Iori Tomita
Obra de Iori Tomita |
Aparte de las muestras de trabajos artísticos que recurren a la taxidermia, no deja de ser curioso observar obras artísticas cuyas piezas son directamente preparaciones de muestras zoológicas en las que los propios cuerpos de los animales, sus anatomías, constituyen una forma particular de bioarte.
Louis Bec |
Conejo Fluorescente de Edouard Kac |
Petunias modificadas con material genético del propio artista (Edouard Kac) |
Mafa Alborés: Broquesia Madagascariensis en bronce y plata. |
Mafa Alborés: Reproducciones zoológicas en plata y bronce. |
Ejemplares feéricos (Mafa Alborés) |
Mafa Alborés: "Hada en formol" |
Mafa Alborés |
Mafa Alborés |
Mafa Alborés |
Aparte de mis reproducciones con técnicas de joyería de ejemplares de pequeños reptiles, anfibios y artrópodos, ciertamente un tenue acercamiento al bioarte, cuyos resultados precisan del empleo de auténtico (y por tanto, en algún momento vivo, biológico) material zoológico, tal vez mis creaciones inspiradas en las preparaciones de ejemplares conservados en glicerina o formol introducidos en matraces transparentes conecten con algunos trabajos irónicamente críticos de Marcelí Antúnez o incluso con estas fascinantes preparaciones de Tomita.
Por favor, seguid fascinándoos con el resultado de las preservaciones de Iori Tomita:
(extracto de TARINGA)
Más enlaces
El artista japonés Tomita Iori utiliza un método científico para transformar animales conservados en el laboratorio en objetos de arte. La imagen muestra parte de su exposición en el Acuario de Tokio.
Tomita, expescador y graduado de Ciencias Pesqueras, de la Universidad de Kitasato, utiliza una técnica de preservación que consiste en remover la piel y las escamas de animales conservados en formaldehido.
El artista se sirve de una enzima y otras sustancias químicas para separar las proteínas y hacer que las especies se vuelvan translúcidas.
El procedimiento fue creado para permitir el estudio de los esqueletos de los animales. El proceso demora entre cinco meses y un año en completarse.
Iori Tomita únicamente procesa animales que le llevan pescadores o que han sido encontrados muertos por causas naturales.
Su objetivo es crear transparencias "que hagan que la gente se sienta más cerca de las maravillas de la vida".
Las obras son, además, en palabras del autor "una puerta de entrada a la filosofía".
Pero aparte de la experiencia estética, los especialistas consideran que la obra de Iori Tomita tiene un valor científico.
La imagen muestra parte de su exposición en el Acuario de Tokio.
Tomita, expescador y graduado de Ciencias Pesqueras, de la Universidad de Kitasato, utiliza una técnica de preservación que consiste en remover la piel y las escamas de animales conservados en formaldehido
El artista se sirve de una enzima y otras sustancias químicas para separar las proteínas y hacer que las especies se vuelvan translúcidas
El procedimiento fue creado para permitir el estudio de los esqueletos de los animales. El proceso demora entre cinco meses y un año en completarse.
Iori Tomita únicamente procesa animales que le llevan pescadores o que han sido encontrados muertos por causas naturales.
Su objetivo es crear transparencias "que hagan que la gente se sienta más cerca de las maravillas de la vida".
Las obras son, además, en palabras del autor "una puerta de entrada a la filosofía".
Pero aparte de la experiencia estética, los especialistas consideran que la obra de Iori Tomita tiene un valor científico.
Crustáceos con alma de neón, peces que alguna vez fueron fantasmas, y caballitos de mar que absorben los colores de un jardín acuático, secreto, risueño. Bienvenido al ”Nuevo Mundo de los Especímenes Transparentes”, un edén multicromático que ha creado el artista japonés Iori Tomita, el cual es habitado por cadáveres de peces y otros animales marinos, que mediante un cierto tratamiento post-mortem, emergen en un desfile de lúcida fantasmagoria. Antes de comenzar su carrera artística, Tomita fue muchos años pescador y en algún momento incluso estudio ictiología (la rama de la zoología dedicada al estudio de los peces). Evidentemente estos antecedentes influyeron en su proceso creativo que derivó en un discurso fúnebre-pop a partir del cual se desdoblan las piezas que aquí se presentan.
Para producir sus especímenes transparentes Tomita utiliza una técnica de preservación que consiste en remover la piel y las escamas de los peces que previamente han sido conservados en formaldehido. A continuación remoja las criaturas en una sustancia que tiñe el cartílago de azul. Tomita utiliza una enzima digestiva llamada trypsin, junto con otros químicos, para separar las proteínas y los músculos, lo cual permite que los cadáveres comiencen a transformarse en seres translúcidos. Este paso es delicado ya que demasiada exposición a los químicos haría que los animales perdiesen su forma original. Finalmente los demás huesos son teñidos con tinta roja, y la luminosa entidad es preservada en un frasco de glicerina. Por cierto, Tomita solo utiliza animales que le llevan pescadores y que han sido encontrados muertos por causas naturales.
Tomita, expescador y graduado de Ciencias Pesqueras, de la Universidad de Kitasato, utiliza una técnica de preservación que consiste en remover la piel y las escamas de animales conservados en formaldehido.
El artista se sirve de una enzima y otras sustancias químicas para separar las proteínas y hacer que las especies se vuelvan translúcidas.
El procedimiento fue creado para permitir el estudio de los esqueletos de los animales. El proceso demora entre cinco meses y un año en completarse.
Iori Tomita únicamente procesa animales que le llevan pescadores o que han sido encontrados muertos por causas naturales.
Su objetivo es crear transparencias "que hagan que la gente se sienta más cerca de las maravillas de la vida".
Las obras son, además, en palabras del autor "una puerta de entrada a la filosofía".
Pero aparte de la experiencia estética, los especialistas consideran que la obra de Iori Tomita tiene un valor científico.
La imagen muestra parte de su exposición en el Acuario de Tokio.
Tomita, expescador y graduado de Ciencias Pesqueras, de la Universidad de Kitasato, utiliza una técnica de preservación que consiste en remover la piel y las escamas de animales conservados en formaldehido
El artista se sirve de una enzima y otras sustancias químicas para separar las proteínas y hacer que las especies se vuelvan translúcidas
El procedimiento fue creado para permitir el estudio de los esqueletos de los animales. El proceso demora entre cinco meses y un año en completarse.
Iori Tomita únicamente procesa animales que le llevan pescadores o que han sido encontrados muertos por causas naturales.
Su objetivo es crear transparencias "que hagan que la gente se sienta más cerca de las maravillas de la vida".
Las obras son, además, en palabras del autor "una puerta de entrada a la filosofía".
Pero aparte de la experiencia estética, los especialistas consideran que la obra de Iori Tomita tiene un valor científico.
Crustáceos con alma de neón, peces que alguna vez fueron fantasmas, y caballitos de mar que absorben los colores de un jardín acuático, secreto, risueño. Bienvenido al ”Nuevo Mundo de los Especímenes Transparentes”, un edén multicromático que ha creado el artista japonés Iori Tomita, el cual es habitado por cadáveres de peces y otros animales marinos, que mediante un cierto tratamiento post-mortem, emergen en un desfile de lúcida fantasmagoria. Antes de comenzar su carrera artística, Tomita fue muchos años pescador y en algún momento incluso estudio ictiología (la rama de la zoología dedicada al estudio de los peces). Evidentemente estos antecedentes influyeron en su proceso creativo que derivó en un discurso fúnebre-pop a partir del cual se desdoblan las piezas que aquí se presentan.
Para producir sus especímenes transparentes Tomita utiliza una técnica de preservación que consiste en remover la piel y las escamas de los peces que previamente han sido conservados en formaldehido. A continuación remoja las criaturas en una sustancia que tiñe el cartílago de azul. Tomita utiliza una enzima digestiva llamada trypsin, junto con otros químicos, para separar las proteínas y los músculos, lo cual permite que los cadáveres comiencen a transformarse en seres translúcidos. Este paso es delicado ya que demasiada exposición a los químicos haría que los animales perdiesen su forma original. Finalmente los demás huesos son teñidos con tinta roja, y la luminosa entidad es preservada en un frasco de glicerina. Por cierto, Tomita solo utiliza animales que le llevan pescadores y que han sido encontrados muertos por causas naturales.
Muerte transparente de un nuevo mundo, por Iori Tomita
Arte |
Hace más de 4 meses
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