Si la entrada anterior daba una nuevo repaso a la cuestión acerca de las artes que recurren a restos orgánicos de animales, a la taxidermia, la presente entrada la dedicamos a un caso opuesto al de Kate Clark. En su caso, combina técnicas escultóricas propias de la taxidermia para recrear criaturas inexistentes a partir de preparaciones con animales auténticos disecados, con lo que el resultado final, a a caballo entre la escultura y el arte conceptual, produce monstruos quiméricos propios del mundo de la imaginación y los arquetipos.
Lo que Jonathan Latiano propone, por el contrario, nos recuerda a los auténticos dioramas ilustrativos que vemos en los espacios museísticos y educativos. Las preparaciones y montajes de esqueletos y restos óseos de animales, cuyo resultado final recuerda a la escultura, es en realidad un complejo rompecabezas que exige conocimientos de anatomía. De hecho, cuando se dispone de un esqueleto completo desordenado, es todo un reto reconstruirlo. Y cuando hablamos de hallazgos fragmentados e incompletos, la anatomía comparada adquiere todo su sentido. Esta disciplina instaurada por Cuvier, gracias sin duda a sus habilidades artísticas y sus dotes para el dibujo, es uno de los lugares de encuentro comunes entre biólogos y artistas plásticos, tal y como nos demuestran por reducción al absurdo todos los escultores que recurren al uso de piezas recicladas y de los que hemos dado cuenta en este espacio en numerosas ocasiones. El parecido entre diversos objetos naturales se basa en las mismas analogías en las que se basa el reconocimiento preciso de un hueso concreto de una especie concreta, y Latiano, como otros muchos antes, juega con el equívoco para ofrecer toda una escena predatoria entre peces y delfines recreada con aparentes esqueletos que sugieren movimiento, montados en realidad con trozos de madera recogidos en la costa, arrastrados por el agua en un bucle conceptual que los reconvierte en criaturas acuáticas. El uso de estos fragmentos reciclados diferencia su trabajo de los esqueletos reinventados a partir de personajes de ficción de Hyungkoo Lee, cuyas piezas son reinventadas y producidas hueso a hueso.
En esta instalación concreta, concebida como inmersiva para un espacio específico por el artista Jonathan Latiano representa el destino de los famosos delfines Baji de China reproducidos mediante madera flotante volando a través de una galería en el Museo de Arte de Baltimore.
Para crear la instalación inmersiva Latiano recogió madera blanqueada y mutilada de los ríos locales que utilizó para formar una procesión de esqueletos. Las estructuras óseas se materializan a partir de una pila de troncos en una esquina antes de disolverse gradualmente de nuevo en piezas componentes en la otra.
Los delfines de agua dulce Baji (apodados "Diosa del Yangtze") fueron una vez una parte próspera del ecosistema del río Yangtze en China, pero ahora se asumen como extintos. El último miembro conocido de la especie murió en cautiverio en 2002.
Las piezas que creo contrastan lo abstracto de la intuición humana con la realidad de nuestro entorno natural. Me esfuerzo por enfatizar las áreas que existen en el medio de los límites de las regiones definidas. Mi trabajo, en muchos sentidos, es mi propio intento personal para entender mi lugar en el universo físico. Me parece que el poeticismo y ciertos conceptos del universo natural son simultáneamente fascinantes, hermosos e inquietantes. Muchas de las áreas y de las teorías de la ciencia que me atraen, sobre todo los que tienen que ver con las grandes extensiones de espacio y tiempo, son tan complejos que la única manera de que mi cabeza pueda abarcarlos es abstraerlos. Es a través de mi obra de arte que yo interpreto, contemplo y afinar estas teorías científicas y nociones tanto a nivel universal como personal.
El vuelo del Baji estaba a la vista el año pasado en el Museo de Arte de Baltimore, una culminación de Latiano al ganar el Premio Baker de Arte 2013.
El artículo original lo rescatamos íntegramente de COLOSSAL gracias al buen criterio habitual de Christopher Jobson.
http://www.thisiscolossal.com/2015/09/flight-of-the-baji-jonathan-latiano/
Flight of the Baji: A Pod of Suspended Driftwood Dolphin Skeletons Flies through the Baltimore Museum of Art by Christopher Jobson on September 15, 2015
This immersive site-specific installation by artist Jonathan Latiano (previously) depicts the fate of China’s famous Baji dolphins rendered in driftwood flying through a gallery at the Baltimore Museum of Art. To create the immersive installation Latiano collected bleached and mangled wood from local rivers which he used to form a procession of skeletons. The bony structures materialize from a stack of logs in one corner before gradually dissolving back into component pieces in the other.
Freshwater Baji dolphins (dubbed the “Goddess of the Yangtze”) were once a thriving part of the Yangtze River ecosystem in China, but are now largely assumed to be extinct. The last known member of the species died in captivity back in 2002.
Latiano shares about his work via his artist statement:
The pieces that I create contrast abstracted human intuition with the reality of our natural environment. I strive to emphasize the areas that exist in‐between the boundaries of defined regions. My work, in many ways, is my own personal attempt to understand my place in the physical universe. I find the poeticism and concepts of the natural universe simultaneously fascinating, beautiful and unsettling. Many of the areas and theories of science that appeal to me, particularly ones that deal with vast expanses of space and time, are so complex that the only way I can truly wrap my head around them is to abstract them. It is through my artwork that I interpret, contemplate and fine-tune these scientific theories and notions on both a universal and personal level.Flight of the Baji was on view last year at the Baltimore Museum of Art, a culmination of Latiano winning the 2013 Baker Artist Award. You can also catch an interview with him over on I Lobo You.
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