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martes, 28 de febrero de 2017

Alvaro de la Vega. Escultura y animales.




Tener madera de naturalista es a menudo consustancial al desarrollo del talento de cualquier artista figurativo y un juego de palabras oportuno para alguien que se expresa mediante la talla.
En el caso de Álvaro de la Vega, preferentemente a través del hacha como herramienta básica, en busca de unas calidades de acabado, preocupado por no perder la frescura expresiva del abocetado.

Aunque la mayor parte de su producción constituye una reflexión sobre la condición humana, y las figuras humanas ocupan la mayor parte de dicha producción, el artista suele recurrir a la mínima expresión de elementos formales u ornamentales en éstas, generalmente desnudas o semidesnudas, evidenciando su particular condición animal arrancada de la propia naturaleza simbolizada por la madera, a menudo tosca y sugerente por sus formas y texturas.



La aproximación de Álvaro de la Vega a los animales constituye un claro ejemplo de antrozoología artística en cuanto que los animales son contemplados en relación al hombre, como parte de su entorno agropecuario o como depositarios de utilitarismo materialista.

No es infrecuente el recurso de ensamblaje de piezas que evidencian la cosificación del animal al tiempo que remarcan la observación de las formas para contrastar las preferencias de la anatomía comparada con las las de la charcutería.

Mafa Alborés





Álvaro de la Vega nace en Paradela (Lugo) en 1954, lugar donde pasará su infancia y que tendrá gran influencia en toda su creación artística.   Por motivos familiares,  se  traslada  junto con su familia a Luarca (Asturias) unos años. Regresa a Lugo para finalizar sus estudios de  Bachillerato.  Es en esta ciudad donde realiza su primera exposición, de la que sólo se conserva un cuadro. Con veintidós años se traslada a Barcelona  para  cursar estudios de Bellas Artes. En esta etapa inicial, la pintura es su medio habitual de expresión y sus  principales fuentes de influencia la fotografía y el cómic, llegando a explorar el  graffiti.

Es en 1990, tras instalarse en Corcubión (A Coruña), cuando comienza a explorar el lenguaje escultórico. Para ello toma como punto de partida la figura, tanto humana como animal, “Somos piel sostenida sobre una estructura. Por eso hice un esqueleto como punto de partida”. Es de nuevo en Barcelona donde realiza su primera individual de escultura en la  Galería Tom Maddock en 1991. Estas primeras obras de madera se caracterizan por el  uso de la pintura como medio para potenciar el valor  expresivo.

Durante la década de los 90, su lenguaje escultórico se consolida apareciendo otro tipo de materiales como el hierro, la cerámica o la piedra,  materiales  vinculados a la naturaleza o a las profesiones tradicionales. “El hierro es un material humilde, cotidiano, en el hierro se funden lo colectivo y lo fugaz, lo individual, lo solitario, lo estricto”. Los finales de los noventa inician una etapa de intensa actividad expositiva, que se extiende a la actualidad, con presencia en importantes galerías e instituciones. Al mismo tiempo inicia la carrera internacional y su obra comienza a formar parte de destacadas  colecciones públicas y privadas.

A mediados de la primera década de este nuevo siglo, el artista profundiza en la exploración de la relación de la obra con el espacio. Para ello utiliza los más diversos recursos, desde cables que se fijan a paramentos o a los techos generando tensiones,  a cerramientos o soportes que actúan como verdaderas intervenciones en el lugar que ocupan. Esta interrelación entre espacio-obra-espectador continúa siendo en la actualidad uno de los ejes de su discurso artístico, un discurso maduro y depurado que evoluciona guardando fidelidad absoluta a sus principios fundamentales.  En propias palabras del artista,  “Antes que nada una escultura es una presencia que comunica con un vacío y  creo que por ahí debe empezar el espectador”.

(extracto de la web del artista)

























http://www.alvarodelavega.es/

http://www.alvarodelavega.es/index.php?option=com_phocagallery&view=category&id=12&Itemid=155&lang=en

lunes, 20 de febrero de 2017

La trama escocesa y las palabras envuelven a los animales de Sean Landers



El año pasado tuvimos ocasión de conocer una serie pictórica de Sean Landers dedicada a la fauna norteamericana gracias a una entrada de Nunca Lo Sabré. En dicha serie, lo que reclamó nuestra atención fué el curioso tratamiento gráfico que Landers empleaba en sus animales, sobre los que aplicaba pautas cromáticas y diseños gráficos propios de las tramas de los clésicos tejidos escoceses. A decir verdad, una vez consultada la página web del artista, comprobamos que no sólo la fauna norteamericana, sino la fauna en general, especialmente la de grandes mamíferos, era vestida de trama escocesa habitualmente en los cuadors del estadounidense, cuyo estilo realista evoca el tratamiento pictórico de autores vinculados al surrealismo como René Magritte, con quien comparte además un cierto carácter analítico, reflexivo, en cuanto a las convenciones del lenguaje oral o escrito y las convenciones gráficas de nuestra cultura.

Mediante una especie de reducción al absurdo, evidencia las diferencias entre las pautas gráficas genuinamente naturales y las artificiales, fruto de la intervención del hombre en materiales y soportes de distintos colores.

Si Abbott H. Thayer, pintor mediocre, había sentado las bases sobre las pautas miméticas y obliterativas de los colores en los animales (hasta extremos en ocasiones ridículos, pero aprovechados estratégicamente con fines militares), y René Magritte había aprovechado el simbolismo de los objetos cotidianos enfrentados a paisajes que evocaban el cuadro dentro del cuadro, Sean Landers nos expone con rotundidad hasta qué punto hemos convertido a los animales y el mundo natural en una mera acotación más del mundo artificial, convirtiendo los animales en cosas, objetos vestigiales del porqué de sus particulares anatomías, y lo hace a través de sus pautas cromáticas, aplicando sobre sus pelajes tramas perpendiculares y rectilíneas carentes de sentido fuera de los tramados ortogonales de los telares.

La palabra es pensamiento y la palabra escrita es signo. Las pautas gráficas predeterminadas por un diseño textil también lo son. Las líneas rectas, escasas en la naturaleza, son frecuente indicio de artificio y convierten los entornos humanos en llamativos. La frontera entre naturaleza y artificio se pone en evidencia al romperla premeditadamente en estas ilustraciones naturalistas.
Intuimos un cierto pesimismo en este artista enamorado de las formas animales y de los animales, ausentes de nuestra existencia cotidiana y arrinconados por causa de la civilización, cuyo último destino será dejar marcas de su presencia en el mundo natural que consiga sobreponerse a su acción, como simbolizan sus bosques cubiertos de palabras e inscripciones, sus estanterías de libros, símbolos del acopio de conocimientos, entre los que asoman tímidamente imágenes de animales preservadas en pequeñas y simbólicas burbujas de vidrio, transformadas en recuerdos, souvenirs, de un pasado preñado de vida salvaje ahora relegada a ilustraciones, fotografías, museos y registros gráficos.

Aunque entre su producción también encontramos notables ejemplos escultóricos, la pintura es el lenguaje preferido de Sean Landers y donde vemos más claramente una experimentación a partir de una idea más premeditada, en la que contrasta lo rectilíneo con lo curvo o fractal, lo natural con lo artificial, lo superficial con lo profundo, el significante con el significado. y, sobre todo, el mundo del pensamiento, con el mundo de los objetos materiales. El cómo estos objetos materiales son convertidos en mercancía de uso o son apropiados por los seres humanos como una parte más de su propio entorno para su disfrute y explotación hace que, incluso cuando se trata de seres vivos o elementos de la naturaleza, sólo por el hecho de ser observados o verbalizados, pasen a formar parte del conjunto de objetos que catalogamos como meros items de nuestra memoria, ávida a la vez que saturada de información.

























































http://www.seanlanders.net/


http://www.nuncalosabre.com/2016/01/los-animales-estampados-de-sean-landers.html