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lunes, 20 de mayo de 2019

El tiburón bajo la superficie de la iconografía azteca, según Clifford C. Richey. Iconografía animal.


Mafa Alborés: "Indicios I"
La representación gráfica de las cosas o de los animales nos parece hoy en día algo relativamente obvio pese a las frecuentes ambigüedades o distorsiones debidas a desconocimiento o desacuerdo.

El realismo de dibujo y pintura que acabaron por desembocar en el realismo fotográfico nos han hecho creer a menudo que la fotografía reproducía fielmente la realidad superando las espectativas del dibujo, cuando en realidad, las observaciones de dibujo y perspectiva en cuanto a percepción y perspectiva nos educaron en la comprención de nuestra manera de ver, y, por tanto, de representar, la realidad que nos rodea como para poder asimilar la fotografía como inmediatamente comprensible.

Explicar las cosas a través de signos gráficos puede ser tan claro o tan confuso y difícil como hacerlo a través de la palabra y los símbolos. El dibujo simbólico precedió al realista o naturalista en ciertas épocas históricas, y era necesario un cierto aprendizaje de sus convenciones para interpretarlo con claridad. Por eso a menudo nos sorprenden las interpretaciones de historiadores y arqueólogos acerca de lo que una pieza artística, una escultura, un relieve o un dibujo representan.

Existen algunos indicios que se han acabado por convertir en índices icónicos, en conceptos gráficamente poderosos que aluden a los límites entre lo que percibimos directamente con nuestros sentidos, lo que interpretamos y lo que sólamente podemos intuir o imaginar. Una buena prueba de ello la tenemos en los mitos sobre monstruos marinos y acuáticos de los que sólo podemos ver aquello que asoma a la superficie del agua.

La aleta del tiburón es un ejemplo clásico, paradigmático, y ha sufrido históricamente un proceso que pasa del desconocimiento (combinado con el temor a la poderosa boca dentada y depredadora) y que desemboca en la memoria bien asentada de la forma reconocible y sintética de los tiburones distinguiéndose entre la de los demás peces y seres acuáticos, al amparo del peligro que entraña.

Ésto, en combinación con la omisión de las partes que son más sugerentes en su propia ausencia, potencian la eficacia sígnica del triángulo que sobresale del agua, de algo fácilmente dibujable y reconocible asociado a cualquier signo gráfico que sea reconocible como agua, o como superficie del agua.

No obstante, sabemos ahora que esta cuestión no es sencilla y entraña no poca complejidad desde el momento en que no siempre se ha representado el espacio y sus elementos con respecto a una lógica óptica, fotográfica o pictórica tal y como creemos entenderla hoy en día.

Del mismo modo que no todo el mundo entiende las convenciones del manga o del cómic, a menudo nos cuesta desentrañar qué se oculta tras los signos gráficos que dibujan escenas y seres con las convenciones gráficas del pasado.



De hecho, aunque el simple triángulo rasgando la superficie parece perfectamente suficiente para aludir al peligro inminente bajo el agua, también es cierto que toda forma triangular o aguda supone una alerta atávica de peligro debido a su intrínseca geometría punzante.

La sintetización del signo gráfico hace el resto, y desde luego, un simple triángulo oscuro de base horizontal recuerda a la aleta dorsal rasgando el agua en su superficie.

No obstante, recordemos que no siempre se representó a los peces vistos en horizontal y de lado antes de la existencia de los acuarios transparentes. Predominaba la vista superior y apenas se recurría a las líneas onduladas paralelas para aludir a las ondas del agua. Además, una vez que se advirtió el conocimiento ofrecido por los acuarios y los libros ilustrados de carácter naturalista, la toma de conciencia sobre la repetición del triángulo de la aleta dorsal en el triángulo de la aleta caudal hace que colocar dos triángulos consecutivos no sugiera necesariamente dos tiburones, sino que confirma el realismo gráfico de la presencia auténtica de un tiburón (que presenta la aleta dorsal seguida de la aleta caudal).

Ahora bien, también hemos hablado en ocasiones sobre el poder evocador de la aleta y la falta de conocimiento sobre sus tipologías y por tanto que su precisa identificación específica, pudiendo confundir la aleta dorsal de un selacio con la de un mamífero odontoceto, es decir: confundir tiburón con delfín, o con orca.

La fama adquirida por el gran tiburón blanco como protagonista del maniqueo relato de Peter Benchley llevado a la pantalla por Steven Spielberg ha propiciado que el público satisfaga su curiosidad hasta saciarla a través de infinidad de documentos gráficos sobre dicha especie en concreto, que ha acabado por convertirse en algo así como el holotipo o prototipo icónico de todas las especies de tiburones, lo que hace que adquiera un nuevo interés la más mínima apreciación de rasgos propios del gran blanco a través de la translucidez del agua.

Con la imagen que abre esta entrada, confeccionada digitalmente a partir de una reproducción a escala de un pez sierra (selacio, pariente de los tiburones y las rayas, pero no estrictamente un tiburón) queremos dejar constancia de la imprecisa identificación de los rasgos propios de especies concretas, y retornamos a la representación antigua de los peces bajos el agua, vistos desde arriba.

De hecho, ya hemos visto en otras entradas que la manera típica de mostrar grandes monstruos marinos al completo en representaciones gráficas era varados en la costa,  cosa que propiciaba que dicha convención se convirtiese en una especie de constatación documental de un hecho verídico reproducido del natural, pero frecuentemente distorsionado, o excusa ideal para hacer pasar por real cualquier animal inventado mostrado de esta guisa. Aceptar las convenciones establecidas es un pacto implícito entre el creador de la imagen y el espectador.

Sin embargo, hemos de admitir que el avistamiento en perspectiva oblicua, respecto al plano de la superficie del agua, de la aleta que lo intersecciona verticalmente está fuertemente arraigado en la iconografía gráfica del tiburón en grabados de libros de viajes y de aventuras.

Usar un índice es más directo y efectivo para mostrar la amenaza de un potencial agresor que recrear al completo la imagen de éste. No obstante, el potencial peligro mortal de la presencia de un tiburón en el agua quedaría perfectamente anulado si supiésemos que se tratase de un pacífico consumidor de plancton, como un tiburón peregrino o un tiburón ballena, y hoy en día incluso invitaría a que los buceadores ocasionales se sumergiesen gustosos en su compañía, ávidos de una experiencia enriquecedora e inocua. 
Pese a esta circunstancia, y aún sabiendo que se trata de especies inofensivas, su ocasional presencia suele ser publicitada sin excesivas explicaciones al respecto para reclamar la atención del público recurriendo a la morbosidad.

El gran tamaño de los tiburones peregrinos facilita que cualquier ejemplar discreto pueda ser descrito como un gran tiburón avistado en nuestras costas mediterráneas o atlánticas.

Recientemente, así como en anteriores y frecuentes ocasiones, tiburones peregrinos han sido avistados en las proximidades de las zonas de bañistas estivales en las costas gallegas, y la documentación gráfica que acompaña a la noticia no puede evitar aludir explícitamente a la imagen atávica del gran pez rasgando la superficie con sus aletas dorsal y caudal.

Podríamos hablar también de lo relativamente reciente que es el conocimiento colectivo acerca de la condición del pez martillo como tiburón potencialmente agresivo y de considerable tamaño.

Si bien el pez sierra conseguía amedrentar icónicamente con su amenazador apéndice, el pez martillo parecía aludir sólamente a una peculiaridad anatómica en la forma de su cabeza, hasta que los documentales sobre la aglomeraciones periódicas de peces martillo popularizadas a partir de los años 80 calaron en la cultura popular hasta convertir sus peculiares alojamientos oculares en claro indicio de su condición de escualos, de tiburones. Intuir esta forma peculiar bajo el agua refuerza por tanto su carácter amenazador por parte del espectador.

Por eso, volviendo a la elección de nuestra imagen de peresntación de este artículo, de nuestra propia autoría, constatamos que pese a aludir a la presentación clásica de los peces observados desde arriba, como al asomarnos a un estanque, un puente o un malecón, el hecho de abandonar la diáfana transparencia para recurrir a una sombra o silueta imprecisa reforzaría una intención  claramente intimidatoria, o cuando menos inquietante, propia de la representación en perfil de la aleta superior seccionada por el plano horizontal de la superficie del agua, que invisibiliza por traslapo el resto del animal, dejándolo a la imaginación del observador.

En nuestra cultura nadie duda de que la aleta rasgando la superficie es un signo inequívoco de peligro, asumido ya como un tópico, sea criticable o no, de la presencia amenazadora del monstruo sin necesidad de que ocupe al completo el cuadro de la imagen.  

Recurrir a la vista superior es atípico y casi un sinsentido, a no ser que se disponga de un elemento comparativo para constatar un animal de gran tamaño.

Mostrar la aleta triangular, además, ofrece gráficamente una ventaja añadida, y es que a medida que una forma triangular eleva su altura sobre un plano en intersección sugiere que el tamaño de su base podría ser mucho mayor. Cualquier turbulencia por delante de la aleta delatará la cercanía del morro del animal a la superficie del agua ( y sirve también como referencia para establecer su longitud y sus proporciones), y por eso, en resumen, sigue siendo más rotundamente icónico representar la amenaza del tiburón sólo con la presencia de una única aleta, que podría hacerse mayor antes de que asomase tras ella el triángulo de la caudal, a menos altura y en una posición más oblicua.


Toda esta introducción nos sirve para presentar un ejemplo que nos puede ilustrar las dificultades a las que se enfrentan los historiadores, arqueólogos y analistas del arte al establecer un análisis semiótico de las convenciones visuales en culturas lejanas en el espacio o en el tiempo. Lo hemos extraído de los documentos del portal Academia. 

Su autor es Clifford C. Richey y hemos de pensar que, aunque lo hemos traducido al español, está redactado en clave analítica de significantes semióticos que fuesen reconocibles colectivamente en la época en que los aztecas realizaron la imagen como crónica y simultáneamente como representación simbólica y alegórica de la percepción cultural del tiburón como especie zoológica y como deidad o espiritualidad natural. Como veremos, no se trata tan sólo de identificación taxonómica del animal, sino del depósito simbólico de sus atributos y del significaco de las convenciones gráficas y cromáticas que definen su presencia y su papel histórico y literario, teológico y cosmológico:



Azteca, el tiburón debajo de la superficie

Codex Fejérváry-Maye


Clifford C. Richey
Mayo 2019

Sería útil referirse a: https://www.academia.edu/33253716/Depicted_Sign_Language_An_Ancient_System_of_Communication al leer este documento. Se nombran las fuentes de aproximadamente trescientos signos gestuales históricamente documentados. Otros signos se han determinado a través de un contexto conocido de signos. El artículo explica la organización de los gráficos, formularios, imágenes, signos gestuales,
Postura, alusión, posicionales e incorporación como se usa en composiciones de composición.

Para una aplicación directa de los signos de gestos a una composición con ilustraciones de los gestos, consulte: https://www.academia.edu/13193557/The_Mimbres_Bat_Bowl






 Ilustración 1: Composición original



 
Ilustración 2: Código de color


En este trabajo nos centramos en la composición de los tiburones. Pero para propósitos de claridad se interpretarán algunas secciones de la composición mayor. La postura general de lo grande, la grandeza, es la de partir, a la derecha, al oeste. Las piernas son pictóricas, en dirección a la izquierda, al este,



Ilustración 3: El borde de la tierra, El horizonte


La forma de la serie de puntos (negros) es el signo (verde) para, el borde de la tierra, el horizonte. También es el signo de un acantilado. Los puntos son el signo de la humedad y forman una vía de humedad, o, la vía húmeda. El color negro indica, posicional, dentro, la negrura, la oscuridad.



Ilustración 4: Código de color

El signo (rojo) que emana del (tan) Pie es un signo compuesto para los (tres) diversos surgimientos (s), con el signo Superior es un dedo que apunta a una dirección, aquí, el "Ladrón del Pastor" que significa tomado, en dirección al Bastón, la superficie, (del agua).


Ilustración 5: Código de color

La aleta (roja y blanca) es un compuesto del signo (rojo) (posición inclinada hacia la derecha) para, el lugar de espera, la posición, en la superficie, y un dedo (blanco) que apunta una dirección aquí. La Pierna y la alusión al Pie representan la distancia, el caminar, o el largo viaje. La posición hacia la derecha del rectángulo vertical (amarillo) de la pierna indica, el lugar de espera, seguido de un rectángulo horizontal (rojo), el lugar horizontal del hueso (blanco) muerto largo, con la parte superior con el signo en forma de "V" hacia abajo, presionado con una línea, la posición, la posición, dentro y, abajo. La postura general de inclinarse hacia la derecha continúa con el concepto de esperar. El círculo grande (rojo) indica el grande. Las líneas dobles múltiples alrededor del círculo representan lo invisible.


Ilustración 6: El que nada, El de dientes afilados, el tiburón


Ahora estamos en la composición del tiburón. El fondo (azul) representa, el agua. Posicional, el uno, dentro, el agua, el que nada. Pictórica, el tiburón. Comenzamos nuestra traducción en la aleta caudal porque lo que está detrás indica el tiempo pasado. La forma de la aleta de cola es la de una mano grande, grande, una mano, la mano del sol, el mayordomo del sol. La Mano se puede dividir en la Forma del "Ladrón del Pastor" que indica, tomada en la dirección del Bastón, aquí posicional, a este lado. El Grande. Pulgar, señalando una dirección, aquí. En el espacio entre el dedo y el pulgar, en la forma de una cabeza de ave que alude a su cara, su apariencia, la que vuela (esto se refiere a la fase final de dejar el mundo subterráneo y esperar la ascensión de la superficie de la tierra) al cielo). El número de signos (blancos) es Seis y su asociación no está clara. La cuenta se dispone en el lado del rectángulo vertical (verde), el lugar vertical (el lado vertical o el borde de la tierra).


A lo largo de la base del vientre de tiburón encontramos un conteo de treinta y seis. El significado de este conteo es desconocido.


Ilustración 7: El que nada, El de dientes afilados, el tiburón

Las líneas dobles (amarillo pálido) indican que lo que hay entre ellas está oculto o invisible. Además, la línea superior es una línea recta que representa la superficie. Puestas debajo, las líneas dobles (azul oscuro) que indican lo oculto o invisible, crean (negro), en la oscuridad, triángulos, que significan la Tierra femenina. La postura de estas líneas dobles es inclinarse hacia la derecha hacia la izquierda, esperando, en el este, 1 y hacia la izquierda inclinándose hacia la derecha, es decir, detenidos, hacia el oeste. Posicionándose en los lados de la Tierra femenina.

Conectado a la Forma (bronceada) de una Mano, la Mano del Sol, el mayordomo del Sol, sostenido, el Ojo (naranja), el Ojo del Sol, - Venus, el Ojo está formado por el signo de posición en el lado y la pupila (blanca), un círculo que indica su ubicación a la luz. La Mano se puede dividir aún más en el significado de "Angulo del Pastor", tomada en la dirección del Bastón, hacia la superficie de la Tierra Triangular, Femenina. Estas señales se inclinan hacia la izquierda indicando estar detenidas en su posición, en la línea recta, la superficie, hay un rectángulo compuesto(marrón y bronce) (marrón) que indica lugar, la sección (marrón) indica un dedo, uno, apuntando una dirección, aquí. A esto le sigue otro compuesto, que se inclina hacia la derecha en su Posición, esperando, el lugar de espera (marrón), (bronceado) el uno, posicional, en, el lado, del triángulo (rojo), Hembra-tierra . A lo largo de la misma línea, la línea es otro compuesto de los mismos signos. Así, a la izquierda, al este, y a la derecha, al oeste. Posicionales, abajo, el Vientre del Tiburón, encontramos una repetición del mismo conjunto de signos. La inclinación hacia la derecha (marrón), los puntos de parada, en el lado, de, la Tierra femenina, izquierda y derecha, en el este y el oeste.


Ilustración 8: Área del ojo codificada por colores

Arriba hay una mirada más cercana a las señales alrededor de la Mano y el Ojo. En la parte superior derecha vemos un Rectángulo Vertical (verde), el lugar vertical, y junto a él un Cuadrado (verde claro) que significa, la casa, en el sentido de, el linaje (de la Mano, el Comisario del Sol, el ojo del sol, --Venus).
1 Tomkins, William Indian Lenguaje de señas, Dover Publications Inc., Nueva York, 1969. 73


Ilustración 9: Área del ojo codificada por colores

A continuación encontramos un significante (azul claro) de "Cayado de pastor", tomado en la dirección del Bastón, posicionado en la superficie del Triángulo (rojo), la Tierra femenina. El triángulo hace una muesca en forma de "V", la apertura, puesta en el lado del lugar (verde) de las líneas curvas (azul claro) que representan surgir a izquierda y derecha, en el este y el Oeste. Puesta abajo, en el costado, la (bronceada), doble línea, invisible, el brazo, el guerrero, la mano, el administrador del sol.





Ilustración 10: su cara


Ilustración 11: El que nada, El  de dientes afilados, el tiburón

Ahora llegamos al área de la Cabeza / Cara, su apariencia, la que nada, la dentuda afilada, el Tiburón.

Pictóricamente, en el interior, lo Grande, el Grande, la Boca, la fuente de agua, hay un (bronceado) Desnudo, el peligroso, o, el difícil, Pie, caminar, posicional, en el lado. Las líneas de los dedos, representan las Cuatro, en las cuatro direcciones, o, en todas partes, los niveles, las uñas de los pies (blancas), los Círculos tienen un conteo de cinco, las cuatro direcciones más una, el centro. La postura del pie es, hacia arriba, posicional, en el lado. Hay una muesca (verde), el signo en forma de “V” para, la abertura, en forma pictórica, causada por el diente (blanco), que corta a través de la vertical (verde), la superficie, la línea. Sobre el pie hay tres, los muchos, más dientes (blancos), los que cortan cosas o algo similar. Podemos ver el signo (azul claro), hacia arriba, a la izquierda, en el este, y en la parte superior izquierda, el compuesto (azul, verde y amarillo) de los rectángulos (verdes), los lugares, posicionales, arriba y por debajo. La forma es la de un signo "U" que representa, girando, en el lado, arriba y abajo, a la izquierda, en el este. Esto está coronado por la cabeza de un pájaro (un pájaro azul, con un pico amarillo coloreado para una mayor visibilidad), el que vuela.
También podemos ver un (negro), dentro de la oscuridad, Círculo, el uno, su ubicación.

El lector puede pensar que ya hemos completado la traducción. ¡Apenas!


Ilustración 12: El grande que vuela.

Arriba podemos ver que el área de la cabeza del tiburón tiene la forma de un gran, el grande, el pájaro, que vuela. La postura del pájaro es sentarse, es decir, esperar, un evento, un vuelo.


Ilustración 13: Signos internos del formulario.

Ahora podemos ver que la Mano y el Ojo, el administrador del Sol, Venus, componen el Ala, la parte que vuela. El significado del área (negra), rodeada por la oscuridad, tiene la Forma de un Grande, el gran "Pastor del Pastor" que indica, tomado hacia arriba, posicional, en la derecha, el oeste. En su base hay cuatro conjuntos de líneas dobles que significan, invisibles, en las cuatro direcciones o en todas partes. Paralelo a esto hay un significado (azul claro) de "Shepherd's Crook", tomado hacia arriba, posicional, en la izquierda, en el este.



Ilustración 14: Original


Ilustración 15: Forma de ojo vertical


Ilustración 16: Forma de ojo vertical

En esta ampliación podemos ver el signo (azul claro), hacia arriba, a la izquierda, en el este, y en la parte superior izquierda, el compuesto (azul, verde y amarillo) de los rectángulos (verdes), los lugares, Posicional, arriba y abajo. La forma es la de un signo "U" que representa, girando, en el lado, arriba y abajo, a la izquierda, en el este. El (un pájaro azul, con un pico amarillo coloreado para una mayor visibilidad), el que vuela. También podemos ver un (negro), dentro de la oscuridad, Círculo, el uno, su ubicación.

Hay un pequeño "Pastor del Pastor", tomado hacia arriba, a la derecha, en el oeste, y posicional, arriba, la Forma de un Ojo, --Venus. Este signo se puede descomponer en otros signos: el (rojo), hembra-tierra, el (verde) rectángulo horizontal, el lugar horizontal, (que representa un lugar de superficie), con un (azul claro) que aparece, signo en el A la izquierda, en el este. Junto a ella hay una forma de cuchillo (marrón), la que corta, una metáfora hecha con el Rayo del Sol, que corta la faz de la tierra (seca su cara y causa grietas en la tierra) 2 Hay una (blanco y negro) Quarter Circle que significa, el lado, y es posicional, en, el lado.

La traducción de esta composición puede aparecer cruda. Esto es causado por la composición no lineal. Uno tiene que leer cada Formulario o Imagen uno a la vez junto con sus signos internos. Se podría hacer una mejor lectura parafraseando el contenido, pero esto fue rechazado para permitir las comparaciones de las traducciones de muchas fuentes diferentes. Cada signo de Forma, Imagen y Gesto se traduce de la misma manera para cada composición.



2 https://www.academia.edu/14522695/The_Nazca_Cat_Demon_Vessel_Updated_








2                     https://www.academia.edu/14522695/The_Nazca_Cat_Demon_Vessel_Updated_


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