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martes, 25 de febrero de 2020

Animales en el arte de Utagawa Kuniyoshi y la predilección por los gatos.

Las 53 estaciones de la Tokaido, por Utagawa Kuniyoshi

Ya constituye casi un tópico para los estudiosos de la iconografía animal constatar que a día de hoy las imágenes que más proliferan en interenet son las de gatos.
Tal vez habría que comprobar el dato y cerciorarnos de hasta qué punto es cierto o no, pero el hecho de que a nadie parezca sorprenderle posiblemente sea suficientemente sintomático. Los gatos proliferan en internet en fotos, en vídeos, en memes, en dibujos y en manifestaciones gráficas de todo tipo, ya sean humorísticas, de talante animalista, tiernas, mordaces, sentimentales...
Posiblemente la explicación radique en que los cachorros de los mamíferos peludos, incluyendo a los de loa gatos, siguen constituyendo un reclamo escópico sencillo basándose en la eficacia de sus rasgos neoténicos y en la suave blandura y calidez de sus cuerpos, pero también es cierto que los gatos ganan con creces a las demás especies porque son el animal doméstico por excelencia y paradójicamente también el animal indómito por antonomasia. La conexión entre los instintos salvajes, de fácil asilvestramiento, y las preferencias acomodaticias de la vida doméstica son bien conocidas en los gatos. Constituyen un puente entre la vida doméstica y la vida salvaje, pero además los felinos, salvo escasas excepciones como los leones, no son gregarios, sino solitarios e independientes, algo que nos sugiere una especie de envidiable autosuficiencia.
Además de lo expuesto, los gatos son ataractivos plásticamente por su sinuosidad anatómica, por su agilidad que percibimos como elegante, eficaz y precisa. Por su carácter intrépido y curioso, por su versatilidad y por su estatus depredador.

No tenemos espacio ni ganas para extendernos sobre las múltiples atribuciones simbólicas del gato y su persistencia iconográfica en la cultura y en la historia del arte, pero queremos hoy destacar la preferencia por estos animales demostrada por uno de los grandes representantes del arte gráfico japonés del siglo XIX, Utagawa Kuniyoshi, comocido por sus representaciones heróicas y por la presencia casi constante de animales y criaturas fantásticas en sus composiciones.

Además de la información extraída de wikipedia y otras fuentes, queremos ofreceros una selección de imágenes correspondientes a obras del artista protagonizadas de un modo u otro por animales, pero, sobre todo, queremos hacer hincapié en la gran cantidad de apuntes y observaciones sobre gatos en su comportamiento doméstico tanto como su uso de gatos con comportamientos antropomorfizados.

En todos los casos queda patente el carácter observador y concienzudo de Kuniyoshi, su meticulosa observación anatómica para conseguir verosimilitud en las criaturas representadas, pero también es patente el esfuerzo por adaptar a la composición la armonía de líneas y colores propias de la estampa japonesa y de su búsqueda de un mundo antural ideal y armónico, más presente en una idealización espiritual que en la realidad que el arte aspira a transformar.

En el caso de su obsesiva preferencia por los gatos como modelo de observación, hemos encontrado un excelente artículo en Gatos y Respeto que reproducimos a continuación de la selección de obras del autor protagonizadas por animales reales, animales reales tratados de forma idealizada o fantástica o directamente por animales fantásticos o mitológicos. Hemos eludido aquí sus múltiples imágenes constumbristas, humorísticas, históricas y antropológicas, a excepción de aquellas que muestran animales que adquieren un cierto protagonismo temático o compositivo.

Mafa Alborés


Utagawa Kuniyoshi (歌川国芳?) (Edo, 1 de enero de 1798 – Ibidem, 14 de abril de 1861) fue uno de los últimos maestros japoneses de la técnica del ukiyo-e en la impresión xilográfica y pertenecía a la escuela Utagawa

Kuniyoshi nació en 1798, siendo hijo de un tintorero de seda y con el nombre original de Yoshisaburō. Al parecer ayudó a su padre en su negocio y se sugiere que esta experiencia influyó en sus diseños textiles y en el uso del color en sus impresiones. Se dice que a la edad de siete u ocho años Kuniyoshi quedó impresionado por la vista de impresos sobre guerreros y los artesanos y plebeyos, lo que marcó su evolución posterior.
Oniwakamaru mata a una carpa gigante.
Yoshisaburō demostró sus habilidades en el dibujo a la edad de doce años, atrayendo la atención del impresor Utagawa Toyokuni. Entró oficialmente en el estudio de Toyokuni en 1811 y se convirtió en uno de sus pupilos principales. Permaneció como aprendiz hasta 1814, cuando cambia su nombre por el nombre de Kuniyoshi y pasa a ser artista independiente. Durante ese año realizó su primera obra, las ilustraciones para kusazoshi gōkan Gobuji Chūshingura, una parodia de la historia original de Chūshingura. En 1815, Kuniyoshi creó ilustraciones para libros para yomihon, kokkeibon, gokan y hanashibon, e imprimió de forma independiente sus dibujos sobre actores y guerreros.
A pesar de su comienzo prometedor, Kuniyoshi fue incapaz de crear muchas obras entre 1818 y 1827, debido probablemente a la falta de encargos de los editores y la competencia dentro de la escuela Utagawa. Sin embargo, durante ese periodo, realizó impresiones de mujeres bijinga y experimentó con patrones textiles y efectos de luz y sombra del arte occidental, aunque sus intentos mostraban más imitación que compresión real de esos principios.
Su situación económica se volvió insostenible y tuvo que empezar a vender tatamis usados. Durante los años 1820, Kuniyoshi realizó trípticos heroicos donde se mostraban las primeras señales de un estilo propio. En 1827, recibió su primer encargo importante para la serie Tūszoku Suikoden gōketsu hyakuhachinin no hitori, que estaba basada en un cuento popular chino, el Shuihu zhuan. En esta serie, Kuniyoshi dibujó héroes en solitario en hojas individuales, ilustrando los tatuajes de sus personajes, una novedad que influenciaría la moda de Edo. La serie Suikoden llegó a ser muy popular en Edo y se incrementó la demanda de impresiones de guerreros de Kuniyoshi, consiguiendo entrar en círculos literarios y de ukiyo-e.


Kuniyoshi continuó con sus impresiones de guerreros, dibujando sus personajes en cuentos de guerra como Heikei monogatari y Genpei seisuki. Sus dibujos eran únicos donde añadía, además de la figura del héroe, sueños, apariciones de fantasmas, presagios y habilidades sobrehumanas. Este tema está incluido en sus trabajos Taira Tomomori borei no zu y el tríptico Gōjō no bashi no zu de 1839.
Durante las reformas Tempō de 1841 a 1843, se prohibieron oficialmente la ilustraciones de cortesanas y actores en el ukiyo-e y ello pudo haber influido en la producción de caricaturas (giga-e) de Kuniyoshi, que se utilizaban para disfrazar a actores y cortesanas reales. También servían como críticas simbólicas y humorísticas al Shogunato y se convirtieron en populares entre el público insatisfecho por la política. 


Durante la década que siguió a las reformas, Kuniyoshi creó impresiones de paisajes (fūkeiga), que estaban fuera de la censura y satisfacían el aumento de popularidad en el viaje personal. Entre sus obras destacan Sankai meisan zukushi, que incorporaba el uso de sombra y perspectiva occidentales y Tôto meisho que influenciaron al Fujaku sanjurokkei de Hokusai. También durante esa época, creó obras sobre la naturaleza, como animales, aves y peces, en que mimetizaba la tradición japonesa y la pintura china.
A finales de los años 1840, Kuniyoshi comenzó de nuevo la ilustración de actores, evitando la censura a través de retratos infantiles o caricaturas de actores de kabuki famosos, como el Nitakaragura kabe no mudagaki. En 1856, Kuniyoshi sufrió una parálisis que le impedía mover sus miembros con facilidad. Sus trabajos a partir de ese momento eran más débiles en el uso de la línea y menos vitales. Antes de su muerte en 1861, Kuniyoshi pudo presenciar la apertura del puerto de Yokohama a los extranjeros y en 1860 realizó dos obras representando occidentales en la ciudad. Kuniyoshi murió en marzo de 1861 en su casa de Genyadana.

Kuniyoshi fue maestro y tuvo numerosos pupilos que continuaron su rama de la escuela Utagawa. Entre los pupilos más notables se encontraban a Yoshitoshi, Yoshitora, Yoshiiku, Yoshikazu y Yoshifuji. Sus estudiantes comenzaban un aprendizaje en los que trabajaban en el estilo musha-e, similar al de su maestro. Cuando se convertían en artistas independientes desarrollaban sus estilos propios. Su estudiante más importante fue Yoshitoshi, considerado como el último maestro de la impresión xilográfica.  




Gato casero

















Los muchos gatos de Utagawa Kuniyoshi

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Tres gatos de fiesta
Utagawa Kuniyoshi, nacido el 1 de enero de 1797, fue uno de los últimos grandes maestros de impresión mediante planchas xilográficas y pintura en el estilo ukiyo-e, además de miembro de la Escuela Utagawa, encabezada por Utagawa Toyokuni, donde ingresó en 1811. Al cabo de tres años de aprendizaje, su maestro le dio el nombre de Kuniyoshi y empezó a trabajar como artista independiente. A pesar de sus brillantes comienzos, no realizó muchos grabados entre los años 1814 y 1825, quizá por no ser conocido y por la gran competencia. En 1828 recibió su primer encargo de importancia, una serie sobre las vidas de los héroes del Suikoden que le hizo muy popular en Edo (Tokio en la época), abriéndole la puerta de los círculos literarios y de ukiyo-e más importantes.
Diversión, la primera nevada


La época correspondía al final del famoso periodo edo (1603-1868), durante el que el shogunato Tokugawa consiguió unificar Japón, dando pie a un largo y próspero periodo de paz con un gran desarrollo social y cultural. La nueva burguesía, formada sobre todo por mercaderes, estaba deseosa de gastar dinero en las artes. Una de las formas más populares fue los ukiyo-e, impresiones a partir de planchas de madera o xilográficas en las que se representaba a héroes legendarios, paisajes, escenas de la vida cotidiana y estrellas del teatro kabuki.
Dos gatos como luchadores de sumo


A principios de la década de 1840, convencido el shogunato de que estaba perdiendo el control del ejército, la economía, las finanzas y la religión, impuso las reformas Tenpo, destinadas a calmar el desasosiego social. Además de encarcelar a importantes políticos y escritores, se empezó a ejercer una férrea censura sobre la literatura y representaciones artísticas en general. Entre otras cosas, se prohibió realizar dibujos de los actores de teatro kabuki, cortesanas y geishas porque incitaban al pueblo a lujos demasiado costosos.


Para superar la censura, a Utagawa Kuniyoshi se le ocurrió representar a los actores más famosos con rasgos de gatos, añadiendo pequeños detalles que permitieran identificarles. Sus impresiones se hicieron muy populares y los amantes del teatro kabuki disfrutaban buscando las pistas que les permitieran reconocer a los actores que aparecían en cada dibujo.
Siete de Las Cien Fisionomías


Se cree que los dos años en que la censura fue más estricta empujaron no solo a Utagawa Kuniyoshi, sino a muchos artistas japoneses, a hacer uso de la imaginación, llegando a crear una nueva tendencia dentro del ukiyo-e.



Gatos músicos
Sin embargo, el artista había empezado a dibujar gatos mucho antes de las reformas Tenpo y se sabe que, cuando alcanzó la talla de maestro y abrió un estudio, además de alumnos también había muchos gatos. 

Se cree que los primeros gatos domésticos llegaron a Japón a mediados del siglo VI al mismo tiempo que los textos budistas, para protegerlos contra los ratones. 

La primera mención del gato doméstico aparece en el diario del emperador Uda (867-921), donde habla de un gato negro que llegó de China en 884. 

El primer nombre conocido de una gata en Japón es Myobu no Otodo, que significa Primera Dama del Palacio Interior. La aristocrática felina pertenecía al emperador Ichijo (980-1011), tenía un rango en la corte y llevaba un collar rojo. El dibujo más antiguo de un gato en Japón se debe a Toba no Sojo (1053-1140) y forma parte de un pergamino narrativo. A partir de esa época parece que el gato empezó a ser habitual en los hogares japoneses.
Chojugiga, de Toba no Sojo (s. XII)



Gatos y cerezo en flor
Utagawa Kuniyoshi hizo cientos de dibujos de gatos y los presentó de todas las formas posibles. Creó la serie “Neko no ateji” con gatos adoptando formas para reproducir nombres de peces mediante el carácter kana, así como una serie en que los gatos ilustran proverbios. En otras ocasiones pintó gatos antropomorfos vestidos con suntuosos trajes y comportándose como seres humanos.



Gato ladrón
Uno de nuestros grabados favoritos es el del gato ladrón. Cuentan que a menudo se pasaba el día trabajando con un gato metido en su kimono y que alentaba a sus alumnos a pintar gatos.




Uno de sus dibujos más famosos es un tríptico titulado “Gatos sugeridos como las 53 estaciones de la Tokaido”, donde cada gato representa una etapa de la carretera que une Tokio con Kioto. Diez años antes, entre 1833 y 1834, el famoso artista Hirogishe realizó una serie de 53 impresiones titulada “Las cincuenta y tres estaciones de la Tokaido”, que tuvo un enorme éxito. Utagawa Kuniyoshi decidió sustituir los paisajes por gatos a modo de broma.
Las 53 estaciones de la Tokaido


Gatos formando el carácter “pez gato”
Por ejemplo, la estación 41 se llama Miya, cuya pronunciación recuerda a la palabra “padres” en japonés. El artista describió la estación con una gata y dos gatitos (arriba a la izquierda en la reproducción). Por cierto, todos los gatos del tríptico son rabicortos, una peculiaridad de los gatos japoneses. También incluyó a un bakeneko o gato cambiante (a la derecha, a media altura, con la cabeza tapada con un pañuelo), https://gatosyrespeto.org/2016/02/04/los-gatos-cambiantes-o-bakeneko-de-japon/



Niño con gato
Proverbios 


 
Tuvo muchos alumnos notables durante sus años de maestro. Todos empezaban como aprendices y seguían el estilo del profesor. Luego, cuando ya eran independientes, desarrollaban estilos propios, como ocurrió con Yoshitoshi, considerado el último maestro del arte de la plancha xilográfica en Japón.



Utagawa Kuniyoshi, un gran artista con mucho sentido del humor, falleció en abril de 1861 a los 65 años.

Utagawa Kuniyoshi.

https://es.wikipedia.org/wiki/Utagawa_Kuniyoshi


https://gatosyrespeto.org/2017/08/10/los-muchos-gatos-de-utagawa-kuniyoshi/

https://gatosyrespeto.org/2016/02/04/los-gatos-cambiantes-o-bakeneko-de-japon/





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