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miércoles, 29 de abril de 2015

Naturaleza y artificio. Dioramas de Patrick Jacobs. La naturaleza inaccesible.

Diorama visto a través de una ventana de 7.5 pulgadas (19 cm). Estireno, acrílico, fundido de neopreno, cabello, papel, cenizas, talco, almidón, espuma de poliuretano, película de vinilo, madera, acero, iluminación,  vidrio BK7.
 El artista Patrick Jacobs crea pequeños dioramas incrustados en paredes de las galerías donde expone sus obras, encerradas en lentes de aumento con un diámetro a veces tan pequeño como tres pulgadas. El efecto es asombroso, centrando la atención de los espectadores en el más mínimo detalle de los espacios que contienen  exuberantes campos verdes, pequeños apartamentos o grupos de pequeños hongos. Las piezas pueden tardar varias semanas en completarse, aunque alguna instalación ha consumido su tiempo libre durante más de dos años. Jacobs nació en California en 1971, asistió al Instituto de Arte de Chicago y ahora vive y trabaja en Brooklyn, Nueva York. Si deseais obtener más información en Charles and Ford podeis leer una interesnte entrevista que incluye algunas imágenes grandes. (a través de arrested motion). En resumen esta es la información básica que extraemos de cronistas habituales como Christopher Jobson, desde COLOSSAL, pero lo cierto es que muchas páginas web y blogs dedicados al arte, tanto como prensa escrita y medios audiovisuales en general han dado bastante cobertura a los trabajos de Jacobs, tanto en solitario como especialmente por su participación en la exposición colectiva junto con Thomas Doyle y Adrien Broom que os mencionábamos en la anterior entrada al respecto de las fotografías escenográficas de Broom.
Lo cierto es que hemos dedicado un espacio a la fotógrafa por coherencia documental, y por ampliar nuestro archivo de obras que recurren al simulacro escénico, pero lo cierto es que, pese a la notable calidad de los trabajos de Broom, es Jobson quien realmente nos parece interesante asociado a la sugerente poética de Doyle ya que, como él, lleva la meticulosidad técnica al extremo, pero no se limita a quedarse en un original uso de las técnicas del maquetismo  más o menos realistas, sino que lo encamina a una crítica de la percepción, haciéndonos partícipes de la evidencia que los vivibiliza desde un punto de vista premeditado, tal y como ocurre con las escenografías de Broom, pensadas para ser fotografiadas, pero cuyo resultado final es su forma foográfica. Jobson consigue incluso recrear una metáfora física y perceptible del funcionamiento del ojo y de la cámara fotográfica, con la particularidad de introducir la escena dentro de la propia cámara, por así decirlo, para que el espectador la descubra mirando por el objetivo en sentido contrario al habitual, convertido por tanto en visor. Si el paisaje en realidad está dentro de esta pseudoanalogía de cámara oscura, de algún modo se nos sugiere que la realidad que percibimos está en nuestra mente, y no en el exterior y, por más tangible que sea, no deja de ser una ilusión. Es este juego de ilusiones ópticas de diversas índoles en combinación lo que más nos atrae de las obras de Patrick Jacobs, porque constituyen, además de una experiencia estéticamente hermosa, todo un ensayo sobre escenología y una eficaz herramienta didáctica sobre los límites de la percepción visual interrelacionando técnicas escultóricas, fotográficas, pictóricas y escenográficas.

Exposición en Londres de Adrien Broom, Thomas Doyle & amp; Patrick Jacobs:

London Exhibitions Adrien Broom, Thomas Doyle & Patrick Jacobs
hacia la derecha, de arriba a la izquierda: Adrien Broom, My Own Way, 2013; Thomas Doyle, Viniendo de donde vamos, 2010; Patrick Jacobs, hojas rastrilladas
Volviendo al comentario sobre la exposición compartida por los tres artistas mencionados en la Ronchini Gallery London, es evidente que se trataba de mostrar al espectador diferentes posibilidades de imaginar mundos alternativos al tiempo que reflexione sobre el mismo hecho de imaginar simultáneamente al de percibir, sugiriéndole que incluso el mundo real podría interpretarse como una escenografía o un simulacro. 
No deja de ser curioso que este cúmulo de recursos aparentemente tan modernos, y que incluso remiten a una estética un tanto new age, con su marcada evocación nostálgica de un idílico mundo natural, constituyan en realidad la revisión de géneros artísticos abandonados que habían tenido su auge en siglos pasados, como las miniaturas y los dioramas, que, como hemos podido comprobar a través de los archivos de nuestro blog, vuelven a ser reivindicados de forma renovada (a veces no tanto) por múltiples artistas contemporáneos.

Explorando este renacimiento del interés entre los artistas de todo el mundo por la construcción de ambientes artificiales construidos a mano a pequeña escala, nuevos mundos complejos se presentan en miniatura como dioramas, maquetas, esculturas y fotografías. Trazados a partir de una variedad de tradiciones pictóricas, incluyendo el concepto del siglo XVIII de lo Sublime, la Escuela del Río Hudson y el trascendentalismo americano, el trabajo de estos artistas pone el mundo bajo un microscopio para reflexionar sobre la experiencia humana. Este es, poco más o menos, el comentario que extraemos de Yareah Magazine sobre la exposición, que Ronchini presentaba bajo el título que aproximadamente podríamos traducir como "No sueñes sueños pequeños" ("Dream No Small Dreams")



Adrien Broom
Thomas Doyle
Encuadres de la Mente sería la traducción más aproximada del título que Adrien Broom da a su serie de fotografías, que, como hemos visto en otros de sus trabajos seleccionados en la entrada precedente, capta paisajes fantásticos imaginados, creados a través de la construcción de conjuntos en miniatura. Es algo que caracteriza la obra de Broom a diferentes escalas, con su característico enfoque cinematográfico, o teatral si se prefiere, de la fotografía. Broom crea ilusiones que juegan entre la realidad y la fantasía, haciendo hincapié en el impulso imaginativo. Sus imágenes son densamente narrativas, y exploran los temas universales de la infancia, la pérdida y la ansiedad de la vida moderna a través de estas escenas construidas.
Thomas Doyle, como ya hemos visto anteriormente en entradas monográficas sobre su trabajo, esculpe cuidadosamente diminutas escenas de destrucción, desastre y caos encerradas en cúpulas de cristal. El centro escópico de sus obras lo constituye frecuentemente la icónica casa de madera americana que se puede ver tambaleada al borde de colinas o reducida a la mitad. Los figurines que están rodeados por el caos apocalíptico todavía revelan poca emoción en sus rostros. Caminan penosamente junto con sus maletas o entierran a sus muertos, lo que invita a los espectadores a ser absorbidos en los crisoles y recuerdos que provocan. Su trabajo sirve como una metáfora no sólo de la crisis económica mundial, sino más profundamente de la idea de que la granja tradicional americana no es el refugio seguro que todos presumíamos que fuera. Y aunque su trabajo conecta con la expresividad dramática (y humorística) de las fotografías de figuras de maquetismo de Slinkachu o Vincent Bousserez, su intención se antoja más trascendente, y sus puestas en escena no son para ser fotografiadas, sino para ser contempladas en directo desde diversos puntos de vista, alineándose en una particular faceta de la escultura, y es aquí donde la originalidad de los trabajos de Patrick Jacobs reclama nuestro elogio, dado que, tratándose de volumetrías que se visionan en directo, obligan pese a todo a que el espectador adopte el punto de vista de una óptica monoscópica que, sin embargo, amplía el visionado de una puesta en escena tridimensional similar al visonado de una fotografía esteroscópica.Jacobs produce esculturas en miniatura de entornos hiperrealistas incrustados en las paredes y vistos a través de ojos de buey de cristal. Vistas de cerca, sus obras están iluminadas desde el interior, revelándose a sí mismos con la luminosidad de un ojo de pez. Trabajando con materiales como papel, plástico, gel acrílico y metal, Jacobs construye dioramas de paisajes tridimensionales. Las incandescentes, verdes extensiones idealizadas características en la obra de Jacobs inicialmente parecen proporcionar un respiro del mundo cada vez más ansioso y paranoico. Las esculturas ofrecen al espectador una vista aislada de una realidad alternativa atractiva que siempre permanece extrañamente fuera de su alcance.Además de la creación de obras a través del compromiso intenso con los materiales y la  atención al detalle, estos artistas comparten una pasión por la escala y el impacto que tiene sobre la percepción.

Fuente:
 http://www.yareah.com/2013/05/10/1130-london-exhibitions-adrien-broom-thomas-doyle-patrick-jacobs/

Adrien Broom (b. 1980, New Haven, CT) vive y trabaja en Nueva York. Ha vivido y trabajado en Londres, Nueva York, Florencia, y Boston. Exposiciones recientes incluyen el Teatro de cristal en el Museo de Arte Chrysler, Norfolk, VA (2012) y American Dreamers: Afrontar o escapar de la realidad en el arte contemporáneo, en el Palazzo Strozzi, Florencia, Italia (2012).Thomas Doyle (b. 1976, Grand Haven, MI) vive y trabaja en Nueva York. Doyle estudió en la Universidad Estatal de Humboldt, Arcata, California. Sus esculturas se han mostrado a nivel internacional. Exposiciones recientes: Tierra de nadie en Proyectos LeBasse, Culver City, California (2013); American Dreamers: Afrontar o escapar de la realidad en el arte contemporáneo, en el Palazzo Strozzi, Florencia, Italia (2012). Otro Mundo: Delirios ópticos y realidades pequeñas en Musée des beaux-arts Eugène Leroy, Tourcoing, Francia (2012) y en el Museo de Artes y Diseño, Nueva York, Nueva York (2011); Superficie al aire a Proyectos LeBasse, Culver City, California (2011)Patrick Jacobs (b. 1971, Merced, CA) vive y trabaja en Brooklyn, Nueva York. Jacobs estudió en la Universidad de Klagenfurt, Austria y la Universidad de West Florida, antes de recibir su MFA Bellas Artes por la Escuela del Instituto de Arte de Chicago. Exposiciones individuales incluyen: Patrick Jacobs: Telescópico Vistas, Sadoc Gallery, Miami Art Context, Miami, FL (2012); Interiores: de dentro hacia fuera, The Pool NYC, Volta Nueva York, Nueva York, Nueva York (2012); Terreno Familiar, Patrick Jacobs, Pierogi, Brooklyn, Nueva York (2011); Dioramas, Patrick Jacobs, The Pool NYC, Moretti Fine Art, Londres, Reino Unido (2010).Bartolomé de Bland es un conservador y escritor residente en Nueva York. En la actualidad es Director de Asuntos Curatorial en el Museo del Río Hudson, donde ha comisariado exposiciones como Paintbox Leaves: Autumnal Inspiration from Cole to Wyeth I WANT Candy: The Sweet Stuff in American Art, que realizó una gira a nivel nacional. Ha sido comisario de varias exposiciones y proyectos en la Universidad de Yale, Staten Island Museum, Nueva York y el Museo Flagler, West Palm Beach, Florida, y ha escrito numerosos ensayos y artículos.

 Ronchini Gallery es una galería de arte contemporáneo fundada por Lorenzo Ronchini en 1992 en Umbría, Italia, que se expandió en febrero de 2012 con un espacio en Mayfair, Londres. Sus exposiciones han explorado los movimientos pioneros dentro de Italia; la estética de la galería se define por el Minimalismo, el Espacialismo, Conceptualismo y el Arte Povera y mantiene un decidido enfoque de futuro centrado en los movimientos progresistas. Ronchini Gallery evolucionó a partir de 20 años del coleccionismo privado. El patriarca Adriano Ronchini fue uno de los primeros promotores y mecenas de artistas como Alighiero Boetti, Daniel Buren, Joseph Kosuth, Frank Stella y Michelangelo Pistoletto y recoge sus trabajos a lo largo de los años setenta. Suscrita a los más altos estándares de coleccionismo y erudición, la galería ofrece un contexto riguroso en el que se pueda contemplar a sus artistas. Ronchini Gallery también mantiene una extensión editorial exitosa que produce catálogos de exposiciones, monografías, textos críticos y libros de artista. 
Datos de la Exposición: Dream No Small Dreams
Fechas de exposición: 6 septiembre-5 octubre, 2013La recepción de apertura: 5 de septiembre de 2013, 6 - 20:00Horario de apertura: Lunes - Viernes 10 a.m.-6 p.m.; Sábado 10 a.m.-5 p.m.Ubicación: 22 Dering Street, London, W1S 1ANTel: +44 (0) 20 7629 9188Sitio Web: www.ronchinigallery.com

Patrick Jacobs crea meticulosamente ambientes en miniatura como dioramas que son visibles sólo a través de mirillas y ojos de buey en las paredes. Al entrar en una galería que contiene sus piezas, por un momento, uno puede pensar que el espacio está vacío. Escudriñando por los pequeños agujeros, como si espiase a través de un ojo de cerradura, el espectador se enfrenta a paisajes luminosos, primeros planos de praderas o los interiores de un apartamento a través de una ventana que coloca al observador en un ámbito aún más profundo.




Interior con vista de Gowanus Heights

A través del uso de la iluminación intensa y lentes convexas circulares que amplifican la profundidad y alteran la percepción visual del espectador, Jacobs crea realidades aumentadas artificiales cuya intensidad excede lo que se experimenta en la vida cotidiana. En obras como Anillo de Hadas con dientes de león, y  Macizos de Setas # 1 y # 2, los mundos percibidos parecen sutilmente mejorados, donde se carece de la presencia de figuras humanas, los espectadores son libres de imaginarse a sí mismos como el único protagonista dentro de la escena-diorama. Interior con vista de Gowanus Heightspresenta una situación que no es normalmente parte de otras creaciones de Jacobs. Al combinar la cotidianidad monótona de un edificio de apartamentos con un paisaje idealizado, el artista sitúa al espectador dentro de una especie de doble diorama. Mirando a través de la mirilla proporciona una entrada al primer nivel del espacio interior. Una vez dentro, el espectador encuentra una ventana por la que observar un exuberante paisaje verde cuya lejana distancia hace que sea imposible llegar.

Interior con vista de Gowanus Heights

Es esta falta de acceso tentadora lo que da poder a la obra de Jacobs, donde se permite al espectador tan sólo una ojeada desde el exterior a sus mundos. Al asumir el papel de un voyeur, pero aislado del mismo contexto, el espectador se proyecta en una dimensión paralela a la que sólo se puede acceder por la mirada, pero nunca experimentar físicamente.

Interior con vista de Gowanus Heights

Interior con vista de Gowanus Heights




















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