Resuelto el misterio de la “larva monstruosa”
Por José de Toledo | Apuntes de Naturaleza – vie, 7 sep 2012
Imágen de la "larva monstruosa". Cortesía de Darryl L. FelderEn
Biología, hay algunos misterios que los especialistas son incapaces de
resolver. Uno de ellos tenía como protagonista a la "larva monstruosa",
la forma juvenil de algún tipo de crustáceo desconocido. Durante más de
180 años se ha conocido a esta larva, que incluso tiene su propio nombre
científico, pero se desconocía cuál era su forma adulta. Hasta la
reciente publicación de un artículo en la revista Ecology and Evolution.
Un equipo de investigación de la Universidad George Washington ha podido relacionar este misterio, la larva monstruo o Cerataspis montrosa con una especie de langostino, Plesiopenaeus armatus. Para demostrar esto han comparado el ADN de larvas y adultos, y han podido comprobar que son iguales.
Un detalle importante que hay que explicar es que esta larva tenga nombre científico, Cerataspis montrosa.
Para darle nombre a una especie tiene que pasar un proceso de
descripción, en el que se explica con mucho detalle la anatomía, la
biología y la ecología de este nuevo organismo. Y para ello, hace falta
conocer todas las fases por la que pasa a lo largo de su vida. Es decir,
que si se sabe que es una larva, no basta sólo con esta para hacer la
descripción.
[Te puede interesar: Hallan un crustáceo "supergigante"]
Entonces, ¿por qué en este caso se
le dio nombre científico? Porque era relativamente habitual. Esta larva
aparece en muchas ocasiones en el contenido estomacal de muchos peces y
delfines que se alimentan de ella. Y por tanto, hacía falta ponerle un
nombre. No bastaba con el "cariñoso" término de larva monstruosa.
Pero el hecho de que tuviese
nombre no hizo que se dejase de buscar a su forma adulta. El problema es
que, en los crustáceos, las formas Comparativa entre la larva y el adulto. Cortesía de Darryl L. Felderlarvarias
y los adultos son muy distintos. En este caso, los juveniles tienen una
cubierta muy gruesa, un cuerpo muy grueso, unos colores rosados muy
llamativos y unas mandíbulas con muchos ornamentos. Por el contrario,
los adultos son poco más que un langostino típico, de color rojo y muy
delgado.
[Te puede interesar: Encontrada una especie de cangrejo púrpura en las Filipinas]
Una vez que se ha podido
relacionar adultos y larvas, se puede empezar a conocer mucho mejor la
biología y la ecología de la especie. También se podrá estudiar su
distribución geográfica, en qué lugares cría y se reproduce, y qué
importancia tiene como alimento para distintas especies de peces y
mamíferos marinos, algunas de ellas en peligro de extinción.
No hay comentarios:
Publicar un comentario