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domingo, 23 de junio de 2013

“Nuestro Rostro”, Ken Kitano

Os invito a que visitéis el blog "...y mientras tanto", siempre interesante y revelador, y en especial para ver más ejemplos de la serie "Nuestro Rostro" de Ken Kitano, que atañe mucho a todo lo que habíamos comentado en posts anteriores dedicados a la problemática del reconocimiento de rostros y la cuestión del parecido en el retrato fotográfico y el pictórico.




Nuestro rostro // Our face (by Ken Kitano)


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“Nuestro Rostro”, de Ken Kitano, se centra en las personas y no en la infraestructura de la ciudad. A diferencia del estilo de los retratos de al uso realizados en estos días, Kitano llega hasta 20 tomas de esos tantos sujetos y los mezcla juntos, creando un nuevo pero familiar retrato.
El proyecto fue en respuesta al gran terremoto de Hanshin y el ataque de gas en el Metro de Tokio, ocurridos ambos en 1995. A raíz de estas tragedias, Kitano se sintió obligado a documentar a las personas a su alrededor. A medida que el proyecto se lleva a cabo, Kitano viaja a otros lugares en todo el mundo para obtener una declaración visual de los diferentes grupos.
Con el fin de obtener el extraño mosaico como resultado de sus fotografías, Kitano puede seleccionar un máximo de 70 personas de una categoría en particular para posar para él. Por tanto, la serie incluye desde estudiantes de secundaria en Japón a los trabajadores portuarios en Bangladesh a los devotos religiosos en la India.
Los retratos resultantes son bastante aleatorios, pero al mismo tiempo, lo que emerge es algo que hubiera esperado de cada grupo, el entusiasmo burbujeante de los escolares, las emociones fuertes que bailan en los rostros de los actores y artistas, la calma estoica de los monjes budistas , etc
Una observación interesante que apunta Kitano al mostrar sus fotografías es que algunas personas notan de inmediato las diferencias en los rostros, mientras que otros se centran en las similitudes entre los sujetos. Es como si la mayoría de las personas pudieran ser colocados en dos grupos: uno que ve lo que divide a la sociedad, y otro que ve lo que une. ¿A qué grupo perteneces tu?



Animalidad y parecido

Anthony Hopkins
Animalidad perceptiva y diferenciación de animalidades.
Si volvemos al discurso de Scruton, nos encontramos ante el Kantiano razonamiento que afirma que “el cuadro ideal no tiene por qué presentar una apariencia idéntica a la de su asunto [....], no es necesario que el artista se esfuerce por presentar una copia exacta de la apariencia del mismo”. Esta afirmación me lleva a detenerme aquí y preguntarme: ¿qué es una apariencia exacta? ¿no es acaso la apariencia una copia de una fracción espaciotemporal de la esencia? Y más si pensamos en un ejemplo como el que escoge Scruton: un retrato (concretamente el del Duque de Wellington). ¿No es factible, acaso, una descripción exacta de un “momento” peculiar y desconocido del objeto (alias sujeto, alias asunto)?.
Frankie Muniz

david bennent
Cuando un observador no encuentra parecido entre el retratado y su retrato lo achacará antes a una incapacidad del pintor que a su habilidad para captar un momento excepcional del retrato. Si ignora que el retrato representa a fulano y no lo reconoce, su sorpresa al enterarse, le llevará a comentarle a fulano que no encuentra parecido alguno, dudando de la capacidad del artista, pero si se entera del renombre o la calidad reconocida de éste tal vez comente: “ese día no estaba inspirado” o, por el contrario “bueno, sí, algo sí que tiene” y “lo que tiene” suele ser un aire de no se qué.
mikhail baryshnikov
Si este mismo caso se diese con una fotografía, nuestra engañosa creencia de que ésta refleja la realidad tal y como es llevaría, lejos de dudar de la capacidad del fotógrafo, ni nada semejante, a comentar, lisa y llanamente: “qué raro saliste aquí”. Y, es curioso, en muchos casos he visto cómo el elogio al fotógrafo provenía de su capacidad para presentar un aspecto inédito del sujeto fotografiado, aunque ésto no sea más que un mérito propio de las posibilidades de la técnica.
david bennent
Me viene a la memoria uno de los “cuentos sin plumas” de Woody Allen, en el que el protagonista sufre una crisis de sentimientos hacia su pareja, sencillamente porque "desde cierto ángulo de luz" le recuerda a una tía suya.

El problema del parecido y el reconocimiento de caras es más complejo de lo que pueda parecer, y de hecho, parece ser que tenemos un área cerebral específica para reconocer rostros (los autistas no la tienen igualmente activa, y han de reconocer los rostros como inspeccionarían cualquier otra categoría de objeto).
david bennent
Parece ser que, del mismo modo que usamos pautas de reconocimiento, también las asociamos o superponemos a rostros de distintas personas, y se da más de una categoría, por lo que a menudo encontramos parecidos entre personas que ni siquiera poseen rasgos físicos visualmente semejantes. Las fotografías son reconocibles como imágenes análogas a la realidad por estar inmersos en una cultura plagada de imágenes, desde representaciones esquemáticas o simbólicas hasta muy complejas. Sin esta información previa, no es tan sencillo como nos parece reconocer la imagen registrada por una fotografía, y ésta se vuelve cómplice de los engaños de la percepción, que la acepta como huella indiscutible de la realidad (aunque creo que este criterio está cambiando radicalmente en nuestra era de reconocidas manipulaciones digitales al alcance de la mano de cualquiera).
david bennent
Veamos, si no, una serie de fotografías de diferentes personajes más o menos conocidos por todos que podemos asociar a rostros emparentados por diferentes relaciones psicoperceptivas. El viejo juego de los parecidos razonables entraña ciertas paradojas curiosas desde la aparición de la fotografía, porque permite constatar el parecido entre personas de diferentes épocas históricas a diferentes edades, o incluso el escaso parecido entre fotografías de una misma persona.

Anthony Hopkins
Se ha hablado, desde reflexiones más o menos sesudas (Walter Benjamin, Roland Barthes, Peter Galassi...) de el poder de la fotografía para reforzar nuestra memoria, reactivarla o congelarla. Incluso de un cierto poder esotérico de devolver la imagen de los ya muertos como si de su espíritu se tratase, aunque, en realidad, lo que más fuertemente se constata gracias a la fotografía es cuán rápido asumimos las novedades tecnológicas y las perspectivas que nos ofrecen y qué lentamente en cambio asimilamos o somos conscientes de los cambios que se producen en nosotros, incluyendo, paradójicamente, los debidos a las nuevas perspectivas perceptivas que nos ofrecen la tecnologías sensoriales, especialmente las auditivas y las visuales.
Frankie Muniz
Tanto es así, que, a la vez que nos sorprendemos de los cambios físicos que nos afectan a corto plazo, nos admira la permanencia de los rasgos reconocibles, característicos, a pesar del paso del tiempo, tal vez amparándose en las diferentes técnicas que disimulan dicha transformación o tal vez por constatar la poderosa persistencia de los arquetipos y de los rostros que prefabricamos al conocer a alguien a quien seguimos viendo con asiduidad. Atañe no sólo al reconocimiento visual de objetos sino al de caras, al parecer realizado, como hemos apuntado, en un área específica de nuestro cerebro relacionada con la capacidad de empatizar.
La existencia de la fotografía ayuda a reforzar estos planteamientos al poder apreciar las sutilezas cambiantes de un mismo rostro en distintos momentos o desde diferentes ángulos. 
david bennent
Esto está muy relacionado con los diferentes recursos empleados por los actores, por ejemplo, para enviar mensajes a nuestra percepción y que acepte el parecido con un personaje sin necesidad de recurrir al maquillaje sino a actitudes corporales o expresiones (a veces incluso reestructuraciones musculares) faciales características de ese personaje (damos por hecho que estaríamos de un personaje reconocido, y por tanto ante una imitación) pero la fotografía demuestra desde que existe no sólo su asombroso parecido con la realidad sino, casi inevitablemente, lo poco que la realidad se parece a sí misma.
Y si hemos llegado a este punto desde la imagen animal como paradigma icónico es porque nuestra animalidad condiciona nuestro modo de percibir las cosas, especialmente nuestra propia animalidad, o si lo prefieren, espiritualidad.
mikhail baryshnikov
Según nos resume el profesor Manzanero, de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, se combinan diferentes análisis y codificaciones perceptivas en el reconocimiento de caras:

Percepción Facial . (Manzanero, A.L. (2010): Procesos cognitivos en el reconocimiento de caras. En A.L. Manzanero, Memoria de Testigos (pág. 131-146). Madrid: Ed. Pirámide.

(Extraído de la Página de docencia de la asignatura de Psicología de la Percepción. Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid.
Profesor Antonio L. Manzanero.
)
¿Qué procesos intervienen en la percepción de una cara? ¿Percibir una cara es lo mismo que percibir un objeto cualquiera? ¿Por qué los testigos usualmente recurren a rótulos generales o únicamente describen los rasgos más sobresalientes cuando se les pide que describan a una persona? Los estudios en Psicología de la Percepción pueden aportarnos algunas respuestas a estas preguntas.
david bennent
Específicamente para la percepción de caras, Bruce y Young (1986) propusieron un modelo general que abarca desde el instante en que se ve un rostro familiar hasta su reconocimiento y la evocación de su nombre. La primera fase consistiría en la codificación estructural de las características faciales que permitirá la construcción de una representación visual.
Frankie Muniz
Para ello, el sujeto realizaría un análisis simultáneo y en paralelo de diferentes tipos de información facial: a) de la apariencia facial o patrón facial que implica la identificación del estímulo visual como perteneciente a la categoría de las caras; b) de las características particulares del rostro y su distribución espacial particular mono-orientada que permitirán reconocer semejanzas o diferencias entre rostros; c) de las expresiones faciales; d) del lenguaje facial: movimientos orolinguofaciales, lectura labiofacial.


Figura 1. Modelo de reconocimiento de caras de Bruce y Young (1986)

La segunda fase implica el reconocimiento facial, a partir de la representación generada, mediante su comparación con las huellas de memoria de caras previamente aprendidas y almacenadas. En el caso de que se encuentre una huella de memoria facial de configuración similar a la representación se produce un sentimiento de familiaridad y se activa el acceso a su reconocimiento. Esta tarea es realizada por las unidades de reconocimiento facial que serían un almacén de las huellas de memoria de caras previamente conocidas y que establecen una conexión entre la representación y la memoria semántica o nodos de identidad personal.
Anthony Hopkins
El siguiente paso, sería la activación de la memoria semántica relativa a las personas. El sentimiento de familiaridad producido por el reconocimiento del rostro sólo nos asegura que la cara que vemos ha sido previamente conocida. Por ello, es necesaria la activación del nodo de identidad personal para acceder a las memorias semánticas relativas a la persona que vemos (profesión, lugar y época en que la conocimos, dónde vive, etc).
Una vez generada la representación facial, despertado el sentimiento de familiaridad, hecho el reconocimiento facial y activada la memoria semántica sólo queda acceder al nombre. Para ello se requiere la activación del sistema léxico. A la activación de la representación verbal se puede acceder a partir de la representación mnésica visual (el rostro) o de cualquiera de las representaciones semánticas del nodo de identidad personal. Finalmente, el acto de reconocimiento queda completado por la realización articulatoria del nombre seleccionado.
mikhail baryshnikov
Frankie Muniz
Así pues, el proceso de percibir una cara, esto es, de interpretar las sensaciones procedentes del estímulo complejo que es una cara, es probablemente uno de los más complicados de entre todas las capacidades perceptivas. En primer lugar porque las caras no solo están compuestas de diferentes rasgos que guardan una configuración concreta, sino que además son dinámicas. El dinamismo de una cara procede de su evolución a lo largo del tiempo, con la edad, y de cada expresión emocional a corto plazo. La cara es una de las estructuras anatómicas que más músculos posee y los elementos que componen una cara (pelo, frente, cejas, ojos, nariz, boca, mentón...) pueden adoptar formas y disposiciones diferentes.
david bennent
Por otro lado, todas las caras (o casi) están compuestas por los mismos rasgos y en disposiciones  similares, de modo que la diferencia entre una cara y otra es cuestión solo de matiz, pudiendo encontrarse una variabilidad inmensa que va desde caras muy diferentes a otras bastante semejantes.
david bennent
Así pues podemos hablar de una variabilidad intrasujeto, relativa a la dinamicidad de la cara de una misma persona, y una variabilidad intersujetos, procedente de las diferencias entre unas personas y otras. Sin embargo, podríamos ser capaces de identificar a una persona de sesenta años en una fotografía tomada cuando tenía treinta años o incluso diez. La apariencia de esa persona es muy diferente en cada edad, pero conserva una identidad que somos capaces de reconocer. Igualmente somos capaces de reconocer a esa persona aun cuando adopte distintas expresiones faciales.
david bennent
 Esta variabilidad de las caras las confiere una cualidad que las distingue de cualquier otro estímulo, de cualquier otro objeto. Así, las teorías que tratan de explicar qué procesos cognitivos intervienen en la percepción de un objeto no parecen ser suficientes para explicar la percepción de una cara. Para explicar cómo se perciben los objetos, Treisman (1986, 1993) propuso la Teoría de Integración de Características en la que la percepción de un objeto se basaría en la percepción de las primitivas o unidades básicas del objeto en cuestión en una primera fase preatencional, para después integrar esos componentes y dotarles de significado comparándoles con los prototipos de objetos que conocemos (un camión), para por último identificarlos como objetos singulares (el camión de mi vecino).
Anthony Hopkins
            
david bennent
Las primitivas o unidades básicas serían los componentes más simples del objeto y se percibirían de forma automática. Líneas rectas, curvas, orientaciones, etc. serían esas primitivas para las que sabemos existen estructuras neuronales específicas. Aunque también se ha demostrado que existen estructuras neuronales específicas para el procesamiento de formas complejas en el cortex inferotemporal (Tanaka, 1993). Incluso se han encontrado neuronas que responden específicamente a información facial (Gross,  1992, 1994; Rolls, 1992; Rolls y Tovee, 1995; Wachsmuth, Oram y Perrett, 1994). Estudios con resonancia magnética funcional (RMf) han localizado tres áreas implicadas en el procesamiento de caras: el área facial fusiforme, el área facial occipital y el surco temporal superior (Clark, Keil, Maisog, Courtney, Ungerleider y Haxby, 1996; Kanwisher, McDermott y Chun, 1997; Puce, Allison, Asgari, Gore y McCarthy, 1996; Rossion, Caldara, Seghier, Schuller, Lazeyras y Mayer, 2003). Una lesión en estas áreas provocaría un déficit en el procesamiento de caras que se denomina prosopagnosia, del que hablaremos más adelante.


Figura 2. Resonancia magnética funcional (RMf) que muestra la localización de las áreas cerebrales implicadas en la percepción facial (Rossion y cols., 2003).

            Biederman (1987) desarrolló una propuesta parecida a la de Treisman (1986) salvo que las formas básicas sería volumétricas o tridimensionales, a las que denominó geones. Cilindros, conos, pirámides, etc. serían los componentes básicos de esta propuesta. Según Biederman la percepción de los objetos comenzaría con el reconocimiento de sus componentes (geones). Los geones se caracterizarían por ser identificables desde diferentes perspectivas debido a que contendrían propiedades invariantes para el sistema visual y por lo tanto serían discriminables unos geones de otros desde distintos puntos de vista. Además, estableció su resistencia al ruido visual; esto es, aún estando parcialmente enmascarados seríamos capaces de reconocerlos.
Anthony Hopkins

De acuerdo con estas propuestas, la pregunta clave sería si la cara como un todo podría considerarse un elemento básico susceptible de facilitación en su procesamiento por estructuras neurológicas específicas o si los elementos básicos son los rasgos que componen la cara. Algunos datos podrían apuntar en la dirección de que el elemento básico podría ser la cara como un todo: la existencia de neuronas específicas para el procesamiento de información facial y el hecho de que podamos reconocer una configuración muy básica de cara como tal.


Procesamiento holístico o por rasgos
Podríamos considerar dos posibles estrategias diferentes al codificar una cara: a) rasgo a rasgo, de acuerdo con un esquema previo (Penry, 1971); o b) de forma global u holística y no procesando sus rasgos específicos por separado (Kuehn, 1974).

 Figura 3. Algunos rasgos faciales por separado.

Anthony Hopkins
Las principales teorías sobre el procesamiento de caras proponen que éstas no se percibirían como una colección de rasgos individuales, sino como un todo integrado, donde los distintos rasgos se relacionan entre ellos, creando la impresión particular de una persona. Algunos datos parecen avalar esta teoría. Homa, Haver y Schwartz (1976) mostraron que el procesamiento de una cara se ve facilitado en comparación con el procesamiento de un objeto. Aunque, Tanaka y Farah (1993) encontraron que esta facilitación solo se producía en el procesamiento de caras con estructura normal frente a caras con rasgos descolocados. En la misma dirección, Moscovitch, Winocur y Behrman (1997) hallaron que cuando se presentaba una fotografía fragmentada a personas cuya percepción de caras era débil no podían identificar que era una cara. Así, parecen ser actividades distintas el procesamiento de los rasgos faciales y la identificación de una persona (Benton y Allen, 1972). Los estudios de casos clínicos de pacientes aquejados de prosopagnosia mostrarían la disociación entre los dos tipos de procesamiento.

Figura 4. Las caras se percibirían de forma holística.

Heering, Houthuys y Rossion (2007) también encontraron que el procesamiento de las caras se veía facilitado en comparación con el procesamiento de un objeto, efecto que desaparecía cuando se presentaban caras mal alineadas (ver figura). Además, establecieron que la capacidad para percibir las caras de un modo holístico se desarrolla con la edad, y parece ya consolidada a la temprana edad de 6 años. Estudios con niños diagnosticados de autismo (López, Donnelly, Hadwin y Leekam, 2004) muestran que su déficit en la integración de información les podría impedir la percepción holística, y una muestra de ello es que no les afectan variables como la descomposición de las caras en rasgos, su desalineación o inversión respecto a la posición normal.

Figura 5. Ejemplo de estímulos de caras bien alineadas y mal alineadas del experimento de (Heering, Houthuys y Rossion, 2007).

Figura 6. Puntuaciones medias en sujetos de diferentes edades al procesar caras mal alineadas (adaptado de Heering, Houthuys y Rossion, 2007).

En la misma dirección apuntaron los datos obtenidos en una investigación que realizamos en la Universidad Complutense de Madrid (Arévalo, Barrio, Blanco y Manzanero, 2007) donde se evaluaba la identificación holística o por rasgos al procesar una cara. En la condición holística se presentaron 10 secuencias de 6 caras cada una, para a continuación mostrar una cara para discriminar si estaba presente en la secuencia anterior. En la condición por rasgos se presentó una cara y seguidamente 6 ejemplos de cada rasgo para identificar el correspondiente a la imagen previa. Los resultados mostraron que el reconocimiento holístico incrementa la probabilidad de aciertos en comparación con el reconocimiento por rasgos (89% vs. 66%), aunque no difieren en la probabilidad de falsas alarmas (8% vs. 6%). Los resultados más llamativos fueron que el reconocimiento holístico facilitaba la discriminabilidad respecto al reconocimiento por rasgos (d’=4.83 vs. d’=2.26), al tiempo que favorecía respuestas más conservadoras (los sujetos tienden al NO) mientras que en el reconocimiento por rasgos los sujetos tienden a respuestas más liberales (ß=33.65 vs. ß=0.44).

Figura 7. Porcentaje de aciertos para las condiciones por rasgos y holístico (Arévalo, Barrio, Blanco y Manzanero, 2007).
 

Figura 8. Puntuaciones de discriminabilidad (d’) para las condiciones por rasgos y holístico (Arévalo, Barrio, Blanco y Manzanero, 2007).
 Figura 9. Puntuaciones del criterio de respuesta (β) para las condiciones por rasgos y holístico (Arévalo, Barrio, Blanco y Manzanero, 2007).


John Cassavettes
Por otro lado, pedir a un testigo que describa a una persona implícitamente supone que detalle sus rasgos faciales, tarea que sería posible si en la codificación se hubiera seguido la estrategia a). Sin embargo, sabemos que la capacidad para describir una cara es bastante escasa. Las investigaciones que se han realizado para estudiar si las caras se procesan considerando sus rasgos físicos (por ejemplo, Woodhead, Baddeley y Simmonds, 1983) concluyen que no parece que inducir a los sujetos a analizar las caras en sus características constituyentes sea una manera efectiva para mejorar el reconocimiento de caras.
Leonard Cohen
No obstante, algunos autores (por ejemplo, Bruce, 1988) proponen que lo más útil para identificar a una persona podría ser un método sintético que implicaría un análisis del conjunto de la cara como un todo y de los rasgos relevantes de la misma. En esta dirección, diferentes investigadores proponían que la percepción de caras se realizaría mediante un procesamiento en paralelo, de forma que todos los rasgos se percibirían simultáneamente (Bradshaw y Wallace, 1971). El reconocimiento posterior se realizaría mediante rasgos faciales y holísticamente (Mathews, 1978). Si el proceso fuera como en el caso de la percepción de objetos, siguiendo las propuestas de Treisman (1986) o Biederman (1987) este procesamiento dual se daría en fases diferentes. En primer lugar se procesarían los rasgos y en una segunda fase la cara como un todo.
John Cassavettes
Por otro lado, diversas investigaciones han encontrado que no todos los rasgos de una cara se procesan de igual forma. Luria y Strauss (1978) encontraron que la nariz, los ojos y la boca atraen la mayor parte de nuestra atención. Mientras que Manzanero y López (2009) encuentran que la boca y los ojos se reconocen mejor que la nariz. Por su parte, Laughery, Alexander y Lane (1979) afirman que pocas personas dan importancia a las orejas en su descripción.


 Figura 10. Intente reconocer los rasgos de la cara de la figura 4 sin volver atrás.

Procesamiento conceptual
Al Pacino
Al Pacino
Pero es más, el procesamiento de una cara es muy distinto al procesamiento de un objeto cualquiera y parece que se realiza de una forma mucho más conceptual. Patterson y Baddeley (1977) diseñaron un experimento donde los sujetos utilizaban a) una estrategia de análisis de características para cada una de las caras presentadas (narices grandes o pequeñas...), o b) evaluaban cada cara en términos de dimensiones semánticas de personalidad (agradable o desagradable...).
Dustin Hoffman
Los resultados mostraron que los sujetos que habían categorizado las caras en términos de características de personalidad discriminaban más efectivamente las caras que los que las habían categorizado en términos físicos.
John Cassavettes
Sin embargo, no parece que sea efectivo para mejorar el reconocimiento enfatizar una estrategia  conceptual. En este sentido, Baddeley y Woodhead (1983) no encontraron diferencias cuando a los sujetos se les proporcionaban datos biográficos de las personas a identificar en comparación con proporcionar sólo su nombre, por lo que concluyen que dar una descripción detallada y rica de la personalidad de la persona no parece tener efecto sobre el posterior reconocimiento.
Leonard Cohen
Por otro lado, algunos datos (Sporer, 1989) indican que los sujetos que intentaban visualizar las caras sobre la base de sus descripciones verbales, y podían utilizar sus propias notas sobre las caras como un reconocido indicio de recuperación, realizaban peor la prueba de reconocimiento que los sujetos que simplemente intentaban visualizarlas antes de la prueba de reconocimiento. Estos resultados apuntarían una ventaja del procesamiento visual de caras sobre el verbal, que podría ser debido a la carencia de descripciones verbales distintivas utilizadas por los sujetos. Este argumento se ve apoyado por los protocolos de los sujetos en la fase de codificación que contenían descripciones verbales generales no distintivas (“pelo largo”, “parece un sacerdote”, “parece viejo”, etc.). Aunque, en otras investigaciones (Lyle y Johnson, 2004; Manzanero, López y Contreras, en revisión) se ha encontrado que describir la cara de la persona objetivo reduce las falsas alarmas (más adelante nos centraremos en el efecto de la descripción previa sobre el reconocimiento posterior).


Figura 11. Diferentes rasgos faciales utilizados en las investigaciones sobre el procesamiento por rasgos obtenidos del programa FACES para la construcción de retratos robot. En el ejercicio anterior la respuesta correcta para todos los rasgos es la a).

Percepción de caras y frecuencia espacial

Desde un punto de vista visual una cara no sería más que un patrón determinado de distintas intensidades de luz. De este modo, podríamos analizar una cara por la diferente orientación, frecuencia y amplitud de sus componentes. La capacidad de distinguir los rasgos de las personas a distinta distancia y con distintos grados de iluminación estará en función de la frecuencia y el contraste de los rasgos, y la sensibilidad que el testigo tenga para la combinación de ambas dimensiones en lo que se denomina como la función de sensibilidad al contraste (FSC). Cuanto más grande sea la distancia a la que se presenta la persona a identificar mayor será la frecuencia espacial, cuanta menos iluminación menor será el contraste; por lo tanto, el incremento de la distancia y   el decremento de la iluminación disminuyen la posibilidad de percibir algunos rasgos faciales.
Leonard Cohen
Dustin Hoffman
Por otro lado, el sistema visual humano está preparado para procesar frecuencias bajas, medias y altas por diferentes canales (Campbell y Robson, 1968; Graham y Nachmias, 1971; Wilson y Bergen, 1979). Como se puede observar en la figura, las frecuencias bajas permitirían percibir la configuración global de una cara, mientras que los detalles permanecerían desdibujados. Las frecuencias altas permitirían distinguir el detalle de los rasgos. Algunos experimentos han tratado de evaluar qué frecuencias permitirían identificar una cara, aplicando filtros para las frecuencias altas o las bajas, de modo que se pudiera aportar algo más de información sobre si efectivamente las caras se procesan de forma holística o por rasgos. Si fuera correcta la teoría del procesamiento holístico, las caras de frecuencias bajas se distinguirían mejor que las caras en frecuencias altas. Harmon (1973) encontró que efectivamente las imágenes de caras degradadas mediante la eliminación de las frecuencias altas se reconocían sin demasiado problema, por lo que las frecuencias altas solo aportarían información redundante.



 Figura 12. Función de sensibilidad al contraste, donde se han representado distintos canales para el procesamiento de cuatro rangos de frecuencia. Las imágenes muestran qué frecuencias analiza cada canal y su repercusión en la percepción facial. La suma de todas ellas daría lugar a la percepción del estímulo original.

¿Habría entonces algunas frecuencias que actuarían a modo de ruido dificultando la identificación de una cara? Harmon y Julesz (1973) encontraron que cuando a las caras sometidas a un filtro de paso bajo de banda se les añadía frecuencias cercanas en el espectro se interfería en su reconocimiento más que cuando se añadían frecuencias más lejanas y por lo tanto más altas. Estos resultados llevaron a Harmon y Julesz a proponer la existencia de una frecuencia crítica para la identificación de caras. Según Tieger y Ganz (1979) las frecuencias espaciales intermedias serían la clave. Utilizando imágenes de caras de 10 ciclos por grado de ángulo visual, las máscaras de enrejados sinusoidales de 2.2 ciclos interferían más que enrejados de mayor y menor frecuencia.


Figura 13. La imagen de arriba se ha manipulado con un filtro de frecuencias de paso bajo (izquierda), de paso de banda (central) y de paso alto (derecha).

No obstante, han surgido algunas opiniones en contra de estos resultados. Según Riley y Costall (1980) no habría un rango de frecuencias crítico para la identificación de caras dado que cualquier ancho de banda debería establecerse no en ciclos por grado de ángulo visual, sino en ciclos por cara. Sergent (1986) argumentaba que además los resultados de los trabajos sobre la frecuencia espacial dependían del tipo de tarea que se pidiera a los sujetos, lo que le llevó a concluir que el papel de la información procedente de una cara será relevante en función de la tarea que se solicite a los sujetos. En este sentido, podemos hipotetizar que probablemente una estrategia holística sería adecuada para la identificación de una cara, sin embargo, una estrategia basada en procesar los rasgos podría ser adecuada para una descripción física de la misma y el uso de técnicas de generación de retratos-robot. Así podría indicarlo el hecho de que una reciente investigación realizada con policías y civiles (Manzanero, Grandes y Jódar, 2009) mostrara que los primeros son mejores que los segundos al describir, pero tan malos como estos al identificar, lo que indica una disociación entre los dos tipos de tareas.


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(me he permitido insertar fotografías en el artículo original de A.L. Manzanero a modo de pequeño experimento de retentiva visual de caras y reconocimiento facial: la yuxtaposición de personajes parecidos, aunque sólo sea por una especie de aparente parentesco físico o psicológico ayuda a diferenciarlos, pero también a apreciar los posibles parecidos; si alternamos la presencia de sus imágenes, acabamos por saturar nuestros sitemas y buscar parecidos donde no los veíamos o diferenciar radicalmente a quienes se nos antojaban fruto de confusión)


Dustin Hoffman

Dustin Hoffman




Eva Santolaria

David Hyde Pierce

Eva Santolaria

David Hyde Pierce

Eva Santolaria

Otra noticia curiosa al respecto, y muy directamente relacionada con la tecnología fotográfica, es digna de ser publicada en este post:

La aplicación de móvil que adivina tu edad con una foto


La ultra manida (y ultra torpe) técnica de calcular a ojo la edad de la persona a la que se quiere conquistar está a punto de sufrir una vuelta de tuerca tecnológica. La culpa la tiene una aplicación que adivina los años que tiene una persona con tan solo analizar una foto suya.
El invento se lo tenemos que agradecer a Face.com, una empresa israelí que ofrece servicios de reconocimiento facial a otras páginas web y empresas. Su software ha sido utilizado para reconocer personas en cerca de 41 mil millones de fotos. En los últimos tiempos, está compañía se ha asociado con Facebook para ofrecer un polémico servicio: el reconocimiento de caras de amigos para que sean automáticamente etiquetados en Facebook, una opción que muchos consideran digna de una distopía.
Pero no nos perdamos en discutir si este tipo de aplicaciones son más o menos éticas, morales o legales; volvamos a la aplicación que adivina la edad. Sus creadores han creado un algoritmo que es capaz de desentrañar determinados aspectos de la foto de un rostro, como la posición de los ojos, los músculos, la cantidad de arrugas que tiene o la suavidad de su piel para dar un resultado. El programa no da un número exacto, sino que muestra un rango de edad aproximado: la edad mínima que cree que debe tener, la máxima y la estimada. Así, las probabilidades de acertar se multiplican.
Para crear este invento, los ingenieros han tenido que introducir en la base de datos de sus ordenadores cientos de miles de fotos de personas y junto a ellas, la edad que tenían los sujetos en ese momento. A partir de ahí, el algoritmo de la aplicación encontró una serie de correlaciones  entre los rasgos anteriormente descritos (arrugas, posición de los ojos) y la edad. De esta forma, puede 'deducir' este dato de caras nuevas.
Este servicio, además, está disponible para otros desarrolladores y no para usuarios. Así,  los que quieran probara el invento, tendrán que esperar a que por ejemplo Facebook añada esta función o a que una compañía (por ejemplo, una marca de cosméticos) monte una campaña de publicidad en Internet basada en esta curiosa aplicación

Pantallazo de la aplicación en funcionamiento (face.com)
¿Para qué podría servir?
Este sistema podría ser de gran ayuda para por ejemplo evitar que pérfidos adultos puedan acceder a chatear con menores. Podrían ser reconocidos como demasiado viejos y automáticamente expulsados. Y, por supuesto, para evitar que menores puedan visitar webs con contenido adulto o inadecuado o que quieran comprar determinados productos como tabaco o alcohol en máquinas.
Face.com no es, de todas maneras, un servicio 100% efectivo, pero cuando lo sea es muy probable que diferentes páginas web que ahora piden contraseñas a sus usuarios adopten sistemas de seguridad basados en el reconocimiento facial.
Y hay más. Porque el desarrollador anunció el año pasado que su software es capaz de reconocer cuándo una persona está feliz, ansiosa o triste analizando una imagen de su rostro. Esta información se podría utilizar para que nuestro ordenador pudiera ofrecernos de forma automática contenidos alegres para animarnos en caso de que notase a través de la webcam que estamos tristes, o sosegarnos con música si percibe que estamos nerviosos.




Uno de los lemas lanzados hace años por el grupo poético Rompente, encabezado por el polifacético Antón Reixa, tenía forma de enigmático e irónico acertijo: “si se lle saca unha foto a un cadávere e sae movida ¿Quén ten a culpa? ¿ O fotógrafo ou o cadávere? “ Creo que la respuesta es evidente; el fotógrafo ve, el cadáver no. Hablar del punto de vista de un cadáver, además, es científicamente imposible, a no ser desde el campo de la óptica de sus ojos muertos.
Pero si hago una fotografía y afirmo que en ella veo lo mismo que vi cuando accioné el obturador, es muy fácil que los que me rodean observen la foto y digan: “Es verdad. Es la misma lámpara, la misma silla, la misma ventana con la misma luz”.
Y es más: si retiro el cadáver que había dentro del arcón y lo siento en la silla, puedo rodear su cabeza desde atrás, con mis brazos, y situar la misma cámara ante sus ojos. Puedo disparar. Y, después, a la vista de la copia, comentar:
“Es la misma lámpara, el mismo espejo, la misma luz, la misma mesa. Es lo mismo que el cadáver veía cuando disparé la foto”.
En caso de que un escéptico me comentase, sonriendo, “es mentira, un cadáver no ve nada”, yo, seguramente, abandonaría taciturno la reunión preguntándome qué es lo que ve un cadáver.
Un verbo transitivo y un sujeto imposible. Sintácticamente funciona y, contemplando la foto, pienso que puedo decirme: “Un cadáver ve ésto”, o lo que es equivalente, al menos, si no es lo mismo, (que lo dudo): “Esta foto es lo que ve un cadáver”. Y “Esta otra es lo que yo veo”.


Al menos una, de estas dos últimas oraciones, es mentira. (Mafa Alborés)


Una interesante reflexión sobre lo que analizamos en esta entrada la realiza el fotógrafo FRANÇOIS BRUNELLE en el proyecto del que ofrecemos una pequeña muestra a continuación


I'M NOT A LOOK-ALIKE!

I'm not a look-alike! is a project  to make 200 photos of couples of look-alikes ( doubles, doppelgangers ) around the world and to create an international exhibit and a book with them.
The photos are in black and white.

Elisa Berst   Corinne Barois     Paris France 2010

What is a look-alike? A look-alike, or double, or doppelganger is simply put a person whom other people think is another person. In a play written by the latin author Plauto there is such a character whose name is Sosia and that character is mimicked so well by the god Mercury that even Sosia himself is unsure of who is the real himself. 


Nuno Filipe Mendes Godhino   Miguel Gonçalo Costa Silvestre     Lisboa Portugual 2010






Tamara Stomphorst   Sandra Meines     Amsterdam Netherlands 2010














Retratos simétricos // Symmetrical portraits (by Julian Wolkenstein)


Desde las flores a la arquitectura, a menudo se ha dicho que hay una belleza agradable en el diseño simétrico.
Fascinado con esta idea, el fotógrafo e investigador Julian Wolkenstein ha liderado dos proyectos relacionados con el arte de los últimos años que han tratado de explorar las ideas de simetría y belleza, y de desafiar nuestras percepciones de cada uno.
Todo comenzó en 2010 cuando Wolkenstein convocó un “grupo de prueba” de modelos a los que retrató “las características faciales específicas y distintas”.
Él les pidió que no mostraran ninguna emoción y les fotografió de frente. De cada modelo se produjeron dos fotografías -una que utiliza el lado derecho de la cara como una plantilla a partir de la cual reflejar el otro lado, y viceversa. Se encontró que las dos imágenes producidas eran drásticamente diferentes unas de otras, y de la expresión verdadera del modelo.
Wolkenstein escribe en la descripción del proyecto. “¿A qué te pareces? ¿Cuáles son las cosas que hacen que parezcas tu — tus señas de identidad? Si fueras simétrico, te considerarías más guapo, menos, o solo es simplemente extraño? ¿O eres tu al fin y al cabo?”
¿Reconocerías tu propia cara si fuese mostrada perfectamente simétrica?
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From flowers to architecture, it is oft been said that there is pleasing beauty in symmetrical design.
Fascinated with this idea, photographer and researcher Julian Wolkenstein has spearheaded two related artistic projects in recent years that have sought to explore the ideas of symmetry and beauty and to challenge our perceptions of each.
It all began in 2010 when Wolkenstein cast a “test group” of models who portrayed “specific, distinct facial features.”
He asked that they display no emotion and photographed them straight on. From each model came two photographs — one which used the right side of the face as a template from which to mirror the other side, and vice versa. He found that the two images produced were drastically different from each other and from the model’s true expression.
Wolkenstein writes in the project’s description. “What do you look like? What are the things that make you look like you — your identifying features? If you are made symmetrical, do you consider yourself more beautiful, less so, or is it just weird? Or is it you at all?”
Would you recognize your own face if it was rendered perfectly symmetrical?











La doble cara // The double face (by Bill Stettner, 1963)

Bill Stettner - The Double Face - 1963
“Quería hacer una fotografía que mostrase la idea de que en el fondo, todos somos iguales. Quise tomar una imagen de obreros ordinarios -una especie de retrato cercano como Avedon- utilizando un hombre negro para una mitad de la cara, y un hombre blanco para la otra – de forma que el hombre negro pareciera el lado sombreado de la cara del hombre blanco.
Hoy en día esto sería sencillo con los ordenadores, pero en 1963 todo tenía que ser hecho en la cámara. Tuve una enorme sesión de casting que duró una eternidad, y finalmente, tomé 36 hojas de película 5″ x 4″ del hombre blanco. En esta etapa no había encontrado un rostro negro que encajase y no lo hice por un tiempo – de hecho, la película se mantuvo intacta en los soportes deslizantes durante dos meses.La mayoría de los directores de arte que vieron esta imagen pensaron que era un tipo blanco raro con un labio hinchado y arrojaron la impresión a la papelera! Cuando se lo expliqué, se mostraron avergonzados y no quisieron hablar de ello. Definitivamente no fue un éxito comercial!” – Bill Stettner
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“I wanted to make a picture that made the point that underneath it all, we’re all the same. I wanted to take a picture of ordinary blue-collar workers – a sort of Avedon close up – using a black man for one half of the face, and a white man for the other – so that the black man looked like the shadow side of the white man’s face.
These days this would simple with computers, but back in 1963 it all had to be done in the camera. I had a huge casting session that went on for ever, and eventually , shot 36 sheets of 5” x 4” film of the white guy – cross lit from the right. At this stage I hadn’t found a black face that matched and I didn’t for quite a while – in fact the film stayed untouched in the slide holders for two months.“Most of the art directors who saw this portrait thought it was some weird white guy with a fat lip, and threw the print into the bin! When I explained it to them, they got embarrassed and didn’t want to talk about it. It definitely wasn’t a commercial success!” – Bill Stettner









Retratos de soldados antes, durante y después de la guerra // Portraits of soldiers before, during, and after war (by Claire Felicie)


Para su proyecto titulado “Marked” (Marcado), la fotógrafa Claire Felicia realizó retratos de primer plano de los infantes de marina en la 13 Compañía de Infantería de la Real Federación Holandesa de la Infantería de Marina, antes, durante y después de su despliegue, durante 2009-2010. Posteriormente organizó los retratos en inquietantes trípticos que muestran el peaje que la guerra tiene en los ojos de una persona y su cara.
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For her project titled Marked, photographer Claire Felicie shot close-up portraits of the marines in the 13th infantry company of the Royal Netherlands Marine Corps before, during, and after their deployment from 2009-2010. She then arranged the portraits into haunting triptychs that show the toll war has on a person’s eyes and face.










Gemelos // Twins (by Mary Ellen Mark, 2003)


“Siempre he estado fascinada por los gemelos. En mis cuarenta años en la fotografía, cada vez que había una oportunidad, tomaba una foto de gemelos. Me pareció muy convincente la idea de que dos personas pudieran parecer exactamente iguales.
El Dia del Festival de los Gemelos en Twinsburg, Ohio, es un encuentro anual de varios miles de parejas de gemelos, con fiestas y eventos. Me enteré de su exisencia hace varios años y tenía muchas ganas de ir allí para tomar fotos. Mi primer viaje a Twinsburg fue en 1998. Fue una sorprendente experiencia visual y al mismo tiempo, muy extraño y frustrante. Era como si estuviera viendo doble y me sentía un poco aislada por no tener una gemela. En el aeropuerto en mi camino de regreso a Nueva York, recuerdo que pensé lo extraño que era estar rodeado por personas que no eran gemelos.
Durante ese primer viaje al Festival de Gemelos, me acerqué al sujeto tanto de una forma documental como fotógrafa de retratos. He trabajado con varios formatos: 35 mm, 2¼, 6×7, y 4×5. Al final, me encontré con que las imágenes que mejor funcionaban eran los retratos más formales, ya sea en formato medio 4×5, debido a los detalles precisos que daba el revelado. Sabía que quería fotografiar a los gemelos de nuevo y cuando pensé en cómo hacer esto mejor, tuve una revelación. La manera más poderosa para fotografiar a los gemelos sería la de utilizar la cámara Polaroid 20×24. Mediante el uso de esta cámara podría mostrar, con lujo de detalles, no sólo cómo se parecen los gemelos, sino las cualidades sutiles que a menudo les hacen muy diferentes.” – Mary Ellen Mark
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“I’ve always been fascinated by twins. In my forty years of photographing, whenever there was an opportunity I would take a picture  of twins. I found the notion that two people could appear to look exactly alike very compelling.
The Twins Days Festival in Twinsburg, Ohio is an annual gathering of several thousand sets of twins with festivities and events. I heard about it several years ago and I very much wanted to go there to take pictures. My first trip to Twinsburg was in 1998. It was an amazingly visual experience and at the same time, very strange and frustrating. It was like I was seeing double and I felt somewhat isolated not being a twin. At the airport on my way back to New York, I remember thinking how bizarre it was to be surrounded by non-twins.
During that first trip to the Twins Days Festival, I approached the subject as both a documentary and a portrait photographer. I worked with several formats: 35mm, 2 ¼, 6×7, and 4×5. In the end, I found that the images that worked best were the more formal portraits in either medium format or 4×5 because of the precise detail they revealed. I knew I wanted to photograph the twins again and when I thought about how to best do this, I had a revelation. The most powerful way to photograph the twins would be to use the 20×24 Polaroid camera. By using this camera, I could show, in precise detail, not only how much twins are alike but the subtle qualities that often make them so different.” – Mary Ellen Mark



 

 

 











Antes y después, fotografías de corredores // Before and after photos of runners (by Sacha Goldberger)

El fotógrafo francés Sacha Goldberger creó un estudio fuera de Bois de Boulogne, un parque situado cerca de París. Desde esta ubicación se tomaron fotografías de los corredores que aceptaron sprintar para él e inmediatamente después posar para una foto.
Goldberger citó a estos corredores para que fueran a su estudio profesional exactamente una semana después, donde les pidió posar en la misma manera que lo habían hecho antes.
“Quería mostrar la diferencia entre nuestro lado natural y brutal en comparación a cómo nos representamos a la sociedad”, dijo Goldberger. “La diferencia fue muy sorprendente”.
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French photographer Sacha Goldberger created an outside studio at Bois de Boulogne, a park located near Paris. From this location he took pictures of runners that agreed to sprint for him and then pose right after for a picture.
Goldberger then had these runners come to his professional studio exactly one week later where he asked them to pose the same way they had before.
“I wanted to show the difference between our natural and brute side versus how we represent ourselves to society,” Goldberger said. “The difference was very surprising.”

 










Albinos (by Gustavo Lacerda)

La serie “Albinos” del fotógrafo brasileño Gustavo Lacerda combina biología, estética y folclore en una colección impresionante de fotografías saturadas de luz.
El albinismo es una condición hereditaria que resulta en la ausencia de pigmento en el cabello, piel y ojos, lo cual puede llevar a problemas graves de la vista, incluso ceguera. En Estados Unidos, los transeúntes pueden hacer una pausa para mirar, pero fuera del país el destino de los albinos pueden ser aún más cruel.
En el este de África, algunas personas creen erróneamente que las partes del cuerpo de las personas con albinismo tienen poderes mágicos, lo que lleva a la muerte y mutilación de miles de personas. Los distribuidores pueden ganar hasta $75.000 por un conjunto de extremidades desmembradas, que son tejidas en el pelo y ropa como baratijas de buena suerte.
Jugando con las poses, la luz y la saturación, Gustavo Lacerda crea una belleza etérea donde se acopla la paleta bañada por la luz de una realidad más oscura.
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Brazilian Photographer Gustavo Lacerda’s series “Albinos” blends biology, aesthetics and folklore in the striking collection of light-saturated photos.
Albinism is a hereditary condition resulting in the absence of pigment in hair, skin and eyes, which can lead to serious vision problems — even blindness. In the United States, passersby might pause to stare, but outside the country the fate of albinos can be even crueler.
In East Africa, some people mistakenly believe that body parts from people with albinism have magic powers, which lead to the murder and mutilation of thousands. Dealers can make up to $75,000 on a set of dismembered limbs, which are weaved into hair and clothing like good luck trinkets.
Toying with poses, light and saturation, Gustavo Lacerda creates an ethereal beauty where the light-drenched palette is coupled with a darker reality.











Retratos genéticos // Genetic portraits (by Ulric Collette)

El fotógrafo y diseñador gráfico canadiense Ulric Collette, con su proyecto ‘Retratos Genéticos’ ha decidido tomar a los integrantes de dos familias, retratar sus caras y hacer un montaje entre las fotografías de ellos, para analizar y destacar los rasgos y similitudes que existen entre sus miembros.
Y así, decidió mezclar la mitad de la cara de una madre con la de su hija, o la de un hermano con la de su hermana o la de un padre con su hijo. A continuación se muestran las fotografías que componen la primera parte de este curioso proyecto, del cual el autor, asegura que continúa en proceso.
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The Canadian photographer and graphic designer Ulric Collette, with his project ‘Genetic Portraits “has decided to take the members of two families, portraying their faces and make a montage between the photographs of them, to discuss and highlight the features and similarities between its members.
And so, he decided to mix half of the face of a mother with her daughter, or a brother with his sister or a father with his son. Below are the photographs that make up the first part of this curious project, which the author claims that process continues.
Madre//Mother (Francine, 56) – Hija//Daughter (Catherine, 23):
Hermanas//Sisters (Catherine, 23) – (Veronica, 29):
Hija//Daughter (Veronica, 29) – Madre//Mother (Francine, 56):
Hermana//Sister (Karine) – Hermano//Brother (Dany):
Hermanos//Brothers (Christopher, 30) – (Ulric, 29):
Padre//Father (Laval, 56) – Hijo//Son (Vincent, 29):
Padre//Father (Denis, 53) – Hijo//Son (William, 28):
Hermanas Gemelas//Twin Sisters (Laurence, 20) – (Christine, 20):
Hermanos//Brothers (Matthew, 25) – (Ulric, 29):
Hijo//Son (Nathan, 7) – Padre//Father (Ulric, 29):











Rejuvenecimiento y envejecimiento digital.
Muestras de la práctica Fotográfica Coordinada por Mafa Alborés en el contexto de la EASD Serra i Abella (Hospitalet de Llobregat).


Rejuvenecer digitalmente un rostro joven significa infantilizarlo, estudiar los cambios estructurales del cráneo y las proporciones
de los rasgos faciales.
Un buen recurso para el envejecimiento digital es recurrir a una fotografía de un rostro similar (mejor cuando el parecido es familiar o genético) con iluminación semejante en angulación, calidad, contraste y color. Próximamente actualizaré y aumentaré el número de ejemplos ya sea en esta misma entrada o en una dedicada específicamente a este proyecto llevado a cabo con mis alumnos de Fotografía.
































Generación // Generation (by Frauke Theilking)


¿Cómo son de parecidos padre e hijo?. El proyecto de la fotógrafa alemana Frauke Theilking llamado “Generación”, observa las similitudes y diferencias entre las generaciones. Cada foto empareja a padres y niños, ya sea una combinación de madre/hija, o padre/hijo, uno junto al otro. Careciendo de un fondo elaborado, las fotos de Theilking centran la atención del espectador sobre los sujetos, los cuales no visten ninguna prenda que distraiga.
Mirando las dos figuras, son evidentes (sin doble sentido) las semejanzas y lagunas. En muchas de las imágenes, sientes como si mirases a una pantalla dividida de la misma persona en diferentes etapas de su vida.
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How similar are parent and child? German photographer Frauke Theilking’s photo project called “Generation” observes the similarities and differences between generations. Each photo pairs a parent and child, either a mother/daughter or father/son combo, side by side. Devoid of an elaborate background, Theilking’s photos focus the viewer’s attention on the subjects, who themselves aren’t wearing any distracting clothing.
Looking at the two figures, there are apparent (no pun intended) likenesses and gaps. For a lot of the images, it feels like looking at a  split-screen of the same person at different stages in their life.







Con permiso de Jung y su "Puer Aeternus" o Pascoli con su "Little Boy", sin duda podemos estar de acuerdo en que, en algún lugar en el interior de cada uno de nosotros, hay un núcleo joven, instintivo, creativo pero también inocente e ingenuo. ¿Qué pasaría si esta esencia íntima fuese revelada completamente?
"L'Enfant Exterieur" (El Niño exterior) analiza esta posibilidad, que nos muestra un mundo de adultos en la forma de  niños, como si el cuerpo pudiera caer en la fealdad de la vida, menospredispuesta a  imaginar grandes ojos de cervatillo  escudriñando en  clubes nocturnos o pequeñas manos regordetas tecleando en las oficinas.
Un examen que comienza a partir de la clásica dicotomía forma-sustancia y que se pregunta acerca de la naturaleza de la pureza y la inevitabilidad de la corrupción, sin tomarse demasiado en serio a sí mismo, porque al final, ya se sabe, a los niños les gusta jugar.
(Texto de Michele Panella / ioadv.it,  traducido por Mafa Alborés)


En este ejemplo, muy atractivo y divertido, se analiza el parecido entre el yo adulto y el  yo niño por reducción al absurdo.
Si en los ejemplos mostrados más arriba, especialmente los retratos genéticos de Ulric Collette, o los rejuvenecimientos y envejecimientos digitales de mis alumnos de técnica fotográfica, se estudia que hay de parecido con uno mismo en las diferentes etapas de la vida, Girotto va un poco más lejos y utiliza el licuado de Photoshop para alterar las proporciones de los rasgos faciales o de la relación entre cráneo-mandíbula cabeza-cuerpo que denotan los principales rasgos neoténicos en los mamíferos en general y en el ser humano en particular.






L'ENFANT EXTERIEUR
  • Without bothering Jung and its "Puer aeternus" or Pascoli with its "Little Boy", we can certainly agree that, somewhere inside each of us, there's a young core, instinctive, creative but also innocent and naïve. What would happen if this intimate essence would be completely revealed?
    L' Enfant Extérieur (The Outer Child) takes into analysis this possibility, showing us a world of men in the shape of children, as if the body could slip on the ugliness of life, less expected to imagine big fawn's eyes winking in the night clubs or little chubby hands shaking in the offices.
    An examination that begins from the classical dichotomy shape-substance and that questions itself about the nature of purity and the unavoidability of the corruption, without taking itself too seriously, because in the end, you know, children like to play.
    ( Text by Michele Panella / ioadv.it)
  • A special thanks to Olivier Masson for all the precious advices and to LB Studios for the beautiful equipment!

    More children soon...







    Como muestrario de ejemplos en el ámbito de la enseñanza, las imágenes mostradas en esta entrada me han resultado muy útiles (soy profesor de fotografía en la EASD de l'Hospitalet de Llobregat) para hablar de cuestiones relativas al retrato, la anatomía facial, el parecido, el reconocimiento de caras o la edición digital. A partir de una de las propuestas de actividades de técnica fotográfica, la alumna Xènia Lau, inspirándose en el proyecto "L'enfant exterieur" (algo así como "el niño que llevamos fuera") de Cristian Girotto, ha realizado una serie de retratos de estudio para su posterior edición con Photoshop alterando las proporciones físicas de los cuerpos y los rostros de los retratados infantilizándolas. El resultado, como en el trabajo original de Girotto, resulta entre divertido y grotesco, pero, sobre todo, muy revelador y didáctico, ya que muestra contundentemente, qué es característico de la fisonomía infantil en relación al desarrollo de ésta en la edad adulta.


















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