Linda Brant, “Mending I” |
Gracias a un artículo de Emma Kisiel en Muybridge's Horse, tenemos noticia de una interesante exposición de arte necroantrozoológico a partir del próximo 10 de Febrero en Los Ángeles, Remembering Animals, que constata que el animal muerto es uno de los temas más recurrentes del arte contemporáneo. Además, define ese campo específico del arte antrozoológico que desde aquí hemos denominado repetidamente Arte Necroantrozoológico, del que la propia Emma Kisiel es un activo destacado, no sólo como artista y fotógrafa, sino como estudiosa y divulgadora.
Hemos podido constatar desde este blog que tiene abundantes representantantes y seguidores (nos hemos atrevido a insinuar que en su mayoría féminas) en los Estados Unidos y otras áreas geográficas de influencia anglosajona. Artistas que flirtean con la taxidermia, taxidermistas que flirtean con la trascendencia artística y creadores en general que recurren a la presencia directa o indirecta de animales muertos o de despojos animales como invitación a reflexionar sobre nuestra propia y particular condición animal. De todo ello da mucha más cuenta Emma Kisiel desde Muybridge's Horse, y remitimos directamente a este interesante espacio en línea a todos aquellos que investiguen acerca de este tipo de manifestaciones artísticas.
Emma Kisiel |
Curtis Bartone, “Pestilence” (from Plague Poem suite) |
Hyewon Keum, “Cloud Shadow Spirit, R23” |
Julia Schlosser, “Claire’s body, 7/5/2011, 1:58 p.m.” (from the series Claire Last Days) |
Kathy High, “Ratz” |
Sarah Perry, “Night Migration” |
Transcribimos y traducimos el comentario de Kisiel sobre la exposición en la que ella misma participa:
RECORDANDO ANIMALES: RITUALES, ARTEFACTOS Y AMPLIFICACIÓN; NARRATIVAS EN EL ARTE CONTEMPORÁNEO (Por Emma Kisiel)
Estoy realmente emocionada de compartir que este sábado, 10 de febrero es la apertura de Remembering Animals: Rituals, Artifacts & amp; Narrativas en arte contemporáneo en CSUN Art Galleries en Northridge, CA.
Steve Baker, “Scapeland VII” |
En el prefacio del catálogo de la exposición, la curadora Julia Schlosser escribe:
En esta exposición, les pedimos a los espectadores que experimenten imágenes potencialmente difíciles de animales muertos y obras de arte hechas con sus cuerpos. "Remembering Animals" espera crear un espacio íntimo donde podamos considerar estas obras de arte. En lugar de alejarse, lo invitamos a "dar testimonio" por un momento y a crear un conducto empático con un animal no humano.La muerte de los animales, como la muerte en cualquier forma, es un tema desafiante con el que enfrentarse y disponerse a acoger. Personalmente, muchos de nosotros que hemos vivido estrechamente con mascotas o animales de compañía lloramos su muerte profundamente. A nivel mundial, las muertes de animales no humanos ejemplifican muchas de las formas en que nosotros, como animales humanos, no alcanzamos a cumplir nuestros esfuerzos para gestionar nuestros ecosistemas y sus habitantes.
Desde temas abrumadoramente grandes como la cría intensiva, la experimentación con animales y la extinción de especies hasta la muerte de mascotas y animales muertos en las carreteras, nos enfrentamos a decisiones difíciles con respecto a nuestras relaciones con animales no humanos todos los días.
Jon Christensen señala que vivimos en "un mundo en el que la agencia humana es a la vez vasta e ineficaz". El nexo de nuestras decisiones individuales y colectivas afecta a los animales y la calidad de sus vidas en el planeta, lo queramos o no. . Esta exposición examina las formas en que las obras de arte pueden hablar, y lo hacen, no solo sobre los animales mismos, sino también sobre estos temas más importantes.
Además de la recepción de apertura, el sábado 10 de febrero, de 4 a 6 pm, Julia Schlosser dará una charla en la galería el lunes 12 de febrero a las 10 a. M. Y Curtis Bartone dará una charla el jueves 22 de febrero a las 11 a. M. La exposición estará abierta hasta el 17 de marzo.
anilum.art |
Julia Schlosser / Joe Bautista, “So we lit a candle” (gallery installation) |
Decíamos hace bien poco, a propósito de la obra de Kelly Cassel glosada por la misma Kisiel, que
Fleur Alston |
Kisiel nos dice respecto a la obra de Cassel:
Maria Ionova-Gribina |
los rituales de la muerte son algo que es casi propio de la humanidad. Si bien varían de una cultura a otra, la idea sigue siendo la misma que una vida que se honra y se transmite. "Memento Mori" muestra los esqueletos de animales salvajes colocados dentro de monumentos conmemorativos de elementos naturales. Hay una pérdida para el ecosistema pero también una ganancia a través de los nutrientes y la vida proporcionada por el animal que regresa al suelo. Con un enfoque en la estructura esquelética dejada atrás, yuxtapuesta con algunos animales recientemente fallecidos, la serie enfatiza que al final todos nos reducimos a hueso. Estos huesos también portaron vida una vez, una que se hubiera ido sin reconocimiento y abandonados si no los hubiera encontrado. Estas imágenes inmortalizan al animal y lo honran en tanta valía como la vida humana. Hay algo maravillosamente trágico sobre la muerte y el proceso de descomposición.
Tamany Baker |
En primer lugar queremos dejar constancia de la existencia de otros sitios web consagrados a glosar trabajos artísticos relacionados con el arte y la zoología, eso que nos hemos permitido denominar Antrozoología Artística.
En segundo lugar creo que ya podemos afirmar, pese a la escasez de manifestaciones críticas o académicas al respecto, que la antrozoología ha tomado el arte, que casi todas las manifestaciones artísticas más relevantes y con mayor repercusión están marcadas por la presencia de animales, iconografía animal o crítica al discurso naturalista y ecologista, como lógica consecuencia de las circunstancias socioeconómicas en las que se desenvuelve el arte contemporáneo.
En definitiva, creo que los temas y contenidos de este blog son mucho menos restrictivos y minoritarios que nunca, y tal vez siempre han tenido tal vigencia que su misma obviedad los hacía aparentemente invisibles. Algo está pasando en el mundo del arte, porque los animales están más presentes que nunca y son más llamativos que nunca, por lo que están buscados, vivos o muertos. Literalmente.
Lo que a finales del siglo pasado a mi me parecía un tema de creciente actualidad que por lógica habría de impregnar la cultura occidental y las preocupaciones de la filosofía, la ciencia y el arte, fue recibido con fría indiferencia y distanciamiento intelectual por parte de los responsables académicos vinculados a mis estudios doctorales, salvo muy escasas excepciones y, sin embargo, algo me dice que la relación entre animal humano y demás animales será la preocupación fundamental de la sociedad mucho más allá de los vaticinios de Blade Runners futuribles por Philip K. Dick. De hecho, el cine sigue mostrando a los animales y sus idealizaciones cinematográficas como foco central de muchas de sus producciones de mayor repercusión mediática, y en muchos casos la relación entre el ser humano y los demás animales es el núcleo temático sobre el que se sustenta la narración de forma novedosamente ecologista, obligadamente, incluso. Revísense si no los ecos animalistas en clave vegana de Noé, el proteccionismo anacrónico de En el Corazón del Mar, el simbolismo animalista de Vida de Pi o el fatalismo naturalista de El Último Cazador. Por si fuera poco, mientras oíamos hablar de proyectos de parques temáticos como Zootopía o el ambicioso Parque Zoológico/Safari de Dubai, los medios nos traían las macabras imágenes de los animales momificados en el terrible abandono del Zoo de Gaza, como si de uno de los proyectos artísticos a los que hoy nos referimos se tratase.
Portia Munson |
Los cadáveres de los animales siguen evocando su belleza en vida, o pueden pasar por estáticas representaciones de sí mismos cuando la fotografía y otras formas de reproducción se hacen cargo de ellos. Es comprensible, sin duda, paro también indudablemente preocupante.
Y es precisamente de esa vida/muerte artística de las formas animales lo que hoy queremos traer a colación.
He de reconocer que es algo que me incomoda, cosa que ya he dejado claro, por ejemplo, al referenciar obras artísticas que recurrían a la Taxidermia, y especialmente cuando dedicamos un comentario a la peculiar obra de Kate Clarck y otras mujeres artistas vinculadas al arte con animales disecados. Me intriga que el mercado del arte moderno y la cultura mediatizada, de predominancia anglosajona en occidente, acoja cada vez más ejemplos, especialmente en Norteamérica, de artistas que recurren a las artes de la taxidermia para sus intervenciones artísticas, y que en su mayoría sean mujeres.
Existe, además, en la fotografía, un carácter esencial que conecta con la muerte en cuanto que se trata de una forma más de preservación de las formas orgánicas más allá de la muerte, o de la vida. Los seguidores de este blog también han sido testigos de los múltiples ejemplos en que los fotógrafos han encontrado un motivo atractivo para sus objetivos en los animales muertos, cuya inmovilidad pasa desapercibida en el arte de la inmovilización.
Emma Kisiel se sirve de la fotografía para indagar en los signos visuales que se desprenden del cuerpo inerte de un animal y nos ofrece instalaciones efímeras eternizadas gracias al medio fotográfico a modo de rituales funerarios con los que dignificar y recordar la presencia de los ejemplares muertos (a menudo por intervención humana más o menos involuntaria). En sus principales series fotográficas se sirve de la presencia de cadáveres encontrados de formas diversas.
En algunos casos, como hemos descrito inicialmente, interviene en la escena disponiendo ofrendas naturales, pétreas o florales para crear orlas o aureolas, coronas funerarias ornamentales con las que presenta sus respetos a la belleza aún visible de los animales muertos. En otra modalidad de sus trabajos, los acoge en su hogar para curarlos o intentarlo, y tanto si viven como si mueren, documenta su presencia en una situación de amor y cuidado.
En una tercera modalidad, fotografía los cadáveres de animales víctimas de accidentes de circulación u otras circunstancias como si durmieran plácidamente, como si le quisiera conceder una última oportunidad de vivir un momento placentero.
En trabajos anteriores, Kisiel ya había demostrado su interés por los animales y por sus anatomías alternativas a nuestra propia animalidad humana, por sus interacciones y por su manera de actuar en la naturaleza, pero, sobre todo, por la manera en que nosotros lo percibimos, lo representamos y lo reproducimos. Así, como tantos otros fotógrafos, se ha sentido fascinada por los dioramas de los Museos de Historia Natural, con sus animales naturalizados y sus escenografías naturalistas. Y lo curioso en este caso es que su atención suele centrarse no en los animales taxidermizados que aparentan estar vivos, al menos en una fotografía, sino en aquellos cuyo papel en la dramatización del diorama es estar muertos. Animales muertos simulando otra muerte.
Emma Kisiel |
Emma Kisiel |
1) su propia cercanía emocional y física con los animales, tanto vivos como muertos
2) la importancia y el futuro de la taxidermia en los museos de historia natural
3) la cultura del siglo XXI de los lugares donde los visitantes pueden experimentar los animales en cautiverio y en conservación.
A menudo, sus imágenes cuestionan la autenticidad de los momentos que compartimos con los animales, así como nuestra comodidad con nuestra propia mortalidad.
Aunque a veces repulsivas y de confrontación, las fotografías de kisiel llaman la atención sobre el valor inapreciable de los animales y la importancia de una relación con ellos, en una forma sincera y genuina.
rememberinganimals.art
http://muybridgeshorse.com/2018/02/05/remembering-animals-rituals-artifacts-narratives-in-contemporary-art/
http://www.emmakisiel.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario