Aunque la invisibilidad del animal a la que alude el título de este blog es cultural o metáfora de imprecisión zoológica, los recursos miméticos y obliterativos de muchas especies constituyen algo muy semejante al poder de la invisibilidad. Ya hemos dado cuenta de ello en artículos específicos, y no es nuestra intención insistir en ello, y especialmente en lo referente al modo de ilustrarlo gráficamente en los libros de divulgación zoológica que tratan el tema, dado que a menudo caen en el síndrome de Abbott Thayer diseñando un fondo que parece ser quien se quiere invisibilizar del animal.
La percepción visual es algo complejo, y no se basa sencillamente en la capacidad del ojo de captar la luz, como bien saben los especialistas que han estudiado el difícil aprendizaje al que se han de someter los ciegos de nacimiento que recuperan la capacidades físicas de sus ojos sin saber discernir por ello el contenido de las imágenes, o todos aquellos que padecen cualquier tipo de afasia perceptiva, sea de orden visual o no, como muy bien ilustró el director de cine Joaquim Jordà en su interesantísima obra póstuma "Más allá del espejo", que insertamos a continuación.
Sin embargo, aquello que sirve a nuestra percepción para identificar lo que ve es lo mismo que le sirve para engañarla, o para evocar la percepción de algo que no está ahí, en definitiva todo aquello de lo que se sirven las diferentes formas de arte figurativo para inducir a nuestros sentidos a informarnos de la presencia de formas de objetos sólo reales para nuestra percepción. El ilusionismo y la magia suponen la manipulación controlada de nuestra percepción. La fotografía participa de los recursos del ilusionismo óptico, y sus particularidades técnicas a menudo son la prueba de que lo que vemos y lo que fotografiamos no siempre se parecen.
Para ilustrarlo, me ha parecido oportuno rescatar la siguiente entrada de La Voz del Muro firmada por Alberto Díaz Pinto, un divertido recopilatorio de fotografías domésticas de animales camuflados con su entorno, aunque, como veréis, no sé si por auténtica confusión o por ironía del cronista, un burro camuflado entre las rocas es, en realidad, un perro.
http://lavozdelmuro.net/25-animales-domesticos-casualmente-camuflados-en-los-lugares-mas-inusuales-de-la-casa/
por Alberto Díaz Pinto
el 18/03/2015 en Ternura
el 18/03/2015 en Ternura
Hace algún tiempo os hablábamos del camuflaje que presentan algunas especies
en su entorno natural. Animales que son capaces de pasar completamente
desapercibidos ante nuestros ojos, gracias a que sus cuerpos han ido evolucionando para adaptarse perfectamente al entorno en el que viven. También os contábamos cómo muchos insectos imitan el aspecto de otros para ocultarse en la naturaleza, y cómo los búhos consiguen mimetizarse y fundirse con el ambiente.
La forma en que un animal consigue camuflarse está determinada genéticamente. Cada nueva generación consigue adaptarse mucho mejor que la anterior a su entorno. El factor que determina que estas especies adquieran un camuflaje viene determinado por la supervivencia.
Sin embargo, los animales domésticos no necesitan ningún tipo de camuflaje, ya que supuestamente no viven en un entorno que pueda suponer ningún peligro, y no necesitan pasar desapercibidos para conseguir un plato lleno de comida. Irónicamente muchos de ellos consiguen camuflarse a la perfección con los objetos de su entorno, despertando de forma irremediable toda nuestra ternura hacia ellos:
Fuente: distractify
La forma en que un animal consigue camuflarse está determinada genéticamente. Cada nueva generación consigue adaptarse mucho mejor que la anterior a su entorno. El factor que determina que estas especies adquieran un camuflaje viene determinado por la supervivencia.
Sin embargo, los animales domésticos no necesitan ningún tipo de camuflaje, ya que supuestamente no viven en un entorno que pueda suponer ningún peligro, y no necesitan pasar desapercibidos para conseguir un plato lleno de comida. Irónicamente muchos de ellos consiguen camuflarse a la perfección con los objetos de su entorno, despertando de forma irremediable toda nuestra ternura hacia ellos:
1. Es difícil saber donde empieza el perro y donde la moqueta
2. El dueño de este gato debería plantearse cambiar el suelo para evitar pisar a su mascota
3. Si no fuese por el collar, diría que ahí no hay ningún animal
4. Increíble, ¡solo puede distinguirse su carita tan apacible!
5. Deberían haber contratado a este gato para hacer el anuncio con Mimosín
6. En otoño no hay quien supere el camuflaje de este gato
7. No me extraña que sea su sitio favorito para echarse la siesta
8. “¡Avisad cuando paséis la aspiradora por la alfombra!”
9. Si vuestra mascota no posee los colores idóneos para hacerse invisible, podéis usar un blanco y negro y todo solucionado
10. Estoy convencido de que si el minino cerrase los ojos, no seríamos capaces de verlo
11. El burro que se transformaba en roca (por no hablar del gran danés que se transformaba en burro, porque me temo que el bueno de Alberto Díaz Pinto ha sido víctima de un error -nota de "El animal invisible"-)
12. Un sitio perfecto para ocultarse y para echarse a dormir
13. No parece estar cómodo
14. Nadie hubiera pensado que las manchas de este dálmata le proporcionarían un camuflaje perfecto
15. ¿Esta silla le recordará a su mamá?
16. Cuando este perro quiere dejar de ser molestado acude a la alfombra del salón
17. ¡Cuidado! no vayan a aplastarlo cuando se tumben en el sofá
18. Este gato solo tiene que darse la vuelta para volverse invisible
19. ¿No es la toalla más linda que habéis visto nunca?
20. Disfrutando de una siesta muy discreta
21. Esperemos que la alfombra sea sintética
22. Las sábanas son una prolongación del cuerpo de este gatito
23. Gracias al collar y a que le sobresalen las patas traseras y el rabo, puedo decir que ahí hay un animal
24. ¿Compraron el gato a juego con el sofá o el sofá a juego con el gato?
25. A una vaca también le funcionaría este camuflaje
Fuente: distractify
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