Hace ya tiempo, cuando me dedicaba a las escenografías y reproducciones naturalistas, inicié un proyecto que consistía en equiparar los animales con objetos de joyería por establecer una clara pero ingenua analogía con expresiones como "las joyas de la naturaleza", expresión ésta, por cierto, empleada muy a menudo por los naturalistas con los que solía colaborar al referirse a animales especialmente bellos, pero más específicamente cuando eran particularmente frágiles, raros o escasos. Uno de estos naturalistas, volcado en programas de crianza y recuperación de especies de pequeños reptiles y anfibios en peligro de extinción, los criaba en cautividad para aprender más directamente acerca de sus necesidades y ciclos vitales. Una vez que estos ciclos vitales acababan, mi amigo preservaba sus cuerpos en preparaciones de glicerina o de formol que etiquetaba y archivaba minuciosamente, cayendo en el típico coleccionismo de especímenes tan querido por muchos amantes y estudiosos de la naturaleza. A menudo, al observarlos dentro de sus contenedores transparentes, pronunciaba las palabras "joyas de la naturaleza", más justificadas cuanto más rara, exótica o escasa era la especie, adquiriendo entonces una categoría similar a las valiosas piezas de una colección filatélica o numismática. Fue entonces cuando se me ocurrió utilizar algunos de estos restos zoológicos para realizar un proyecto artístico consistente en reproducir sus anatomías mediante moldes y técnicas de fundición de joyería. El resultado en ciertos casos resultaba tan realista, que pensé incluso en incluírlos en terrarios o instalaciones similares a las que realizaba para seres vivos, a modo de instalación en las que incluiría vitrinas ocupadas por pequeños estuches de joyería ocupados por los cuerpos disecados (o incluso vivos, algo más problemático tanto técnica como éticamente) de los animales. El título estaba claro: joyas de la naturaleza.
Aunque los resultados plásticamente eran notables, y no carentes de dificultades técnicas resueltas por los especialistas en joyería y microfusión Jaime Luís y Helena Luís, la presentación pública del material siempre ha sido postergada a causa de muchas razones que me gusta resumir, resignadamente, en una cierta reticencia a hacerlo por no incurrir en una contradicción: el proteccionismo que pretendía reivindicar se vería en realidad mermado por las propias piezas, que no hacían sino publicitar la escasez de las especies reproducidas, y en este caso cualquier tipo de revalorización económica de las mismas era de lo más contraproducente.
Los animales escasos, raros, son rentables desde un punto de vista mediatico, y, en definitiva, comercial, lo que, en muchos casos no hace sino poner un alto precio a sus cabezas, o a sus cuernos, o a sus pieles...
Entenderéis que haya querido enlazar sutilmente la sucesión de entradas del blog de estos últimos días, y que dé cobertura a un par de artículos on line que creo me dan la razón al respecto, a cargo de Ricardo Gamaza, sobre la problemática revalorización del lince ibérico como joya natural, y de Alberto Díaz Pinto, que hace un pequeño recopilatorio de animales considerables como raros desde su doble acepción de extraños y escasos.
Ricardo Gamaza
Ricardo Gamaza es bloguero y periodista especializado en ecología, ecoturismo y salud. Galardonado con 19 premios de periodismo y comunicación nacionales e internacionales, ha trabajado en prensa, radio, televisión y como corresponsal en Sudamérica. Actualmente produce videoreportajes de Ecología para diversos medios de comunicación.
www.ricardogamaza.com
@RicardoGamaza
ecoperiodismo@ricardogamaza.com
www.ecoperiodismo.es
Periodista, especialista en Medio Ambiente
El valor (y no el precio) del lince ibérico
Publicado: 21/02/2015 09:55 CET Actualizado: 21/02/2015 09:56 CET
2015-02-18-lince.jpg
Imagen: EFE
El valor (y no el precio) del lince ibérico
Publicado:
Actualizado:
Imagen: EFE
La muerte de Killer, un lince ibérico que ha sido atropellado en una de las carreteras que cruzan Doñana, abre la estadística de muertes de 2015 en el emblemático espacio natural, que acabó el año pasado superando el récord histórico de fallecimientos de este felino, el más amenazado del mundo. Pero más allá de la cifra, el atropello del linces y la posterior fuga del conductor, reabre también un debate en el que hasta algunas organizaciones ecologistas empiezan a plantearse si las cantidades millonarias destinadas a la supervivencia de esta especie están sirviendo para algo.
Lo apunta Juan Romero, representante de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana, en el boletín InfoDoñana, el único medio de información ecológica sobre este parque nacional que edita WWF-España desde hace 15 años: en este espacio protegido, "los linces mueren por atropellos o disparos y no pasa nada", y sentencia el representante ecologista que "Europa debería retirar los fondos del lince a España". Sin duda, la inacción a la hora de solucionar lo urgente (la muerte de Killer se habría solucionado poniendo una simple valla, como ha dicho en su cuenta de Twitter el secretario general de WWF-España, Juan Carlos del Olmo) está empañando lo importante. El descrédito causado reabre el viejo argumento que tanto daño ha hecho a la conservación: ¿cuánto cuesta un lince?".
El caso es que mientras se dedican amplios programas con presupuestos millonarios a proteger al lince ibérico, las noticias de muertes de esta especie han llevado a parte de la opinión pública a plantearse si es rentable o no gastar dinero en este felino, ya que siguen cerniéndose sobre él muchas amenazas que no se han resuelto.
Pero insistir en el gasto que se realiza en la conservación del lince sólo sirve para dar alas a los planteamientos demagógicos sobre si este país y esta sociedad se pueden permitir un gasto de esta magnitud en la coyuntura económica actual para intentar salvar a una especie que tiene muchas posibilidades de desaparecer.
El lince ibérico es una especie sobre la que se viene investigando y proponiendo actuaciones para evitar su extinción desde hace décadas, pero los últimos 15 años han sido fundamentales:
- Se ha aprendido a criarlos en cautividad y el programa tiene un éxito incontestable, anticipándose a las previsiones iniciales en el logro de objetivos.
- Se ha extendido el programa de cría en cautividad y ahora ya no sólo están en Andalucía (Doñana, La Olivilla y Zoobotánico de Jerez), sino también en Extremadura (Granadilla) y Portugal (Silves).
- Se ha mejorado el conocimiento y actuado (de manera muy relevante) en la mejora y adecuación de infraestructuras para los individuos que se encuentran en el campo.
- Se ha multiplicado por tres la población en campo, pasando de 94 ejemplares en 2002 a 332 ejemplares en 2013.
- Se han soltado en el medio natural 71 ejemplares provenientes del programa de cría en cautividad sólo en los últimos cuatro años. Este dato es significativo, pues ya se ha superado con las sueltas el número de ejemplares que se integraron en el programa extraídos del campo.
- Se ha podido comprobar no solo la adaptación y mantenimiento en el medio natural de un buen número de estos ejemplares, sino, lo más importante, la reproducción en campo de animales que provienen del programa de cría (por primera vez en 2012).
- Se ha mejorado notoriamente el conocimiento sobre la variabilidad genética y actuado en consecuencia para reforzar la misma en el campo. En este sentido, en las acciones de refuerzo genético de la población Doñana-Aljarafe, se han liberado un total de 6 linces ibéricos procedentes de Sierra Morena y del centro de cría de la Olivilla, con los siguientes resultados (datos de 2013): en 2011, de los 20 cachorros nacidos, 16 eran descendientes de un ejemplar liberado procedente de Sierra Morena. En 2012, de los 26 cachorros detectados, 16 fueron descendientes directos o de segunda generación de los ejemplares liberados. En 2013, de los 27 cachorros detectados, 15 son descendientes directos, de segunda generación o de tercera generación de los ejemplares liberados.
Para WWF-España, esta carretera es un ejemplo más de la inacción de las administraciones a la hora de solucionar cuestiones clave y muy sencillas. La ausencia de un vallado en esta zona, con alta densidad de vegetación y un elevado número de conejos (base de la alimentación del lince ibérico), convierten esta zona en un lugar idóneo para este felino... si no fuera por el asfalto. "El retraso de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía en aplicar medidas en un lugar donde todos sabían que era imprescindible actuar es totalmente inaceptable", explica Luis Suárez, responsable del Programa de Especies de WWF España. "Hace ya más de seis meses que la citada Consejería anunció que había firmado el convenio de colaboración del Proyecto Iberlince, y desde entonces casi no se han realizado actuaciones, ni tan siquiera algo tan sencillo y eficaz como el desbroce de los márgenes de las carreteras ". Y concluye: "Sin el compromiso de todas las administraciones, resulta imposible garantizar la conservación de una especie en la que se están invirtiendo tantos esfuerzos. La Consejería de Fomento debe intervenir con urgencia y debe ir más allá de las actuaciones previstas en Life+, aportando los suficientes fondos propios para ejecutar todas las medidas necesarias".
Un trabajo por hacer que históricamente han aprovechado algunos columnistas, que llegan a tasar en un millón de euros el coste de cada lince ibérico. Unas cuentas que, además, no están bien hechas: proteger al lince es mucho más que salvar de la extinción a este felino (el más amenazado del mundo). El Lynx Pardinus es lo que se denomina una especie bandera, es decir, una especie que causa simpatía en la opinión pública, un emblema, un icono del desarrollo sostenible. Pero además, y desde el punto de vista ecológico esto es lo verdaderamente importante, es lo que se llama una especie paraguas: en ciencia se define así a las especies cuya protección y presencia afecta indirectamente a otro sinfín de especies del mismo hábitat. Por eso, los números de protección del gran gato, como se llama coloquialmente a este felino, deberían incluir al bosque mediterráneo y la biodiversidad que alberga. Eso en términos simplemente económicos. Pero como escribió el poeta andaluz Antonio Machado, "todo necio confunde valor y precio". Éticamente, el valor de una especie no debería tasarse teniendo en cuenta sólo y exclusivamente su valor en euros: ¿cuánto vale la vida?
Otra cuestión es el uso que se esté haciendo de esos fondos para la conservación del lince ibérico en particular y del bosque mediterráneo en general. A veces, aunque la gestión de la conservación de esta especie sea complicada, bastan medidas muy sencillas para salvarle la vida a los pocos ejemplares que quedan de linces, como denunciaba el secretario general de WWF-España, Juan Carlos del Olmo en su cuenta de Twitter tras el atropello de Killer: "Otro lince atropellado en Doñana ¿Cuántos más deben morir para que la Junta de Andalucía ponga una simple valla?".
A veces, la vida cuesta el precio de una valla, pero el valor del lince ibérico no tiene precio.
http://lavozdelmuro.net/conoce-a-estos-28-animales-en-peligro-de-extincion-porque-quizas-no-vuelvas-a-verlos-mas/
por Alberto Díaz Pinto
el 19/02/2015 en Destacada
el 19/02/2015 en Destacada
Se dice que las especies de animales y vegetales se encuentran en peligro de extinción, cuando la continuidad de su existencia se encuentra amenazada. Lamentablemente, la acción del ser humano
es uno de los principales motivos de que muchas especies se encuentren
en esta situación. El cambio climático, la deforestación, la
contaminación de nuestros mares y océanos o la persecución de ciertas
especies, son solo algunos de los motivos que han hecho que muchas especies hayan y estén desapareciendo.
A pesar de que muchos científicos consideran que la extinción es un proceso natural, actualmente este proceso avanza cada día más y más deprisa. Afortunadamente, hay gente que, día tras día, trata de salvaguardar a muchas de estas especies, pero no es suficiente, puesto que debería ser una labor global. Por ello, y para que muchas personas tomen conciencia de ello, os presentamos 30 hermosos animales que podrían llegar a desaparecer si no se hace algo para evitarlo:
Estos marsupiales habitan en las selvas tropicales de Nueva Guinea y, cómo su propio nombre indica, son parientes de los canguros. Por desgracia, la caza y la deforestación han reducido a un 1% su población originaria.
También conocido como salamandra mexicana, el ajolote puede encontrarse en varios lagos de America Central, incluyendo el lago Xochimilco en la Ciudad de México. Desde 2010, su población ha disminuido de forma alarmante, por lo que fue tipificada como en peligro de extinción. Durante la elaboración de un estudio en 2013 no se pudo encontrar ningún ajolote salvaje.
Cuando nacen, los ciervos ratón de Java pesan unos 100 gramos y son, aproximadamente, del tamaño de un hámster, aunque no crecerán mucho más. Un ejemplar adulto suele pesar en torno a 1 kilogramo. Rara vez vistos en la naturaleza, estos ciervos diminutos corretean por los alrededores de las selvas del sudeste asiático. Actualmente se encuentran amenazados por la deforestación masiva.
Estas imponentes aves habitan en el monte Everest, el Himalaya y otras regiones montañosas de Europa y Asía. En el último siglo, estos buitres barbudos han sido prácticamente exterminados por el temor a que atacaran al ganado y a los niños de la zona. Actualmente, WWF estima que tan solo quedan unos 10.000 ejemplares.
Este increíble insecto es otra criatura que lucha por su supervivencia. Solo habita en las zonas de selva tropical de Australia. La imagen fue tomada por el ecologista y fotógrafo Lui Weber, que sería el único ejemplo de la especie encontrada en el 2011.
Es uno de los pocos anfibios totalmente acuáticos del mundo, es decir, que come, duerme y cría bajo el agua. Moraba en las oscuras y profundas cuevas del sudeste y del centro de Europa, pero la contaminación a diezmado considerablemente su población. Al vivir en completa oscuridad, el Olm no ha desarrollado ojos. En su lugar, posee un increíble sentido del oído y el olfato.
Los quokkas son unos marsupiales muy tiernos que habitan en algunas pequeñas islas de la costa de Australia Occidental. Se dice que son unas criaturas extremadamente amables y amigables, ya que han sido vistos acercándose a dingos y zorros salvajes con la esperanza de hacer amigos.
El Saiga es un mamífero perteneciente a la familia de los antílopes que vive en las estepas de Eurasia, incluyendo Zungaria y Mongolia. Esta increíble criatura tiene una curiosa nariz ‘alienígena’, extremadamente flexible, con la que filtra el polvo que se levanta en estos áridos climas. La caza y la pérdida prolongada de su hábitat, ha reducido su especie a unos pocos miles de ejemplares.
Este curioso cocodrilo, propio de los sistemas fluviales del subcontinente indio, se encuentra en grave peligro de extinción por culpa de la caza. Su mandíbula, larga y delgada, lo convierten en un magnífico pescador. Estos ejemplares pueden llegar a alcanzar hasta 6 metros de largo y 160 kilos de peso. Se estima que su población es menor de 235 ejemplares.
Estas aves de colores brillantes lucen como si fuesen títeres. Al igual que el dodo, es un ave que no puede volar y que habita en Nueva Zelanda. En el año 1898, estos extraños animales fueron declarados extintos, pero volvieron a resurgir en 1948. En la actualidad, permanecen en algunas islas libres de depredadores.
El Delfín de Irrawaddy se encuentra en las zonas costeras del sur y sudeste de Asia. Son conocidos por su frente abombada y su pico corto, rasgos que les confieren un aspecto mucho más extraño que sus primos los delfines. Estudios recientes estiman que su población se ha visto diezmada a unos 77 ejemplares, debido principalmente a la sobrepesca.
Esta especie se caracteriza porque se da en un montón de colores vivos. Actualmente su población se ha visto obligada a vivir cerca de Quepos, Costa Rica. Su brillante piel es un recordatorio para cualquier depredador, pues posee una de las neurotoxinas más potentes del mundo.
Estos pequeños primates pueden encontrarse en Asía a la increíble altitud de 13000 pies. Algunos dicen que esta especie de mono se parece a los ‘elfos’ y otros que son ‘adictos a la cirugía plástica’. Lo cierto es que estos pequeñines se encuentran en peligro de extinción por la deforestación masiva.
Tan solo se encuentran en pequeñas zonas del Atlántico Norte debido a la caza desmedida. Estos enormes animales pueden llegar a pesar hasta 400 kilos y medir 2,40 metros. Son conocidos tener sobre su cabeza una cavidad nasal, que inflan y desinflan si se sienten amenazados, para nadar o para mostrar jerarquía.
Esta extraña especie de mono solo puede encontrarse en la Isla de Borneo. La población de estos primates se ha reducido a un 50% en los últimos 40 años, como producto de la deforestación.
El Dugongo es solo una de las cuatro especies de vacas marinas que existen. Pueden encontrarse desde el Océano Pacífico, hasta la costa oriental de África. Cazados por su carne y aceite, estos gigantescos seres se encuentran en peligro de extinción.
Originario de Nueva Zelanda, el Kakapo es el loro más gordo del mundo y por eso es la única especie de loro que no puede volar. Cuando los europeos colonizaron la isla, llevaron consigo unos simpáticos animales de compañía que han sido los culpables de la practica extinción de esta especie, los gatos. Actualmente, están en peligro crítico y solo 128 ejemplares permanecen en algunas islas libres de depredadores.
Considerados un manjar por algunos, los cangrejos del coco son el artrópodo de mayor tamaño del mundo, que puede llegar a pesar hasta 9 kilos. Como su propio nombre indica, este animal se ha especializado en trepar a los árboles para recoger cocos que, posteriormente, aplastará con sus poderosas pinzas. Recientemente, han comenzado a protegerse en ciertas zonas debido a la sobrepesca que los ha dejado al borde de la extinción.
En las praderas y estepas de Asía Central vive este pequeño gato salvaje. Su grueso pelaje les hace parecer más grandes de lo que realmente son. Son animales solitarios que solo salen de sus cuevas por la tarde, justo para comenzar su jornada de caza. La degradación de su hábitat es us principal amenaza.
En la Llanuras de Horton, en la región de Sri Lanka, vive el escurridizo Loris que solo ha sido visto cuatro veces desde 1937. Entre el tercer y el cuarto avistamiento pasaron 63 años, por lo que se creía extinto. Sus grandes ojos le otorgan una excelente visión nocturna, pero también han sido su perdición ya que algunas comunidades muy supersticiosas creen que su carne puede curar la lepra y su cuerpo proteger de las maldiciones.
Esta tarántula solo se encuentra en un pequeño bosque indio de apenas 100 kilómetros cuadrados. Sus bellos colores la han convertido en uno de los artrópodos más preciados por los coleccionistas, que pueden llegar a pagar hasta 500 dólares por ejemplar, lo que ha hecho que su población disminuya significativamente y se encuentre en peligro.
El Markhor es el animal nacional de Pakistán. Su aspecto imponente y sus preciosos cuernos, hacen que parezca un animal sacado de un libro de fantasía, por lo que se ha convertido en el trofeo perfecto para los cazadores. Actualmente se estima que solo quedan unos 2.500 ejemplares.
El Solenodon es natural del Caribe. Se trata de uno de los pocos mamíferos venenosos del mundo y es una especie que prácticamente no presenta cambios adaptativos desde hace 76 millones de años. La llegada de los gatos y otros depredadores europeos, han llevado a este ancestral animal al borde de la extinción.
Es la especie de murciélagos más pequeña del mundo, con una medida inferior a 2,8 centímetros y unos gramos de peso. Viven en las cuevas de piedra caliza en la zona oeste de Tailandia y el sur de Birmania, donde el desarrollo humano está reduciendo su población de forma significativa.
Esta pantera es en realidad un tipo de puma que habita en los bosques y pantanos de Florida y uno de sus animales oficiales. Estos felinos nacen con un pelaje moteado que se va desvaneciendo con el tiempo. Se estima que quedan solo 160 ejemplares debido a la caza furtiva y los atropellos accidentales.
Los equidnas de pico largo son tremendamente importantes para la ciencia ya que, junto con el ornitorrinco, son los únicos mamíferos que ponen huevos. A pesar de su gran interés científico, este animal se creía extinto y no fue hasta el año 2007, cuando se descubrió una pequeña población de ejemplares.
Estos rarísimos delfines ciegos son conocidos por su larguísimo hocico y por ser uno de los cuatro tipos de delfines de agua dulce. Viven en los ríos de Nepal, Bangladesh e India, donde la continua contaminación de las aguas ha reducido su número a unos 1.200 ejemplares.
Conocido como la ‘jirafa cebra’, el Okapi posee el grosor del cuello de una jirafa y las piernas rayadas de una cebra. Saltó a la fama en el año 1.800, época en la que nadie creía que esta especie fuera real, por lo que se convirtió en un preciado trofeo de caza. Hoy solo se encuentra en la República Democrática del Congo y se estima que solo quedan entre 10.000 y 20.000 ejemplares vivos.
Fuente: distractify
rinocerontes
(publicado anteriormente por el autor de este blog)
http://mafa-elanimalinvisible.blogspot.com.es/2013/11/fama-y-desaparicion-del-rinoceronte.html
Doble página ilustrada publicada en LA VANGUARDIA. El diseño de esta profusa ilustración infográfica es de Jaime Serra. Un raro ejemplo de profusa información visual sobre las distintas especies de rinocerontes. Lo curioso del caso es que se descubra al gran público la variedad de especies para dar más peso a su pérdida. Joan Fontcuberta señala que los estampados florales y vegetales en las decoraciones murales son propios de la era industrial, urbana, y por tanto suponen una constatación de la ausencia de la naturaleza en el entorno humano inmediato. Aquí nos encontraríamos ante un caso similar. El desconocimiento generalizado de la variedad de especies de rinocerontes sólo empezó a paliarse cuando los zoólogos comenzaron a confirmar su paulatina e inexorable desaparición. Quizás lo más conmovedor del caso es que en su día el artículo se publicó, como podéis ver, en la sección de "tendencias". Da que pensar.
La potente presencia de la imagen del rinoceronte en la bibliografía ilustrada de todos los tiempos, desde los más antiguos bestiarios hasta nuestros días, no hace sino reforzar su futuro como mito zoológico similar al generado por las antiguas descripciones de Marco Polo y un deseo de confirmar la existencia de mitos y monstruos como el unicornio.
Hoy rescatamos esta excelente doble página ilustrada de LA VANGUARDIA, anterior a la confirmación oficial de la extinción del rinoceronte de Sumatra y la del rinoceronte negro, que ya hemos comentado en anteriores entradas, al comprobar las múltiples visitas recibidas recientemente por uno de nuestros análisis de la iconografía del rinoceronte, que, gustosos, volvemos a reproducir a continuación:
David Hockney afirmaba, en cierta ocasión, la única existencia de dichos sentimientos, que el lenguaje se ha empeñado en ampliar por dos razones básicas: amor o miedo. Para el “animal” (en términos absolutos) al que apuntamos, el miedo protector fabrica señas reconocibles a grandes trazos. La “animalidad” del hombre conlleva sus limitaciones. No es casual que los otros animales o las plantas, las formas vivas con las que desde su origen ha tenido que medirse motiven imágenes simbólicas o icónicas cuyo origen no es meramente visual sino intersensitivo. Gauthier, no obstante, sólo contempla el componente estrictamente visual de la visión desprovista del valor añadido intersensorial: “...no ha “inventado” realmente a esos monstruos que, pese a todo, ha arrancado de la nada o, si se prefiere, de una red de formas en deuda con el azar, primero, y después con una mirada inspirada del interior, por haberle dado la vuelta al significado. A esos monstruos, los conocemos, bien porque evocan algún animal temible pero repertoriado (lobo, cocodrilo, serpiente) bien porque, como lo hacen las quimeras, dragones o demonios de cualquier índole, habitan, desde que el tiempo es tiempo, mitos y leyenda (... )¿se reinventa permanentemente, según trayectos casi inamovibles, antiguas figuras que son testimonio, a pesar de la evolución de las técnicas de producción de imágenes, de la universalidad de las operaciones primarias? o, ¿buscamos imitar imágenes profundamente interiorizadas, por la pertenencia a una cultura? El monstruo no es el único en plantear este enigma: el árbol y la ciudad *, por ejemplo, nos vuelven a remitir a él con idéntica obsesión, al igual que la asociación de la imagen de la mujer a la del agua (...) más allá de las proliferantes imágenes publicitarias”.
Creo oportuno el intento de clasifcación de esta categoría de imágenes que establece Guy Gauthier, pero no puedo evitar un sentimiento de vacío al no contemplar la percepción sino desde sí misma, condicionándola a la traducción de nuestra percepción humana “desanimalizada”, recodificada lingüísticamente. Es comprensible, no obstante, que Gauthier huya de las letales arenas del pantano donde sólo habita la cosa del pantano, y contemple la génesis de dichas imágenes en su plasmación gráfica y lo que del artista como entidad antropológica ésta desprende.
1º.- Imputable a ignorancia/fidelidad relativa de nuestra memoria visual ejemplo: los dibujantes que acompañaban al capitán Cook y sus grabado “manifiestamente influídos por una imaginería idílica y bucólica del siglo XIX.”
Si tenemos en cuenta la época en que Durero realiza el grabado, es más probable que las expediciones más frecuentes fuesen las asiáticas (Africa conservó más tiempo sus misterios) y los cronistas describiesen a un rinoceronte asiático, el que hoy se conoce como “blindado”, cuyas características pseudoplacas de durísima piel originarían la relevancia de la armadura como para ser plasmada sin ser olvidada entre otras características llamativas del animal. Lo cierto es que la presencia gráfica del modelo de Durero (paradigma de exactitud de su tiempo) pervive con obstinada persistencia en representaciones gráficas incluso muy posteriores. Gauthier, a este respecto, nos remite la explicación, estrictamente racional -señala-, que nos ofrece Umberto Eco: “(los exploradores y zoólogos) han visto verdaderos rinocerontes y saben que no tienen escamas imbricadas, pero no consiguen representar la rugosidad de su piel de otro modo que no sea con escamas, porque saben que sólo esos signos convencionales pueden denotar rinoceronte para el destinatario del signo icónico” . Umberto Eco: “La estructura ausente” Barcelona, Lumen 1973
Y es que toda imagen, en especial, a menudo, las más realistas o, mejor dicho, las más naturalistas (en el mismo sentido que la literatura de Balzac o más de un rasgo de Galdós) aportan una combinación más o menos compleja entre un sistema de representaciones y un objeto exterior, basándose en la certera conexión con la misma fuente incierta que genera y recibe relaciones perceptivas remotas: “lo fantástico es ante todo eso: real donde algo incierto, en el fondo de nosotros mismos se reconoce” (Guy Gauthier: “Ver lo que creemos” en “Veinte lecciones... “Madrid, Cátedra 1992)
El cine de Howard Hawks y el gato con motas. El límite de lo fantástico roza a menudo con lo científico. Las convenciones léxicas que denominan a los animales más allá de sus nombres científicos latinos generan frecuentes confusiones que aúnan en una misma especie a animales tan dispares como el tigre, el leopardo y el jaguar a través del filtro de la cultura popular. Algo similar ocurre con el puma y el león, o, de forma opuesta, con el leopardo y la pantera, sinónimos que han creado dos especies que son una. Los casos de melanismos en el leopardo pasan a ser panteras y todavía persiste la creencia popular de dos especies distintas. Busquen en el diccionario enciclopédico Durván la palabra “mandril”y verán que la acompaña la foto de un primo cercano, el babuíno. ¿Es un error o un empeño en ratificar una confusión común por la legitimidad fotográfica y enciclopédica? El conocimiento suele frenarse a sí mismo con convenciones de origen afectivo. Howards Hawks lo convierte en un recurso a través de una sabia recurrencia del sonido, delatado como fuente de conocimiento animal en “La fiera de mi niña”. Más adelante comentaré este rico y entrañable caso con mayor profundidad, pero creo significativo mencionar que “Baby”, el leopardo que el hermano de la protagonista envía desde América del Sur tendria por fuerza que ser un jaguar (no hay leopardos en América del Sur) pero la confusión podría limitarse a ser léxica, llamando leopardo a cualquier gatazo moteado (y, dado que el hermano es un personaje que no aparece, daría lo mismo que escribiese desde África), sin embargo, Baby, que vibra emocionado al oir al mayor Applegate, tanto como la melodía de “I can´t get you anything but love”, no es un Jaguar mal llamado. Es un leopardo.
La palabra es escamoteable como la imagen, pero siempre a causa de la afectividad que representa la imagen: “Cuando el creador de imagen reactiva con sus propios fantasmas trayectorias a menudo recorridas, hay en el resultado -incluso fotográfico- una vacilación que hace volcar hacia lo fantástico la representación menos trucada. Así, los paisajes de bosques tropicales, grabados por los minuciosos ilustradores del Tour du Monde (1860 -1900) reflejan a pesar de las garantías cientificas con las que se rodeaba el editor, los sueños colectivos de la conquista colonial”.
El estado actual de la aceptación de la moderna imagen electrónica utiliza, para su provecho, la acentuación del referente arquetípico (asimilado en cierto momento a la imagen de origen fotográfico) a través de su anulación. El animal quimérico se ve asimilado a la materialidad de las cosas, es objetivizado y camuflado...como en los viejos tiempos. En la imagen videográfica e informática el animal-signo se identifica como un objeto-signo. La pérdida de referente concierne a su naturaleza sígnica; la desaparición del diafragma en la imagen digital tiene que ver con su nuevo estatuto comunicativo. Fausto Colombo observa un tercer aspecto en la moderna imagen de síntesis relativo a la naturaleza física (su “ser-algo”) del icono sintético. Colombo cita a Peirce (crf Peirce 1931-35) para quien un signo era algo que estaba, por algún otro motivo, bajo algún aspecto o capacidad.
Fausto Colombo se pregunta: “¿Qué sucede cuando la referencia a algún otro motivo se remueve por la virtualidad del espacio representado?”. De algún modo Colombo contempla esa regresión a la materialidad. El animal, como el objeto, vuelve a integrarse en su entorno o mejor dicho en el referente arquetípico de su entorno para volver a ser asimilado tal y como en un principio. Para Colombo la respuesta a su pregunta es simple: “...los aspectos del objeto se vuelven aspectos del signo y así se asumen las connotaciones de una realidad individual cualquiera.
Algún ejemplo:
en el caso de la simulación de ambientes vegetales de árboles, de plantas, ya es posible “instruir” al ordenador para trazar un individuo con las características de una cierta especie (cfr. Francon 1987); la máquina (o mejor,naturalmente,el software) constituirá cada vez un vegetal precisamente diverso, individual”.
“Segundo ejemplo: La Apple está financiando el proyecto Vivarium, consistente en la construcción/invención de un fondo poblado de animales verosímiles, aunque no necesariamente “realistas” (cfr. Marión 1987). También aquí todo individuo es diferente del otro, sea en las características como en los movimientos y en los recorridos”.
“Tercer ejemplo: el video “Stanley and Stella. Breaking the Ice”, producido por la Whithney Demos Simbolics, en el que la utilización de una Connection Maclusive 2 permite a los diversos elementos (pájaros peces mecánicos) que se muevan “estudiando” el recorrido de los otros, cruzándose con ellos, evitándose (Ghiringheli y Gaggio 1988)”
He dejado en suspenso, conscientemente, la cuestión del sonido en la televisión, para reintroducirlo en este apartado como argumento recurrente. Es muy posible que en la actualidad, la dimensión dialógica del arte (lenguaje/imagen) sea sincera a través del vídeo (en cuyo sistema operativo podríamos incluir en cierto modo la TV por cable) o del ordenador, que siguen una pauta antigua dirigida a dotar de sentido el sinsentido de un mundo carente en sí de significación.
El vídeo y la imagen digital, aunque por vías diferentes, asumen la tarea de otorgar un sentido comprensible a la naturaleza caótica del mundo, cada vez más encubierta por la “artificialidad”, proyectando un mundo simbólico sobre el reino de la cosa del pantano. Sin embargo, esto no ocurre con la televisión, - otros medios (cine, vídeo, imagen sintética) que el medio vehiculiza, pero su brutal reflejo del caos circundante no hacen sino acentuar dicha noción de caos. Su condición de mueble convierte al televisor, principalmente, en una lámpara vibrante que (no diré “además”) emite sonidos extraídos del lenguaje y la música, ejercitados hasta la hipertrofia de sus rasgos suprasegmentales. Lo semántico es vencido por lo fonético. “Decir de la televisión -sin intención peyorativa, por supuesto- que es una radio ilustrada, como hemos formulado en “La Tiole trouée”, es recordar que el sonido, prin cipalmente el sonido de la palabra, es en ella siempre lo primero, que nunca es fuera de campo y que está siempre ahí, en su lugar, sin necesidad de la imagen para localizarse”Michel Chion: “ La audiovision” Paidós, Barcelona 1993
Divulgación científica: literatura e imagen. Escenografía y escenología. Si consideramos la televisión como una nueva versión de la palabra ilustrada es lógico que contemplemos en la divulgación científica (con una larga tradición de literatura ilustrada ) un fenómeno de especial interés en el medio. El cine documental ha encontrado un vehículo casi exclusivo en la televisión (aunque el vídeo empieza a ser soporte de muchas producciones) y ha sometido, cada vez más, sus productos a las características propias del medio. Los documentales sobre la vida animal son un interesante ejemplo de una evolución que parte de unos conocimientos difícilmente separables de la construcción arquetípica a la que nos referíamos en capítulos anteriores.
Sin embargo, el componente que considero más importante en el producto naturalista-televisivo no es tanto el dramático como el escenográfico, la mitificación de entornos naturales que remiten a un Edén lo suficientemente letal como para no añorarlo por completo. La sabana africana es un mito cultural vehiculizado por la televisión, así como la selva amazónica (¿porqué no la selva africana y la pampa argentina.?). El naturalista, no siempre (o casi nunca) sincero, utiliza para la TV el recurso de la envidia: fíjese cuántas maravillas disfrutamos todo el equipo y usted ni siquiera se atreve a acercarse: nosotros lo hacemos por usted.
A pesar de que muchos científicos consideran que la extinción es un proceso natural, actualmente este proceso avanza cada día más y más deprisa. Afortunadamente, hay gente que, día tras día, trata de salvaguardar a muchas de estas especies, pero no es suficiente, puesto que debería ser una labor global. Por ello, y para que muchas personas tomen conciencia de ello, os presentamos 30 hermosos animales que podrían llegar a desaparecer si no se hace algo para evitarlo:
1. Canguro arbóreo
Estos marsupiales habitan en las selvas tropicales de Nueva Guinea y, cómo su propio nombre indica, son parientes de los canguros. Por desgracia, la caza y la deforestación han reducido a un 1% su población originaria.
2. Ajolote
También conocido como salamandra mexicana, el ajolote puede encontrarse en varios lagos de America Central, incluyendo el lago Xochimilco en la Ciudad de México. Desde 2010, su población ha disminuido de forma alarmante, por lo que fue tipificada como en peligro de extinción. Durante la elaboración de un estudio en 2013 no se pudo encontrar ningún ajolote salvaje.
3. Ciervo ratón de Java
Cuando nacen, los ciervos ratón de Java pesan unos 100 gramos y son, aproximadamente, del tamaño de un hámster, aunque no crecerán mucho más. Un ejemplar adulto suele pesar en torno a 1 kilogramo. Rara vez vistos en la naturaleza, estos ciervos diminutos corretean por los alrededores de las selvas del sudeste asiático. Actualmente se encuentran amenazados por la deforestación masiva.
4. Quebrantahuesos
Estas imponentes aves habitan en el monte Everest, el Himalaya y otras regiones montañosas de Europa y Asía. En el último siglo, estos buitres barbudos han sido prácticamente exterminados por el temor a que atacaran al ganado y a los niños de la zona. Actualmente, WWF estima que tan solo quedan unos 10.000 ejemplares.
5. Oruga de la calavera
Este increíble insecto es otra criatura que lucha por su supervivencia. Solo habita en las zonas de selva tropical de Australia. La imagen fue tomada por el ecologista y fotógrafo Lui Weber, que sería el único ejemplo de la especie encontrada en el 2011.
6. El Olm
Es uno de los pocos anfibios totalmente acuáticos del mundo, es decir, que come, duerme y cría bajo el agua. Moraba en las oscuras y profundas cuevas del sudeste y del centro de Europa, pero la contaminación a diezmado considerablemente su población. Al vivir en completa oscuridad, el Olm no ha desarrollado ojos. En su lugar, posee un increíble sentido del oído y el olfato.
7. Quokka
Los quokkas son unos marsupiales muy tiernos que habitan en algunas pequeñas islas de la costa de Australia Occidental. Se dice que son unas criaturas extremadamente amables y amigables, ya que han sido vistos acercándose a dingos y zorros salvajes con la esperanza de hacer amigos.
8. Antílope Saiga
El Saiga es un mamífero perteneciente a la familia de los antílopes que vive en las estepas de Eurasia, incluyendo Zungaria y Mongolia. Esta increíble criatura tiene una curiosa nariz ‘alienígena’, extremadamente flexible, con la que filtra el polvo que se levanta en estos áridos climas. La caza y la pérdida prolongada de su hábitat, ha reducido su especie a unos pocos miles de ejemplares.
9. El Gavial del Ganges
Este curioso cocodrilo, propio de los sistemas fluviales del subcontinente indio, se encuentra en grave peligro de extinción por culpa de la caza. Su mandíbula, larga y delgada, lo convierten en un magnífico pescador. Estos ejemplares pueden llegar a alcanzar hasta 6 metros de largo y 160 kilos de peso. Se estima que su población es menor de 235 ejemplares.
10. Calamón takahe
Estas aves de colores brillantes lucen como si fuesen títeres. Al igual que el dodo, es un ave que no puede volar y que habita en Nueva Zelanda. En el año 1898, estos extraños animales fueron declarados extintos, pero volvieron a resurgir en 1948. En la actualidad, permanecen en algunas islas libres de depredadores.
11. Delfín de Irrawaddy
El Delfín de Irrawaddy se encuentra en las zonas costeras del sur y sudeste de Asia. Son conocidos por su frente abombada y su pico corto, rasgos que les confieren un aspecto mucho más extraño que sus primos los delfines. Estudios recientes estiman que su población se ha visto diezmada a unos 77 ejemplares, debido principalmente a la sobrepesca.
12. Rana arlequín de Costa Rica
Esta especie se caracteriza porque se da en un montón de colores vivos. Actualmente su población se ha visto obligada a vivir cerca de Quepos, Costa Rica. Su brillante piel es un recordatorio para cualquier depredador, pues posee una de las neurotoxinas más potentes del mundo.
13. Mono de nariz chata
Estos pequeños primates pueden encontrarse en Asía a la increíble altitud de 13000 pies. Algunos dicen que esta especie de mono se parece a los ‘elfos’ y otros que son ‘adictos a la cirugía plástica’. Lo cierto es que estos pequeñines se encuentran en peligro de extinción por la deforestación masiva.
14. Foca de Casco
Tan solo se encuentran en pequeñas zonas del Atlántico Norte debido a la caza desmedida. Estos enormes animales pueden llegar a pesar hasta 400 kilos y medir 2,40 metros. Son conocidos tener sobre su cabeza una cavidad nasal, que inflan y desinflan si se sienten amenazados, para nadar o para mostrar jerarquía.
15. Mono narigudo
Esta extraña especie de mono solo puede encontrarse en la Isla de Borneo. La población de estos primates se ha reducido a un 50% en los últimos 40 años, como producto de la deforestación.
16. Dugongo
El Dugongo es solo una de las cuatro especies de vacas marinas que existen. Pueden encontrarse desde el Océano Pacífico, hasta la costa oriental de África. Cazados por su carne y aceite, estos gigantescos seres se encuentran en peligro de extinción.
17. Kakapo
Originario de Nueva Zelanda, el Kakapo es el loro más gordo del mundo y por eso es la única especie de loro que no puede volar. Cuando los europeos colonizaron la isla, llevaron consigo unos simpáticos animales de compañía que han sido los culpables de la practica extinción de esta especie, los gatos. Actualmente, están en peligro crítico y solo 128 ejemplares permanecen en algunas islas libres de depredadores.
18. Cangrejo del coco
Considerados un manjar por algunos, los cangrejos del coco son el artrópodo de mayor tamaño del mundo, que puede llegar a pesar hasta 9 kilos. Como su propio nombre indica, este animal se ha especializado en trepar a los árboles para recoger cocos que, posteriormente, aplastará con sus poderosas pinzas. Recientemente, han comenzado a protegerse en ciertas zonas debido a la sobrepesca que los ha dejado al borde de la extinción.
19. El gato de Pallas
En las praderas y estepas de Asía Central vive este pequeño gato salvaje. Su grueso pelaje les hace parecer más grandes de lo que realmente son. Son animales solitarios que solo salen de sus cuevas por la tarde, justo para comenzar su jornada de caza. La degradación de su hábitat es us principal amenaza.
20. Loris
En la Llanuras de Horton, en la región de Sri Lanka, vive el escurridizo Loris que solo ha sido visto cuatro veces desde 1937. Entre el tercer y el cuarto avistamiento pasaron 63 años, por lo que se creía extinto. Sus grandes ojos le otorgan una excelente visión nocturna, pero también han sido su perdición ya que algunas comunidades muy supersticiosas creen que su carne puede curar la lepra y su cuerpo proteger de las maldiciones.
21.La tarántula ornamental zafiro o Gooty
Esta tarántula solo se encuentra en un pequeño bosque indio de apenas 100 kilómetros cuadrados. Sus bellos colores la han convertido en uno de los artrópodos más preciados por los coleccionistas, que pueden llegar a pagar hasta 500 dólares por ejemplar, lo que ha hecho que su población disminuya significativamente y se encuentre en peligro.
22. Makor
El Markhor es el animal nacional de Pakistán. Su aspecto imponente y sus preciosos cuernos, hacen que parezca un animal sacado de un libro de fantasía, por lo que se ha convertido en el trofeo perfecto para los cazadores. Actualmente se estima que solo quedan unos 2.500 ejemplares.
23. Solenodon
El Solenodon es natural del Caribe. Se trata de uno de los pocos mamíferos venenosos del mundo y es una especie que prácticamente no presenta cambios adaptativos desde hace 76 millones de años. La llegada de los gatos y otros depredadores europeos, han llevado a este ancestral animal al borde de la extinción.
24. Murciélago abejorro
Es la especie de murciélagos más pequeña del mundo, con una medida inferior a 2,8 centímetros y unos gramos de peso. Viven en las cuevas de piedra caliza en la zona oeste de Tailandia y el sur de Birmania, donde el desarrollo humano está reduciendo su población de forma significativa.
25. Pantera de Florida
Esta pantera es en realidad un tipo de puma que habita en los bosques y pantanos de Florida y uno de sus animales oficiales. Estos felinos nacen con un pelaje moteado que se va desvaneciendo con el tiempo. Se estima que quedan solo 160 ejemplares debido a la caza furtiva y los atropellos accidentales.
26. Equidna de pico largo
Los equidnas de pico largo son tremendamente importantes para la ciencia ya que, junto con el ornitorrinco, son los únicos mamíferos que ponen huevos. A pesar de su gran interés científico, este animal se creía extinto y no fue hasta el año 2007, cuando se descubrió una pequeña población de ejemplares.
27. Delfín del río Ganges
Estos rarísimos delfines ciegos son conocidos por su larguísimo hocico y por ser uno de los cuatro tipos de delfines de agua dulce. Viven en los ríos de Nepal, Bangladesh e India, donde la continua contaminación de las aguas ha reducido su número a unos 1.200 ejemplares.
28. Okapi
Conocido como la ‘jirafa cebra’, el Okapi posee el grosor del cuello de una jirafa y las piernas rayadas de una cebra. Saltó a la fama en el año 1.800, época en la que nadie creía que esta especie fuera real, por lo que se convirtió en un preciado trofeo de caza. Hoy solo se encuentra en la República Democrática del Congo y se estima que solo quedan entre 10.000 y 20.000 ejemplares vivos.
Fuente: distractify
rinocerontes
(publicado anteriormente por el autor de este blog)
http://mafa-elanimalinvisible.blogspot.com.es/2013/11/fama-y-desaparicion-del-rinoceronte.html
Doble página ilustrada publicada en LA VANGUARDIA. El diseño de esta profusa ilustración infográfica es de Jaime Serra. Un raro ejemplo de profusa información visual sobre las distintas especies de rinocerontes. Lo curioso del caso es que se descubra al gran público la variedad de especies para dar más peso a su pérdida. Joan Fontcuberta señala que los estampados florales y vegetales en las decoraciones murales son propios de la era industrial, urbana, y por tanto suponen una constatación de la ausencia de la naturaleza en el entorno humano inmediato. Aquí nos encontraríamos ante un caso similar. El desconocimiento generalizado de la variedad de especies de rinocerontes sólo empezó a paliarse cuando los zoólogos comenzaron a confirmar su paulatina e inexorable desaparición. Quizás lo más conmovedor del caso es que en su día el artículo se publicó, como podéis ver, en la sección de "tendencias". Da que pensar.
La potente presencia de la imagen del rinoceronte en la bibliografía ilustrada de todos los tiempos, desde los más antiguos bestiarios hasta nuestros días, no hace sino reforzar su futuro como mito zoológico similar al generado por las antiguas descripciones de Marco Polo y un deseo de confirmar la existencia de mitos y monstruos como el unicornio.
Hoy rescatamos esta excelente doble página ilustrada de LA VANGUARDIA, anterior a la confirmación oficial de la extinción del rinoceronte de Sumatra y la del rinoceronte negro, que ya hemos comentado en anteriores entradas, al comprobar las múltiples visitas recibidas recientemente por uno de nuestros análisis de la iconografía del rinoceronte, que, gustosos, volvemos a reproducir a continuación:
Arquetipo y monstruo
Amparándose
en la inestabilidad del significado de los símbolos según Freud,
Gauthier desconoce clave alguna para las imágenes del mismo modo que
ocurre con los sueños. El interrogante es mío. Lo entrecomillado es de
Gauthier: ¿”El que, en el laberinto de lo real percibido, persigue una
visión interior resultante de procesos complejos, tendria algunas
difcultades para explicarlo y sin duda no le beneficiaria nada”?. Mi
pregunta a Gauthier es: ¿en qué sentido saldría perjudicado? ¿Estriba
la dificultad en traducir a comunicación aquello esencialmente
incomunicable? Sí que le beneficiaria, aunque dicho beneficio en su
forma causal fuese difícilmente transferible.
El
hecho es que individual/intransferible no se oponen necesariamente a
“común”, y lo “común” no necesita ya “comunicación”, por lo que puede
caer en aparente olvido. La coincidencia de
mitos en culturas dispares no hace sino confirmarlo, aunque
esencialmente seamos incapaces de explicar un fenómeno anterior al
propio lenguaje, lo que nos hace plantearnos un estado de animalidad
inimaginable a través de la significación inmediatamente otorgada a
dicho término.
“Lo
de dentro “y “lo de fuera” no son sino la confirmación de un sentir
binario, bidireccional, en base a la atracción/repulsión que rige los
afectos complementarios amor/miedo. 2-3-1-2-Lo orgánico y su representación. Percepción visual y psique. Arquetipo y monstruo.
David Hockney afirmaba, en cierta ocasión, la única existencia de dichos sentimientos, que el lenguaje se ha empeñado en ampliar por dos razones básicas: amor o miedo. Para el “animal” (en términos absolutos) al que apuntamos, el miedo protector fabrica señas reconocibles a grandes trazos. La “animalidad” del hombre conlleva sus limitaciones. No es casual que los otros animales o las plantas, las formas vivas con las que desde su origen ha tenido que medirse motiven imágenes simbólicas o icónicas cuyo origen no es meramente visual sino intersensitivo. Gauthier, no obstante, sólo contempla el componente estrictamente visual de la visión desprovista del valor añadido intersensorial: “...no ha “inventado” realmente a esos monstruos que, pese a todo, ha arrancado de la nada o, si se prefiere, de una red de formas en deuda con el azar, primero, y después con una mirada inspirada del interior, por haberle dado la vuelta al significado. A esos monstruos, los conocemos, bien porque evocan algún animal temible pero repertoriado (lobo, cocodrilo, serpiente) bien porque, como lo hacen las quimeras, dragones o demonios de cualquier índole, habitan, desde que el tiempo es tiempo, mitos y leyenda (... )¿se reinventa permanentemente, según trayectos casi inamovibles, antiguas figuras que son testimonio, a pesar de la evolución de las técnicas de producción de imágenes, de la universalidad de las operaciones primarias? o, ¿buscamos imitar imágenes profundamente interiorizadas, por la pertenencia a una cultura? El monstruo no es el único en plantear este enigma: el árbol y la ciudad *, por ejemplo, nos vuelven a remitir a él con idéntica obsesión, al igual que la asociación de la imagen de la mujer a la del agua (...) más allá de las proliferantes imágenes publicitarias”.
Para
Gauthier el cuerpo humano es una colección completa de órganos del que
cada uno es el resultado de una larga evolución histórica, del mismo
modo debemos esperarnos a encontrar en el espíritu una organización
análoga (...), no puede ser un vehículo sin historia (...) la que el
espíritu construye refiriendo conscientemente al pasado mediante el
lenguaje y otras predicciones culturales” Y así nos lleva Jung al
pantanoso terreno donde sólo vive la indefinible cosa del pantano:
“Quiero decir del desarrollo biológico, prehistórico e inconsciente, el
espíritu en el hombre arcaico, cuya psique se encuentra todavía muy
cerca de la del animal”. “Esta psique
vertiginosamente antigua, es el fundamento de nuestro espíritu al igual
que la estructura de nuestro cuerpo se funde en el tipo más general de
la estructura del mamífero”.
Estamos,
pues, en el punto desde el que, creo, debemos abordar la “animalidad”
de la imagen, incluída la fotográfica, el “origen sombrío” al que alude
Fox Talbot, el sueño de la razón Goyesca, la fuente misteriosa de unas
imágenes de cuya frecuencia y antigüedad, como dice Gauthier, da
testimonio el arte universal. Antes de repasar
la clasificación de las génesis propuestas por Gauthier atendamos a una
última puntualización de Jung: “A menudo creemos que la palabra
arquetipo designa imágenes o motivos mitológicos definidos. Pero estos
no son más que representaciones conscientes: sería absurdo suponer que
representaciones tan variables puedan ser heredadas”. “El
arquetipo reside en la tendencia a representarnos tales motivos,
representación que puede variar conoiderablemente en los detalles, sin
perder su esquema fundamental”.
*.- Guy Gauthier: “Villes imaginaires”, Paris, CEDIC 1977 (cap. VII)
2-3-2-Imágenes de animales: ubicación y categorización. Animal e icono.
Creo oportuno el intento de clasifcación de esta categoría de imágenes que establece Guy Gauthier, pero no puedo evitar un sentimiento de vacío al no contemplar la percepción sino desde sí misma, condicionándola a la traducción de nuestra percepción humana “desanimalizada”, recodificada lingüísticamente. Es comprensible, no obstante, que Gauthier huya de las letales arenas del pantano donde sólo habita la cosa del pantano, y contemple la génesis de dichas imágenes en su plasmación gráfica y lo que del artista como entidad antropológica ésta desprende.
A
estas imágenes materializadas, contraídas según “el modelo interior”
las califica Gauthier como “sucedáneos estereotipados” de dicho modelo. Estos
“sucedáneos”, proponen “una constelación de objetos susceptibles de ser
nombrados, a falta de ser reconocidos (puedo, por ejemplo, llamar
“animal fabuloso” a tal configuración identificable como algo autónomo
en el espacio de la imagen, aunque sus contornos no sean señalados con
regularidad)”. Gauthier distingue cuatro orientaciones principales
“susceptibles de entrar en combinatoria”: La huella de lo imaginario subvierte lo real. Realismo y onirismo mutuamente respaldados:
1º.- Imputable a ignorancia/fidelidad relativa de nuestra memoria visual ejemplo: los dibujantes que acompañaban al capitán Cook y sus grabado “manifiestamente influídos por una imaginería idílica y bucólica del siglo XIX.”
2º.- Ausencia del objeto: elección del signo icónico (ejemplo: Rinoceronte de Durero) elección de lo fantástico (Bestiario medieval)
3º- lntrusión de lo fantástico en lo real (ejemplo: ilustraciones científicas de bosques tropicales en “Tour da Monde”) Perturbación de lo real a través de lo real
4º- Refinamiento de la racionalidad: perturbación del orden físico,ataque a la lógica de las formas (ejemplo: Escher)
Son
las dos categorías intermedias las que más interesan a lo que quiero
exponer y tal vez las más susceptibles de ser matizadas a través de una
reinterpretación de la primera orientación, así pues me serviré vilmente
de la agudeza de Gauthier para abogar por la presencia de la
orientación que las justifica a todas: La pervivencia de la percepción
animal, la combinatoria de sentidos múltiples resumida en un dato
conjunto. La percepción que no piensa. Rinoceronte blindado (India y Java)-arriba-y rinoceronte blanco africano-abajo-.
Es
significativo que la visualización de un animal desconocido, sobre todo
si es incompleta, genere mitos. Hemos mencionado anteriormente la
capacidad de producir mitos que ha tenido siempre el mar a modo de velo
para sombras chinescas, atemorizadoras y misteriosas. La visión
fraccionada de múltiples criaturas han generado leyendas como el
“Kraken”, a menudo confundida con la serpiente de mar, o con los
dragones en su versión marítima (y extraído de la mitología griega, como
forma extrema de la bestia no inteligente aniquilado por Perseo a
través de la mirada mortal de la Gorgona de insostenible mirada) Del
mismo modo, en tierra, especialmente si regresamos a los tiempos en que
“una ardilla podía cruzar europa sin bajar de las ramas de los
árboles”, la Naturaleza, medio hostil, profundo y misterioso, generaba
toda suerte de criaturas que nutrían toda una tradición feérica.
Pensemos
en cuando Hércules no necesitaba viajar a África para enfrentarse a un
León (el león europeo ya no es sino un triste recuerdo en los escudos de
armas). Del mismo modo que los animales odian al depredador sin verlo,
cualquier hombre en estado de alerta roja magnificaría la fugaz imagen
del lobo, del león, del mono, mezclada con las voces anónimas del
bosque, casi siempre de fuente desconocida.
Pocos
tenían la oportunidad de distinguir en el atacante a un lobo, a un león
o un oso en una situación comprometida. Cuando se es víctima, la
adrenalina se preocupa de activar los pies y su principal requerimiento,
preferentemente sobre volver la vista más de una vez, de suerte que el
agresor es captado en una imagen fugaz superpuesta a una remota
proyección del depredador reconocible, posiblemente, por cualquier
criatura; la espesura encierra “las mil caras sinónimas de la Bestia".
2-3-2-1-Imagen mental e imagen gráfica. Primer encuentro con un rinoceronte.
La
tentación de proyectar imágenes de esta índole en las representaciones
de animales es casi siempre irreprimible”. Gombrich ("Art et illusion",
1956) inspira a Guy Gauthier el ejemplo del rinoceronte de Durero,
“cubierto de escamas y de placas de hierro” (supongo que la
especificación material figura en la leyenda del grabado o también
Gombrich-Gauthier son víctimas de La Bestia) “cuya imagen influirá
durante mucho tiempo a los dibujantes, mucho después de que hayan tenido
ocasión de ver verdaderos rinocerontes, sobre el propio terreno o en
representaciones”.
Si tenemos en cuenta la época en que Durero realiza el grabado, es más probable que las expediciones más frecuentes fuesen las asiáticas (Africa conservó más tiempo sus misterios) y los cronistas describiesen a un rinoceronte asiático, el que hoy se conoce como “blindado”, cuyas características pseudoplacas de durísima piel originarían la relevancia de la armadura como para ser plasmada sin ser olvidada entre otras características llamativas del animal. Lo cierto es que la presencia gráfica del modelo de Durero (paradigma de exactitud de su tiempo) pervive con obstinada persistencia en representaciones gráficas incluso muy posteriores. Gauthier, a este respecto, nos remite la explicación, estrictamente racional -señala-, que nos ofrece Umberto Eco: “(los exploradores y zoólogos) han visto verdaderos rinocerontes y saben que no tienen escamas imbricadas, pero no consiguen representar la rugosidad de su piel de otro modo que no sea con escamas, porque saben que sólo esos signos convencionales pueden denotar rinoceronte para el destinatario del signo icónico” . Umberto Eco: “La estructura ausente” Barcelona, Lumen 1973
A
Gauthier la explicación le parece en parte satisfactoria, pero no
suficiente “para dar cuenta de esa increíble longevidad del modelo”, y
añade: “¿No es acaso también porque, entre lo imaginario y lo real, a
menudo escogemos lo imaginario a causa de nuestro afecto hacia el modelo
interior, que el modelo exterior encontraría sin imponerse mucho
tiempo, ya que las imágenes que se forman en nuestra retina son
necesariamente fugitivas, y tienen alguna dificultad en ser conservadas
por la memoria sin ser interferidas por representaciones anteriores?”. Como
bien señala Gauthier, con estas premisas es comprensible comprobar que,
a menudo, “las representaciones del imaginario colectivo lo pasan muy
mal”.
Y es que toda imagen, en especial, a menudo, las más realistas o, mejor dicho, las más naturalistas (en el mismo sentido que la literatura de Balzac o más de un rasgo de Galdós) aportan una combinación más o menos compleja entre un sistema de representaciones y un objeto exterior, basándose en la certera conexión con la misma fuente incierta que genera y recibe relaciones perceptivas remotas: “lo fantástico es ante todo eso: real donde algo incierto, en el fondo de nosotros mismos se reconoce” (Guy Gauthier: “Ver lo que creemos” en “Veinte lecciones... “Madrid, Cátedra 1992)
2-3-2-Intrusismo de la imagen zoológica.
El cine de Howard Hawks y el gato con motas. El límite de lo fantástico roza a menudo con lo científico. Las convenciones léxicas que denominan a los animales más allá de sus nombres científicos latinos generan frecuentes confusiones que aúnan en una misma especie a animales tan dispares como el tigre, el leopardo y el jaguar a través del filtro de la cultura popular. Algo similar ocurre con el puma y el león, o, de forma opuesta, con el leopardo y la pantera, sinónimos que han creado dos especies que son una. Los casos de melanismos en el leopardo pasan a ser panteras y todavía persiste la creencia popular de dos especies distintas. Busquen en el diccionario enciclopédico Durván la palabra “mandril”y verán que la acompaña la foto de un primo cercano, el babuíno. ¿Es un error o un empeño en ratificar una confusión común por la legitimidad fotográfica y enciclopédica? El conocimiento suele frenarse a sí mismo con convenciones de origen afectivo. Howards Hawks lo convierte en un recurso a través de una sabia recurrencia del sonido, delatado como fuente de conocimiento animal en “La fiera de mi niña”. Más adelante comentaré este rico y entrañable caso con mayor profundidad, pero creo significativo mencionar que “Baby”, el leopardo que el hermano de la protagonista envía desde América del Sur tendria por fuerza que ser un jaguar (no hay leopardos en América del Sur) pero la confusión podría limitarse a ser léxica, llamando leopardo a cualquier gatazo moteado (y, dado que el hermano es un personaje que no aparece, daría lo mismo que escribiese desde África), sin embargo, Baby, que vibra emocionado al oir al mayor Applegate, tanto como la melodía de “I can´t get you anything but love”, no es un Jaguar mal llamado. Es un leopardo.
La palabra es escamoteable como la imagen, pero siempre a causa de la afectividad que representa la imagen: “Cuando el creador de imagen reactiva con sus propios fantasmas trayectorias a menudo recorridas, hay en el resultado -incluso fotográfico- una vacilación que hace volcar hacia lo fantástico la representación menos trucada. Así, los paisajes de bosques tropicales, grabados por los minuciosos ilustradores del Tour du Monde (1860 -1900) reflejan a pesar de las garantías cientificas con las que se rodeaba el editor, los sueños colectivos de la conquista colonial”.
La
presencia del arquetipo responde a un origen animal que contempla la
realidad a través del comportamiento de los entes circundantes. El
hombre-animal, además, necesita grabar en su memoria los esquemas que
representan probabilidades casuísticas de comportamiento a través de la
narración, sea sintética (pintura, fotografía) o analítico-sintética
(literatura, teatro, cine). La construcción de elementos icónicos
entraña siempre lo animal (sintético) y lo “humano” (analítico) hasta el
punto de trazar un viaje de retorno del análisis a la referencia
arquetípica.
2-3-4- Tecnología e imagen animal
El estado actual de la aceptación de la moderna imagen electrónica utiliza, para su provecho, la acentuación del referente arquetípico (asimilado en cierto momento a la imagen de origen fotográfico) a través de su anulación. El animal quimérico se ve asimilado a la materialidad de las cosas, es objetivizado y camuflado...como en los viejos tiempos. En la imagen videográfica e informática el animal-signo se identifica como un objeto-signo. La pérdida de referente concierne a su naturaleza sígnica; la desaparición del diafragma en la imagen digital tiene que ver con su nuevo estatuto comunicativo. Fausto Colombo observa un tercer aspecto en la moderna imagen de síntesis relativo a la naturaleza física (su “ser-algo”) del icono sintético. Colombo cita a Peirce (crf Peirce 1931-35) para quien un signo era algo que estaba, por algún otro motivo, bajo algún aspecto o capacidad.
Fausto Colombo se pregunta: “¿Qué sucede cuando la referencia a algún otro motivo se remueve por la virtualidad del espacio representado?”. De algún modo Colombo contempla esa regresión a la materialidad. El animal, como el objeto, vuelve a integrarse en su entorno o mejor dicho en el referente arquetípico de su entorno para volver a ser asimilado tal y como en un principio. Para Colombo la respuesta a su pregunta es simple: “...los aspectos del objeto se vuelven aspectos del signo y así se asumen las connotaciones de una realidad individual cualquiera.
Algún ejemplo:
en el caso de la simulación de ambientes vegetales de árboles, de plantas, ya es posible “instruir” al ordenador para trazar un individuo con las características de una cierta especie (cfr. Francon 1987); la máquina (o mejor,naturalmente,el software) constituirá cada vez un vegetal precisamente diverso, individual”.
“Segundo ejemplo: La Apple está financiando el proyecto Vivarium, consistente en la construcción/invención de un fondo poblado de animales verosímiles, aunque no necesariamente “realistas” (cfr. Marión 1987). También aquí todo individuo es diferente del otro, sea en las características como en los movimientos y en los recorridos”.
“Tercer ejemplo: el video “Stanley and Stella. Breaking the Ice”, producido por la Whithney Demos Simbolics, en el que la utilización de una Connection Maclusive 2 permite a los diversos elementos (pájaros peces mecánicos) que se muevan “estudiando” el recorrido de los otros, cruzándose con ellos, evitándose (Ghiringheli y Gaggio 1988)”
Para
Colombo (y Vidali, 1988: 279) estos datos sugieren la constatación de
que “si la prensa y la reproducción audiovisual generan una serie, la
videográfica genera una población(...) (todos los elementos) generados
por un único modelo, el cual, detalle no descuidable, no permite prever
las individuales transformaciones de cada elemento generado. Dicho de
otro modo, el modelo es el generador sólo indirecto de una multiplicidad
de acontecimientos videográficos”.
Fausto Colombo: “E,I objeto-signo” ("EI icono ético. la imagen de síntesis y un nuevo paradigma moral”) en V.V.A.A.: “videoculluras de fin de siglo” Cátedra,Madrid 1990.
Sin
embargo, seria erróneo pensar que el video, la informática, la
televisión, han acelerado verdaderamente el proceso de regresión al
esquema interior, al arquetipo de Jung, sino que limitan a dar fé, con
la mayor rapidez que les es posible, de dicho movimiento en eterna
pulsión. La TV no es objeto, como bien señala
Chion, de visión, sino de audiovisión en la que, no el sonido (como en
el caso del cine) sino la visión (una visión bidireccional -no como el
cine, que elude la mirada a cámara convirténdola en recurso cómico,
dramático-, la televisión devuelve la mirada) actúa más a menudo como
valor añadido. Es decir: el medio televisivo actúa (cada vez más por
motivos de idiosincrasia social en el que se integra un aparato que
puede actuar en 2° plano) como una radio con imágenes, un medio auditivo
que somete drásticamente el componenete sonoro (al margen del sémico o
del léxico) (del mismo modo que la prensa connota la palabra de tamaño,
grosor, color) a la “palabra-zombie”.
2.4.- El animal-signo
He dejado en suspenso, conscientemente, la cuestión del sonido en la televisión, para reintroducirlo en este apartado como argumento recurrente. Es muy posible que en la actualidad, la dimensión dialógica del arte (lenguaje/imagen) sea sincera a través del vídeo (en cuyo sistema operativo podríamos incluir en cierto modo la TV por cable) o del ordenador, que siguen una pauta antigua dirigida a dotar de sentido el sinsentido de un mundo carente en sí de significación.
El vídeo y la imagen digital, aunque por vías diferentes, asumen la tarea de otorgar un sentido comprensible a la naturaleza caótica del mundo, cada vez más encubierta por la “artificialidad”, proyectando un mundo simbólico sobre el reino de la cosa del pantano. Sin embargo, esto no ocurre con la televisión, - otros medios (cine, vídeo, imagen sintética) que el medio vehiculiza, pero su brutal reflejo del caos circundante no hacen sino acentuar dicha noción de caos. Su condición de mueble convierte al televisor, principalmente, en una lámpara vibrante que (no diré “además”) emite sonidos extraídos del lenguaje y la música, ejercitados hasta la hipertrofia de sus rasgos suprasegmentales. Lo semántico es vencido por lo fonético. “Decir de la televisión -sin intención peyorativa, por supuesto- que es una radio ilustrada, como hemos formulado en “La Tiole trouée”, es recordar que el sonido, prin cipalmente el sonido de la palabra, es en ella siempre lo primero, que nunca es fuera de campo y que está siempre ahí, en su lugar, sin necesidad de la imagen para localizarse”Michel Chion: “ La audiovision” Paidós, Barcelona 1993
La utilización social de la televisión y su popularización como objeto de consumo multiplica su presencia fisica, “la
televisión tiende a entrar en cada habitación, la televisión tiende a
permanecer encendida casi todo el día independientemente de lo que se
hace delante de la pantalla. Se va generalizando fenómenos de consumo
televisivo distraído y personalizado que coexisten con las experiencias
más tradicionales, que tienden aún a rutinizarse también cuando en el
esquema mental de la cita fija se introduce el mecanismo de la elección,
activado por la guía de los programas o, cada vez más, por el mando a
distancia.
Por
tanto la televisión funciona de muchos modos distintos y a menudo
funciona más como caja de sonidos -como radio- más que como depósito de
imágenes o como “liure de chevet”, como archivo de palabras, de sonidos y
de imágenes al que se recurre para alimentar su propia imaginación" No
obstante, aunque las citas de Chion y Bechelonni sean igualmente
oportunas, ambas tienen orientaciones distintas. Mientras Michel Chión
añade una prueba más a su teoría de la audiovisión, Bechelonni, con
ánimo de reflexión, se cuestiona en general el significado de
“espectáculo”, si incluimos a la televisión entre los lugares
contemporáneos del espectáculo: “A mí me
parece que el uso y el abuso de los términos “espectáculo y
espectacularización” está fuertemente desenmantizado, impropio; los dos
términos están connotados negativamente, sobrecargados de significados
éticos e ideológicos que tienen poco que ver con sus propios signifcados
originarios”. (...) “En esta tipología de la escucha televisiva:
personalizada, distraída, intermitente, rutinizada, ¿podemos todavía
mantener la definición del oyente como la de un espectador? ¿Del
espectador que disfruta de un espectáculo?” “O
no es más bien posible pensar que para los hijos de la televisión la
pantalla televisiva funciona como una ventana por la cual entran los
rumores de la calle y a la cual de vez en cuando se asoman para observar
“el espectáculo de la vida” que la calle pone en escena? Pero, y este
es el quid ¿en la expresión “espectáculo" tiene el mismo significado que
tiene para la gente del espectáculo o para los que han inventado o usan
las expresiones “sociedad del espectáculo” o "espectacularización de la
política”: Me parece evidente que no es asi”.
Giovanni
Bechelonni: “¿Televisión-Espectáculo o Televisión-Narracion?” (V.V.A.A:
“Videoculturas de fin de siglo”: Madird, Cátedra 1990
Bechelloni distingue tres acepciones de la palabra espectáculo:
1º-Significado
“técnico” intencional: Espectáculos concebidos como tales, respetando o
infringiendo (utilizando) reglas codificadas ( lenguajes especiales),
en lugares establecidos para personas que acuden como público o
espectadores manifestando esta propia intencionalidad.
2º.-
Signifcado moral y etico: Todas aquellas técnicas y movimientos para
atraer la atención de la gente; resultado de un doble juicio negativo:
sobre la gente y sus limitados horizontes. 3º.-Significado
genérico e indeterminado: Aplicable a todo aquello que entra en el
campo de observación o de escucha de un actor social. Espectáculo casi
sinónimo de vida o de naturaleza.
Para
Giovanni Bechelloni, la televisión acentúa y participa de las tres
acepciones de “espectáculo” a través de las cuales ha de ser comprendida
precisamente porque su peculiaridad sobrepasa dichas acepciones:
“Instrumento de democratización de nuestra vida social- dilatador de los
sentidos, derogador de lenguajes para hablar de la sociedad y para
construir identidades -más que lugar de espectáculo”. No obstante, el
artificio de la ventana televisiva favorece la concepción de las cosas
como imágenes sólidas tras un cristal, cuya limitada percepción reduce a
una sustancia común tan vacía (o tan llena) de vida como un tubo
catódico o una placa ccd; se pretende sustituir la naturaleza por su
cadáver momificado, objeto de espectáculo de feria ambulante moderno en
el que el charlatán sigue siendo reclamo y maestro de ceremonias.
2.4.- El zoo de cristal La televisión como terrario.
Divulgación científica: literatura e imagen. Escenografía y escenología. Si consideramos la televisión como una nueva versión de la palabra ilustrada es lógico que contemplemos en la divulgación científica (con una larga tradición de literatura ilustrada ) un fenómeno de especial interés en el medio. El cine documental ha encontrado un vehículo casi exclusivo en la televisión (aunque el vídeo empieza a ser soporte de muchas producciones) y ha sometido, cada vez más, sus productos a las características propias del medio. Los documentales sobre la vida animal son un interesante ejemplo de una evolución que parte de unos conocimientos difícilmente separables de la construcción arquetípica a la que nos referíamos en capítulos anteriores.
No
voy a extenderme sobre el tema de los libros ilustrados sobre zoología
(tema más específico del trabajo de investigación que estoy preparando
para finalizar este texto) pero sí quiero de algún modo constatar un
cambio importante introducido por los medios fotográficos y
fotomecánicos y una curiosa modificación introducida por la imagen
digital. Si bien está claro que los
depredadores o los grandes animales son autosuficientes para ofrecer
interés, muchos animales pasarían desapercibidos si no fuesen capurados
por la TV como sólo este medio sabe hacerlo. ¿La fórmula? Muy sencillo:
“es la primera vez que este animal es filmado haciendo esto”: La
exclusividad reside en la acción.
Revisemos,
si no, los filmes documentales de Sir David Attenborough, que nos
cuentan lo de siempre con situaciones mucho más extremas, como ardid
comercial (una orca, por ejemplo, sale del océano, se arrastra como un
inmenso proyectil por la playa y está a punto de capturar una foca).
Sin
embargo, la fórmula de Attenborough no es nueva. Se limita a seguir una
tradición literaria cargada siempre de historias más o menos fabulosas.
Las salas cinematográficas ya no son lugar para ver un documental sobre
animales (a no ser el peculiar filme “Hombre salvaje-bestia-salvaje”*,
ya que su uso comercial se ha estandarizado absurdamente. Hacer que el
telespectador, que ya hemos calificado en gran medida como oyente, vaya a
ver lo que ocurre en la pantalla o detenga el “zapping” en un punto
concreto requiere el recurso de lo insólito. La música juega un papel
muy importante en este tipo de producciones, dramatizadas hasta límites
como la serie “El hombre y la tierra”, a menudo auténtico “culebrón”
zoológico (El discurso del narrador dramatiza los acontecimientos
registrados en busca de la conexión afectiva con el telespectador, que
puede llegar a aficionarse hasta justificar un notable mercado de vídeos
que contenten a toda la familia, y a estas alturas nadie puede negar la
extraordinaria capacidad de seducción del timbre de voz y la peculiar
dicción de Félix R. de la Fuente).
*Y
otros de características similares basados en imágenes impactantes, o
aquellos “viajes organizados” específicos para formatos aislados como el
cinerama o el más reciente IMAX. Recientemente, hemos pdido ver algún
poetizante film zoológico en las pantallas cinematográficas, como es el
caso de "Microcosmos", por ejemplo.
Sin embargo, el componente que considero más importante en el producto naturalista-televisivo no es tanto el dramático como el escenográfico, la mitificación de entornos naturales que remiten a un Edén lo suficientemente letal como para no añorarlo por completo. La sabana africana es un mito cultural vehiculizado por la televisión, así como la selva amazónica (¿porqué no la selva africana y la pampa argentina.?). El naturalista, no siempre (o casi nunca) sincero, utiliza para la TV el recurso de la envidia: fíjese cuántas maravillas disfrutamos todo el equipo y usted ni siquiera se atreve a acercarse: nosotros lo hacemos por usted.
El
rinoceronte, Alberto Durero 1515. Grabado sobre madera (Durero lo
habría dibujado a partir de un croquis y una descripción que figuraba en
una carta) .
Para más información sobre la imagen del rinoceronte, recomiendo las entradas de "El Hurgador del Arte" y la excelente recopilación de muestras de artistas fascinados por estos animales a cargo de Javier Fuentes. Algunas están recogidas en una página específica de "La Voz del Animal Invisible", pero Javier no ha cesado en su labor y nosotros siempre nos quedamos cortos ante su extenso catálogo.
Caza fotográfica e imágenes nebulosas
Uno de los animales más raros del planeta, por lo poco conocido que es, es el conejo de orejas cortas de Sumatra (Nesolagus netscheri). Esta especie cuenta con muy pocos individuos - apenas han sido avistados tres ejemplares en la última década - que viven en hábitats muy complicados. Y sin embargo, es una pieza clave en los ecosistemas en los que habita. Hace pocos días se tenía noticia de una prueba de este vertebrado en una nueva localidad.
Caza fotográfica e imágenes nebulosas
A
continuación de esta entrada he copiado la noticia que me sirve de
punto de partida para una nueva reflexión sobre la imagen animal.
El arte fotográfico se ha convertido en el medio para capturar especies raras
o poco conocidas. El material fotográfico, videográfico y
cinematográfico a menudo se jacta de afirmaciones del tipo "es la
primera vez que esto es fotografiado o filmado" para revalorizar el
material audiovisual como si de un raro especimen se tratara. No cabe
duda de que es preferible el uso de objetivos fotográficos en lugar de
fusiles de caza para la obtención de piezas valiosas. La rareza de las
piezas revaloriza el precio en el mercado de las imágenes obtenidas, y
la popularidad de las piezas zoológicas fotografiadas depende en gran
medida de su fotogenia, de su poder de seducción icónica.
Los
animales que consiguen más audiencia, o que poseen un poder de
cautivación mayor con respecto a los espectadores son los más
espectaculares por diversas razones que los hacen llamativos: su tamaño,
su peligrosidad, su agresividad, su belleza o su rareza.
Pantera longibanda o pantera nebulosa |
Ya
nos hemos referido anteriormente a la perplejidad que nos produce el
hecho de que muchas especies animales dignas de ser admiradas por un
motivo u otro sigan siendo ignoradas por gran parte de la población. Es
fácil entender la fascinación por leones, cebras, gorilas, jirafas,
ballenas, grandes tiburones, osos panda e infinidad de criaturas que
ofrecen una imagen memorable. El tamaño, la escasez y la piel rayada del
tigre lo convierten en un auténtico icono zoológico. Las manchas del
leopardo significan exotismo tropical y vida salvaje a la par que
belleza natural y lujo ornamental. Sin embargo existen muchas especies
depredadoras bellas y peligrosas, dignas del estrellato zoológico, de
las que sólo un publico minoritario tiene noticia. El leopardo de las
nieves es más conocido, por desgracia, como artículo de peletería de
lujo, que como felino de vida misteriosa. El leopardo más común de las
sabanas y bosques africanos y asiáticos es confundido iconográficamente
con el jaguar americano, y la confusión verbal entre tigre, jaguar,
leopardo y pantera sigue siendo frecuente y ya hemos dado cuenta de ello
en una entrada específica en la que también nos acordábamos de pumas y
leones. En esa misma entrada mencionábamos a la
pantera nebulosa o pantera longibanda de Asia, y no deja de
sorprendernos que siga siendo un animal poco conocido, teniendo en
cuenta que hoy en día cualquier animal que pueda entrar en la categoría
de animales admirados (como lo son la mayoría de los felinos) por su
escasez o por su belleza (la longibanda posee una piel de extraordinaria
belleza) adquiere normalmente un fama irrefrenable.
Precisamente
a la caza fotográfica de la pantera longibanda, un equipo de
investigación armado de cámaras con sensores de movimiento, han sido
incapaces de documentar fotográficamente la presencia del raro animal en
la noche de los bosques de Sumatra. Sin embargo, de forma fortuíta, han
cazado fotográficamente a un conejo rayado de oreja corta del que casi
no hay documentación previa. Sin duda, el interés zoológico de esta
pieza es mayor, pero su trascendencia como icono de la zoología es mucho
más discreta.
Sobre belleza felina y felinos extraños o que generan confusión iconográfica hablaremos en nuestro próximo post.
Os dejo con el artículo de José Toledo (apuntes de naturaleza) al respecto de la captura fotográfica del conejo rayado:
Fotografiado un rarísimo conejo rayado de Sumatra
Por José de Toledo | Apuntes de Naturaleza – vie, 1 jun 2012Uno de los animales más raros del planeta, por lo poco conocido que es, es el conejo de orejas cortas de Sumatra (Nesolagus netscheri). Esta especie cuenta con muy pocos individuos - apenas han sido avistados tres ejemplares en la última década - que viven en hábitats muy complicados. Y sin embargo, es una pieza clave en los ecosistemas en los que habita. Hace pocos días se tenía noticia de una prueba de este vertebrado en una nueva localidad.
Lo que los investigadores han obtenido
son unas fotografías de unos pocos individuos en un Parque Nacional de
esta isla. Las imágenes se consiguieron utilizando la técnica del fototrampeo.
Este método consiste en esconder cámaras de fotos en lugares clave del
ecosistema. Las cámaras llevan conectado un sistema que detecta la
presencia del animal, normalmente un sensor de movimiento, que dispara
la foto.
Resulta curioso que el equipo de
trabajo que ha obtenido las fotos no estuviese buscando a este animal.
De hecho, no podían pensar que hubiese una población de este conejo en
dicha zona. Su trabajo se centra principalmente en felinos como la pantera nebulosa (Neofelis nebulosa) o el gato dorado asiático (Catopuma temminckii). Pero los sensores de las cámaras no distinguen entre unos animales y otros, y gracias a ello se obtuvieron las imágenes.
Este hallazgo es importante por dos
razones. Por una parte, ha servido para entender mejor cómo se
estructura el ecosistema. La importancia del conejo de Sumatra, a la
que hacíamos referencia antes, se basa en su papel como presa de las
principales especies de felinos de los bosques en que habita. Al
conocer mejor cómo funciona un ecosistema y las especies que viven en
él, se pueden diseñar mejores planes para la protección tanto de uno
como de los otros.
Y la segunda razón es que aporta un
argumento más, y de cierta importancia, para mejorar la protección del
lugar en que ha sido encontrado. Las fotos se han obtenido dentro del Parque Nacional de Bukit Barisan Selatan,
en el sur de Sumatra. Este espacio protegido es de enorme importancia,
ya que contiene los últimos ejemplares que viven en libertad de
rinoceronte de Sumatra (Dicerorhinus sumatrensis) y tigre de Sumatra (Panthera tigris sumatrae).
Este Parque Nacional está muy amenazado
por la expansión de los asentamientos humanos. De hecho, en la última
década ha comenzado a perder parte de su área, que se ha dedicado al
cultivo de palma de aceite y café. Los investigadores y las
organizaciones conservacionistas esperan que la presencia del conejo de
Sumatra ayude a mantener el estatus de protección con el que cuenta hoy
en día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario