EL ANIMAL INVISIBLE: Pasión submarina, didáctica fotográfica y naturalista (y ortopedia fotográfica) de Joan M. Urrios.

domingo, 29 de octubre de 2017

Pasión submarina, didáctica fotográfica y naturalista (y ortopedia fotográfica) de Joan M. Urrios.

Ya sé que os decía en nuestra anterior entrada dedicada a Wayne Levine que se trataba de un comentario un tanto anecdótico de un trabajo que nos había llamado puntualmente la atención, pero ya sabéis que siempre intentamos mantener una cierta coherencia o continuidad temática, y he encontrado la excusa ideal para enlazar con la presente entrada y anticiparme a las siguientes.

Habíamos asociado la particular estética de la fotografía submarina de Levine a la de algunas series de temática similar de Gregory Colbert, por no ser frecuente el uso del blanco y negro en las fotos submarinas, generalmente una invitación a las gamas de azules o a las explosiones de color de la fauna marina. En estos casos, pese a lo notable de muchas de estas imágenes, suele ocurrir que es lo fotografiado lo llamativo, y nos hace olvidar las dificultades técnicas, lumínicas y cromáticas que han de superar los fotógrafos subacuáticos.

Además, ya hace un tiempo que vengo anticipando mis intenciones de ampliar mis reflexiones acerca de cuestiones relativas a las enseñanzas artísticas desde diversos puntos de vista (bajo nuestro particular epígrafe El Arte de la Enseñanza y la Enseñanza del Arte), y, por si fuera poco, tenía aparcado un comentario que ampliaría y resituaría mi recopilatorio de artículos y proyectos artísticos asociables al análisis de rostros y su reconocimiento (localizables a través de las etiquetas animalidad y parecido y reconocimiento facial).

Joan M. Urrios

Pues bien: sin tener que forzar coincidencias, quiero introducir el trabajo de un autor que tengo la suerte de conocer de forma bastante cercana, dado que, además de haber sido un profesional de la fotografía comercial en ámbitos como la moda, se ha dedicado a la docencia de la fotografía en una escuela pionera de la enseñanza pública de la fotografía, la Escola d'Art Serra i Abella de l'Hospitalet, con más de 25 años de trayectoria, y donde he tenido la suerte de trabajar como profesor de foto durante casi doce años.
Por si fuera poco, Joan Martínez Urrios, a quien dedicamos el post de hoy, es el autor de un proyecto pionero en fotografía digital de poderoso calado teórico y documental. Sin embargo, lo que nos sirve para introducirlo con total acierto en los anales de El Animal Invisible enlazándolo con Levine es su notable actividad como fotógrafo submarino, tal vez menos original o trascendente que el mencionado proyecto ("Ortopedia", que pasa a la historia de la fotografía de nuestro país como el primer trabajo en fotografía digital, que además de mostrar el genuino carácter de las nuevas posibilidades del medio, conseguía romper las supuestas barreras de calidad en cuanto a resolución que la fotografía analógica tradicional exigía a las nuevas tecnologías fotográficas, y que consistía en una serie de retratos de presos de la ya clausurada cárcel modelo de Barcelona mezclados entre sí por ordenador -hoy en día ya nos puede parecer algo no excesivamente novedoso técnica o conceptualmente, pero a principios del presente siglo constituyó un hito del arte fotográfico-).

Los seguidores más exigentes de este blog tal vez habréis notado que apenas acabamos de remedar su ausencia en nuestra selección de proyectos fotográficos basados en la identificación de rostros y el análisis del concepto de "parecido" mostrados y comentados en nuestra página "animalidad y parecido", ya que, aunque con una estética alternativa y propia, "Ortopedia" conecta con lo que Ken Kitano hace en blanco y negro analógico con ciertas categorías sociales japonesas para dar a "Nuestro Rostro" un sentido universal. Es justo remedar esa ausencia y recalcar que, además, Urrios aporta una ácida mordacidad, una crítica hiriente ante el hecho de homogeneizar como delincuentes o marginados sociales a los habitantes de la prisión, rotos y recompuestos en nuevas identidades en las que dejan de ser ellos mismos y evidenciar dicha pérdida de identidad de modo nuevo y elocuente al imitar la frontalidad de los retratos identificativos.

Joan M. Urrios

Una vez justificada la importancia de Joan M. Urrios en el panorama fotográfico actual y en los planteamientos de calado más reflexivo, quiero enlazarlo ya con la antrozoología artística que nos define y mostrar sus fotografías de fauna submarina para complementar lo que acabábamos de comentar acerca de las fotos de Wayne Levine, que, pese a su calidad técnica, precisan de un disfraz que las revista de una cierta categoría artística y una cierta originalidad, ambas sustentadas en la sobria apariencia del blanco y negro fruto de una meticulosa edición aunque, como señalábamos, mucho menos ampulosa o evidente que en Gregory Colbert.

Joan M. Urrios

La calidad técnica de las tomas subacuáticas de Urrios es intachable, pero sencillamente mucho menos pretenciosa y, pese a su maestría, él las selecciona como un entusiasta aficionado a la inmersión entre tantos otros. Si las contemplamos desde este punto de vista, nos perderemos en su colorismo y su carácter documental genérico tal vez sin hallar una especial originalidad, pero es que sencillamente no es esa la meta del autor, lo cual es fácil de constatar ante la ausencia de una página web propia, de un muestrario de archivos más elaborado, ya que se limita a seleccionar sus fotos en su página de facebook (prácticamente consagrada en exclusiva a esta actividad) acompañadas a menudo de textos con un claro espíritu didáctico en dos vertientes diferenciadas: la naturalista y la artística (evidentemente fotográfica).

Sé que Joan no descarta la posibilidad de darles una salida específica, en forma impresa o en línea, para generar un corpus de obra encaminada tanto a la divulgación naturalista como a una prolongación de su faceta docente en el ámbito de la fotografía, dado que su sentido de la composición está condicionado por su propia trayectoria a través de la pintura. De hecho, ésta es la disciplina artística que le otorgó en su día una titulación académica universitaria antes de dedicarse profesionalmente a la fotografía y finalmente especializarse oficialmente en su enseñanza.
Considero las series fotográficas submarinas de Joan Urrios tan valiosas como los textos que las acompañan, y por eso he querido complementar algunas de sus imágenes de estos textos con los que el autor las ilustra.

Mafa Alborés

La mirada submarina de Joan Urrios:

ATACANDO AL SUJETO (FOTOGRAFÍA)

Al fotografiar este ermitaño se ha evitado un punto de vista hacia abajo, en picado, que es el más espontaneo y común cuando se bucea, pero que salvo en contadas excepciones como puede ser en el caso de los peces planos, es muy poco favorecedor. Para la toma de estas fotografías se ha bajado la cámara hasta apoyarla sobre la arena, posicionándola al mismo nivel del cangrejo, para así conseguir una visión “de tú a tú”.

Es determinante con qué ángulo captamos la figura con respecto a la orientación de su cuerpo, creando así diferentes sensaciones en la lectura de la imagen por parte del espectador. Veamos qué aportan tres ángulos “clásicos” por su uso frecuente y eficaz...

1.- FRONTAL

Proporciona sensación de estabilidad, orden y equilibrio. En esta fotografía además de una toma frontal nos encontramos ante una composición prácticamente SIMÉTRICA que aporta mayor orden, contundencia, fuerza y rigidez, atributos que refuerzan las características del acorazado cangrejo.

En la SIMETRÍA es visible el propósito del fotógrafo por la búsqueda de una composición intencionada que implica control y precisión. De esta manera se deja patente la voluntad formal y estética que refuerza la autoría añadiendo estilo al tema fotografiado. Se crea así una relación de complicidad entre fotógrafo y espectador consiguiendo una comunicación más sugestiva y potente. —

BONELIA VERDE

Frecuente en nuestras costas mediterráneas, es olvidada e injustamente relegada por los buceadores y fotosubs que prefieren buscar especies más populares, coloridas o fotogénicas.
Este peculiar gusano, una bonelia verde (Bonellia viridis) oculta y protege su cuerpo con forma de salchicha en su fortaleza, una rendija entre la roca dura. Sólo deja visible su trompa, acanalada y bifurcada en la punta, que extiende hacia el arenal.

La trompa, que retrae si se le molesta, le sirve para alimentarse. Cubierta de una sustancia mucosa altamente tóxica paraliza y atrapa a pequeños invertebrados y partículas de alimento. Una vez retenidos los mueve por su canal gracias a un sinfín de pequeños cilios que en un transporte en cadena los dirige hacia la boca.

FOTOGRAFÍA

Imagen realizada con los flashes apagados, práctica poco habitual en fotografía submarina. Aprovechando exclusivamente la luz ambiente recreamos una atmosfera más real, que nos recuerda mejor el momento de la toma, con contraste suave y matices naturales. La fuerte dominante azul provocada por la columna de agua nos obliga hacer un balance de blancos personalizado o ajustar el color en la edición.

Exposición: Diafragma f/ 4,5; velocidad v: 1/50; sensibilidad 200 ISO.

1.- RÉMOL: ARTE Y VIDA

Aunque no se siente a gusto con el arte geométrico, al rémol llaman rombo (Scophthalmus RHOMBUS). Míralo frontalmente para darte cuenta del porqué.

Sus diseños están Influenciados por las salpicaduras de Jackson Pollock y los colores tierras de Tapies.También le gustan los retratos cubistas, tanto, que quiso tener sus dos ojos en un único lado de su cara.

No se exhibe. Por opción personal prefiere ser anónimo. Sabe que la fama cobra sus peajes y que pasar desapercibido le beneficia.

No se considera representante del “body art”, aunque se apoya en la arena sobre su costado ciego y utiliza el otro lado de su cuerpo como un lienzo. Sólo busca integrarse en el entorno, consiguiendo de manera hiperrealista reproducir las texturas que le rodean. Incluso a los que prefieran el arte no figurativo no les defraudará, ya que disfrutarán al ver su composición como una pura abstracción.

El rémol, artista automarginado, nunca ha sido reconocido como celebridad, pero si lo ves, no dudarás de su genialidad.