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miércoles, 29 de octubre de 2014

El hombre con rayos x en los ojos. Nick Veasey.


Para complementar nuestra anterior entrada sobre el dibujo a ciegas, nos ha parecido bien dar una vuelta de tuerca a la reproducción gráfica de nuestras percepciones visuales saliéndonos, precisamente, de sus fronteras.

En el título de la entrada parafraseo el título español de la memorable película de Roger Corman protagonizada por Ray Milland, cuyo personaje, el Dr. James Xavier, se ve desbordado por su hipertrófica capacidad visual adquirida mediante una medicación experimental. Xavier es capaz de ver más allá de las longitudes de onda que vemos el resto de los humanos y se ve incapaz de asumir el exceso de información, cada vez más incomprensible para él, que sus superdotados ojos le ofrecen, hasta el extremo de preferir arrancárselos en un moralizante y escalofriante desenlace. No es una situación excesivamente diferente de la vivida por el personaje interpretado por Val Kilmer en "A primera vista", un invidente que recibe un tratamiento para obtener la vista y que descubre que no es lo mismo que obtener la visión. Una cosa es sentir la luz y otra muy diferente percibir imágenes y otorgarles un sentido, o una relación con el entorno físico para su comprensión. He de decir que tengo otro referente, de vago recuerdo. Creo recordar que se trataba de una producción de Televisión Española protagonizada por Gerardo Malla sobre un hombre de mirada telescópica, afectado por su capacidad para ver detalles infinitesimales de la realidad circundante, de la que se tenía que distanciar, literalmente, para hacerse una idea de cómo la percibimos los demás, como metáfora de la percepción alternativa del mundo que tienen los genios, sean artísticos o científicos. Desde luego, agradeceré cualquier aclaración sobre esta producción, seguramene basada en una obra de ilustre origen literario.

Las radiografías, como las fotografías de infrarrojos y otras representaciones gráficas de aspectos de la realidad generalmente invisbles para nosotros, son significativamente expresivas por el hecho de estar en el filo de lo perceptible. Mantienen una correlación formal con las imágenes que nuestra propia visión nos aporta, y su traducción nos resulta relativamente sencilla, mostrándonos el interior de los objetos que normalmente nos muestran tan sólo su superficie.

Nick Veasey trabaja sus imágenes desde estas premisas para conseguir aportar una carga evocativa e incluso poética en los resultados. Y si lo logra es gracias a la cuidadosa selección de los objetos/sujetos fotografiados/radiografiados, oportunamente relacionados con este tipo de visión alternativa. Ignoro cuáles de us imágenes se corresponden a radiografías reales y cuáles a simulaciones digitales, pero en cualquier caso todas nos remiten al aspecto que suelen ofrecer las radiografías clínicas, en negativo, o a los escáneres de seguridad, por lo que el público que las contempla vislumbra, además de aspectos estéticos, los usos técnicos y científicos de la tecnlogía que suele facilitar este tipo de imágenes.

En el caso de la imagen que abre esta entrada, el mini-cooper se muestra como un organismo, un fenotipo extendido de la especie humana, en el que el propio ser humano es una parte más de la anatomía de ese organismo surgido del artificio.


En la imagen correspondiente al murciélago, es inevitable remitirnos a la evocación del mundo sensorial del murciélago basado en la ecolocación, que rastrea en la densidad de los objetos circundantes, tal y como haría una ecografía, sustituta alternativa de la radiografía en medicina y en veterinaria.
La estructura biológica revelada posee una belleza intrínseca porque saca a relucir la lógica anatómica y estructural del animal tradicionalmente ciego (lo cual es un mito cultural falso, ya que casi ninguna especie de quiróptero es ciega, sino que a su visión añaden los valiosos datos sensoriales extra que complementan su percepción del entorno, generalmente nocturno) que ve más allá de los límites de nuestra propia percepción.
Bajo este punto de vista, al igual que en la radiografía del "mini" tripulado, la excavadora con su conductor adquiere la categoría de organismo cuando menos simbiótico, sobrevolando el concepto de cyborg que ya hemos comentado en otras entradas.

Me parece por ello igualmente interesante su versión radiográfica de un conjunto de lámparas, o bombillas, que remiten a la luz artificial, a la emisión de radiaciones visibles e invisibles, desnudadas estructuralmente por el mismo poder de la luz.
Las ondas que no vemos sí dejan huella en ciertos soportes, que sirven de sustituto a nuestra óptica limitada para desentrañar los secretos del mundo habitualmente no visible. Recomiendo recapitular y ver con nuevos ojos el contenido de la entrada que dedicamos al soporte de la lámpara de flash de la Graflex Speed-Graphic

Y si a alguien le queda alguna duda sobre lo sustancioso de la obra de Veasey, y que no se trata sencillamente de una forma llamativa o curiosa de observar objetos, recomiendo visitar su web y comprobar que siempre selecciona objetos significativos, composiciones que nos remiten a las enseñanzas del arte a través de citas u homenajes a obras bien conocidas e ilustres, como el famoso pictograma de Magritte que nos recordaba, acerca del dibujo o la pintura de una pipa que "esto no es una pipa", por más que la reproducción la diseccione hasta sus más íntimas entrañas, como es el caso de la versión radiográfica deVeasey.

Asimismo encuentro un especial interés en sus radiografías de manos con gestos significativos, culturalmente osados o despectivos, de los que decido seleccionar los cuernos característicos de la pulsación, por parte de Spiderman, de sus surtidores de telarañas, y soy consciente de que ya me estoy extralimitando en la subjetividad de mis apreciaciones y comentarios, pero no me negaréis que es un modo encantador de vincular este trabajo artístico-científico con uno de los científicos de ficción que más juego han dado, desde diferentes enfoques temáticos, a los contenidos más visitados de nuestro blog.

Y, ya para terminar, recordaros que somos seres sensoriales, que interpretamos el mundo a través de nuestros sentidos, que de todos ellos hemos concedido especial preeminencia a la vista y al oído como canales de comunicación, pero que los órganos sensoriales que realmente nos motivan y empujan son más básicos, táctiles y térmicos, al punto de convertirse en arquetipos visuales (ya hemos dicho que la tiranía de la imagen nos guía) cuya visión superficial nos convierte en potenciales víctimas de los superestímulos...y, en fin, que la vista engaña...a no ser que tengas visión de rayos X.



http://www.nickveasey.com/home/4570152827

Nick Veasey

martes, 28 de octubre de 2014

Arte y percepción: dibujar a ciegas.



La preferencia de nuestro sistema perceptivo y motor por el uso del lado izquierdo del cerebro ha propiciado la búsqueda de soluciones alternativas en los recursos didácticos de las enseñanzas artísticas. Desarrollar el lado derecho del cerebro supone, por ejemplo, aprender, por parte de los diestros, a hacer uso de la mano izquierda al dibujar, o colocar los elementos del dibujo en posición invertida con respecto al plano del papel o soporte del dibujo, por poner un par de ejemplos básicos de técnicas alternativas de aprendizaje.
El dibujo reside en el cerebro, no en la mano, y eso lo sabemos los dibujantes, capaces perfectamente de ejercer con solvente habilidad nuestras capacidades al dibujar, por ejemplo, con el pié sobre un suelo de arena húmeda. No obstante, el ejercicio motriz de la mano se adecúa a su fisonomía, y es por eso que, generalmente, tenemos preferencia por dibujar perfiles izquierdos de rostros, por ejemplo, porque se adecúan más a los movimientos radiales de la muñeca derecha. No obstante, al dibujar un diseño prefigurado, previamente entrenado, los esquemas de reconocimiento de rostros también nos ayudan a ubicar la posición de los diferentes rasgos correspondientes al esquema básico de una cara, y, cuando desplazamos la mano sobre el papel, sobre todo si hemos de recargar la tinta de una pluma o de un pincel, se han de complementar con los del brazo para resituarnos en el espacio de trabajo. Cuando dibujamos sin ver la superficie del papel retamos a mano y brazo a coordinarse para recuperar las posiciones adecuadas sin que la imagen mental y la real presenten desplazamientos ni distorsiones.
Uno podría pensar que los dibujantes experimentados podrían perfectamente dibujar a ciegas, especialmente aquellos profesionales de ciertos medios, como el cómic, que repiten hasta la saciedad esquemas idénticos, como los rostros de sus personajes más emblemáticos. El viejo dicho de "podría hacerlo con los ojos cerrados". Pues bien: en los años 40, la revista LIFE propuso dicho experimento a los dibujantes de cómic más emblemáticos y los resultados, aunque más un divertimento que un auténtico experimento, no dejan de ser interesantes, ya que comprobamos que, a excepción de Chester Gould con el emblemático perfil de Dick Tracy, o de Bill Freyse dibujando a al mayor Hoople, todos presentan distorsiones al no poder ver sus propios trazos sobre el papel.
Particularmente, los ejemplos que más me llaman la atención son los de Milton Caniff, Mel Graff y Frank Robbins, no sólo por ser mis favoritos y más admirados entre los escogidos, sino por tratarse de los más emparentados estilísticamente. El agente X9 de Graff (también ilustre en las versiones de grandioso Alex Raymond), responde a una estandarización del rostro masculino heredera de los cánones publicitarios y cinematográficos de la época.
La influencia de los estándares en la selección de tipos físicos en actores de la época es evidente en los rostros heróicos dibujados por el maestro Milton Canniff, muy influyente en el estilo gráfico de Frank Robbins,
que sería a Caniff lo que Howard Hawks a John Ford, si se me permite la arriesgada licencia, influencia que llegaría a los posteriores refinamientos más o menos novedosos de Will Eysner (también influido por Al Capp), o John Romita (imposible de entender si la intercesión de Jack Kirby). Sin embargo, al contemplar los resultados de este pequeño juego-ejercicio, comprobamos cuán cercano es el método de Graff al de Caniff si comparamos sus dibujos a ciegas con el de Robbins (genuino discípulo del creador de Steve Canyon, tanto en los recursos gráficos y sintéticos para los rostros masculinos como, sobre todo, para los femeninos) y, sin embargo, el propio Robbins, delata un estilo propio de trabajo menos basado en la repetición de estándares aislados para cada parte del rostro.
El dibujo a ciegas de Robbins cambia destilo y, aunque con evidentes dificultades, mantiene la coherencia del rostro, mientras que Caniff y Graff tienen automatizadas las diferentes secciones de sus emblemáticos retratos: contorno, ojos-cejas, boca, nariz, sombrero, que dibujan a la perfección aunque con evidentes desplazamientos similares a errores de registro de imprenta.








Extraemos de CULTURA INQUIETA las citadas imágenes y el comentario que las acompaña:
















 En 1947, a diez artistas del cómic se les pidió que dibujaran a sus personajes con los ojos vendadosEn 1947, LIFE Magazine pidió a diez artistas contemporáneos del cómic que dibujaran los personajes que les hicieron famosos. ¿El truco? Tenían que hacerlo con los ojos vendados!

Podríais suponer que el tener que dibujar el mismo personaje una y otra vez durante años haría que estos artistas fueran capaces de dibujarlos incluso con los ojos cerrados. Si es así, los resultados de este divertido experimento probablemente os sorprenderán. Os daréis cuenta de que muchos de estos artistas, consiguieron dibujar los detalles correctamente, pero la ubicación de esos detalles fue totalmente errónea.


  A continuación, unas muestras de los maestros mencionados:


will eysner







John Romita







Enlaces de interés:
http://www.manuelolias.es/dibujos_a_ciegas.html

http://portaldeika.com/dibujociego.html


Moisés Mahiques y sus dibujos a ciegas: ‘Double-blind’

http://es.paperblog.com/moises-mahiques-y-sus-dibujos-a-ciegas-double-blind-750095/

Por Paseoporelarte
El arte invisible de Moisés Mahiques llega a Madrid con su nuevo proyecto expositivo Double-blind. Una muestra que estudia el complejo mundo en el que vivimos y, ante el que nuestra ‘ceguera’ se acentúa, en pro de lo que no queremos ver…
Moisés Mahiques y sus dibujos a ciegas: ‘Double-blind’Moisés Mahiques 'White flight (1)', 2011. Lápiz y tinta sobre papel
Fernando Pradilla, desde el 9 de noviembre y hasta el 10 de diciembre, reúne la nueva obra del artista valenciano: Double-blind. Exposición que recoge una selección de dibujos sobre papel negro y dos animaciones en bucle, que se proyectarán en las salas de la famosa galería madrileña.
Moisés Mahiques y sus dibujos a ciegas: ‘Double-blind’Moisés Mahiques 'Paradise Valley (2)', 2011. Lápiz y tinta sobre papel
Con sus obras perfectamente integradas en un todo indivisible, Mahiques nos acerca al estudio  que genera la diferencia entre la realidad que sentimos y la que percibimos. Un experimento artístico con el que nos muestra, a través de sus enrevesadas ilustraciones, el ‘caos’ social del que nos es imposible escapar.
Moisés Mahiques y sus dibujos a ciegas: ‘Double-blind’Moisés Mahiques 'Snowball (5)', 2011. Acuarela y tinta sobre papel
Durante el paseo por esta exposición, dividida en tres grupos de piezas, nos encontraremos con sus Dibujos de Espacios, en los que Mahiques representa los interiores y exteriores más convulsos; pasando por Snowball y la representación de esa bola de nieve, que crece y crece, sin encontrar la solución; hasta llegar a sus animaciones en bucle, Rinoestereotipia y Ojoestereotipia, donde el cuerpo humano se convierte en protagonista, para mostrarnos esa repetición involuntaria e intempestiva de un gesto, que nos desespera y enajena, ante la ceguera de nuestra modernidad.
Exposición: ‘Double-blind’ de Moisés Mahiques
Del 10 de noviembre hasta el 10 de diciembre
Galería Fernando Pradilla
Calle Claudio Coello, 20
Madrid 28001, España

jueves, 23 de octubre de 2014

Imágenes confusas de especies animales: Macroglossum stellatarum (polilla esfinge colibrí)

Ya hemos hablado en otras ocasiones sobre la confusión entre especies animales por diversos motivos. La semejanza física puede hacer difícil distinguir para el profano entre un jaguar y un leopardo, del mismo modo que desconoce que la diferencia entre un rinoceronte negro y uno blanco no se basa en el color, sino en su labio superior, sus hábitos alimentarios y su hábitat. A veces el fenómeno se produce a la inversa y dos diferentes nombres para una misma especie hace creer que se trata de dos especies (como ya hemos visto respecto al leopardo, o pantera). En casos más extremos, especies muy distanciadas, pertenecientes a diferentes órdenes, en virtud de lo que se denomina rasgos evolutivos convergentes, guardan un parecido físico tan desconcertante como el de la fossa malgache, un vivérrido, y el jaguarundí sudamericano, un felino.
Hoy he decidido traer a colación un ejemplo menos conocido, y que es el responsable de relatos que afirman haber observado colibríes en diversas zonas rurales de la península ibérica. En más de una ocasión me han descrito con todo detalle la presencia de estos pajarillos libadores en Galicia y en Cataluña, y lo cierto es que fuera de sus hábitats tropicales de origen, los colibríes no podrían sobrevivir a los cambios de temperatura de zonas más templadas ni a la ausencia de las especies florales que constituyen su dieta.
Lo más sorprendente del caso es que la confusión no es originada por otra especie de ave, sino por un insecto, un lepidóptero para ser más exactos. Se trata de una polilla, (Macroglossum stellatarum) bastante corpulenta para lo habitual en insectos de climas meridionales, lo suficiente para ser confundida con un minúsculo pajarillo, pero hay más razones para ello: la esfinge colibrí, o "bufaforats" (como se la conoce en tierras catalanas), posee un abdomen peculiarmente alargado que recuerda a la cola de un colibrí, y su aspecto velludo hace pensar en el cuerpo plumado de un pajarillo. Además, las ostentosas plumas y apéndices de algunas especies de colibríes hacen que la evidente presencia de antenas en la cabeza de estas polillas no delate de buenas a primeras que se trate de un insecto. En México y otros lugares en que colibríes y polillas esfinge comparten hábitat es lógica la confusión que da el sobrenombre de colibrí a estos llamativos lepidópteros, pero, sorprendentemente, incluso en Europa provoca dicha confusión pese a la ausencia de cualquier especie de estos diminutos y sorprendentes pajarillos. Tal vez ayuden, también, los conspicuos ojos del insecto a una apariencia vertebrada, pero, sobre todo, la rapidez de sus movimientos, de su vuelo y de la frecuencia de su rapidísimo aleteo y, cómo no, de su trompa libadora, enroscada en espiral pero, en posición extendida, parecida en proporciones al pico de un troquilino.


martes, 21 de octubre de 2014

GIF animado y estereoscopia.

Extraemos de nuestro blog hermano, dedicado a la fotografía y la imagen a través de la enseñanzas artísticas, una entrada sobre la estereoscopia, la fotografía documental e histórica y los nuevos métodos de visualización de imágenes.


Estereoscopio de Brewster



 Parejas estereoscópicas editadas como GIFs animados ofrecen un peculiar testimonio de la Guerra Civil americana, sus paisajes y sus protagonistas.

(es preciso el uso de gafas 3D-anaglifo para el visionado de algunas de las imágenes)


Este simulacro de batalla en un cuartel general nos da una idea de lo difícil que resultaba captar la auténtica acción con las antiguas cámaras y procesos de reproducción fotográfica, que requerían exposiciones lentas para como para captar el movimiento. De todas formas, tal y como testimonia la imagen siguiente, la crudeza de la guerra dejaba imágenes muy duras (y poco publicitadas o censuradas para no desmoralizar a las tropas y a la población civil).


La muerte permite largas exposiciones. Los procesos más utilizados en la época, la albúmina y el ferrotipo (versión más económica del ambrotipo) constituyeron el vehículo más frecuente para que estas imágenes llegaran hasta nuestro días.


Ofrecemos una selección de imágenes que podéis encontrar en la entrada original de All Day firmada por Ash M. Richter extraídas de la Biblioteca del Congreso. Hemos editado nosotros mismos algunas de ellas en forma de anaglifo por si queréis retroceder en el tiempo tridimensionalmente.

Las parejas estereoscópicas, originalmente realizadas con cámaras de doble objetivo estaban destinadas a ser contempladas mediante esteroscopios, y, hoy en día, podrían ser visualizadas mediante gafas de anaglifo una vez editadas expresamente para dicho sistema de visualización simultánea de dos imágenes filtradas en rojo y azul, o bien para la más moderna visualización en imágenes de polarización complementaria.

El GIF animado es una alternativa que no precisa de gafas especiales y da una idea del efecto tridimensional que se esconde tras estas parejas de imágenes, aunque particularmente preferimos su visionado en auténtico 3D.


GIF-ing stereoscopic images is an expanding art-form that the Smithsonian, the Library of Congress and individual artists like Dan Florence are pushing to change the way we understand history. When they take on a historic event like the Civil War—all of a sudden, you've traveled back in time and you're right there fighting for America's fate.
1865— Ruins of Cathedral of St. John and St. Finbar and Secession Hall in Charleston, South Carolina