Guido Mocafico |
Volvemos a nuestras asociaciones entre arte y zoología, centrándonos en esta ocasión en la iconografía de la araña y el poder evocador y simbólico de estos artrópodos.
Nos aprovechamos oportuna y oportunistamente, para ello, de una recopilación de obras artísticas protagonizadas por arañas que nos ofrece Javier Fuentes desde El Hurgador (Arte en La Red), uno de nuestros clásicos sitios web de referencia al que ya hacía tiempo que no sustraíamos contenidos.
Guido Mocafico |
No obstante, tal y como hicimos en alguna ocasión respecto a otras familias o especies animales de gran importancia icónica, como por ejemplo la serpiente, sí podemos ofrecer nuestro punto de vista y una somera explicación a la persistencia de la imagen de la araña y su protagonismo entre las principales filias y, sobre todo, fobias de carácter zoológico.
La araña comparte con la serpiente una aversión ancestral por parte de los seres humanos debida a su simplicidad gráfica y asu problemática identificación escópica.
Guido Mocafico |
Es curioso que respecto a las arañas mucha gente piense que no todas son venenosas aunque todas lo sean en mayor o menor medida, y se establezcan categorías entre las inofensivas y las pocas especies europeas de ponzoña más preocupante (como las tarántulas, pequeñas en comparación con las migalas sudamericanas que extrañamente se han apropiado de su nombre) mientras que en países tropicales o en Australia, independientemente de su tamaño o aspecto amenazador, cualquier ejemplar puede ser considerado temible para el ser humano. Algunas, como la viuda negra, han adquirido fama de mortalmente venenosas aunque las estadísticas lo nieguen, pero son visualmente reconocibles por ciertos rasgos característicos y una imagen vale más que mil aclaraciones taxonómicas.
En todo caso, la araña presenta una cierta ambigüedad gráfica semejante a la de la serpiente aunque por motivos opuestos. Mientras la serpiente carece de extremidades, o constituye más bien una extremidad única y autónoma, la araña ofrece una forma esquemática radial, con múltiples extremidades que emergen de un centro dificultando la identificación inmediata de su posición, de su orientación. Parce poder moverse en cualquier dirección y esa simetría radial es la base, posiblemente, de la advertenciarquetípica y de la alerta irracional.
Al respecto de la serpiente, gran competidora de la araña en cuanto a miedos y fobias arquetípicos, decíamos con anterioridad:
Es casi una norma la aversión, en la cultura occidental, por las serpientes (podría decirse que por los reptiles en general). Esta repulsa, combinación de asco y miedo, genera odio y repugnancia. Está tan arraigada que hace notorias sus manifestaciones contradictorias, como la impasividad o incluso el afecto de muchas personas frente a los reptiles. Los individuos que muestran este tipo de simpatía por estos animales, hasta el punto de cuidarlos y alimentarlos, domesticarlos, son tachados de extraños por el occidentalito de a pie.
Dentro de los primates, nuestros parientes biológicamente más próximos, gorilas y chimpancés, muestran la misma repulsión por las serpientes, repulsión que los progenitores se preocupan por reafirmar en sus vástagos.
Esta actitud basada en el aprendizaje podría indirectamente incluirse en el concepto de “fenotipo extendido” tal y como lo define el biólogo conductista Richard Dawkins. Sin embargo, habría que incidir en el hecho de que, instintivamente (o, tal vez con los inmediatos pensamientos conscientes por los que abogaría Griffin ("El pensamiento de los animales"), los pequeñuelos que en la naturaleza se encuentran con una serpiente sin la advertencia de sus padres, es fácil que se sobresalten ante el súbito movimiento o reacción agresiva de lo que parecía una forma vegetal inanimada. Por añadidura, entre las múltiples especies de ofidios, algunos son venenosos, incluso mortales.
La maldición que cae sobre las serpientes no requiere una explicación teológica o psicoanalítica que las convierta en símbolo demoníaco o fálico. Basta recurrir a lo que puede evidenciar la experiencia visual en variados biotopos.
En la naturaleza, entre la vegetación de los árboles primigenios, tal vez un fruto comestible llamase la atención por su volumen y su color conspicuos. O, quizás, por un leve movimiento que llamase la atención de la visión estereoscópica y sensible a los colores del primate, al que sin embargo no le fué traducido como un aparte del fondo natural el cuerpo mimético y antiguo, de probada eficacia superviviente, del reptil.
Otros animales muestran esquemas orgánicos conspicuos sobre ese telón de fondo variable que es la naturaleza, estructuras que muestran cabeza, tronco y extremidades identificables pese a posibles contorsiones anatómicas. La carencia de extremidades de la serpiente (en sí, no es sino una especie de extremidad móvil y exenta) la lleva a poseer una forma corporal fácilmente confundible con cualquier fragmento vegetal más o menos torcido y, dada su coloración (una gran variedad de estudiados diseños gráficos externos) es muy posible que entre la vegetación su continuidad orgánica, ópticamente, se rompa.
La serpiente conlleva implícita una sorpresa primitiva, que, aunque no siempre, puede ser fatal. Muchos otros animales recurren a formas y colores miméticos, pero tienen una complejidad orgánica más abrupta (caso del uroplatus, el camaleón, la cigarra, el chotacabras, o los fásmidos).
La serpiente es una forma simple, una línea móvil, una curva variable que en algún caso puede ser mortal, o cuando menos muy dolorosa, por culpa de su inadvertencia (...)
En el paisaje perfecto, en el jardín idílico, no hay lugar para las alimañas, especialmente si su imagen se dibuja ajustándose sobre una antiquísima, ancestral, impronta que casi exclusivamente se conserva como señal de peligro mortal. Un animal que en su banco genético contuviese un gen que supusiese una atracción por los reptiles, sin estar capacitado para sobrevivir a su potencial ataque venenoso, sería víctima posible de un gen letal, en palabras de R. Dawkins ("El gen egoísta", "El fenotipo extendido").
Otros animales, no obstante, despiertan admiración y regocijo, bien porque aportan algún beneficio material o bien porque, aún entrañando potencial peligro o competencia por el sustento son envidiados por su efectividad, su poderío para conseguir comida o evitar ser comidos.
Por esta razón, la misma serpiente odiada en ciertas culturas, como lo es en la nuestra, es venerada en otras que comprenden de otro modo las capacidades de estas criaturas. En ciertos momentos de la historia del antiguo Egipto, serpientes y cocodrilos, así como otros animales, eran objeto de culto; un culto malentendido a través de las versiones de los historiadores griegos, como veremos más adelante.
El culto a grandes animales en culturas mucho más primitivas comparte con la nuestra el temor fascinante a algo sólo vencible a través de la ilusión de ser como ese algo, de entenderlo, de emularlo.
Araña de Nazca |
Joan Mirö: Cabeza y Araña |
Sin embargo, artistas mucho más cercanos en el tiempo, como Joan Miró, nos han recordado cuán fácil es evocar una araña, o más exactamente un opilion, sus parientes cercanos a menudo asimilados a su misma denominación, sencillamente cruzando por un mismo punto central varias rallas en disposición radial. Dicha disposición evoca asimismo la disposición estructural de la telaraña, pero la asociación de imágenes está servida.
De hecho, la semejanza estructural, o más bien gráfica, de opiliones y arañas favorece que la forma más simple de represenatrlos gráficamente consista en una pequeña mancha central rodeada de un número un tanto inconcreto de patas, tal y como ejemplifica la araña de Miró. Un cuerpo rodeado de patas es una imagen poderosa porque evoca a crustáceos y arácnidos de rumbo motriz incierto que nos han demostrado poder desplazarse con rapidez en direcciones imprevistas o en ocasiones saltar con inusitada potencia. Las extremidades que emergen radialmente de un cuerpo evocan en sí mismas la capacidad motriz y la feaciente prueba de vida de dicho cuerpo.
Odilon Redon: Araña Sonriente |
No son raros los casos de imágenes célebres de artistas que juegan no sólo con esta opción sino con la de otorgar cierta entidad al cuerpo central del animal, donde reside su individualidad, su voluntad y sus intenciones, como en la célebre araña sonriente de Odilon Redon, aunque sin olvidar su fascinante estructura radial, artistas contemporáneos como el fotógrafo Guido Mocafico, a quien ya habíamos dedicado un post y que nos sirve para ilustrar fragmentos de este texto, que observa con atención casi taxonómica diferentes especies de arañas jugando con un tipo de presentación que recuerda tanto a los anaqueles de los museos de historia natural, a la observación científica, como a los expositores de joyería, en un giro de observación decididamente esteticista.
Guido Mocafico |
Louise Bourgeois |
A finales de la década de los noventa, Bourgeois comenzó a utilizar la araña como imagen central de su arte. Maman, la cual mide más de nueve metros de alto, es una escultura de acero y mármol de la cual se produjeron subsecuentemente seis réplicas de bronce.
Louise Bourgeois |
La escultura hace alusión a la fuerza de su madre, con metáforas de tejidos, nutrición y protección.
La Araña es una oda a mi madre. Ella era mi mejor
amiga. Como una araña, mi madre era tejedora. Mi familia estaba en el
negocio de restauración de tapices, y mi madre estaba a cargo del
taller. Igual que las arañas, mi madre era muy astuta. Las arañas son
presencias agradables que comen mosquitos. Sabemos que los mosquitos
esparcen enfermedades y por lo tanto, no son bienvenidos. Entonces, las
arañas son proactivas y de mucha ayuda, justo como lo era mi madre.
Louise Bourgeois |
Louise Bourgeois |
Esto es algo que ya comentamos en su momento al respecto de la dudosa fama de la viuda negra y su poder iconográfico y simbólico asociado al personaje de los cómics Marvel cuya imagen definitiva fue desarrollada por el gran John Romita. En ambos casos recurríamos a la mención de los estudios de K. Roeder en 1935, quien comprobó que las estadísticas de depredación del macho por parte de la hembra en la mantis religiosa indican que no debería considerarse como un comportamiento generalizado, pero pese a su excepcionalidad resulta demasiado atractivo narrativamente para no mencionarlo, y de recurso mnemotécnico de entomólogos ha pasado a tópico generalizado. Algo similar ocurre con las arañas, incluída la viuda negra, quien además es muy reconocible por su coloración negra brillante y su emblemática mancha roja en forma de reloj de arena rectilíneo y sintético. La venenosidad provervial de las arañas alcanza por ello su zénit en la viuda negra y se falsea su carácter mortal que las estadísticas negarían, pero la tendencia humana a asociar Eros y Tánatos encuentra su encarnación en una criatura ejemplar:
Es clásica la disertación de Roger Caillois sobre la fascinación cultural ejercida por la imagen de la mantis en su libro "Medusa & Cía". Caillois señala la importancia del giro de cabeza del animal, ya que pocos insectos pueden seguirnos con la mirada, pero escoge a la mantis por su comportamiento sexual, clásicamente tildado de caníbal.
El canibalismo sexual de la mantis religiosa es tan infrecuente que no debería nombrarse como un rasgo distintivo de la especie, y sin embargo es difícil encontrar un texto sobre ella que no lo mencione.
Que una hembra, receptora del material fecundo del macho, tome no sólo dicho material sino todo su ser, es algo con un poder tan fascinador que su confirmación es buscada incluso donde no se produce, o se produce anecdóticamente y, además, casi siempre es presentado como ejemplar sacrificio del macho por cumplir la heróica misión de perpetuar su descendencia.
K. Roeder, en 1935, escribe un tratado que esclarece este aspecto del comportamiento de la mantis y su explicación científica para encontrar un sentido que encaje con la teoría evolucionista: ¿cómo opera la selección natural para favorecer el sacrificio del macho?.
A Roeder le preocupa la tendenciosidad de las narraciones científicas del acto sexual de estos insectos, que recurren siempre a una antropomorfización del animal para luego "bestializarlo" por su ferocidad incontenible, sirviendo más a criterios dramáticos que estrictamente científicos. Roeder señala:
"Todas las narraciones coinciden en cuanto a la ferocidad de la hembra, y a su tendencia a capturar y devorar al macho durante la copulación [...] La hembra puede atrapar y devorar al macho como lo haría con cualquier otro insecto".
Para añadir truculencia al hecho, se suele señalar que el macho empieza a ser devorado por la cabeza y que, incluso estando decapitado, vive lo suficiente para terminar la faena.
¿Cómo se explican todas estas dificultades en un sistema selectivo? ¿porqué la naturaleza no ha seleccionado machos mayores que sometan a las hembras a su antojo en vez de un diformismo sexual tan desventajoso?. El hecho de que se manifieste de este modo es más por insistencia en los textos que por verdadera generalización en la naturaleza.
K. Roeder consigue señalar que el canibalismo sexual de la mantis dista de ser una pauta normal de su comportamiento, y que lo que se ha señalado como característico no es sino una aberración lo suficientemente alegórica de la "femme fatale" como para que se siga repitiendo con errónea insistencia.
A Roeder, una vez comprobado el bajísimo indice de manifestaciones del hecho en cuestión, le queda sin embargo una pregunta que contestar: ¿porqué se siguen dando casos esporádicos de canibalismo si la selección natural debería haber favorecido la supervivencia del macho y por ende de su prole?.
Si tenemos en cuenta cuánto nos cuesta hablar de los procesos evolutivos como no universales dentro de la propia especie, y que también tendemos a olvidar que se trata de un proceso paulatino que no siempre conocemos consumado -si es que se puede hablar de consumación en términos evolutivos- lo único que nos queda es una respuesta, si existe, para el hecho concreto de la efectividad sexual de un macho decapitado. Pues bien: esa respuesta existe.
La hembra de la mantis es mayor que el macho (como en casi todos los insectos y otros artrópodos) y ataca y devora cualquier cosa móvil que no la supere en tamaño.
El macho, para aparearse, se ve obligado a no moverse mientras esté en el campo visual de la hembra. Unos centros inhibidores de los movimientos copulatorios (situados en el ganglio subesofágico, debajo de la cabeza) impiden que el macho ejecute dichos movimientos cuando no sólo no es necesario sino arriesgado, y así puede producirse el acercamiento a la hembra sin sufrir daño.
Los machos de la mantis no se dejan atrapar fácilmente y huyen o luchan cuando son asumidos por las hembras como alimento, por lo que , en caso de ser comidos o heridos, se perdería una posibilidad de descendencia tanto de machos como de hembras. Está claro el porqué de la selección de los machos hábiles para vencer el marcaje de la hembra y capaces de copular y salir ilesos. ¿Cómo es que los machos suicidas siguen teniendo descendencia?
Sencillamente porque, al perder la cabeza, una vez iniciada la cópula, pierden la inhibición de los movimientos automáticos de copulación, y son sementales más eficaces que aquellos que logran esquivar los ataques pero no se pueden entretener en otra cosa, por culpa de poseer todavía intacto su ganglio subesofágico. Un macho decapitado no se preocupa por su piel, sino sólamente por copular.
El antropocentrismo del mito sexual de la mantis no sólo se refleja en pretender hacer pasar por habitual un suceso raro en la especie, sino también en el hecho de que sea la hembra devoradora el mito, y no el macho, convertido en máquina bukowskyana de follar, en cuanto pierde la cabeza.
También la araña conocida como viuda negra, es descrita con esta característica pauta de comportamiento, aunque no sea del todo cierto, por el mismo atractivo morboso, por la curiosidad que suscita, aunque la mayoría de los machos ejecute la cópula sin problemas.
Esta tergiversación de los hechos, aunque poco científica, ha viajado fundamentalmente en los textos científicos que, para popularizarse, han de servirse de una amenidad que, más o menos extremadamente, se vuelve amarillista.
Las cualidades obliterativas de la mantis son relativamente poco destacadas en las ilustraciones de los libros; es inevitable la visión antropomorfizada del insecto que mira (cercanía al mamífero) y "manipula" (cercanía al primate). Y es que la divulgación de todo conocimiento pasa de un modo u otro por los filtros de la memoria a la que, de hecho, está destinada.
Pero la mantis es un insecto peculiar porque alcanza un tamaño considerable, que permite apreciar sus rasgos sin necesidad de excesiva proximidad, y estos rasgos visuales incluyen una cierta antropomorfia, un caminar erguido, giro de cabeza, ojos de mirada direccional con apariencia de incluir pupilas...mientras que las arañas, en su clásica disposición radial, no destacan su alteridad por semejanza y contraste, sino por conspicuidad de sus rasgos entomológicos, y pesa excesivamente la alerta sobre su toxicidad y su laborioidad, su carácter anticipatorio que exige planificación, astucia, sabiduría. Decíamos al respecto de la viuda negra:
La fama terrible de la viuda negra, devoradora ocasional del macho
durante la cópula, se tiñe además de su carácter venenoso de arácnido
convirtiendo su toxicidad en mortal para el hombre.
Parece ser que este hecho es más accesible de contrastar
estadísticamente, y resulta que, según el Instituto de Investigaciones
Científicas de Arizona, de cada 3000 picaduras de viuda negra a seres
humanos sólo se registra una mortal, y resulta muy difícil que el animal
reaccione de forma agresiva, ya que su carácter pacífico le hace usar
su veneno sólo para cazar, y no basta con intimidar, sino que hay que
acorralar o capturar al animal para que intente morder a cualquier
agresor que lo supere en tamaño.
Esto parece estar bastante claro para los responsables del documental
sobre arácnidos producido y realizado por Stephen Ellis para KEG-Ellis
Productions. En el más puro estilo canadiense, el filme expone de forma
estudiadamente desapasionada la injustificada mala fama de la especie,
basándose en el estudio estadístico anteriormente mencionado, y
escogiendo cuidadosamente la gravedad y serenidad de la voz del
narrador, para más señas Neil Diamond.
Sin embargo, a la hora de tocar el tema del apareamiento se omite el
hecho de que casi nunca sea fatal ya que en todo caso siempre es un
tanto problemático para el macho evitar los impulsos y órganos agresivos
de la hembra.
Lo curioso es que se insiste en el hecho aún cuando se muestra al macho
repetir la operación dos veces: "...esta separación pacífica es
infrecuente en una especie que acostumbra a reciclar al macho". El uso
del término "reciclar" es un intencionado distanciamiento de la realidad
del macho, y por tanto una forma conscientemente "cruda" de mostrar la
redundante crudeza de la vida salvaje, en definitiva la vida más real,
dando por sentada nuestra afortunada posición como miembros de una
sociedad civilizada.
Una pose, en todo caso, que favorece la justificación de cualquier defecto del estado organizado, o de sus abusos. La fórmula, en realidad, es simple: la encarnizada competitividad de la sociedad capitalista no es más que un reflejo de lo que sucede en la naturaleza, aunque lo que se intenta es crear un recelo hacia la vida natural, que se nos presenta como como una amenaza indiscriminada, aleatoria, carente de favoritismos.
Una pose, en todo caso, que favorece la justificación de cualquier defecto del estado organizado, o de sus abusos. La fórmula, en realidad, es simple: la encarnizada competitividad de la sociedad capitalista no es más que un reflejo de lo que sucede en la naturaleza, aunque lo que se intenta es crear un recelo hacia la vida natural, que se nos presenta como como una amenaza indiscriminada, aleatoria, carente de favoritismos.
"Reciclar" al macho es una actitud deshumanizada, propia de la peor
fantasía apocalíptica de Orwell o Huxley.
La mecanización de los actos vitales y su reducción a términos de rentabilidad para la especie estaría asociado a un subliminal terror a un estado drásticamente comunista, y, por si fuera poco, machista, temblorosamente machista.
La mecanización de los actos vitales y su reducción a términos de rentabilidad para la especie estaría asociado a un subliminal terror a un estado drásticamente comunista, y, por si fuera poco, machista, temblorosamente machista.
Para los que crean que estas lucubraciones van demasiado lejos, les diré
que como mínimo hay un aspecto de esta imagen artificial interesado en
el maniqueísmo descriptivo, y se trata de su revalorización.
La revalorización de las imágenes depende de la revalorización de su
contenido. Un alto dirigente fotografiado junto a un desconocido carece
de interés, a no ser que la vinculación con el desconocido tenga algo de
escandaloso o cuando menos raro o llamativo.
La paradoja de documentales como el de Stephen Ellis es que se alimentan
de imágenes lo más infrecuentes que sea posible, y sin embargo casi
todos ellos caen en un océano de tópicos reconocibles.
Se conjura un acto terrible, llamativo, mortalmente peligroso y
vitalmente necesario, que se supone frecuente, y se nos muestra uno
aparentemente normal aún cuando parece ser que su inapreciable rareza
reside precisamente en su aparente normalidad.
Louise Bourgeois |
Es curioso que sin embargo se llame la atención sobre la subjetividad de
nuestra conmoción al ver un anolis (un reptil) devorado por un ciempiés
gigante, una muerte que "impresiona más porque somos vertebrados, como
el anolis". El criterio de cercanía como móvil de simpatía, que se torna
más evidente cuando el que cae bajo el poder de un artrópodo es un
ratón (no sólo vertebrado sino también mamífero, "subiendo" en la escala
subjetivamente ascendente que va hasta el primate humano).
Lo que nos tiene que llamar la atención es, en realidad, que un
acercamiento supuestamente imparcial, científico, que nos recuerda que
mamíferos y artrópodos son iguales ante la fatalidad de la naturaleza,
nos describa la "parada nupcial" de la viuda negra como una "mezcla de
sexo y peligro", o, incluso, "como una película de James Bond".
Lo que sí está claro es que la araña sigue poseyendo un gran vigor desde el punto de vista simbólico e iconográfico, pero la lejanía de sus rasgos por cuestiones de escala son salvados en el caso de las especies de gran tamaño o en la observación minuciosa de las láminas elaboradas por artistas naturalistas. Uno de los mayores atractivos de las primeras enciclopedis ilustradas era precisamente el poder magnificar en tamaño criaturas pequeñas para observarlas de cerca y entender con cierta precisión sus rasgos anatómicos, antaño vedados y dejados en manos de la imaginación.
Los artistas científicos colaboraron a una mayor riqueza y detalle en la producción gráfica de todos los artistas, incluídos aquellos que realizasen imágenes de arañas, por ejemplo, para darles un significado exclusivamente artístico, evocador o simbólico, en sus obras, y no exclusivamente descriptivo. Con todo y eso, al observar las imágenes seleccionadas por Javier Fuentes en el Hurgador, nos damos cuenta de que es imposible no dejarse seducir por la carga simbólica de las ilustraciones naturalistas o por la curiosidad taxonómica en los cuadros de talante más artístico.
Mafa Alborés.
Os dejo con la selección de Fuentes:
martes, 18 de febrero de 2020
Recolección / Compilation (CXLI-1) - Arañas / Spiders
Selección de pinturas e ilustraciones científicas de arañas.
He limpiado un poco los fondos en algunas ilustraciones antiguas para destacar los diseños. /
He limpiado un poco los fondos en algunas ilustraciones antiguas para destacar los diseños. /
Selection of paintings and scientific illustrations of spiders.
I've cleaned up the backgrounds on some old illustrations to make the designs stand out.
I've cleaned up the backgrounds on some old illustrations to make the designs stand out.
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Cesare Vignato
(Italia / Italy, 1959-)
"Universo parallelo 2 / Universo paralelo 2 / Parallel Universe 2"
Óleo sobre lienzo / oil on canvas, 100 x 100 cm., 2012
_______________________________________________________
Georges Cuvier
Le Règne Animal / El reino animal / The Animal Kingdom
Arachnides, Lámina / Plate 18
"Dolomedes limbatus. Hahn, Dolomedes mirabilis. Walck, Dolomedes marginatus. Walck". BHL
Arachnides, Lámina / Plate 2
"Mygale Cancerides", Walck, macho / male. BHL
Le Règne animal distribué d'après son organisation, pour servir de base à
l'histoire naturelle des animaux et d'introduction à l'anatomie
comparée. Vol. 3, Les mollusques, Les annélides, Les crustacés, Les
arachnides et Les insectes
El reino animal, dispuesto según su organización, sirviendo como base
para la historia natural de los animales, y una introducción a la
anatomía comparada. Vol. 3, Moluscos, Anélidos, Crustáceos, Arácnidos e
Insectos
The animal kingdom, arranged according to its organization, serving
as a foundation for the natural history of animals : and an introduction
to comparative anatomy. Vol. 3, Mollusca, Annelides, Crustacea,
Arachnides and Insecta.
Londres / London: G. Henderson, 1834. (1ª ed./ 1st ed., 1816). BHL, Wikipedia (English)
_______________________________________________________
La revista de bolsillo del naturalista / The Naturalist's Pocket Magazine
"Gran araña de Surinam / Great Surinam Spider" (Aranea avicularia. Linn)
La revista de bolsillo del naturalista, o completo gabinete de curiosidades y bellezas de la naturaleza
The Naturalist's Pocket Magazine or compleat cabinet of the curiosities and beauties of nature. Vol VI
Londres / London, Harrison, Cluse & Co., 1801?. BHL
En el texto que acompaña a la imagen podemos leer:
"Esta Araña, que parece ser la más grande del género, es la Aranea
Avicularia de Linneus: así llamada, por el gran naturalista, de que se
supone que depreda a los pequeños pájaros de Surinam, así como a los
insectos. En las Planchas Iluminadas, se da una figura de esta misma
Araña, allí llamada la Gran Araña de Surinam, en el acto de devorar un
Colibrí de Colibrí".
Supongo que se refiere a la plancha de Merian cuyos detalles pueden verse aquí.
Maria Sybilla (Sibylla) Merian
(Fráncfort, Alemania / Frankfurt, Germany, 1647 -
Ámsterdam, Holanda / Netherlands, 1717)
Lámina / Plate 18 (detalle / detail). Tarantula: Avicularia avicularia
Lámina / Plate 18
"Arañas, hormigas y un colibrí en una rama de guayabo / Spiders, ants and hummingbird on a branch of a guava"
Grabado coloreado a mano/ hand-colored engraving
"Metamorphosis insectorum Surinamensium / Metamorfosis de los insectos del Surinam /
Metamorphosis of Insects of Surinam", 1705. Göttinger Digitalizierungzentrum
In the text following the image, we can read:
"This Spider, shich appears to be the largest of the genus, is the
Aranea Avicularia of Linneus: so called, by the great naturalist, from
it's being supposed to prey on the small birds of Surinam, as well as on
insects. In the Planches Enluminées, a figure is given of this same
Spider, there called the Great Spider of Surinam, in the act of
devouring a Colibri of Humming Bird."
I suppose the reference to the plate of Merian whose details you can see here.
Lámina / Plate 18 (detalle / detail)
Maria Sibylla Merian en "El Hurgador" / in this blog: [Merian, Ott, Palmer]
_______________________________________________________
Jan Augustin van der Goes
(Activo / Active 1690 - 1700)
"Araña / Spider", pergamino / parchment, 4,1 x 5,1 cm.
Rijksmuseum (Ámsterdam, Holanda / Netherlands)
"Araña / Spider" (detalle / detail)
_______________________________________________________
Biologia Centrali-Americana
Arachnida, Araneida, Lámina / Plate 4. BHL
Arachnida, Araneida, Lámina / Plate 4 (detalle / detail)
4. Cyrtarachne Tuberculata, 6. Argiope Trivittata, 9. Carepalxis Tuberculifera
11. Turckheimia Nodosa. BHL
Arachnida, Araneida, Lámina / Plate 30. BHL
Arachnida, Araneida, Lámina / Plate 30 (detalle / detail)
1. Triclaria Connexa, 2. Enna Velox. BHL
Arachnida, Araneida, Lámina / Plate 11 (detalle / detail)
5. Diaea Puta, 8. Eurypelma Mesomelas, 11. Bucranium Spinigerum. BHL
Biología Centroamericana: zoología, botánica y arqueología
Biologia Centrali-Americana: zoology, botany and archaeology
Londres, publicado para los editores por / London, Published for the editors by R. H. Porter, 1879-1915.
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Carteles de insectos / Insect Wall Charts
Araneina epeira
"Araneus" es un género de arañas que tejen telas radiales. Este género
se conocía antiguamente como Epeira, y permanece como seudónimo /
Araneus^ is a genus of common orb-weaving spiders. Araneus was formerly called epeira and it remains a pseudonym.
Carteles de insectos / Insect Wall Charts
Sitio de entomología histórica en la Universidad de Wageningen /
Historic Entomology site at Wageningen UR. En BibliOdyssey
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Leah Williams
(Ontario, Canadá)
"Tarántula / Tarantula", óleo sobre lienzo / oil on canvas, 18" x 16", 2014 © Leah Williams
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Dictionnaire classique des sciences naturelles
1. Mygale fasciéo, 2. Cténize Chasseur, 3. Epéire Militaire, 4. Lycose Xyline, 5. Erése rouge
Erése rouge
Dictionnaire classique des sciences naturelles : présentant la
définition, l'analyse et l'histoire de tous les êtres qui composent les
trois règnes, leurs application générale aux arts, à l'agriculture, à la
médicine, à l'économie domestique, etc.
Diccionario clásico de ciencias naturales, presentando la definición, el
análisis y la historia de todos los seres que componen los tres reinos,
sus aplicaciones generales a las artes, a la agricultura, a la
medicina, a la economía doméstica, etc.
Classic dictionary of natural sciences: presenting the definition,
analysis and history of all the beings that make up the three kingdoms,
their general application to the arts, agriculture, medicine, home
economics, etc.
Drapiez, Pierre Auguste Joseph, 1778-1856, Bory de Saint-Vincent, M. (Jean Baptiste Geneviève Marcellin), 1778-1846
Bruselas / Brussels: Meline, Cans et Ce., 1853. BHL
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Journal of a voyage to New South Wales
"Araña de articulación blanca / White-Jointed Spider"
Diario de un viaje a Nueva Gales del Sur, con sesenta y cinco láminas de
animales no descritos, aves, lagartijas, serpientes, curiosos conos de
árboles y otros productos naturales.
Journal of a voyage to New South Wales : with sixty-five plates of
nondescript animals, birds, lizards, serpents, curious cones of trees
and other natural productions.
Londres, impreso para / London, printed for J. Debrett, 1790. BHL
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Jagannath Panda
(Bhubaneshwar, Orissa, India, 1970-)
"In-Spider", acrílico sobre lienzo con tela /
acrylic on canvas with fabric, 152,4 x 182,9 cm., 2004. Sotheby's
"Generation-I", acrílico sobre lienzo / acrylic on canvas, 108 x 102,9 cm., 2004. Saffron Art
"Sin título / Untitled", acrílico y tela sobre lienzo / acrylic and fabric on canvas, 91,5 x 122 cm. Sotheby's
Jagannath Panda en "El Hurgador" / in this blog: [Recolección (LXXVII)], [Rinocerontes (LXXXIV)]