Continuamos con nuestra selección de ejemplos de escultura antrozoológica en las antípodas estilísticas y técnicas de autores de artículos precedentes como Álvaro de la Vega, aunque no sin ciertas coincidencias de procedimiento.
Al fin y al cabo todo buen escultor es ante todo buen dibujante, relegue o no dicha actividad a lo instrumental o a un fin artístico explícito.
Aunque no profundizamos especialmente en el tránsito del dibujo y la pintura a la escultura en el caso de de la Vega, lo cierto es que sí sugeríamos en que la madurada tosquedad e inmediatez de sus dibujos y bocetos permanece de algún modo en los poderosos trazos que su hacha deja en la madera de sus piezas, y eso es algo que podríamos decir también de Son Kang, dibujante e ilustrador que también se ha visto seducido por las posibilidades expresivas de la escultura.
No obstante, aquí terminan las coincidencias, lo que demuestra que sólo buscaba un ardid barato para enlazar temáticamente ambos escritos. El escultor gallego, aunque prolífico en imágenes protagonizadas por animales, suele preferentemente hurgar en aspectos ancestrales del ser humano desposeído de los aportes de su civilización, de su animalidad, pero también ésta desposeída por las injerencias de la cultura, cuyos vestigios el artista suele expresar en forma de ropa interior, dibujando e iluminando prendas que otorgan cierta desvalidez a sus figuras.
Presentamos hoy una peculiar fracción de la dibujante, pintora e ilustradora de origen coreano Son Kang, que nos devuelve al ancestral mito del mundo a lomos de una bestia que ya habíamos visto rescatar por compatriotas suyos como Maico Akiba, u otros como Wan Ruilin, quien nos sirvió de pretexto para ahondar un poquito más en el diorama naturalista a escala como forma de expresión.
Kate Sierzputowski nos dice de Song Kang:
Esta artista e ilustradora con sede en Portland crea un trabajo altamente textural, ya sea en sus exploraciones dibujando o en sus esculturas producidas a partir de materiales encontrados y naturales. Sus miniaturas son ambientes y casas soñadas, muchas construidas sobre espaldas de animales como bueyes y camellos. A Kang le gusta imaginar estas esculturas como cazadores de objetos visuales, y a menudo inserta incluso a los ocupantes más pequeños que se sientan y se colocan alrededor de sus microciudades.Para su serie tallada en piedra, Kang impone formas arquitectónicas sobre las superficies de rocas encontradas. "Las estructuras siguen la curvatura de las rocas, inclinando la perspectiva y creando ambientes surrealistas", comparte Kang. "Al convertirse en parte de la superficie en lugar de proyectarse hacia el exterior, la arquitectura se vuelve casi textural, una escultura en relieve".
Lo cierto es que si nos dejamos llevar por las muestras que hemos ofrecido en este blog, la técnica del diorama actualmente se da generalmente vinculada a la expresión de nuestra problemática relación con la naturaleza y los recursos naturales, con los demás animales y con nuestra incidencia en el paisaje. En este sentido también podríamos establecer una conexión con las obras de Thomas Doyle, Jorge Mayet, Michael Paul Smith (aunque el americano recrea un ensueño de paisaje urbanizado en una distopía nostálgica) o la producción de Patrick Jacobs y otros artistas que se han servido de la miniaturización de escenografías naturalistas para la expresión de sus inquietudes comunicativas.
Descubrimos muy recientemente la obra de Kang gracias a un artículo de Colossal del que destacaríamos el hecho de estar dedicado de forma exclusiva a sus piezas de carácter escultórico, una fracción minoritaria de la producción de la autora, prolífica dibujante de trazo abigarrado, profuso y estilizado hasta la extenuación.
Lo cierto es que habríamos de referirnos a Kang como dibujante, pero si observamos el carácter reflexivo de sus paisajes pletóricos de variedad de formas vegetales y estratos topográficos entenderemos su excepcional pero no anecdótica incursión en la escenografía naturalista a caballo entre las ensoñaciones fatalistas (pero sin dicho fatalismo) de Thomas Doyle y las mitificaciones naturalistas de Maico Akiba.
Un cierto animismo invade la visión del mundo mental de Song Kang, expresión metafórica de un deseo de armonía entre el mundo natural y la civilización humana, de complementación entre arquitectura y orografía, integrando el paisaje arquitectónico al natural y éste a la anatomía totémicamente protectora de un animal, simbólico compañero de viaje y medio de sustento y transporte a la vez.
El carácter positivo de sus piezas se evidencia en la apariencia tranquilizadora de la actitud de sus pequeñas figuras humanas, pero además tenemos una cierta certeza al respecto al contemplarlas en su versión nocturna, a oscuras e iluminadas por acogedoras luces incorporadas a modo de alumbrado urbano y doméstico, sugiriendo refugios que simbolizan un reconocimiento a las ventajas del mundo civilizado con no establece fronteras drásticas con el entorno natural y salvaje. La domesticación de la naturaleza habría de conllevar una naturalización del entorno doméstico y a ello señala esperanzadora o nostágicamente la obra de Kang, que podemos contemplar como esculturas a la vez que como instalaciones o escenografías sugerentes, o ilustraciones tridimensionales de cuentos en los que la aventura principal consiste en el disfrute del reposo.
Mafa Alborés
http://mafa-elanimalinvisible.blogspot.com.es/2015/04/escenografias-naturalistas-dioramas-en.html
http://mafa-elanimalinvisible.blogspot.com.es/2015/04/naturaleza-y-artificio-dioramas-de.html
http://mafa-elanimalinvisible.blogspot.com.es/2015/12/dioramas-verticales-en-tubos-de-ensayo.html
http://mafa-elanimalinvisible.blogspot.com.es/2014/09/maico-akiba-crea-civilizaciones-en.html
http://mafa-elanimalinvisible.blogspot.com.es/2016/02/el-mundo-lomos-de-las-bestias-de-wang.html
http://www.thisiscolossal.com/2017/03/song-kang-sculptures/
https://www.song-kang.com/
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