Enlazamos la fotografía de Lewis Carroll con un tema más directamente relacionado con la antrozoología artística que mejor nos define, y lo hacemos sin abandonar el contexto social e histórico del propio Carroll.
Nos mantenemos en la era victoriana y reincidimos en recordar el estado de sorpresa constante por las maravillas que suponían los descubrimientos científicos, geográficos y tecnológicos. El final del siglo XIX está marcado por la llegada de la fotografía, del ferrocarril, de la maquinaria de vapor que aceleraría el tiempo en la revolución industrial, pero también contemplaría los cambios de paradigma en la historia natural gracias a la generosa aportación de Alfred Russell Wallace y los escritos de Charles Darwin. También, la Inglaterra finisecular será testigo de la llegada oficial de los dinosaurios a la cultura popular, del descubrimiento y manifestaciones públicas acerca del iguanodón y de la asimilación de sus primeras representaciones tridimensionales en los jardines alrededor del Cystal Palace.
Ya hemos dado cuenta de ello en entradas precedentes, pero hoy podemos añadir una valiosa aportación comentarista y recopilatoria de Charlie Charmer para Koprolitos, acerca precisamente de estas instalaciones paleoantrozoológicas pioneras en el Crystal Palace que anunciaban el advenimiento de los parques temáticos de nuestro presente. Recordemos un extracto de nuestras anteriores publicaciones antes de ofreceros los contenidos que nos facilita Charmer.
Ya en nuestros propios escritos preliminares a la existencia de El Animal Invisible como blog de divulgación de Antrozoología Artística,
elaborados en un contexto académico serio, por así decirlo,
remarcábamos el hecho de que si existe un caso claro en el que la
asimilación de la imagen de un animal era vehiculizada por el trabajo de
artistas y no por el de zoólogos es el de los dinosaurios y los
animales prehistóricos en general. El tráfico de influencias entre todos
ellos era muy abundante y acababa por dejar claro porqué los más
admirados, los más ilustres y los mejores eran normalmente los más
influyentes y, en definitiva, los creadores de la imagen colectiva de
especies concretas, como el dibujo de Durero y el consecuente grabado de
Gesner lo fueron en su momento de lo que en Europa se asimiló
prácticamente como holotipo gráfico del rinoceronte. Eso es lo que nos
recuerda Javi Godoy, también desde Koprolitos, con sus deliciosas
entradas dedicadas a paleoilustradores ilustres y sus alargadas sombras,
(como ya vimos respecto a Charles R. Knight)
Posiblemente, el ejemplo más paradigmático de lo que estamos diciendo
sea el Iguanodon, cuyas primeras representaciones museísticas en los
albores de la paleontología durante la época de la Inglaterra victoriana
nada tienen que ver con las actuales. Y, casi con certeza, si
tuviésemos que mencionar a un artista gráfico con sólidos conocimientos
científicos que revolucionase la ilustración científica de los
dinosaurios pasándolos de pesados y torpes animales de sangre fría a
estilizados y rápidos animales homeotérmicos, tendríamos que referirnos,
como hicimos entonces, a Gregory Scott Paul.
Desde las primeras esculturas e ilustraciones representando iguanodones (los primeros dinosaurios descritos por la naciente paleontología británica) hasta las volumetrías promocionales del iguanodón de Disney se ha producido una evolución en la que el trabajo gráfico de G. S. Paul es decisiva. Obsérvese la diferencia entre la especulación de los artistas victorianos, con sus consecuentes y famosas recreaciones escultóricas, y las más recientes reproducciones basadas en los concienzudos estudios anatómicos, mecánicos y motrices de Grgory Scott Paul y sus discípulos.
Diríase que se trata de animales totalmente distintos, no sólo en su aspecto físico sino en el carácter y comportamiento que éste nos sugiere, lo cual nos recuerda que el grado de distanciamiento o capacidad de empatía y comprensión de otras especies es algo que también ha evolucionado, afectando a su representación gráfica tanto como tendríamos que considerar lo inverso: las representaciones gráficas influyen en las consideraciones que podamos tener de un animal concreto a la vez que indican en gran medida qué grado de conocimiento o comprensión tenemos de los demás miembros de la vida natural.
El tricerátops no podía ser menos, como atestigua cierto dibujo de Gregory S. Paul, en el que tres tricerátops, significativamente estilizados, corren hacia nosotros recordándonos un travelling frontal cinematográfico. La sensación de gran angular imprime mayor velocidad a la escena, que muestra oportunamente una vista totalmente frontal del ejemplar que corre a la derecha de la imagen, un medio perfil izquierdo del que ocupa el centro y el flanco izquierdo del tercero, que parece que va a abandonar el margen izquierdo de la ilustración a toda velocidad, sensación acentuada por la polvareda levantada por la estampida (este y otros ejemplos de Gregory S. Paul están reproducidos en las páginas 223, 224, y 230 de Gould, S. J.: "El pulgar del panda").
Gregory
S. Paul: "Tricerátops"
(reproducido de Gould, S.J.: "El pulgar del panda", p. 223, 224 o
230).
Según nos indica Joe Cain, (Por qué Benjamin Waterhouse Hawkins creó los dinosaurios de Crystal Palace) el escultor Benjamin Waterhouse, autor de las célebres piezas, tuvo mucho que ver con la promoción de la instalación y con su popularización, más allá de su mera ejecución:
Ilustración de la conferencia pública de Benjamin Waterhouse Hawkins (1854) sobre la creación de dinosaurios de Crystal Palace
Ilustración de la conferencia pública de Benjamin Waterhouse Hawkins (1854) sobre la creación de dinosaurios de Crystal Palace
Benjamin Waterhouse Hawkins (FGS, FLS) fue el escultor que creó los dinosaurios de Crystal Palace. Específicamente, creó más de treinta estatuas de animales prehistóricos para el Crystal Palace and Park (Sydenham), que se inauguró en junio de 1854. Las estatuas incluían dinosaurios (Iguanodon, Megalosaurus e Hylaeosaurus), reptiles marinos mesozoicos (Plesiosaurus, Ichthyosaurus y Mosasaurus) , otros reptiles extintos (Dicynodon y Labyrinthdon), y mamíferos del Período Terciario (Anoplotherium y Palaeotherium) y del Período Cuaternario (Megaloceros y Glyptodont). Otros fueron planeados pero no construidos.
Hawkins fue un hábil promotor de sus obras. Él diseñó el famoso evento mediático "Cena en el Iguanodon" para la víspera de Año Nuevo, el 31 de diciembre de 1853.
Hawkins habló sobre la fabricación de sus famosas estatuas y sus ambiciones subyacentes para la exposición en su conjunto, en una conferencia nocturna en la Royal Society of Arts el miércoles 17 de mayo de 1854. El Crystal Palace and Park en Sydenham estaba a punto de inaugurar, y la publicidad de ese evento estaba en marcha.
Hay más que publicidad en la conferencia de Hawkins. Las estatuas ofrecían "educación visual", explica. Esto se puede resumir como, "una imagen vale más que mil palabras". Los niños recordarán lo que ven mucho más tiempo que cualquier cosa que puedan leer, argumentó. La educación necesitaba hacer un mayor uso de los materiales visuales, dijo, y los educadores debían trabajar más duro para crear materiales visualmente útiles para el aula.
Junto a su conferencia esa noche, Waterhouse Hawkins también exhibió modelos y dibujos de sus esculturas, así como sesenta fotografías de Philip H. De la Motte (vean algunas de estas fotografías a través de English Heritage o en forma de libro a través de Crystal Palace Foundation). Waterhouse Hawkins pronunció esta charla en otros lugares de Inglaterra durante 1854.
Ilustración de la conferencia pública de Benjamin Waterhouse Hawkins (1854) sobre la creación de dinosaurios de Crystal Palace
The Morning Post (Londres) calificó su charla de “muy interesante y muy capaz” (19 de mayo). The Standard (Londres) también informó sobre la conferencia (19 de mayo). El mismo día, la sociedad publicó la conferencia de Waterhouse Hawkins en su totalidad:
Waterhouse Hawkins, Benjamin. 1854. Sobre la educación visual aplicada a la geología, ilustrada por diagramas y modelos de las restauraciones geológicas del Crystal Palace. Journal of the Society of Arts 2 (78): 443-449 (vea el original a continuación o mediante Google Books).
El texto de la conferencia de Hawkins se ha reimpreso varias veces. Lo emocionante de leer el original a través de Google Libros es un vistazo al debate posterior a la conferencia. Está claro que su audiencia quedó asombrada por la calidad de su trabajo. También retomaron su punto sobre la educación, sugiriendo que los modelos que había hecho Waterhouse Hawkins podrían copiarse y distribuirse en las escuelas de todo el país.
Hawkins también jugó un papel importante, pero no reconocido, en la creación de la guía para visitantes de las estatuas:
Owen, Richard. 1854. Geology and Inhabitants of the Ancient World (Londres: Crystal Palace Company), 48 páginas. Edición facsímil de 2013 por Euston Grove Press. ISBN 978-1-906267-36-0.
A continuación, os ofrecemos el extracto del artículo de Charlie Charmer en Koprolitos:
jueves, 9 de julio de 2020
Los dinosaurios de Crystal Palace en la cultura popular
"Living in the Past" (1990) |
Doctor Who Adventures #112 (2009) |
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