Anaïs Lagonigro |
Como era habitual en otros cursos, hemos vuelto a retomar nuestro interés por las enseñanzas de la imagen estereoscópica y la práctica de la fotografía en 3D. En el módulo de Fotografía del primer curso de Gráfica Interactiva (EASD Pau Gargallo) nos sirve para comprender diversas cuestiones que atañen a la óptica fotográfica, al encuedre, al enfoque, al eje óptico, a la nitidez...
Pero, además, al recurrir al sistema de visualización anaglifa para las tomas, hemos de repasar cuestiones como el contraste y la nitidez. Y, sobre todo, como es lógico, la composicón cromática de la imagen y los canales de color, ya que lo que hacemos, una vez conseguida una pareja esteroscópica idónea (y optimizar el contraste, la nitidez y el equilibrio de color de ambas tomas) es sustituir, en modo RGB, el canal rojo de la imagen de la derecha por el de la de la izquierda. Es así como obtenemos un resultado visualizable con efecto tridimensional al usar gafas anagifas (filtradas en rojo-cyan).
Abrimos la entrada con un ejemplo muy claro y muy completo de las posibilidades estéticas de la imagen esteroscópica. De sus posibilidades estéticas pero también de sus implicaciones conceptuales a través del diseño gráfico, audiovisual e interactivo.
Concretamente se trata de una propuesta de Anaïs Lagonigro, desde el ámbito del grado de Diseño Gráfico de ESDAP Catalunya, y más precisamente para el módulo de Lenguajes del Diseño y Aplicaciones, que en en su primera parte del primer semestre aborda precisamente aspectos concernientes a la percepción visual y las ilusiones ópticas como recurso a explotar desde el ámbito del diseño gráfico y la comunicación visual.
Anaïs Lagonigro |
Destacamos este trabajo porque Lagonigro no se limita sencillamente a cumplir con el objetivo de obtener resultados aceptables al realizar fotografías estereoscópicas, sino que aplica lo aprendido a la visualización tridimensional de distintos elementos tipográficos y compositivos del diseño al que destina dicha imagen.
Y, además de eso, y más importante, adecúa el empleo de la imagen estereoscópica, del componente tridimensional, a algo más que un mero divertimento o alarde efectista. No busca una mera sorpresa o incidir en ciertos tópicos ya poco interesantes de las fotos 3D, como hacer sobresalir elementos de la imagen "fuera" del soporte de visualización porque sí, sino que propone una inmersión en un espacio alternativo, y además éste es un espacio conceptual que parece materializarse mientras nos recuerda que sólo se encuentra en nuestro cerebro, y, por tanto, en nuestro pensamiento, en el que profundizamos a través del conocimiento implícito en la lectura de las páginas de los libros.
Decíamos (en otro momento y en otro lugar) al respecto de la importancia de la fotografía esteroscópica desde un punto de vista didáctico y artístico:
Andrea Suxo (Grado de Diseño Gráfico. ESDAP Catalunya/Campus Badalona) |
Aunque el advenimiento histórico de la fotografía supuso un revulsivo en la estética del arte figurativo, y muy especialmente de la pintura y la ilustración, lo cierto es que su aparición no hizo sino constatar la vicariedad cultural a la representación gráfica de la realidad en dos dimensiones, tal y como había marcado la tradición del dibujo y la pintura desde hacía siglos.
La fotografía se erigió como la forma más fidedigna de reproducir las imágenes del mundo físico tal y como las captaba el ojo, pero en ésta afirmación encerramos una concepción monoscópica de la percepción visual.
La verdad es que nuestra percepción visual del espacio, estereoscópica, nos proporciona una inmersión en la profundidad y en la apreciación intuitiva de las distancias existentes entre los objetos de la que carece la tradicional representación bidimensional del dibujo y la pintura, por más que se esforzara en plasmar las leyes de la perspectiva euclidiana.
Vemos con dos ojos y percibimos el espacio tridimensionalmente y la fotografía monoscópica no es más que la culminación de la aplicación técnica de un aprendizaje histórico de las leyes de la óptica, la física de la luz, las aplicaciones de las lentes y el comportamiento físico y químico de los materiales fotosensibles.
La combinación y fijación de todos estos procesos culminó en los procesos fotográficos monocromos, pero incluso llegado este momento no tardó mucho tiempo antes de que se estudiasen las múltiples posibilidades de su aplicación óptica, incluída la fotografía esteroscópica a partir de dos tomas fotográficas de un mismo tema con ejes ópticos paralelos con una separación similar a la existente entre nuestros ojos. Los esteroscopios son muy antiguos, y las postales y cámaras esteroscópicas de doble objetivo también.
Sin embargo pocos se plantean el hecho de que, en realidad, los ejes ópticos de nuestros propios ojos convergen a la distancia del objeto enfocado, por lo que nuestros músculos oculares responsables de su giro, o de la orientación de dichos ejes, se combinan de forma casi inconsciente con los músculos ópticos responsables de deformar el globo óptico para variar su distancia focal.
Andrea Suxo |
Poco después de la aparición de materiales fotosensibles pancromáticos se empezó a experimentar con la aplicación de filtros cromáticos en busca del registro de la fotografía en color. De hecho, fué durante la experimentación de este tipo de procedimientos que, acidentalmente, Du Hauron, al observar una copia con error de registro con filtros rojo y azul en ambos ojos, apreció un efecto de tridimensionalidad que no tardó mucho en comprender e instauró el método anaglifo para ver tridimensionalmente imágenes gráficas o fotográficas fueran monocromas o en color. La visualización con gafas anaglifas filtradas en rojo/cyan sigue constituyendo hoy en día el paradigma de la visión 3D, incluso tras la imposición generalizada del uso de gafas polarizadas a tal efecto en las proyecciones cinematográficas.
La fotografía estereoscópica no debería ser sencillamente una curiosidad o un pasatiempo lúdico de la actividad fotográfica, o una especie de alarde efectista y curioso. Sería algo así como afirmar que lo realmente artístico es el dibujo o la pintura y que el bajorrelieve o la escultura fuesen subproductos efectistas.
No obstante, es relativamente fácil constatar que poca producción fotográfica en 3D busca aportar rasgos genuínos de sus posibilidades expresivas, y he comprobado frecuentemente que mis alumnos de fotografía persistían en aumentar la "espacialidad" de sus ejercicios en fotografía esteroscópica mediante enfoques muy selectivos, menos convenientes, creo yo, cuando ejercemos este medio de expresión, que cuando ejercemos de convencionales fotógrafos monoscópicos (este problema es observable en las producciones cinematográficas actuales, sujetas a imperativos comerciales que buscan conciliar la estética de la versión bidimensional con la tridimensional de las películas).
Foto 3D: Judith Martínez |
Lo que sugería a mis alumnos de fotografía más escépticos era que una vez obtenido un resultado, estuviesen convencidos de que a la versión monoscópica de su imagen le faltase peso específico en comparación con la versión estreoscópica, es decir: que el hecho de ver la imagen en tres dimensiones aportase una percepción significativamente diferente de la supuestamente misma imagen.
Basándome en este principio, les sugería que evitasen los enfoques muy selectivos, que aumentasen en lo posible la profundidad de campo y la nitidez de la imagen o que, una vez elgido voluntariamente el plano de enfoque por superposición de contornos de objetos, no fuesen estrictamente los más nítidos u ópticamente enfcados, dado que disponían de dos enfoques posibles.
En mi proyecto Trampas Fotográficas-El Animal Invisible, hago un uso perverso de este principio en algunas de las fotografías de la serie, realizadas en modo esteroscópico. No ofrezco la posibilidad de ver una versión monoscópica de las imágenes que produzco, de tal modo que la opción de observarlas sin gafas anaglifas ofrece la típica impresión de error de registro cromático y no permite apreciar bien la escena, aunque sugiera un recurso estético o expresivo pretencioso e intencionado de imágenes que muestran aparentes escenas naturales.
No quiero dejar de hacer constar una actualización al día siguiente de la publicación de éste artículo, añadiendo un comentario del escultor y reivindicador de la fotografía estereoscópica Roberto Manzano, a quien en su día dedicamos una entrada por este motivo (pasando por encima de su maestría como escultor, la cual, sencillamente, nos desborda) y quien, una vez más, apunta exactamente a nuestras propias motivaciones respecto a la estereoscopia (foto)gráfica. Para contextualizar su comentario, diré que lo extraigo de su ubicación en un grupo de Facebook (Stereoscopic 3D) dedicado particularmente a fotografía estereoscópica y otras manifestaciones artísticas en 3D:
Laura Pozas |
Empezando de nuevo con el concepto básico, decir que la lente de nuestras habituales cámaras fotográficas representa solamente uno de nuestros ojos, el otro se queda sin representación por la ausencia un segundo objetivo. Este detalle ya está cortando las alas al universo de posibilidades de nuestra capacidad de percepción. Al aportar la segunda imagen, conseguimos entender la realidad de una forma más natural, como es capaz de comprenderla nuestro cerebro. El conformismo de la sociedad hacia la representación bidimensional de la imagen en lugar de tridimensional entiendo que es por cuestiones técnicas a la hora de representarla en los diferentes medios. Para mi, no hay ningún discurso que sostenga que la fotografía bidimensional sea el camino correcto y la estereoscópica sea una mera curiosidad. Ese discurso es víctima del desconocimiento, del conformismo y de la realidad que vivimos y menosprecia la capacidad visual humana. La imagen estereoscópica es la culminación de todas las técnicas de representación de la realidad, y para que sea un estándar, es solo cuestión de tiempo.
María Nucamendi |
Andrea Suxo |
Andrea Suxo |
Alba Mesas |
En algunos casos, aunque de forma meramente experimental, se trata simplemente de experimentar con los principios básicos de la estereoscopia para comprender cómo se comporta la visión y como percibimos el entorno tridimensionalmente. En el siguiente caso, por ejemplo, se ha observado la óptica y la perspectiva desde los principios básicos de los diseños anamórficos, tras haber observado ejemplos de artistas como George Rousse, y pese a haber titubeado en un principio sobre la optimización de dichos recursos se ha conseguido que un diseño fallido sí funcione esteroscópicamente mediante una conversión que altere la perspectiva aparente de la imagen realizada a mano para que sugiera una profundidad tridimensional en última instancia produciendo una pareja esteroscópica con la que editar un anaglifo.
Alba Mesas |
Veremos ejemplos específicos de la experimentación con la anamorfosis y sus posibles aplicaciones estéticas en diseño en próximas entradas, pero siempre es esclarecedor ver que para ello los alumnos han de partir de una observación de los principios básicos de la esteroscopia utilizando instrumentalmente la fotografía y experimentando con tomas sucesivas con leves desviaciones del eje óptico de la cámara para comprobar que la fotografía tridimensional es sencilla y asequible y nos da las pautas para elborar diseños no fotográficos que puedan ser vistos en tres dimensiones con el simple uso del sistema anaglifo de visionado, recurriendo a las tradicionales gafas rojiazules.
Leila Ciaravino |
Rocío Castillejo |
Rocío Castillejo |
Rocío Castillejo |
Sara de Lira |
Sara de Lira |
Sara de Lira |
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