Kendra Bulgrin |
Kendra Bulgrin |
Por eso, tal vez, nos llamó especialmente la atención el peculiar mundo simbólico de Bulgrin, que ahonda en nuestra relación con el mundo natural y con las demás especies animales a través de una domesticación de elementos artificiosos o ecenegroáficos en forma de dioramas improvisados para su reinterpretación pictórica.
Kendra Bulgrin |
El collage, o al menos su apariencia, también suele constituir una técnica auxiliar para construir sus ensoñaciones pictóricas, pero, como vemos, lejos de disimular el origen de las mismas, pone en evidencia la construcción de éstas a base de recortes que se antojan más mentales que físicos. Bulgrin nos sugiere que nuestro propio mundo constituye una suerte de collage o diorama de elementos que cobran un sentido sugerentemente simbólico, y es precisamente su estética propia del diorama lo que más nos fascina.
Roland Reiss |
Decíamos al respecto, en entradas anteriores:
Hemos dedicado muchas entradas a artistas que han recurrido al diorama y a las miniaturas, algunos de ellos incluso con intenciones tan simbólicas como las de Bulgrin, en su misma línea de collage tridimensional, como Roland Reiss, y otros que buscan recreaciones hiperrealistas con gran carga de crítica social, como Thomas Doyle o con ciertas dosis de onirismo surrealista e intrahistoria cultural como en el caso de Jorge Mayet. Algo similar a lo que en su día planteábamos al respecto de los dioramas de Rosa de Jong respecto a los dibujos y pinturas de Cinta Vidal (también vicarios de los dioramas de Thomas Doyle o las perspectivas imposibles de Escher.
Lo primero que pensé al descubrir los peculiares dioramas de Rosa de Jong fue que me recordaban a los dibujos y pinturas de Cinta Vidal, que ya en su día relacioné con los dioramas de Thomas Doyle.
Recientemente COLOSSAL le dedicó una entrada, cuyo comentario a cargo de Christopher Jobson hacía hincapié exactamente en lo mismo: el parecido entre los dioramas de la artista afincada en Amsterdam y los de Doyle, mencionando también las pinturas y dibujos de Vidal.
Jorge Mayet |
Adrian Sonderegger&Jojakim Cortis |
Levi van Veluw |
El diorama es
una escenografía a escala, un recordatorio tridimensional de lo que la
fotografía hace con la naturaleza, por lo que se convierte en peculiar
cómplice de la fotografía, sea con fines específicos y narrativos a
través del cine y la publicidad, o con fines críticamente documentales
como en el caso de Valentín Vallhonrat y sus sueños de animales o trabajos análogos realizados en escenografía museísticas como los de Alexander Timtschenko o Don Freeman y sus series sobre el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Y aunque hemos
traído aquí cuantos ejemplos de artistas del diorama nos han interesado,
es posible que ninguno tanto como Patrick Jacobs y el mismo Thomas
Doyle a quien mencionábamos al inicio por la similitud de recursos
técnicos con Rosa de Jong (el uso personalizado de elementos propios de
la industria dedicada al maquetismo y modelismo, por ejemplo), pero el
ensamblaje de elementos de un paisaje compuesto como en los dibujos de Cinta Vidal evoca también a los trabajos de Ali Alışır cuyas obras descubrimos gracias al excelente artículo que le dedica Javier Fuentes en El Hurgador (Arte en la Red),
y del que os ofrecemos un extracto para que lo comprobéis. La verdad es
que de este artista nos ha interesado su serie "Cuerpos Virtuales" en
relación a nuestros artículos sobre Animalidad y Parecido, pero no he
podido evitar sacarlo a colación por las analogías evidentes de algunos
de sus trabajos con los de Vidal, Doyle o de Jong. Tampoco podemos
evitar relacionar los dioramas de de Jong con las calaveras de Jack of
the Dust, que extraemos de un articulo original
de Cultura Inquieta que a nuestro parecer las sobrevalora un poco
asociándolas a la tradición clásica del arte consagrado al memento mori.
Nosotros vemos una cierta similitud con las piezas de Maico Akiba en
cuanto a recursos, pero de ejecución pobre y resultados dudosos.
Kendra Bulgrin |
Pero volvamos a Kendra Bulgrin y recordemos que su particular manera de hacer es servirse de dioramas como modelos literales para sus composicionespictóricas.
Pinta sin disimular el artificio, o precisamente potenciándolo, en un retorno a ciertos aspectos de la particular estética de René Magritte así como a su crítica al lenguaje, el pensamiento y la rpresentación gráfica de la realidad visual. Sus obras son dioramas y simultáneamente collages fotográficos reproducidos mediante técnicas pictóricas a modo de ilustraciones de un enigmático relato vital posiblemente autobiográfico, emotivo y con tintes tal vez psicoanalíticos. En todos ellos, la presencia humana, o tal vez la presencia de su propio yo simbólico, se produce a través de figuras monocromas de plástico, con peana rígida, como los soldaditos, indios y vaqueros en miniatura de los juguetes infantiles. Son acompañados en diversas actitudes por figuras animales que a menudo también sugieren el mismo artificio, o haber sido recortadas de un libro ilustrado o una revista.
El espacio que comparten también suele ofrecer la apariencia de haber sido construído con pequeños elementos para adquirir la apariencia de pequeños paisajes improvisados no sin cierta habilidad, pero sin intención alguna de simular su artificio, señalando, quizá, la precariedad e insostenibilidad de nuestro planeta y de la naturaleza que disponemos a nuestro antojo con cierto descuido, con cierta precariedad. Los animales se convierten en compañeros protectores, espirituales. Sugieren, tal vez, la personificación simbólica de una cierta inocencia infantil, la añoranza de dicha infancia benévola y pacífica, hogareña y confortable que también simbolizan las casas.
Sus casas se presentan como maquetas o sofisticadas casas de muñecas desubicadas en entornos de ensueño, sugiriendo vida palpitante a través de sus ventanas encendidas, frecuentemente ubicadas en paisajes que no son sino espacios interiores de casas a escala real, o sencillamente a gran escala, como universos dentro de otros universos, como capas psicológicas que se envuelven unas a otras constituyendo los trasuntos de nuestra personalidad.
Evidentemente, si algo reclama la presencia de Kendra Bulgrin en las selecciones de El Animal Invisible, es la persistente aparición de iconografía zoológica y paisajística en sus obras, pero también, sin duda, su conspicua reivindicación del artificio y el simulacro, la búsqueda de los límites entre la realidad fotogénica y el mundo natural. Sin duda, la imposible resolución de sus enigmas pictóricos es el mejor aliciente para contemplar sus obras:
Trabajo reciente:
Más sobre sus dioramas pictóricos:
longing and belonging:
Truth or consequences:
Want and fear kansas fields:
Wisconsin Home:
Otros trabajos figurativos:
declaración de la artista sobre sus trabajos en encáustica:
En un trabajo reciente, he estado utilizando señuelos como sustitutos de la realidad como una vez usé miniaturas. Los señuelos son otra forma de pensar acerca de lo "real e ideal" y la relación entre el ser humano y el animal. También me interesan las expectativas humanas sobre nuestras relaciones con los animales. Nuestra imaginación de los animales proviene en parte de nuestro entorno cultural y podría estar vinculada a nuestra imaginación del yo y la familia. Hay un anhelo de conocernos a nosotros mismos a través de los animales. Los animales nos hacen más humanos.
También siempre me han interesado las implicaciones metafóricas de la simulación y la mimesis. Los señuelos son de tamaño natural, están diseñados para imitar a la naturaleza y se utilizan a menudo en la caza para atraer o acercarse a los animales salvajes. He estado pensando mucho en cómo los humanos desean estar más cerca de la naturaleza y regresar continuamente a ella como un lugar de rejuvenecimiento a medida que nos separamos cada vez más del mundo natural. Sin embargo, la proximidad real con los animales salvajes es difícil o casi imposible de lograr, excepto en cautiverio. Utilizo los señuelos como metáforas para mis propios sentimientos de desprendimiento de la familia, la naturaleza, la memoria y mis propias raíces naturales y mi deseo de sentirme conectado.
La fotografía se utiliza para lograr la distancia necesaria para comunicar emociones difíciles. La sustancia alquímica natural de la cera de abejas parece un contraste adecuado con el proceso digitalizado, nuevamente tomando nota de los contrastes marcados entre el mundo natural y artificial y la desconexión emocional general. Los señuelos o las miniaturas actúan como un reemplazo no solo para el recuerdo ideal de la infancia, sino que trascienden ese momento en particular para defender otros casos. Estos métodos de trabajar con la miniatura, el señuelo y la fotografía me permitieron distanciarme, y al mismo tiempo crear un lugar cercano idealizado para mi anhelo.
Kendra Bulgrin
Extracto del artículo de Emma Kisiel en Muybridge's Horse:
“Hay un anhelo de conocernos a nosotros mismos a través de los animales. Los animales nos hacen más humanos ".
Me encantan estas líneas de la declaración del artista de Kendra Bulgrin. Kendra, cuyo trabajo, más ampliamente, "examina el anhelo de identidad" y cuestiona "cómo se construye la identidad a través de las imágenes, el lugar, la memoria, el señuelo y la miniatura", se me acercó el verano pasado sobre una exposición que comisariaba. No sabía entonces que ella misma es una artista maravillosa. Me encantó aprender sobre las pinturas de Kendra cuando me envió un correo electrónico hace unos meses para enviar su trabajo Muybridge's Horse.
Kendra muy frecuentemente representa animales en sus pinturas, y en su nuevo trabajo presentado aquí, cazando señuelos. Los señuelos y sus contrapartes me hacen pensar en escenas de una casa de muñecas, muñecas y otras miniaturas. Examinando su trabajo, particularmente Wisconsin Home seguido de Longing & Belonging, me encontré recordando un libro favorito de mi infancia por primera vez en muchos años: The Tub People de Pam Conrad, ilustrada por Richard Egielski. Veo la fantasía y la alegría, así como la calidad ligeramente macabra, de la historia tan claramente en las pinturas. Ambos son inquietantes y tristes, y hablan de asombro y curiosidad combinados con soledad y pérdida.
De la declaración de la artista:
Siempre me han interesado las implicaciones metafóricas de la simulación y la mimesis. Los señuelos son de tamaño natural, están diseñados para imitar a la naturaleza y se utilizan a menudo en la caza para atraer o acercarse a los animales salvajes. He estado pensando mucho en cómo los humanos desean estar más cerca de la naturaleza y regresar continuamente a ella como un lugar de rejuvenecimiento a medida que nos separamos cada vez más del mundo natural. Sin embargo, la proximidad real con los animales salvajes es difícil o casi imposible de lograr, excepto en cautiverio. Utilizo los señuelos como metáforas para mis propios sentimientos de desprendimiento de la familia, la naturaleza, la memoria y mis propias raíces naturales y mi deseo de sentirme conectada. Estos métodos de trabajar con la miniatura, el señuelo, el lugar y la fotografía me permitieron distanciarme, pero al mismo tiempo crear un lugar cercano idealizado para mi anhelo.
http://muybridgeshorse.com/2019/02/06/kendra-bulgrin/
http://www.kendrabulgrin.com/
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