Mi experiencia como escultor y modelista para trabajos puntuales en teatro y cine me llevó también a colaborar durante un tiempo con el Museo de Cera de Barcelona (herederos del legado de Enrique Alarcón y por tanto vinculados estrechamente a los decorados y escenografías para cine), y el Museo fué requerido por el Zoo de Barcelona para la realización de una de sus primeras instalaciones de apariencia naturalista ("Madagascar") en cuya construcción participé. Más adelante, en el mismo contexto del zoo, realicé otros trabajos con mi compañero de batallas Geno Rey y contactamos con Sandro Alviani para la remodelación de su exposición permanente "Natura Misteriosa" y sus versiones itinerantes. Volvimos a colaborar en "El misterioso mundo del veneno" y en otra exposición itinerante sobre curiosidades del coleccionismo relacionado con la brujería, el ocultismo y las reliquias.
En el caso de los terrarios para exponer reptiles y artrópodos, debíamos combinar habitabilidad y funcionalidad con un cierto realismo naturalista trabajando con materiales sintéticos. Era como hacer detalles en macro de paisajes fotográficos, pero en tres dimensiones.
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