Ya habíamos dedicado una entrada a Masayoshi Matsumoto, y en aquella ocasión lo hacíamos llevados por la agradable sorpresa de descubrirlo por una entrada de COLOSSAL, tal y como lo redescubrimos ahora.
No le habíamos dado mayor importancia que una llamativa curiosidad. Un peculiar artesano de las figuras hechas con globos que asociamos al artista callejero que llama la atención de los niños y la complicidad de los adultos.
Pese a la sorprendente calidad e indudable sensibilidad de sus piezas, el carácter efímero de éstas, así como la humildad del material empleado, hacía difícil que lo situásemos en un puesto de honor sólo por el hecho de representar básicamente formas animales, así que se trataba de una de tantas entradas de relleno que quedaba realmente bien, digna y verdaderamente llamativa.
Aunque tenemos esta entrada de hoy reservada entre nuestros borradores hace ya algún tiempo, lo cierto es que hemos decidido publicarla inmediatamente después de la de Tristin Lowe por aquello de enlazar de algún modo los contenidos de una a otra.
Destacábamos el carácter neumático, inflable, de muchas de las piezas de Lowe, rasgo importante, además, de "Mocha Dick", la pieza que nos condujo a este artista y que reclamó inicialmente nuestra atención, y no en vano mencionábamos el ejemplo de Matsumoto como creador de volumetrías inflables.
Masayoshi Matsumoto renace como ave fénix en nuestras páginas de selecciones de arte antrozoológico y por ello seleccionamos su ave fénix para encabezar esta nueva selección de esculturas con globos, pero además queremos aprovechar para reivindicar el alto grado de estima y consideración que le profesamos, ya que aquí nos dedicamos a proclamar algo así como que el arte de tema zoológico es el arte que mejor define nuestro tiempo de crisis ecológica, y que las imágenes de animales que el arte contemporáneo produce tendrán más permanencia que las especies reales que las inspiran, y que por tanto no hacen sino subrayar la fragilidad y el carácter efímero de las especies.
Las obras de arte tampoco son permanentes y también acusan el paso del tiempo, pero dependiendo del material que las constituyan pueden llegar a ser vestigios de su presencia en el planeta. Sin embargo, las piezas de Matsumoto están condenadas a permanecer en la memoria colectiva sólo en forma de fotografía, porque más tarde o más temprano se desinflarán, o su delicado material perderá su elástica consistencia y sus vivos colores.
Tal vez algunas exploten repentinamente antes de empezar a desincharse paulatinamente, pero sin duda tienen los días tan contados como las especies animales que representan, porque su consistencia material es crítica y su relleno es aire a presión que acabará por volver a la atmósfera huyendo de su encierro.
Hay algo también interesante en estas piezas, y es la conexión que de alguna manera establecen entre el arte hecho a mano y el arte digital, y es que parecen coloristas creaciones realizadas con un programa 3D recurriendo a la extrusión y deformación de formas tan básicas como las esferas, los toroides y los cilindros.
Sabemos que estos sugerentes globos apenas pasan de un curioso divertimento, o de un reto para artesanos habilidosos, pero lo cierto es que Matsumoto consigue elevar el género al de piezas dignas de engrosar las colecciones de cualquier museo, y la fidelidad con que reproduce precisas formas de anatomías específicamente definitorias es algo más que notable, y el resultado adquiere una carga simbólica que constituye una potente metáfora de la fragilidad de los ecosistemas en los tiempos que nos ha tocado vivir.
Además, y sin duda alguna, constituyen un fascinante ejercicio de análisis de las formas y de nuestra propia percepción, dado que pese a no ser más que muñecos inevitablemente caricaturescos, también es cierto que, aunque de modo muy sintético (y ahí está los difícil) recrean con gran precisión las proporciones y principales rasgos de especies muy concretas.
Aunque no podemos evitar la simpatía que nos inspira alguien tan interesado por la zoología, a la vista de los resultados obtenidos con sus mandriles, násicos, gibones, casuarios y tantas especies animales difíciles de reproducir con globos de forma reconocible, queremos hacer una alto para comentar su caracol:
No sólo recurre a pequeñas esferas como unidad de construcción, a modo de puzzle o mosaico volumétrico, sino que dichas esferas adquieren un sentido, al sintetizar de alguna manera las celdillas que conforman el tejido del cuerpo blando del animal y que recuerdan de algún modo a sus puestas de huevos.
Pero además, en las antenas de este ejemplar podemos observar la presencia de un raro y poco conocido parásito que se hace con el control neural del caracol; algo que se conoce como "caracol zombie", y que se puede observar en una sola antena o en ambas, pero que Matsmoto no ha ignorado como posibilidad y que fácilmente podría ser pasada por alto por público desinformado de este hecho. Que cualquiera con mínimos conocimientos pueda reconocer este fenómeno en una escultura realizada con globos me parece digno de tener en cuenta.
http://isopresso.tumblr.com/
http://www.thisiscolossal.com/2017/05/new-balloon-sculptures-depicting-animals-and-insects-by-masayoshi-matsumoto/
http://www.thisiscolossal.com/2015/06/balloon-sculptures-masayoshi/
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