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lunes, 17 de diciembre de 2018

Roberto Manzano y la tercera dimensión. Escultura y fotografía estereoscópica. El Arte de la Enseñanza y la enseñanza del arte.








Sé que algunos seguidores habituales del blog han notado un descenso en la actividad de nuestras publicaciones, por lo que me han ido haciendo saber a través de diferentes medios. Lo sentimos, pero lo cierto es que actualmente disponemos de muy poco tiempo debido a obligaciones profesionales, y no es que hayamos descuidado el acopio de ejemplos de trabajos artísticos significativos para nuestros contenidos. Al fin y al cabo esto forma parte de nuestra labor como docentes, pero también es cierto que ésta conlleva tareas académicas y burocráticas que exigen responsabilidad y atención concienzuda. No es el momento ni el lugar de entrar en detalles, seguramente interesantes pese a su tedioso trasfondo, pero seguramente son también el motivo de que hoy ofrezcamos este contenido en concreto.

Y es que hace ya tiempo que tenemos aparcado entre nuestros borradores el archivo correspondiente a la entrada de hoy acerca del trabajo de un escultor que, a su manera, practica una cierta pedagogía del arte y la percepción de una forma franca y directa, sin pretensiones ni excesos retóricos. Un artista que pese a su innegable calidad técnica no se destaca particularmente por nada en concreto en lo que a lenguaje se refiere, por lo que alguien podría preguntarse los motivos específicos que nos empujan a incluirlo en nuestras selecciones.

Se trata de Roberto Manzano, un escultor, como tantos otros, volcado en sus quehaceres y en la supervivencia dependiente de las complejidades de su exigente oficio. Pero lo cierto es que el exquisito acabado de sus piezas figurativas y la morbidez de sus texturas no es lo único que ha reclamado nuestra atención, sino algo indefinible en su punto de vista, en su actitud, y en su manera de abordar la tridimensionalidad como campo de estudio y observación.

De hecho, lo que más nos hace empatizar con Manzano es su pasión por la fotografía estereoscópica como una forma alternativa de tecnología 3D o de escultura, que, para el caso, viene a ser lo mismo: un sistema de visualización de nuestra particular forma de percibir el espacio, y, en este sentido, al escultor le interesa la percepción tridimensional tanto cuando observa otras esculturas como cuando realiza y estudia las suyas propias o desarrolla otro tipo de actividades que implican la observación meticulosa del espacio tridimensional, sea la prospección arqueológica o la construcción, la observación de la naturaleza, la documentación fotográfica o el ocio placentero pero nunca desocupado.

Habréis adivinado que he empatizado con la importancia que Manzano da a la fotografía estereoscópica y al uso del anaglifo como soporte documental, dado que yo mismo he dedicado tiempo y espacio a este tipo de actividad en el blog, pero creo que la cuestión va un poco más allá, porque de alguna manera he intuído una cierta sorpresa por parte del artista ante la relativa indiferencia general hacia los sistemas de visionado estereoscópico más tradicionales y asequibles, ante un cierto menosprecio por sus posibilidades expresivas y precisión documental, especialmente en lo referente a la escultura, la escenografía y cualquier manifestación artística que pueda trascender la bidimensionalidad.

Manzano no cree que la fotografía esteroscópica sea una especie de subgénero anecdótico, del mismo modo que jamás pensaría que el bajorrelieve lo es con respecto a la escultura o al dibujo. Y es precisamente su manera de documentar su trabajo escultórico o su participación en actividades arqueológicas lo que reclama mi atención y mi interés, y quiero compartirlo con quienes sé que comparten mis inquietudes y mi forma de abordar las artes figurativas como forma de observar la naturaleza y la naturaleza de nuestra percepción, que es de lo que va, en definitiva, este blog.

Por si alguien echa en falta los habituales contenidos referidos a iconografía antrozoológica y observaciones artísticas de la vida animal, también he encontrado entre las tomas fotográficas de Manzano ejemplos tan humildes y honestos como notables, y no puedo pasar por alto sus capturas de escenas de cetrería ni mucho menos su hermosa observación de un rincón natural habitado por una araña encerrada en su observatorio de seda que, si bien es apreciable como fotografía, es más que notable por el hecho ser realizada en fotografía esteroscópica y adquiere un sentido nuevo y renovado, lo que demuestra que el dominio de la foto 3D no debería ser una mera anécdota de aficionados caprichosos, sino la genuina observación de la esencia del arte fotográfico, y es este carácter de escultor con alma de fotógrafo, o de fotógrafo con alma de escultor, lo que me empuja a señalar a Roberto Manzano. ("Sí, ya no puedo entender la fotografía si no es estereoscópica. Curiosamente, la cámara de fotos es una de mis herramientas principales para la escultura. También soy consciente que casi nadie sigue este tipo de formato, ni subiendo fotos a las redes consigo convencer a una sola persona que se ponga unas gafas para disfrutarlas. También me interesa el diseño 3D por ordenador") y, en cualquier caso, dudo que nadie quede indiferente ante su neoclasicismo escultórico, que flirtea con el manierismo y le hace un guiño al hiperrealismo pop desde la sobriedad de la técnica sobre mármol.

Creo que merece mayor reconocimiento que la escueta información que sobre su trabajo encontramos en la red, de la que extraemos el siguiente resumen:

Escultor Madrileño afincado en Almería. Durante más de una década ha elaborado gran parte de su obra en torno a las canteras de mármol blanco de Macael, conbinado el bronce y el mármol entre otros materiales.  Numerosos monumentos públicos  repartidos en diversas provincias componen su trayectoria, destacando algunos como “Paseante”  en Madrid,   “Monumento a la Caña de Azucar” Salobreña (Granada) .  En Almería, en la localidad de Garrucha  se pueden ver obras como “Alma”,  situada cerca del cementerio municipal, y el monumento al poeta “António Cano Cervantes” . En Mojácar se encuentra una de las esculturas dedicada a la “Mojaquera” (bronce), y en Purchena el “Arquero”,  símbolo de los Juegos Moriscos de Abén Humeya.  Su trabajo ha sido reconocido con varios premios nacionales e internacionales y ha realizado obras en espacios públicos en paises como Itália, Emiratos Árabes, Egipto, Francia, Turquía y Hungría.

Tal vez como escultor no ofrezca nada radical o estilísticamente extraordinario, aunque en los tiempos que corren sí sea extraordinaria la calidad y precisión técnica de sus hermosas esculturas, de las que a veces parece querer reclamar la atención sobre aspectos técnicos más que emocionales, a juzgar por títulos como "equilibrio", por ejemplo, para la impactante pieza que abre este artículo, en la que el deseo lúbrico es difícil de ignorar junto a una cierta placidez emocional, aunque tal vez ahí resida el equilibrio buscado en tal enunciado.
Observar en detalle la ligereza traslúcida de los paños y tejidos que surgen del delicado trabajo de la piedra nos habla acerca de su exigencia desde el punto de vista del oficio, algo frecuente entre los escultores de vocación, siempre dotados para el detalle, la meticulosidad y el disfrute en el sugestivo engaño de las formas, implícito en el juego de apariencias compartido por artista y espectador.
Si en Joan Mora ya habíamos observado la predisposición de sus piezas a ser fotografiadas para documentar o constatar su aguda observación de los objetos y las texturas, en Manzano reconocemos un observador crónico de la materia y de su apariencia superficial y táctil.
 De ahí tal vez su necesidad de comprender los entresijos de los programas de diseño 3D y de los sistemas de visualización estereoscópica, de su observación gozosa del espacio y el volumen, de la atmósfera y de la materia en movimiento, algo no poco frecuente en sus fotografías estereoscópicas.

Entre éstas he seleccionado unas cuantas para que las disfrutéis con gafas anaglifas, asumiendo esa complicidad observadora que me ha llevado a interesarme por la mirada de Roberto Manzano, y no sólo por la admiración (y una cierta envidia sana) por su maestría técnica a la hora de acometer el trabajo escultórico.

Y es que extraer formas de un bloque, en contraposición con modelar el barro, por ejemplo, proceso aditivo en el que se suman volúmenes, supone una nítida observación del espacio sobrante, del aire desalojado por la corporeidad de la formas en instantes concretos, y eso, como en la fotografía tridimensional, nos habla del espacio y del tiempo, y de los límites de nuestra percepción, condicionada por nuestras pulsiones biológicas y por nuestras experiencias estéticas.

Mafa Alborés
















Roberto Manzano: Tengo que agradecer a José Manuel Torriatte (Nava del Rey) y a Pablo Gaton (Rueda), el día tan interesante que pasamos en el pueblo de Rueda, ofreciéndome la posibilidad única de visitar entre otras, este antiguo lagar con bodega subterránea. Desde ese día, empecé a comprender (solo un poco) de la verdadera dimensión del descomunal y desconocido patrimonio subterráneo que existe en los más de treinta pueblos de la Ribera del Duero. Auténticos polígonos industriales del vino que abarcan más de cuatrocientos años de historia, decenas de kilómetros de túneles excavados entre nueve y veinte metros bajo la superficie y miles de metros cuadrados de espacios dedicados a la producción de vino . Ellos están trabajando en un único y ambicioso estudio acerca de estos mundos subterráneos que darán cuenta de la ingente capacidad de producción de vino que ha tenido esta comarca a lo largo de la historia, además del sorprendente trabajo de ingeniería a la hora de elaborar la arquitectura subterránea que recorre el subsuelo de los pueblos como una alternativa al trazado de las calles y que pronto se hará público en este trabajo.









El artista comenta el contenido de nuestro artículo y completa su contenido con su propio comentario al respecto, a modo de ratificación de nuestra mutua defensa de los soportes esteroscópicos:

Leyéndolo como si fuera ajeno a mi, aprecio un halo de misterio cuando se relacciona la escultura en mármol y las imágenes estereoscópicas.  Son de esos artículos que me encuentro muy de vez en cuando, navegando por internet, que despiertan mi curiosidad y que sientes que estás ante un tema fuera de la cotidianidad. Llaman la atención pero pueden dar pereza a la hora de buscar más información más allá del propio artículo. Normalmente ahí se termina la investigación (la frikada). 

La esteroscopía me ha ayudado a entender porqué me he decantado por la escultura en lugar de otras expresiónes artísticas. Me quito el sombrero ante esas grandes obras pictóricas, también en la fotografía bidimensional, es de lo que me he nutrido hasta ahora. Pero, el formato estereoscópico, reconozco que ha superado mis espectativas, y no deja de hacerlo. 

Yo lo valoro como un formato superior a la fotografía bidimendional, ya que la labor del fotógrafo es estar ante el objeto fotográfico y decidir cuándo y cómo disparar, y por el mismo esfuerzo, obtendría un resultado más acorde con lo que es capaz nuestro cerebro de comprender a nivel visual llevándose a casa el par estéreo. 

Ahora ya no tengo ninguna duda del "error histórico", por llamarlo de alguna manera, que  ha sido el menospreciar el formato 3D. Es una cuestión técnica, de comodidad a la hora de mostrar al público la imagen fotográfica en periódicos, revistas, exposiciónes, etc. Siempre ha habido que hacer un esfuerzo extra para disfrutar de las fotos estereoscópicas, y por estos motivos principalmente, sigue estando en la sombra lo que será el futuro del mundo de la imagen y la fotografía. 

Roberto Manzano
























No quiero cerrar el artículo sin una pequeña pero oportuna actualización, a raíz del veto temporal de Facebook a la URL de este blog por haber encabezado el post con la foto 3D de la escultura "Equilibrio", considerada inicialmente inapropiada por los filtros de absurda censura de los denudos de FB, lo que propició que el escultor y yo hablásemos con más detalle acerca de lo realmente importante en el contenido del artículo.

breve extracto de conversaciones con Roberto Manzano:

Mafa: Muchas gracias a tí por tu comentario y, sobre todo, por compartir mi opinión al respecto de la estereoscopia. Expresas exactamente lo mismo que yo pienso y me confirma la lógica aplastante de nuestros razonamientos y que no soy el único sorprendido ante su arrinconamiento histórico, sin duda, como tú dices, debido a una simple cuestión de economía de formato expositivo. Espero seguir disfrutando de más muestras de tus trabajos tridimensionales de cualquier índole, aunque sigo confesando mi admiración por tu buen oficio escultórico (sobre todo sabiendo que con seguridad, aún en la distancia, podré ver tus excelentes esculturas en toda su tridimensionalidad) Un saludo muy cordial.


 Manzano: Me alegro de ir encontrando poco a poco personas con las que poder compartir estas experiencias y espero a corto plazo la oportunidad de un encuentro en directo. Respecto a una cuestión anterior, suelo utilizar, siempre que puedo, una cámara réflex para obtener la mayoría de los pares, ya que me da la libertad de separar las cámaras a mi antojo. 

Para fotos en movimiento tengo la fuji W1 y W3, aunque ahora estoy configurando dos cámaras con un disparador. En el mundo virtual utilizo programas como el 3D Studio, Blender, Zbrush, Photoshop, programas de fotogrametría, obviando el SPM, que hacen magia con las imágenes y cubren muchas posibilidades en el mundo tridimensional, con los que se pueden obtener imágenes y videos estereoscópicos de forma virtual. 

Utilizando estos medios, puedes destripar hasta límites insospechados las imágenes obtenidas con cualquier cámara y convertirlas en formas reales para imprimir en tres dimensiones y para obtener imágenes esteroscópicas. Todas las limitaciones que tenemos a nivel de hardware se acaban con el software. Tengo curiosidad por saber qué es lo más apropiado de que dispones para hacer esterofotos.

Mafa: Pues la verdad es que pese a conocer y haber dispuesto más o menos de los mismos que tú has utilizado (a excepción de cámaras estereoscópicas o con aplicaciones 3D en su software) casi todo lo que he realizado en 3D ha sido con disparos consecutivos (ni siquiera sincronizados) con cámaras réflex digitales convencionales, editando las parejas esteroscópicas resultantes en photoshop. Me he limitado a este proceso tan prosaico por coherencia con lo que encargaba practicar a mis alumnos (no todos de la especialidad de foto) por el procedimiento más sencillo y asequible posible. Esto limita las posibilidades en cuanto a escenas de acción o movimiento, pero resulta didáctico para comprender mejor los conceptos de enfoque y profundidad de campo incluso en foto monoscópica convencional, cosa que algunos alumnos acbaban por comprender pese a la reticencia inicial. Algunos se acababan enganchando al tema al comprobar que no era tan complicado com creían en un principio. Tras hacer tres o cuatro temas en ejes ópticos consecutivos y convergentes a un punto de la escena de referencia con muy leve desplazamiento, escogían las imágenes más idóneas de la serie y sustituían el canal rojo de la imagen de la derecha por el de la izquierda en photoshop, para luego moverlo y reajustar su posición decidiendo qué elementos sobresaldrían o no de la pantalla o si toda la escena comenzaba a partir de los límites de ésta. Yo he conseguido buenos resultados así, pero muchos de mis alumnos me han superado en los resultados, como ha de ser.

En mi caso me he limitado a hacer tomas en ráfaga sucesiva (ya no uso ni trípode salvo en casos muy particulares) con mi humilde Canon 400D. Eso sí: tengo una cierta manía por intentar descartar las tomas con poca profundidad de campo para 3D, dejando al espectador la posibilidad de enfocar a la distancia que quiera. En todo caso procuro que la zona de máxima nitidez coincida con el centro de atención de la imagen y ahí la "doble imagen" entre el canal rojo y el verde/azul sea prácticamente nula. No me suelen gustar los enfoques selectivos en fotografía tridimensional, y mucho menos en cine 3D (lo que suele delatar su ambivalente distribución en 3D y 2D). Valoro mucho las películas que conemplan este tipo de aspectos y no un uso oportunista o comercial del formato (ejemplo claro y penoso: "Furia de Titanes", claramente rodada en 2D y sólo con conversión 3D en los fondos -si la nariz de Liam Neeson no traspasa la pantalla no hay 3D-). Ya sé que Avatar es sólo una versión futurista de Pocahontas, pero visualmente y tridimensionalmente le doy un nueve, y a la Invención de Hugo de Scorsese un diez, y en ambas hay pocos abusos del enfoque selectivo, algo que creo que hay que evitar o restringir con mucho sentido narrativo, porque es poco honesto y coherente con el visionado auténticamente estereoscópico.

Eso me hace preferir ópticas normales o cortas, o exposiciones largas con diafragmas muy cerrados al usar las largas. Eso condiciona la estética de mis imágenes, pero me gusta la inmersión en la escena y que signifique algo. Me gusta cuando la gente no detecta los dioramas zoológicos que uso al ver inicialmente los anaglifos sin gafas y se sorprenden al comprender que se trata tan sólo de muñecos cuando se ponen las gafas. Es como demostrarles que la foto 3D aporta información y un extra de sinceridad, o menos concesiones al simulacro (pese a que me fascine dicha capacidad en fotografía).

No he podido aún por falta de tiempo, pero estoy deseando usar mi Sinar de banco óptico para parejas esteroscópicas de gran formato.

Manzano: Estoy totalmente de acuerdo con tu metodología, ¡ya me gustaría a mi haber tenido un profe de fotografía con matices estereoscópicos! 


En las tomas con un objetivo se disfruta realmente del proceso, se madura cada paso y obtienes una buena recompensa. La Fuji W3 la uso para temas familiares y algunas curiosidades. Gracias a la inmensa cantidad de limitacionesde las que ha sido dotada, la hace bastante incompetente. 

He soñado mucho con una buena cámara (digital) esteroscópica; la he buscado y rebuscado hasta que al fin he entendido que no existe ni va a existir por el momento. 

El ejemplo de los dioramas es muy curioso, demuestra que el 3D, independientemente de la calidad artística, es menos engañoso y el cerebro agradece el regalo extra, que además llega al alma. Mis tres pequeños y yo nos hemos merendado más de 160 películas en formato 3D, y en muchas de ellas aún recuerdo sus expresiones en ciertos momentos por el impacto visual de algunas escenas, una auténtica gozada que sólo puede ofrecer la humanidad de este formato. 

Ahora que están de moda los maravillosos efectos fotográficos conseguidos con configuraciones de varias cámaras sincronizadas en los teléfonos móviles, curiosamente contrastan con la torpeza de no ofrecerlos en formato estereoscópico. Aquí me he desahogado un poco!!

Mafa: Coincidimos en nuestra manera de valorar el 3D. Con mi hijo también he disfrutado mucho de todo lo que se ha proyectado últimamente en 3D sea por mera argucia comercial o por inmersión vocacional, aunque reconozco que algunos ejemplos de Marvel (bastante notables los que he disfrutado) me los he perdido en 3D por ir acompañado de gente que no valora el formato y prefieren no pagar más por ello. Me pasó con Dr. Extraño y me da que merecía la pena. Me he tragado pastiches como Frozen sorprendido por la calidad de sus gráficos 3D en versión estereoscópica. Me han parecido excelentes todas las entregas del Hobbit y encima su uso del 3D, aunque no siempre es de 10, es de un buen gusto exquisito.

Si quieres que te diga la verdad, lo de la fotografía esteroscópica, aunque siempre me había interesado, me llegó accidentalmente tras una baja médica un tanto prolongada. Mi sustituto, un profesor nobel muy competente que sin embargo se consideraba poco experimentado en recursos de foto digital y en la programación académica oficial, aprovechó sus conocimientos de óptica para introducir con cuña la estereoscopia fotográfica en el programa, y a la vuelta al curro me encontré con la actividad de anaglifo fotográfico en marcha y a medio acabar, con lo que no me quedó otro remedio que ponerme las pilas e incluso encontrar un sistema de edición digital mucho más sencillo y eficaz que el que él usaba con los alumnos, y del que me apropié gracias al buen hacer de Joan. Los resultados fueron lo suficientemente interesantes como para obligarme a seguir practicando y mejorando por mi cuenta, y desde entonces (de esto hace unos diez años) no he parado de incluirlo en mi programa y en mis prácticas personales ocasionales.

De hecho, un tiempo después, me cayó un pequeño marrón administrativo al ser seleccionado para desarrollar el currículo académico del módulo de técnica fotográfica para ciclos artísticos de grado superior y, claro, incluí una porción considerable de horas lectivas al estudio de la estereoscopia fotográfica. Incluso, hace un tiempo, unas alumnas mías, aunque neófitas en el tema, aprovecharon lo aprendido en mis clases para impartir en la escuela donde trabajaba unos talleres de foto 3D en los que colaboré y la gente que participó se lo pasó genial, sorprendidos ante lo asequible que es en realidad.
Ya ves, incluso en escuelas especializadas ha sido un tema un tanto menospreciado, relegado o ignorado, posiblemente por desconocimiento, y eso que la foto estereoscópica y las cámaras de doble objetivo son tan antiguas como la foto misma, y de hecho las TRL de medio formato, como las Roleiflex, eran en realidad una adaptación industrial de cámaras estereoscópicas que ya fabricaban, puestas en posición vertical y readaptadas para usar una de las cámaras como visor réflex aunque supusiera un error de paralaje.
Pese a todo esto, la práctica de la foto 3D o su explicación a través de filtros cromáticos anaglifos o usando filtros polarizadores, en realidad algo bastante sencillo y asequible, se ha ignorado casi por completo en las escuelas de foto, incluso en enseñanza reglada oficial, sencillamente por ignorancia o dejadez de los propios docentes y un cierto temor a los principios ópticos y perceptivos que la rigen. Yo creo que tanto si se lleva después a la práctica como si no, su comprensión ayuda a entender mejor los principios básicos de la fotografía convencional en 2 dimensiones. El caso es que desde que me tocó rediseñar el currículum de técnica fotográfica, que finalmente completó con rigor y firmó Óscar Alvarado, la estereoscopia fotográfica se incluye en la programación del Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya para ciclos formativos de grado superior, y todo gracias a mi sustituto de seis meses de baja, Joan Rambla Flotats, un tipo excelente que se consideraba por autoexigencia profesional con ajustado bagaje de edición digital pero con mucha pasión por la óptica y los objetivos fotográficos.

Ya ves qué rápido hemos construido una interesante y bonita historia de la fotografía estereoscópica en nuestro país.





https://robertomanzano.wordpress.com

https://www.facebook.com/roberto.manzano.549 


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