nuevo recurriendo a la búsqueda de empatía análoga a la inspirada por especies emblemáticas como el panda o el rinoceronte. Nada que añadir a los comentarios anteriores.

34. No compres recuerdos de animales exóticos: (WWF)


Agencia de publicidad: LOWE GGK, Varsovia, Polonia

El simbolismo de la sangre, de estar manchado de sangre, como signo de culpa y referencia clara a nuestra propia animalidad y al poder del rojo sangre como foco de atención. 

Ejemplos de publicidad gráfica extraídos de InyMiny:

http://inyminy.com/35-influential-animal-ads-time/?fbclid=IwAR26mWAAqCTfrPYyhbiJjlWbA3yBaUe_EW3z9zkXffC3mShQV32pZ3AxRlM

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