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jueves, 31 de mayo de 2012

bebé fósil

Parece una de las fuentes de inspiración de los trabajos que realicé en el pasado y de los que doy cuenta en diferentes apartados de este blog.

Anciana pare un bebé fósil 56 años después

La mujer llevó el feto muerto dentro de su cuerpo durante medio siglo

Publicado: 27 may 2012 | 18:53 GMT Última actualización: 27 may 2012 | 23:27 GMT
Una mujer de Marruecos que se quedó embarazada en 1955 ha dado luz a su bebé, literalmente petrificado, medio siglo después de quedarse embarazada. Durante todo este tiempo mantuvo el feto calcificado dentro de su cuerpo.
El origen de esta historia increíble se remonta a 1955, cuando Zahra Aboitalib sintió los dolores del parto. Fue trasladada a un hospital, pero al ver a una mujer morir en la mesa de operaciones durante una cesárea, huyó despavorida y regresó a su pequeño pueblo, relata el diario 'Crónica'.

Después de que los dolores desaparecieran y el bebé dejara de patalear, Zahra lo comenzó a considerar un "niño dormido". Según la creencia popular marroquí, hay bebés que pueden vivir dentro del vientre de la mujer para proteger su honor.

A sus 75 años, los dolores regresaron, por lo que decidió volver al hospital. Los médicos le realizaron una prueba de ultrasonido y descubrieron que su “niño dormido” fue en realidad un embarazo ectópico, es decir, fuera del útero.

Tras medio siglo de espera, una operación de casi cinco horas logró extraer con éxito el feto calcificado de Zahra. Lo más sorprendente es cómo Zahra logró sobrevivir llevando dentro de su cuerpo un feto muerto y cómo éste no fue rechazado por el organismo.

Según la revista de la Sociedad Real de Medicina, no se trata del primer caso de este tipo. Hasta el momento fueron consignados 209 casos de bebés de 'piedra', así llamados 'lithopedions'.

Rinoceronte: iconografía en acción

 Está claro que tengo pendiente la tarea de unificar todas mis entradas dedicadas a la imagen del rinoceronte en una página específica de este blog, tal es la cantidad de referencias al tema en la red, en la literatura, en la historia del arte, la historia de la divulgación zoológica, la semiótica y un largo etcétera.
Si quisiésemos recopilar, además de mis propios estudios y comentarios al respecto (podeis buscar entre la relación de entradas de este blog), entradas intersantes en otros sitios web (también localizables las más pertinentes en la barra lateral de enlaces), sin duda incluiría en un solo bloque una recopilación de las entradas dedicadas a este tema por Javier Fuentes en "El Hurgador"
Recomiendo este interesante blog dedicado al arte desde diferentes perspectivas, una de las cuales, común a nuestro Animal Invisible, es la que contempla el arte como vehículo de información científica y, especialmente, zoológica. La iconografía animal nos habla de conocimientos zoológicos tanto como de inquietudes humanas, preferencias estéticas o cuestiones históricas y antropológicas.
Me tomo la libertad de copiar el post que publico a continuación porque comparto más de un parecer con Fuentes, y, sobre todo, porque reúne (ahorrándome un cierto esfuerzo de búsqueda) una serie de imágenes que hace tiempo que deseaba mostrar y me descubre tres de las que no tenía noticia. Y lo más importante: me ahorro la mención al rinoceronte azul que eludí en su momento al explicar las denominaciones "rinoceronte negro" y "rinoceronte blanco" por inexcusable pereza (aunque mencionase el tema en referencia al poder iconográfico de animales blancos y animales negros)

 

 

Rinocerontes (XIII) - Grabados

Grabados. Luchas de Rinocerontes. Caza.
Obras de Ambroise Paré
"Rinoceronte contra elefante", grabado del libro de Ambroise Paré "Des Venins (Los Venenos)" titulado "Figure du combat du Rhinocéros contre l'Elephant"
Éstos grabados pertenecen a "Les oeuvres d’Ambroise Paré ... : divisees en vingt huit livres, avec les figures & portraicts, tant de l’anatomie que des instruments de chirurgie, & de plusieurs monstres : reveuës & augmentees par l’autheur", algo así como "Las obras de Ambroise Paré..., divididas en veintiocho libros, con las imágenes y retratos tanto de la anatomía como de los instrumentos de cirugía y de monstruos varios, revisados y aumentados por el autor", publicado en París en 1985. Las reproducciones de algunas de sus páginas pueden revisarse aquí. La obra completa aquí, en web de la Bibliothéque nationale de France, donde puede descargarse completa para usos no comerciales.
Ambroise Paré (Bourg-Hersent, Laval, 1510 - París, 20 de diciembre de 1592) fue un cirujano francés, considerado el padre de la cirugía moderna. Fue cirujano real de los reyes Enrique II, Francisco II, Carlos IX y Enrique III.
"Figure du Rhinocéros armé de toutes piéces". Otra vez el rinoceronte de Durero en la variante del francés.
 
Éstas son las páginas completas, interesantes por los comentarios que hacen acerca de los rinocerontes. En francés. Traduzco libremente un fragmento: 
"Éste animal es de los más feroces que uno se puede encontrar, así que sólo se los puede capturar robándoselos a su madre desde pequeños. Los salvajes utilizan su piel contra el frío y sus cuernos son estimados por las propiedades que tienen contra el veneno; por eso los bárbaros los conservan para protegerse de los parásitos y alimañas que se encuentran por país." Click para ampliar.
Luchas en Baroda
"Lucha de rinocerontes en Baroda (Vadodara) frente al Príncipe de Gales", Ilustración en el "Illustrated London News" en 1875. Ver ficha en la Biblioteca digital de la Biblioteca Pública de New York.
He encontrado éstos grabados de las luchas de rinocerontes que se celebraban en la India a fines del s.XIX., concretamente en la ciudad de Baroda (Vadodara). Aparecidos en revistas de la época, se representan enfrentamientos de éstos animales, algunos de ellos organizados para diversión de la realeza como se indica en los pies de ilustración explicando que el espectáculo tienen al Príncipe de Gales como espectador.

"Lucha de rinocerontes en Baroda" (Vadodara), trabajo artístico de Emile Antoine Bayard, grabado en madera de Félix-Jean Gauchard
De 'Le Tour du Monde', 1870/78. La imagen también aparece reproducida en "With the World's People" de John Clark Ridpath, 1912, y en la web de la Biblioteca Pública de New York, donde se puede encontrar éste y otros muchos grabados de rinocerontes (alguno de los cuales iré aportando por aquí). En éste caso la ficha dice que está recogido de "Ridpath's universal history : an account of the origin, primitive condition, and race development of the greater division of mankind. (New York : Merrill & Baker, c1899) Ridpath, John Clark (1840-1900), Author."
Émile-Antoine Bayard (1837-1891) nació en 1837, en La Ferté-sous-Jouarre, Seine-et-Marne. Entre 1857 y 1864 trabajó en dibujos al carboncillo, pintura, acuarela, grabados y litografías. En 1864 comenzó a trabajar para revistas e ilustración de eventos de actualidad, como la Guerra Franco-Prusiana (1870-71)
A fines del s.XIX, con el creciente interés por la fotografía que desplazaba el dibujo documental, Bayard se pasó a la ilustración de novelas, incluída "Los Miserables" de Víctor Hugo, "La Cabaña del Tío Tom" de Harriet Beecher Stowe, "El Inmortal", de Daudet y "De la Tierra a la Luna", de Jules Verne. Su ilustración de Cosette de "Los Miserables" fue adaptada como logotipo para el musical de Cameron Mackintosh.
Aún cuando hubo representaciones de viajes espaciales y mundos alienígenas antes de 1865, estaban basados fundamentalmente en el misticismo, y no en la ciencia. El trabajo artístico de Bayar que acompañaba "De la Tierra a la Luna" está considerado como de los primeros ejemplos de arte espacial de naturaleza científica.

"Lucha de rinocerontes frente al Príncipe de Gales en Baroda", de "The Graphic", 1875
Journal des voyages
"Rinoceronte atacando en Tanganika", Grabado original, 18 x 22 cm., del "Journal des voyages", 1876
Por lo visto éste grabado está tomado del referido periódico, que se editaba en Francia en el s.XIX. En todo caso no he podido verificar la fuente ya que en la web de la Biblioteca Pública Francesa, aparece la colección del Journal, que se puede consultar online, comenzando a mediados de 1877. 
En todo caso el grabado, por la firma, parece ser obra de Émile Deschamps.
Samuel Howitt
"Shooting a rhinoceros (Disparando a un rinoceronte)" y
"Rhinoceros hunting (Caza del rinoceronte)"
Samuel Howitt (1756 – 1822) fue un pintor, ilustrador y grabador inglés, dedicado a los animales, caza, carreras de caballos y paisajes. Trabajó tanto el óleo como la acuarela.
Vivió sus primeros años en Chigwell, cerca de Epping Forest, Essex, dedicado a los deportes de campo. Sin embargo, a raíz de sus dificultades financieras se vio obligado a dedicarse a actividades artísticas (a las cuales, hasta entonces, sólo estaba ligado como talentoso amateur). 
 "African rhinoceros hunting (Caza del rinoceronte africano)"

"Anecdote of hunters & rhinoceros (Anécdota de cazadores y rinocerontes)"
A su llegada a Londres fue durante un tiempo profesor de dibujo en la "Samuel Goodenough's school" en Ealing. En 1783 exhibió tres dibujos coloreados con escenas de caza con la Sociedad de Artistas Británicos. Ocasionalmente exhibió en la Royal Academy de Londres. Probablemente sus exhibiciones fueron escasas debido a la gran demanda de su trabajo como ilustrador comercial.
"Rinoceronte cazado por elefantes". Tomada de aquí.
Howitt fue estrechamente relacionado con su cuñado Thomas Rowlandson, y su trabajo fue en un tiempo tomado por el de éste, pero a diferencia de Rowlandson él fue un deportista activo, y sus escenas están compuestas de manera más realista. Fue un hábil e industrioso grabador y publicó un gran número de planchas de carácter similar a sus dibujos, delicadamente ejecutadas un punzón fino.

Info in english here.
Brehms Tierleben
Alfred Edmund Brehm (1829, Unterrenthendorf, hoy Renthendorf - 1884) fue un zoólogo y escritor alemán, hijo de Christian Ludwig Brehm. Gracias a su libro "Brehms Tierleben" su nombre se convirtió en sinónimo de literatura sobre zoología.
Brehms Tierleben es un libro de referencia, publicado inicialmente en 1860.
Como escritor freelance, Brehm colaboraba en revistas científicas con ensayos y relatos de viajes. A raíz de su éxito, en 1860 se le encargó escribir una enciclopedia zoológica. Sus viajes a Abisinia, Escandinavia y Siberia ralentizaron así como enriquecieron el trabajo. Los primeros 6 volumenes de la enciclopedia, publicados bajo el título "Illustrirtes Tierleben", aparecieron entre 1864 y 1869, publicados por el Bibliographisches Institut a cargo de Herrmann Julius Meyer. Ilustrado bajo la dirección de Robert Kretschmer (1818-1872), obtuvo una amplia aprobación de la burguesía culta.
"Das Keiloa (Rhinoceros Keiloa)"
Los grabados pertenecen a Robert Kretschmer (1818-1872), y están tomados de la edición "Brehm, Alfred Edmund. 1864-69. Illustrirtes Thierleben: eine allgemeine Kunde des Thierreichs. 6 Bände.", que puede consultarse y descargarse con diferentes calidades en la sección Biblioteca de la web del Instituto Max Planck (Berlín). Corresponden al volumen II. En el caso de la última, el Keiloa o Rinoceronte Azul es la denominación de una subespecie del rinoceronte negro, como vemos a continuación.
El misterioso Rinoceronte Azul
Rinoceronte azul, de Keiloa, o de Sloan (Rhinóceros Keitloa)
Éste trabajo del artista William Stephen Coleman (1829-1904) y grabado por Dalziel Brothers, se publica en 1883 en el New illustrated natural history. (Routledge, 1883), Wood, J. G. (John George) (1827-1889), autor. También lo tomé de la colección online de la NYPL, y representa una subespecie de rinoceronte africano, hoy identificada como la variedad sudoccidental del rinoceronte negro Diceros bicornis bicornis. Según nos ilustra un forista en ésta web:
"Los primeros exploradores y naturalistas no pensaban que hubiera sólo dos especies de rinocerontes africanos. El rinoceronte azul, de Sloan o Keitloa, "Rhinoceros keitloa" (supuestamente diferenciado por su gran tamaño, tener la misma longitud en ambos cuernos y un largo labio superior) recibió su nombre en 1836, y el el rinoceronte de Oswell (también Quebaba o Kobaaba), Rhinoceros Oswelli (como simum, pero caracterizado por un cuerno anterior largo y deslizado hacia delante) en 1847. Para 1869 también se reconocía el Rhinaster bicornis de Bovili.
Así que entre los europeos coloniales del s.XIX, la taxonomía de los rinocerontes era confusa y compleja. De hecho, aún persisten: se reconocían hasta 16 subespecies en un estudio de 1965, e incluso Groves, en 1967, encontraba respaldo para siete."

"The Keitloa". Ilustración para la Historia Natural de Cassell (Vol.2), publicada entre 1883 y 1889. Como se ve es una reproducción del original de Kretschmer aparecido en el Brehms Tierleben.
La pequeña controversia suscitada por ésta especie, según nos cuentan aquí, se zanjó en en 1881 cuando el famoso explorador Capitán Frederick Selous, en un estudio publicado por la Sociedad Zoológica de Londres en 1881 en referencia a una gran colección de cuernos, demostró concluyentemente que el rinoceronte azul y el negro eran en realidad la misma especie.

miércoles, 30 de mayo de 2012

La persistente imagen del rinoceronte y el valor de lo escaso

 

Creía haber agotado, al menos durante un tiempo, las referencias al rinoceronte como fuente de imágenes de repercusión poderosa, pero hace escasos meses el premio de Fotografía World Press Foto recaía sobre un reportaje acerca de su cacería furtiva y de su frágil supervivencia debido al mercado negro del cuerno de rinoceronte: los bienes caros se tornan más caros cuanto más escasean. Por desgracia no sólo ocurre con el propio rinoceronte, sino con su cuerno, con lo que entramos en un dantesco y macabro bucle comercial.

Sin duda también podríamos apuntar el hecho de que fotografiar acontecimientos tan desdichados a veces acaba por ser recompensado con un premio de esta índole, y casi siempre los premios de esta índole corresponden a una desdicha ajena contemplada fríamente por el ojo mecánico de un fotógrafo, paradójicamente afortunado por ello. Es una cuestión ética tan manida que plantearla sin decidir tomar parte éticamente (y este no me parece el espacio adecuado para hacerlo) en el asunto me parecía gratuíto, o, en todo caso, digno de un estudio en profundidad que requiere una extensión para la cual no dispongo de tiempo suficiente.

La escasez de rinocerontes revaloriza cada uno de los vestigios de su presencia, incluyendo las fotografías. Que unas fotos que denuncian la tragedia ecológica acentuada por un perverso comercio sean premiadas no deja de ser igualmente perverso, aunque indirectamente se de cobertura mediática a la denuncia implícita en el trabajo documental del fotógrafo.

Muchas especies padecen situaciones límite de supervivencia (por no decir prácticamente todas) pero algunas resultan especialmente emblemáticas por una cuestión de imagen, y la estrella del universo iconográfico de criaturas míticas y/o reales de la narrativa zoológica sigue siendo el rinoceronte.

Lo trágico es que, a este paso, los rinocerontes se convertirán en una estampa popular de la iconografía mundial semejante a los dragones o a los dinosaurios, y sólo existirán como registros audiovisuales en un espacio de tiempo muy breve.

 Transcribo a continuación una entrada a cargo de Leonor Solís extraída a su vez del blog de Héctor Arita, quien la publica evidentemente por alusiones:

  

El cuerno del rinoceronte: una historia de cacería furtiva y su uso medicinal en el mercado negro. Ganadora del premio de fotografía World Press Photo

Los rinocerontes son los protagonistas de una violenta historia, su cuerno en el mercado negro duplica el precio del oro.  En la décadas de los setenta y ochenta la cacería furtiva del rinoceronte devastó a sus dos especies: el rinoceronte blanco y el rinoceronte negro.
Después de la década de los ochenta las poblaciones se estabilizaron cuando China prohibió el uso del cuerno de rinoceronte en su medicina tradicional y en Yemen también prohibió su uso para las empuñaduras de dagas ceremoniales.  Sin embargo, a partir del 2006 regresó la llamada “guerra del rinoceronte”: en 2007 se cazaron 13 rinocerontes,  para el 2008 esta cifra subió a 83 individuos, para el 2010 incrementó a 333 y a 400 en el 2011. La matanza en los últimos 6 años a alcanzado a casi 900 individuos, más 30 cazadores muertos y otros 200 arrestados tan sólo en Sudáfrica.
El seguimiento del tráfico del cuerno del rinoceronte en estos años apunta a Vietman, donde se dice que se está utilizando para la cura del cáncer. Sin embargo, el Dr. Arita cuestiona su uso medicinal  en su post del blog “Mitología Natural” http://hectorarita.com/2011/11/27/los-cuernos-del-rinoceronte-y-la-medicina-tradicional-china/
El fotógrafo de National Geographic Bren Stirton, ganó el premio “World Press Photo” en la categoría de Naturaleza por su ensayo fotográfico del tema (http://www.worldpressphoto.org/photo/2012brentstirtonnas1-al?gallery=2634). La historia completa esta en el número de Marzo del 2012 de National Geographic (http://ngm.nationalgeographic.com/2012/03/rhino-wars/gwin-text)
Más información sobre el estado de conservación del rinoceronte negro en el blog “Crónicas de la Biodiversidad” http://biolcons.wordpress.com/2011/11/10/el-rinoceronte-negro-no-esta-extinto-todavia/
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martes, 29 de mayo de 2012

ranas con colmillos

Extraído de Natura Curiosa:

Ratas gigantes, ranas con colmillos y peces aulladores en mundo perdido 

Increíble noticia de un mundo perdido
En un remoto paraje en la selva tropical de Papúa Nueva Guinea se halla el cráter del volcán Bosavi, poblado por insólitas criaturas, entre las que se encuentran ratas gigantes, ranas con colmillos, peces aulladores y canguros que viven en los árboles. El descubrimiento de este ecosistema único lo ha logrado un equipo de investigadores de la BBC mientras trabajaba en la grabación de un documental sobre este volcán extinto de la isla oceánica.
Tras el difícil descenso al interior del cráter, los miembros de la expedición comenzaron a explorar esta jungla virgen, en la que hallaron más de 40 nuevas especies. Este recóndito habitat ha evolucionado de forma aislada desde la última erupción del Bosavi, hace 200.000 años. En sólo cinco semanas de trabajo, los biólogos del equipo encontraron 16 nuevas especies de rana, al menos tres nuevos peces, un murciélago y una de las ratas de mayor tamaño que se conocen.
Los descubrimientos demuestran la riqueza de los bosques tropicales y desde la expedición británica esperan que contribuya a atraer la atención para la preservación de estos ecosistemas. Según afirman, la tasa de destrucción en los bosques de Papúa Nueva Guinea es del 3,5 % al año.
"Ha sido asombroso estar allí y es claramente un momento para señalar con el dedo y decir estos hábitats merecen la pena salvarse", afirma el doctor George McGavin, líder de un equipo que incluía científicos de la Universidad de Oxford, el Zoo de Londres y del Museo Smithsoniano de Historia Natural.
En el cráter, que tiene un diámetro de tres kilómetros de ancho y uno de profundidad, pudieron observar espectaculares aves del paraíso y repararon en que, ante la ausencia de felinos y monos, los principales depredadores son grandes lagartos.
El equipo también halló un tipo de canguro, bautizado como Cuscus de seda, que ha evolucionado para vivir en los árboles. Esta especie no mostró ningún miedo al contacto con los humanos, llegando a subirse al hombro de uno de los cámaras. Las especies inéditas descubiertas incluyen un Gecko con capacidad de camuflarse, una rana con colmillos y un pez, al que se ha llamado Henamo gruñidor, por el sonido que produce.
Un roedor impresionante
Entre las especies más llamativas que encontraron está una rata gigante que tampoco mostró ningún temor a los humanos. Este roedor mide unos 82 centímetros y pesa 1,5 kilos, lo que significa que es uno de los mayores ejemplares que se conoce. La criatura aún no ha sido formalmente descrita. "Es una de las ratas más grandes del mundo. Es una rata verdadera, de las que te encuentras en las alcantarillas de la ciudad", afirma Kristofer Helgen, experto en mamíferos del Museo Smithsoniano de Historia Nacional que acompañó a la expedición.
Descubierta a más de 1000 metros de altitud, en un primer momento la rata, bautizada como rata lanuda de Bosavi, fue grabada por una cámara de infrarrojos. La expedición pudo después obtener imágenes del animal olisqueando el suelo del bosque. Impresionados por su tamaño, los rastreadores pudieron más tarde capturar un ejemplar. " Yo tenía un gato que era del mismo tamaño", afirma Gordon Buchanan, uno de los cámaras del equipo. Tiene una espesa capa de pelo que le ayuda a sobrevivir en condiciones de humedad.

viernes, 25 de mayo de 2012

Breve apunte de Simbolismo Animal. Simbolizar Galicia zoológicamente.

Uno de los más hermosos libros sobre simbolismo animal es de Xosé Ramón Mariño Ferro. El simbolismo zoológico ha otorgado a los animales la posibilidad de encarnar con su estampa un poder o una facultad específica. La encarnación de lo cambiante no correspondía tradicionalmente al camaleón, como muchos puedan suponer (simbolizaba al aire, pues se creía que de él se alimentaba) sino al pulpo, un animal digno de simbolizar la cultura gallega y su gastronomía.
La salamandra simboliza el fuego porque se creía que de él nacía. Bien podría simbolizar la pureza, o la fragilidad, porque las salamandras son muy sensibles a la pureza del agua.
Si quisiésemos asociar un país a un animal simbólico, y nos empeñásemos en creer que nuestro país es el más puro, y lo asociásemos al agua y la lluvia, los arroyos y manantiales, la salamandra sería un buen símbolo, una hermosa estampa heráldica.
Hay una imagen romántica, cada vez más lejana, de una Galicia asociada al musgo, la llovizna y los arroyos entre la fronda. Y hay una salamandra muy especial que simboliza todo esto mejor que ninguna otra criatura asociada a Galicia: la rabilarga. Lachioglosa lusitánica (hermoso nombre semejante a un hechizo de Hermione en Harry Potter).
Es frágil, es escasa y sólo se encuentra en Galicia y el norte de Portugal.

Esperemos que siga siendo algo más que un desconocido símbolo por mucho tiempo.

Analogías entre información digital y genética en arte y ciencia.


 Analogías entre información digital y genética han sido utilizadas por muchos autores. El más famoso es sin duda Crichton con su Parque Jurásico, y la película homónima de Steven Spielberg daba cuenta de ello en un ficticio documental gráfico animado que formaría parte de la informacion audiovisual para todos los públicos (el típico material del departamento educativo de zoológicos y museos científicos) que el parque temático habría elaborado para su público.
Los especialistas nos plantean lo remoto de tal posibilidad, que da por sentado que la sangre (y el adn) de los dinosaurios se podría conservar en mosquitos conservados a su vez en ámbar, puesto que el mismo proceso de petrificación de éste no dejaría más que un vaciado interior de la anatomía del mosquito (es dudoso que ni tan siquiera fuese posible extraer información genética del propio mosquito). Evidentemente no es este exactamente el problema que nos preocupa directamente, sino que, como ya habíamos mencionado en otras entradas, la analogía entre bits y genes es uno de los méritos de la ficción de Crichton y de la producción de Spielberg, puesto que, al fin y al cabo, lo que Dennis Muren y demás responsables de ILM consiguen es recrear las formas visuales de las criaturas a partir de una de las primeras recreaciones tridimensionales digitales aplicadas al cine comercial con influencia decisiva en el imaginario zoológico mundial.
Microorganismo virtual de Louis Bec

Se ha especulado con la posibilidad de conseguir algo semejante con especies más cercanas en el tiempo con restos mejor conservados (el mejor ejemplo es el mamut, lo suficientemente grande y espectacular para suscitar interés, y con parientes vivos relativamente cercanos para posibilitarlo -algo semejante se dió, con éxito, al recurrir a bisontes americanos para repoblar y refrescar la endémica cosanguineidad de los bisontes europeos de Polonia al borde de la extinción-) y ya hemos visto que tanto desde la simulación informática de organismos vivos como desde la manipulación genética en organismos vivos, los más destacados representantes del bioarte han realizado obras de gran potencia expresiva tanto desde el punto de vista estético como desde el estrictamente científico. Louis Bec generaba organismos vivos en un entorno digital virtual a partir de información codificada. Recordemos que sus organismos supuestamente adpatados a un entorno sulfuroso, basando su metabolismo en el azufre y no en el oxígeno, planteaban, en base a la definición de vida, la duda razonable de poder ser considerados organismo auténticamente vivos. Por si fuera poco, posteriores descubrimientos constataron la existencia de organismos unicelulares que habitaban biotopos sulfurosos basándose en el azufre, convirtiendo la especulación artítica de Bec en una realidad biológica.
"Alba" Conejo fluorescente modificado genéticamente por Eduardo Kac
Por su parte, Eduardo Kac ha aplicado a sus proyectos con seres vivos manipulaciones genéticas que han dado lugar a la patente de un conejo fluorescente o la de una flor alterada con información genética del propio artista.
"Edunia", de Eduardo Kac











Obra de Patricia Picinnini
El bioarte se podría definir como aquel que reflexiona sobre lo biológico y su información inherente. Lo hace Patricia Picinini en sus obras, aunque no dejen de ser sino esculturas o fotografías, pero eso deja en posición de genuínamente bioartística sólo a toda pieza artística que está viva. Bec lo plantea en forma de contundente respuesta teórica a la pregunta. Kac es todavía más contundente en cuanto que sus obras pueden ser cuestionadas como obras de arte, pero no como seres vivos.
Lo que sí nos queda claro con todo esto es que la información, el "planning" estructural, el material en definitiva con que trabajan Dennis Muren, Louis Bec o Eduardo Kac es información codificada, y que es posible establecer analogías entre códigos genéticos y códigos infográficos.
Según deducimos de la noticia que reproducimos más abajo, tanto es así que podemos traducir a códigos informáticos códigos genéticos, y las fronteras entre real y virtual se desvanecen en el ámbito de lo potencial.



 Recientemente, y con cierto retraso, como es habitual en los refritos informativos de yahoo, se ha hecho pública la siguiente información:

MÉXICO, D.F., mayo 24 (EL UNIVERSAL).- Científicos de la Universidad de Stanford usaron secciones de ADN para codificar, almacenar, borrar y leer datos de manera digital, como lo haría un disco duro, en el material genético de una célula.
Para ello se reordenaron secuencias del material genético de bacteriófago, es decir un virus que infecta a una bacteria. Así se extrajeron dos proteínas, la integrasa y excisionasa, que participan en el proceso de modificación del ADN cuando el virus se incorpora a la bacteria, aseguro en su portal BCC Mundo.
El articulo original que aparece en Proceedings of the National Academy of Science asegura que uutilizando dicho proceso incorporación, los investigadores lograron que los segmentos seleccionados apuntaran en dos diferentes direcciones dentro de los cromosomas de la bacteria E. coli.
Si el segmento de ADN apuntaba a una dirección correspondía a un cero y apunta hacia el otro lado era un uno, simulando un bit, unidad mínima de la información digital y se representa con ceros y unos.
Los datos eran leídos gracias a que las secciones utilizadas del material genético habían sido modificadas para brillar con color verde o rojo dependiendo de la orientación que tomaban.
Este trabajo de bioingeniería se espera contribuya a los estudios del cáncer, en el medio ambiente y a desarrollar métodos de almacenamiento de información digital en sistemas biológicos.
Por ahora los bioingenieros buscan controlar datos más complejos como lo es un byte, el equivalente a ocho bits.


Al hilo de lo comentado, es inevitable transcribir esta otra noticia de la web del Independent, acerca de la posibilidad de "volver" a la vida al Tilacino, Lobo de Tasmania o Tigre de Tasmania, extinto desde principios del siglo pasado:



El Thylacinus Cynocephalus se ha extinguido en el continente australiano, pero unos pocos pueden sobrevivir en Tasmania
En un eco de la película Parque Jurásico, el ADN de un animal extinguido ha sido reactivado en el laboratorio por primera vez.Los científicos tomaron material genético del tigre de Tasmania - especie oficialmente declarada extinta hace 70 años - y lo insertó en embriones de ratón, donde desempeñó un papel en el desarrollo del  cartílago y el futuro
hueso.El doctor Andrew Pask, de la Universidad de Melbourne en Australia, quien dirigió la investigación, dijo:. "Esta es la primera vez que el ADN de una especie extinta se ha utilizado para inducir una respuesta funcional en otro organismo viviente, como más y más especies de los animales se extinguen, que siguen perdiendo el conocimiento crítico de la función de genes y su potencial ".En el Parque Jurásico de cine, los dinosaurios cobran vida con la resurrección de su ADN conservado. Algunos científicos han sugerido traer de vuelta el tigre de Tasmania usando la tecnología de clonación como la descrita en la película. Otros son escépticos, señalando que el ADN necesario es poco probable que esté lo suficientemente bien conservado.La nueva investigación demostró que el ADN de un animal extinto podría ser resucitado. El 5 pies de largo tigre de Tasmania (Thylacinus cynocephalus), un tipo de lobo marsupial, fue cazado hasta su extinción en estado silvestre en el año 1900 y el último espécimen en cautividad  murió en el zoológico de Hobart en Tasmania en 1936. Sin embargo, algunos ejemplares fetales se preservaron y conservaron.El equipo del Dr. Pask tomó fragmentos de ADN y se seleccionará un "potenciador" elemento asociado a un gen llamado Col2a1 que interviene en la producción del colágeno. Aunque no es un gen en sí mismo, el elemento ayuda al gen para dicha función.Situado en embriones de ratón, el ADN se "enciende" y ayuda al desarrollo del cartílago, el primer paso en la formación de los huesos.Los hallazgos, publicados en la revista PLoS ONE, tienen un enorme potencial para la comprensión de la biología de los animales extintos, dicen los científicos.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Iconografía animal persistente. Orangutanes en las ramas y barrigas de anfibios.

Ejemplo de ilustración influída por el famoso grabado de Durero

Si volviésemos a usar el rinoceronte de Durero como paradigma de exactitud tanto como de distorsión iconográfica, podríamos volver a deleitarnos con la persistencia del dibujo del maestro alemán en las posteriores representaciones gráficas del animal hasta bien entrado el siglo XIX.
Las expectativas que había generado la existencia del mítico unicornio, unidas a la fascinación por lo insólito, lo monstruoso (por no hablar de lo conspicuamente grande o potencialmente agresivo) fueron responsables del éxito del grabado y sus sucesivas copias que, con más o menos variantes, influyeron incluso en las proporciones, encuadres y postura aplicadas a las ilustraciones de rinocerontes durante cuatrocientos años. Como ya hemos dedicado entradas anteriores a este caso concreto, clásico entre clásicos y por tanto bastante manido, creo que es oportuno mencionar otros ejemplos que me parecen muy llamativos y se me antojan poco comentados, como si nadie se diese cuenta de ello.
Ya he hablado de la anchura de la boca del cachalote, aumentada por los artistas gráficos de toda índole durante años y años (esa persistencia se da hoy en día), y también me he referido al gesto intimidatorio del lenguaje facial de lobos y perros de mostrar los dientes: se ha trasladado gráficamente a especies que no practican ese gesto (como por ejemplo los osos) y se ha añadido colmillos de gran tamaño a serpientes venenosas que carecen de ellos sólo por recordarnos que lo son.
Todos entendemos que los peces se representasen vistos desde arriba (como en un estanque desde un puente) antes de la aparición de los primeros acuarios con paredes de cristal, y es posible que por un motivo parecido los reptiles se hayan representado mayoritariamente de perfil y los anfibios vistos desde arriba, en planta. También es curioso constatar que en innumerables representaciones (incluso en reproducciones detalladas y fidedignas) los anfibios son mostrados boca arriba, mostrando el vientre, tal vez por la preferencia de una atávica atracción por los vientres blandos, sin pelo (como los nuestros) pero carentes de ombligo. Téngase en cuenta que ni siquiera los tritones o las salamandras (al fin y al cabo de morfología básica semejante a la de reptiles como los geckos o las lagartijas) se escapan a ser vistos preferentemente desde arriba.

Hemos mencionado, también en entradas específicas, cierta persistencia en asociar la imagen de los monos y simios antropomorfos a actitudes humanizantes que hiciesen hincapié en el parecido entre la presencia física de dichos primates con la del primate humano, pero, por si a alguien se le había escapado, se da un caso particular que va más allá de asociar a un chimpancé al uso de un palo o un bastón para humanizarlo.
Se trata del curioso caso del orangután.



Pierre Belon provocó el primer revuelo a partir de la analogía anatómica entre el esqueleto humano y el de las aves


En entradas específicas de este blog hemos hablado de la iconografía de los simios antropomorfos, así que no insistiré mucho más en el hecho de que han generado numerosas confusiones a la hora de identificarlos o darles nombre. A menudo se han intercambiado (incluso en libros serios de zoología) las imágenes y los nombres de orangutanes, chimpancés, bonobos y gorilas.



La anatomía comparada de Cuvier tenía en el dibujo a algo más que un aliado para transmitir evidencias sobre los parecidos anatómicos entre las especies antes de que el evolucionismo emparentase a simios y homínidos.


En todos los casos, los más confusos y los más acertados, y sobre todo antes del advenimiento del evolucionismo (antes incluso que la aceptación adaptativa de las teorías de Lamarck) el artista quiere transmitir al espectador algo más que la transcripción de las formas y proporciones del animal al papel, sino que apreciamos un considerable esfuerzo por recalcar el hecho de que ante la presencia real de estas criaturas percibimos por mera empatía una cercanía, un parecido con el ser humano difícil de describir en un dibujo sin una cierta ayuda, hecho constatable especialmente a la hora de representar chimpancés (casi siempre dibujados erguidos o asiendo bastones u otros utensilios). Curiosamente, las noticias de hombres salvajes o selvátivos, bestializados de algún modo por sus hábitos, pero hombres al fin y al cabo, están presentes en prácticamente todas las culturas, seguramente, como ya hemos apuntado, a causa de la persistencia atávica de arquetipos ancestrales provinientes de épocas en las que distintas especies de homínidos compartían biotopo, como ya se ha confirmado con cromagnon y neanderthal y se supone con otras especies diferenciadas.



 
 


















Del orangután, desde Borneo principalmente, llegaban noticias que no lo presentaban como un raro animal, sino como un hombre peculiar, de costumbres selváticas, asociadas a una vida arborícola, y es posible que tras esta espectativa los estudiosos occidentales sólo pudieran tener dos reacciones extremas ante la presencia de los animales:

Por un lado estarían aquellos que esperaban un hombre y descubrían un ser que sólo podían asociar a un animal, parecido a un mono (tópico del animal parecido al hombre), pero animal al fin y al cabo.

Por otro estarían los escépticos e incluso incrédulos que, esperando ver otra cosa, se encontraban ante una criatura a la que veían rasgos de indudable humanidad, o cuando menos hominidad, al igual que de la forma más natural del mundo hacían los aborígenes de Borneo, Java e India. Al fin y al cabo, orangután significa literalmente "hombre del bosque".






 Pues bien: dicha perplejidad, mezcla de empatía y decepción, produce la asociación gráfica del orangután a la rama de los árboles de forma mucho más persistente que en el caso de los otros póngidos. Aunque conocemos reproducciones de dibujos y grabados que muestran chimpancés o gorilas subidos a un árbol o descendiendo de él, todavía sujetos a una rama con una de sus manos, en el caso del orangután, la asociación gráfica parece prácticamente inevitable a lo largo de cientos de años.

 












Imagen estereoscópica de un orangután (puede verse en 3D con gafas de anaglifo rojo-azul)


Ilustración de un gorila que hereda la asociación a las ramas de los árboles propia de la iconografía del orangután
Recreación de los referentes gráficos anteriormenete expuestos en una preparación taxidérmica de una hembra de gorila

Yuri Dmítriev, en "El hombre y los animales", hace una interesante reflexión antropológica sobre la relación hombre-animal y dedica no pocos comentarios a las expectativas generadas por descripciones orales tanto como descripciones gráficas de animales, sin embargo, a la hora de demostrar las ansias humanizantes de los artistas muestra este dibujo de un chimpancé (asociado al uso de un bastón, como hemos comentado, erguido, humanizado más en su compostura que en sus formas físicas) y lo contrasta con la imagen siguiente, supuestamente más realista, más actual, menos humanizante. Lo curioso del caso es que el libro de Dmítriev incurre en el error de confundir la imagen de un orangután (pues de un macho adulto se trata) con la anterior de un chimpancé, más precisa como chimpancé por muy humanizada que esté, y escoge por error la imagen de este viejo orangután en actitud amenazante, violenta (algo asociado a lo animal en contraste con lo humano, por paradójico que nos parezca a muchos) más propia por cierto de un chimpancé que de un pacífico orangután, (aunque sin duda el modelo original que posó para la cámara no estaba de buen humor, y el dibujante que copió la imagen no tuvo que tergiversar gran cosa). En todo caso, y más tratándose de un dibujo reproducido en grabado, se trata de una imagen atípica en la iconografía del orangután, aunque no en la del simio como personificación de una bestia humanoide, algo rentable para las ferias ambulantes y circos con fieras que fascinaron e inspiraron a escritores como Edgar Alan Poe relatos en la línea del triple asesinato de la calle Morgue.