La preferencia de nuestro sistema perceptivo y motor por el uso del lado izquierdo del cerebro ha propiciado la búsqueda de soluciones alternativas en los recursos didácticos de las enseñanzas artísticas. Desarrollar el lado derecho del cerebro supone, por ejemplo, aprender, por parte de los diestros, a hacer uso de la mano izquierda al dibujar, o colocar los elementos del dibujo en posición invertida con respecto al plano del papel o soporte del dibujo, por poner un par de ejemplos básicos de técnicas alternativas de aprendizaje.
El dibujo reside en el cerebro, no en la mano, y eso lo sabemos los dibujantes, capaces perfectamente de ejercer con solvente habilidad nuestras capacidades al dibujar, por ejemplo, con el pié sobre un suelo de arena húmeda. No obstante, el ejercicio motriz de la mano se adecúa a su fisonomía, y es por eso que, generalmente, tenemos preferencia por dibujar perfiles izquierdos de rostros, por ejemplo, porque se adecúan más a los movimientos radiales de la muñeca derecha. No obstante, al dibujar un diseño prefigurado, previamente entrenado, los esquemas de reconocimiento de rostros también nos ayudan a ubicar la posición de los diferentes rasgos correspondientes al esquema básico de una cara, y, cuando desplazamos la mano sobre el papel, sobre todo si hemos de recargar la tinta de una pluma o de un pincel, se han de complementar con los del brazo para resituarnos en el espacio de trabajo. Cuando dibujamos sin ver la superficie del papel retamos a mano y brazo a coordinarse para recuperar las posiciones adecuadas sin que la imagen mental y la real presenten desplazamientos ni distorsiones.
Uno podría pensar que los dibujantes experimentados podrían perfectamente dibujar a ciegas, especialmente aquellos profesionales de ciertos medios, como el cómic, que repiten hasta la saciedad esquemas idénticos, como los rostros de sus personajes más emblemáticos. El viejo dicho de "podría hacerlo con los ojos cerrados". Pues bien: en los años 40, la revista LIFE propuso dicho experimento a los dibujantes de cómic más emblemáticos y los resultados, aunque más un divertimento que un auténtico experimento, no dejan de ser interesantes, ya que comprobamos que, a excepción de Chester Gould con el emblemático perfil de Dick Tracy, o de Bill Freyse dibujando a al mayor Hoople, todos presentan distorsiones al no poder ver sus propios trazos sobre el papel.
Particularmente, los ejemplos que más me llaman la atención son los de Milton Caniff, Mel Graff y Frank Robbins, no sólo por ser mis favoritos y más admirados entre los escogidos, sino por tratarse de los más emparentados estilísticamente. El agente X9 de Graff (también ilustre en las versiones de grandioso Alex Raymond), responde a una estandarización del rostro masculino heredera de los cánones publicitarios y cinematográficos de la época.
La influencia de los estándares en la selección de tipos físicos en actores de la época es evidente en los rostros heróicos dibujados por el maestro Milton Canniff, muy influyente en el estilo gráfico de Frank Robbins,
que sería a Caniff lo que Howard Hawks a John Ford, si se me permite la arriesgada licencia, influencia que llegaría a los posteriores refinamientos más o menos novedosos de Will Eysner (también influido por Al Capp), o John Romita (imposible de entender si la intercesión de Jack Kirby). Sin embargo, al contemplar los resultados de este pequeño juego-ejercicio, comprobamos cuán cercano es el método de Graff al de Caniff si comparamos sus dibujos a ciegas con el de Robbins (genuino discípulo del creador de Steve Canyon, tanto en los recursos gráficos y sintéticos para los rostros masculinos como, sobre todo, para los femeninos) y, sin embargo, el propio Robbins, delata un estilo propio de trabajo menos basado en la repetición de estándares aislados para cada parte del rostro.
El dibujo a ciegas de Robbins cambia destilo y, aunque con evidentes dificultades, mantiene la coherencia del rostro, mientras que Caniff y Graff tienen automatizadas las diferentes secciones de sus emblemáticos retratos: contorno, ojos-cejas, boca, nariz, sombrero, que dibujan a la perfección aunque con evidentes desplazamientos similares a errores de registro de imprenta.
Extraemos de CULTURA INQUIETA las citadas imágenes y el comentario que las acompaña:
En 1947, a diez artistas del cómic se les pidió que dibujaran a sus personajes con los ojos vendadosEn 1947, LIFE Magazine pidió a diez artistas contemporáneos del cómic que dibujaran los personajes que les hicieron famosos. ¿El truco? Tenían que hacerlo con los ojos vendados!
Podríais suponer que el tener que dibujar el mismo personaje una y otra vez durante años haría que estos artistas fueran capaces de dibujarlos incluso con los ojos cerrados. Si es así, los resultados de este divertido experimento probablemente os sorprenderán. Os daréis cuenta de que muchos de estos artistas, consiguieron dibujar los detalles correctamente, pero la ubicación de esos detalles fue totalmente errónea.
A continuación, unas muestras de los maestros mencionados:
will eysner |
John Romita |
Enlaces de interés:
http://www.manuelolias.es/dibujos_a_ciegas.html
http://portaldeika.com/dibujociego.html
Moisés Mahiques y sus dibujos a ciegas: ‘Double-blind’
http://es.paperblog.com/moises-mahiques-y-sus-dibujos-a-ciegas-double-blind-750095/Por Paseoporelarte
El arte invisible de Moisés Mahiques llega a Madrid con su nuevo proyecto expositivo Double-blind. Una muestra que estudia el complejo mundo en el que vivimos y, ante el que nuestra ‘ceguera’ se acentúa, en pro de lo que no queremos ver…
Moisés Mahiques 'White flight (1)', 2011. Lápiz y tinta sobre papel
Fernando Pradilla, desde el 9 de noviembre y hasta el 10 de diciembre, reúne la nueva obra del artista valenciano: Double-blind. Exposición que recoge una selección de dibujos sobre papel negro y dos animaciones en bucle, que se proyectarán en las salas de la famosa galería madrileña.
Moisés Mahiques 'Paradise Valley (2)', 2011. Lápiz y tinta sobre papel
Con sus obras perfectamente integradas en un todo indivisible, Mahiques nos acerca al estudio que genera la diferencia entre la realidad que sentimos y la que percibimos. Un experimento artístico con el que nos muestra, a través de sus enrevesadas ilustraciones, el ‘caos’ social del que nos es imposible escapar.
Moisés Mahiques 'Snowball (5)', 2011. Acuarela y tinta sobre papel
Durante el paseo por esta exposición, dividida en tres grupos de piezas, nos encontraremos con sus Dibujos de Espacios, en los que Mahiques representa los interiores y exteriores más convulsos; pasando por Snowball y la representación de esa bola de nieve, que crece y crece, sin encontrar la solución; hasta llegar a sus animaciones en bucle, Rinoestereotipia y Ojoestereotipia, donde el cuerpo humano se convierte en protagonista, para mostrarnos esa repetición involuntaria e intempestiva de un gesto, que nos desespera y enajena, ante la ceguera de nuestra modernidad.
Exposición: ‘Double-blind’ de Moisés Mahiques
Del 10 de noviembre hasta el 10 de diciembre
Galería Fernando Pradilla
Calle Claudio Coello, 20
Madrid 28001, España
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