Decubrimos a Kate Bergin a través de una entrada de El Hurgador, en la que Javier Fuentes fija su mirada en su obra por su manera de hablar de la pintura a través de la propia pintura y de las formas tradicionales en que esta se ha puesto al servicio de las ciencias naturales como registro de imágenes acopiando información sobre el aspecto físico de las criaturas representadas, e incluso estableciendo un vínculo con el modo en que estas se nos presentan en las representaciones con dioramas y taxidermia de los Museos de Historia Natural.
Su estilo y técnica realistas evidencian la presencia de la fotografía en la historia de la divulgación científica, pero se aferran a convenciones de la pintura figurativa cuando esta se empeñaba en reproducir con precisón el aspecto de diversos elementos de la naturaleza dispuestos sobre una mesa para asmiración y consumo humanos: los bodegones o naturalezas muertas, donde las piezas de caza, las hortalizas y las frutas ejercen de gancho con el espectador al despertar sus apetitos gastronómicos, dado que es esto los que les otorga un plus de realismo, de representación pero sobre todo de reproducción del aspecto visual que estos objetos ofrecen en relación a las apetencias y preferencias del espectador.
Kate Bergin, con su obra "Sobre sus alas clamorosas"2013 |
El elemento más utilizado por Kate Bergin para recordarnos este aspecto mediador de la cultura tecnológica al contemplar ejemplares animales es el teléfono, concretamente un antiguo modelo en ebonita negra, uno de los primeros objetos de producción industrial realizados en un material plástico, sintético y por tanto artificio premeditado en estado puro.
Al igual que en las pinturas de Tiffany Bozic, la influencia de la ilustración naturalista propia de las enciclopedias está presente, pero estableciendo un diálogo con las tradiciones pictóricas que propiciaron su desarrollo, y en un contexto nuevo que las carga de simbolismo y referencias surrealistas, llegando incluso a recalcar que dicho contexto incluye las imágenes ya producidas bajo estos parámetros, tal y como vemos en la imagen que encabeza esta entrada, en la que el bodegón dispuesto sobre la mesa se muestra ante una pared cubierta por un cuadro semejante a una alegoría del árbol de la vida al que tantos taxónomos han hecho referencia como metáfora del sistema científico de clasificación.
Por si fuera poco, el principal protagonista de la composición es un guepardo real, una subespecie desconocida hasta los años veinte del siglo pasado cuya primera presentación documental fueron fotografías que condicionarían el carácter detallado y preciso de las ilustraciones en color que lo incluirían finalmente en las enciclopedias de la época.
Bergin vuelve a plantear viejas cuestiones relacionadas con el problema magrittiano del cuadro dentro del cuadro: ¿Cómo distinguir dentro de la escena pintada algo que está pintado dentro de dicha escena pintada? ¿Cómo saber si un animal congelado en el tiempo pictórico o en el fotográfico no es sino un animal disecado? Y es que los animales disecados, una peculiar forma de naturaleza muerta, no evidencian su muerte, como en un bodegón donde aparecen ya muertos, sino que se presentan con toda su materialidad y corporeidad en una pose congelada propia de la fotografía o la pintura, y, por tanto constituyen un equívoco cuando son reproducidos en una escena pictórica o fotográfica, tal y como pretendían, aún sin conseguirlo, los retratos fotográficos post mortem del siglo XIX.
Y es que a menudo olvidamos que ni siquiera la precisa reproducción de detalles físicos y anatómicos de los ejemplares zoológicos en los medios de divulgación científica consiguen sustraerse al hecho de que los ejemplares se encuentran desubicados, que están observados fuera de contexto, o como mínimo en nuevo contexto que ha de establecer una distancia de observación, y no una especie de validación intelectual cuya particular escenografía sacraliza los conocimientos que pretende aportar, siempre difíciles de interpretar sin superar la incial fascinación que supone contemplar a cualquier criatura diferente a nosotros.
Mafa Alborés.
Javier fuentes destaca algunos de los recursos pictóricos de Bergin ya no sólo como alardes técnicos sino como hitos significativos de la historia de la pintura que han acbado por poseer una cierta carga simbólica por sí mismos:
Hay una exquisita atención al detalle en las pinturas de Kate, que no sólo se refleja en la meticulosa representación de los objetos y animales, sino también en la selección de elementos, su disposición dentro de la obra y lo que representan. Según ella misma acerca de la manzana que aparece junto al teléfono:
«La clásica fruta pelada hace referencia al género del bodegón español del s.XVII, y al situarla sobre una pequeña taza de café de Tiffany & Co, que lleva las notas de "Moon River", de Henry Mancini, uno no puede menos que oir a Audrey Hepburn candanto la letra de Johnny Mercier incluida en la línea: "There's such a lot of world to see (Hay tanto mundo para ver)", lo que se refleja en la pintura que aparece detrás del guepardo, una recreación de "Concierto de aves" de Frans Snyder (ver más abajo), que recientemente se expluso en la Galería Nacional de Victoria, procedente de la colección del Museo Hermitage. Así que hay una variedad de referencias a través de los siglos y países en esta pintura... definitivamente, mucho mundo para ver aquí.»
Kate Bergin es una artista australiana nacida en 1968 en Melbourne.
Estudió en el Victorian College of the Arts entre 1990 y 92, mientras el edificio principal estuvo ubicado en St Kilda Road, el Departamento de Pintura estaba alojado en la parte posterior de la Galería Nacional de Victoria.
«La posibilidad de acceder a la colección a diario y estudiarla de cerca tuvo una enorme influencia sobre mí y me hizo apreciar la gran técnica de pintura.
Uno de mis artistas favoritos era Hugh Ramsay (ver más abajo), un australiano considerado uno de los grandes estudiantes de la escuela de la galería. Fue reconocido en el Salón de París de 1902 pero murió a la edad de 29 años en 1906. Encontré algunos hermosos dibujos suyos en los almacenes la Escuela de la Galería.»
«Desde mi graduación he estado explorando el género de la naturaleza muerta y la idea de la caza y la recolección.
Desde mis pinturas iniciales de cientos de manzanas rojas deliciosas a colecciones de polillas y mariposas que reuní durante mi estancia de cinco años en Cairns, y mi descubrimiento de Ellis Rowan (ver más abajo) y sus aventuras y hermosas obras de arte, me he paseado por las colecciones de aves y animales, principalmente de los almacenes del Museo Victoria y también de animales vivos en zoológicos de todo el país. También estoy recolectando mi propia colección de especímenes de aves y animales, particularmente mis muy pintados zorros.
Estas criaturas son mis "colaboradores inteligentes, símbolos del pensamiento y de la imaginación" como Kynaston McShine dice del uso constante de pájaros de Joseph Cornell en sus ilustraciones.»
«Todos estos objetos y criaturas están presentados sobre un mantel blanco, como una especie de ofrenda en un altar para el espectador. Este despliegue también representa la conexión con la tradición de la naturaleza muerta de la cual yo soy parte, sobre todo después de leer el libro de Norman Bryson "Looking at the Overlooked (Mirando lo pasado por alto)", que explora el camino del género de la naturaleza muerta.
La continua presencia de las cucharas, las gafas, los teléfonos, las armas y las llaves con las cuales las criaturas parecen "sacar una chispa de su contacto" como Andre Breton sugirió en sus primeros escritos, recordándonos que la vida puede ser absurda, hermosa y a veces como un cuento de hadas, sólo un poquito aterradora.»
«Aunque sitúo a los animales en un entorno doméstico y pueden sostener objetos, intento mantener esto dentro de los límites de lo que realmente podrían hacer como animales. Esto preserva la sensación de que sólo están visitando y explorando este extraño mundo. Necesitan mantener su propia sensación de cosa silvestre. Espero que las pinturas existan en el límite de lo posible, en lugar de volcarse hacia el surrealismo o la pura imaginación.»
"Sobre sus alas clamorosas" / with her work "Upon Their Clamorous Wings", 2013 |
"La habitación veneciana / The Venetian Room", óleo sobre lienzo / oil on canvas, 170 x 200 cm., 2016
(la pintura detrás es de / painting in the back by Canaletto - ver más abajo / see below)
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https://www.kateberginartist.com/
http://elhurgador.blogspot.com.es/2017/05/kate-bergin-ii-pintura.html
http://elhurgador.blogspot.com.es/2017/02/kate-bergin-pintura.html
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