Recientemente, Kate Sierzputowski dedicó en COLOSSAL un artículo a las peculiares esculturas fito-entomológicas de Hiroshi Shinno. Al tratarse de la primera noticia que teníamos acerca del trabajo de este artista, y sorprendidos por el magnético atractivo de sus insectos representados por fragmentos vegetales, hemos querido saber más sobre él, dado que, a menudo, una obra o una serie puntual puede destacarse entre un corpus de obras que no ofrece mayor interés, pero frecuentemente, como es el caso, se trata de un indicio de un conjunto de trabajos más amplio y de mayor calado.
Al indagar en los contenidos de la web de Shinno comprobamos que no se trata simplemente de un original y sorprendente artesano, sino de un artista con una visión global y crítica de la imagen de los animales y de la naturaleza a través de los medios de difusión. Y estos se encuentran influídos sin duda por los recursos expositivos de los museos y la divulgación científica, a los que hemos acabado otorgando una cierta categoría de género artístico, como hemos constatado a lo largo de la existencia de este blog, plagado de ejemplos de artistas que toman prestadas convenciones propias de las colecciones y galerías de ejemplares que ilustran la Historia Natural.
Entre sus trabajos que más nos han llamado la atención se encuentran sus evocaciones escultóricas de reconstrucciones óseas propias de la paleontología y sus dioramas vivientes o terrarios con plantas vivas en los que a menudo incluye ejemplares de sus peculiares esculturas, hechas a partir de reproducciones exactas en resina de fragmentos vegetales a partir de moldes de silicona. Dichos fragmentos son coloreados de forma muy realista y el resultado juega con el equívoco aspecto que ofrecen muchas especies que nos recuerdan miméticamente a formas vegetales, como ocurre en el caso de muchos fásmidos.
Lo que Shinno, entre otras cosas, nos quiere decir, es que otorgamos credibilidad naturalista a todo detalle o textura que evidencie su origen orgánico, natural, y que se nos antoja más creíble una recreación con elementos naturales que intentar reproducir con exactitud dichos organismos en materiales sintéticos, cosa que por otra parte consigue contradecir con su peculiar recurso a los exactos moldes vegetales que realiza en resina a la manera en que trabajan los artistas de la reproducción de ejemplares para exposiciones científicas.
Son notables también sus delicadas composiciones esféricas evocando explosiones evolutivas de formas de vida, así como sus claros recordatorios de dónde habitan los animales clasificados: en la literatura científica ilustrada, como testimonian sus libros convertidos en cofres o estuches de preservación.
El artista japonés Hiroshi Shinno construye esculturas hiperrealistas de insectos que no existen, formas perfectas de especies imaginativas que parecen construidas con hojas vibrantes y delicados pétalos de flores. Incluso estos aspectos de las criaturas son falsos, ya que cada hoja o pétalo fue moldeado de resina y pintado con pintura acrílica antes de ser colocado en la base de latón del modelo.
Además de construir estas obras fantásticas, Shinno también bosqueja las ideas iniciales para sus criaturas imaginativas en un Diario de Insectos (Insect Diary) en su sitio web. Podeis ver más de las esculturas basadas en insectos del artista de Kyoto y sus trabajos en 3D en su Tumblr. (Vía Lustik)
http://hiroshishinno.com/english-top/
http://hiroshishinno.com/english-insectdiary/
http://www.thisiscolossal.com/2017/03/imaginative-insects-by-hiroshi-shinno/
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