Retomamos la antrozoología artística que nos caracteriza rescatando un trabajo que no es de estricta actualidad (recibía cobertura mediática a principios del año pasado) pero que responde a esa línea de obras artísticas que aprovechan el medio fotográfico para flirtear con la instalación o, mejor dicho, el performance oportunista en una instalación museística a la que dotar de un nuevo sentido. Lo que viene al caso, especialmente, es que el museo en cuestión, un museo de historia natural, ofrece una serie de ejemplares zoológicos taxidermizados, y ya sabéis que la complicidad entre fotografía y taxidermia es un recurso tentador para expresar los límites del tiempo y de la vida en movimiento que ambas artes (si es que a nadie le inoportuna tal calificativo para ambas disciplinas) exponen de forma tan obvia.
La fotógrafa suiza Vicky Althaus reposicionaba los expositores de taxidermia en un museo de historia natural, plantándose a sí misma dentro de cada escena, desnuda. Las antiguas bestias ha sido convertidas en poco menos que peluches para nuestra educación "natural", pero en realidad, no hay ya nada natural en ellos o en los paisajes artificiales en que se ubican. Según leemos en algunas reseñas del proyecto de Althaus, su presencia "llama la atención sobre esto de forma conmovedora a la vez que con buen humor. Las fotos sugieren un mayor diálogo sobre la visibilidad ambiental y ecológica".
Las instalaciones y trabajos artísticos que recurren a la taxidermia nos parecen muy interesantes y atractivos, pero también nos producen un cierto rechazo y reservas tal y como hemos comentado en entradas precedentes dedicadas a proyectos de dichas características. En el caso de los proyectos fotográficos, salvo ciertas excepciones en que las piezas se han realizado exclusivamente para ellos, como la "Fauna Secreta" de Joan Fontcuberta y Pere Formiguera, podríamos hablar de un cierto grado de oportunismo que juega con el equívoco visual del aspecto realista de los animales inmovilizados..."como en una foto".
Por lo tanto, y teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento, las fotos con taxidermia de Althaus recogerían un poco de todo dentro de estas visiones críticas de nuestra manera de ver y cómo condiciona nuestra manera de representar el mundo (algo significativamente explícito en los recursos expositivos del arte y de la ciencia). Personalmente, aunque las considero lo suficientemente significativas para traerlas a colación, encuentro las fotos de Vicky Althaus, en este caso en concreto, obvias e impostadas. Recurren a un megalómano exhibicionismo del cuerpo autorretratado sin un resultado de indiscutible calidad que lo excuse, como en el caso de Cindy Sherman, por poner un claro ejemplo (seguramente referente de la suiza). Viendo la galería de su página web no hago sino confirmar lo que creo percibir aquí: un cierto exceso de impostura artística basada en la desnudez gratuita, aunque en este caso sin duda motivada por la identificación del cuerpo desnudo con nuestra condición animal y su congelación en el tiempo fotográfico con la rigidez de los cadáveres disecados.
http://vickyalthaus.tumblr.com/
https://www.flickr.com/photos/vickyalthaus/
La fotógrafa suiza Vicky Althaus reposicionaba los expositores de taxidermia en un museo de historia natural, plantándose a sí misma dentro de cada escena, desnuda. Las antiguas bestias ha sido convertidas en poco menos que peluches para nuestra educación "natural", pero en realidad, no hay ya nada natural en ellos o en los paisajes artificiales en que se ubican. Según leemos en algunas reseñas del proyecto de Althaus, su presencia "llama la atención sobre esto de forma conmovedora a la vez que con buen humor. Las fotos sugieren un mayor diálogo sobre la visibilidad ambiental y ecológica".
Las instalaciones y trabajos artísticos que recurren a la taxidermia nos parecen muy interesantes y atractivos, pero también nos producen un cierto rechazo y reservas tal y como hemos comentado en entradas precedentes dedicadas a proyectos de dichas características. En el caso de los proyectos fotográficos, salvo ciertas excepciones en que las piezas se han realizado exclusivamente para ellos, como la "Fauna Secreta" de Joan Fontcuberta y Pere Formiguera, podríamos hablar de un cierto grado de oportunismo que juega con el equívoco visual del aspecto realista de los animales inmovilizados..."como en una foto".
Por lo tanto, y teniendo en cuenta lo dicho hasta el momento, las fotos con taxidermia de Althaus recogerían un poco de todo dentro de estas visiones críticas de nuestra manera de ver y cómo condiciona nuestra manera de representar el mundo (algo significativamente explícito en los recursos expositivos del arte y de la ciencia). Personalmente, aunque las considero lo suficientemente significativas para traerlas a colación, encuentro las fotos de Vicky Althaus, en este caso en concreto, obvias e impostadas. Recurren a un megalómano exhibicionismo del cuerpo autorretratado sin un resultado de indiscutible calidad que lo excuse, como en el caso de Cindy Sherman, por poner un claro ejemplo (seguramente referente de la suiza). Viendo la galería de su página web no hago sino confirmar lo que creo percibir aquí: un cierto exceso de impostura artística basada en la desnudez gratuita, aunque en este caso sin duda motivada por la identificación del cuerpo desnudo con nuestra condición animal y su congelación en el tiempo fotográfico con la rigidez de los cadáveres disecados.
http://vickyalthaus.tumblr.com/
https://www.flickr.com/photos/vickyalthaus/
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