Según el comentario del artículo original del que extraemos la información de esta entrada, los azulejos están pasados de moda. Esto ya nos indica cómo las tendencias cambian con los tiempos, por el mero hecho de diferenciarse de las anteriores y llamar la atención de los nuevos productos de cualquier tipo en un mercado saturado y competitivo, pero además, sobre todo en cuanto a cuestiones relacionadas con lo ornamental y estético, han de encajar con los gustos e inquietudes actualizados con los tiempos. En los que nos toca vivir, la urbanización atroz de nuestro entorno y de toda nuestra existencia nos aleja de la presencia visual del mundo natural, por lo que no es infrecuente que la imagen de la naturaleza sea un recurso tópico en infinidad de ejemplos de interiorismo y arquitectura, como ya ha comentado en alguna ocasión Joan Fontcuberta, por poner un ejemplo bien conocido, con respecto a las formas vegetales en los papeles pintados. Según el cronista original del artículo mencionado, lo que realmente necesitamos son pisos de polímero epoxi 3D. Esta es la última moda en el mundo de la instalación de suelos. Como se explica en el sitio web del fabricante del suelo Imperial Interiors, el proceso implica que se aplique una capa de mortero autonivelante (el material utilizado para fabricar pisos lisos), seguido de la imagen deseada. Esta se trata luego con un polímero transparente de dos componentes para dar la profundidad de la imagen. Una capa de laca protectora es el paso final.
El resultado es una imagen en 3D que simula la percepción de profundidad por no hallarse directamente bajo tus pies e impermeable a todo tipo de daños que afectarían normalmente a otros suelos ornamentados, además de facilitar su limpieza.
Según Imperial Interiors, aunque esta tecnología se utilizó primero en centros comerciales y otros lugares públicos, puede ser utilizado fácilmente en cualquier hogar. Y mientras que el uso más popular parece ser en los baños, el pavimento 3D también se puede utilizar en dormitorios o cualquier otra habitación. Estos suelos dan la impresión de amplitud de espacio en apartamentos de tamaño algo limitado y que parezca que se está viviendo bajo la cubierta de un barco con fondo de cristal.
Sin duda, ciertos aspectos anamórficos de las imágenes empleadas contribuyen a que su percepción tridimensional dependa del ángulo del punto de vista, y seguramente las fotografías escogen el más adecuado para potenciar esta sensación, pero, conocedor de este tipo de trabajos, estoy convencido de que también se podrían salvar ciertas dificultades técnicas para incluir no sólo imágenes fotográficas planas, sino elementos tridimensionales que quedasen imbuidos en la resina solidificada (todos hemos visto ejemplos a pequeña escala) y que aumentasen aún más la sensación de pasear sobre las aguas, todo un lujo muy al gusto de una empresa con sede en Dubai, donde la artificialidad del paisaje y su simulacro nace precisamente de la aridez de su entorno natural, análogamente a otros emplazamientos como Las Vegas, por ejemplo, que ignoran las peculiaridades del biotopo desértico e ignoran cualquier relación lógica con el entorno natural contra el que luchan y al que imponen su presencia, puesto que sus recursos naturales (a excepción del petróleo que genera riqueza artificial en los emiratos árabes) no son aprovechados de forma directa. El ensueño de una naturaleza prístina y benévola se acentúa en los entornos humanos que más se han alejado de ella. El resultado, fascinante aunque de dudoso gusto, supone una presencia brutalmente cercana de una naturaleza ya completamente intocable.
Mafa Alborés
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