Las noticias relacionadas con animales consiguen mayor audiencia cuando se refieren a interacciones con seres humanos, sobre todo si ésta implica algún grado de violencia por parte del animal. Al hilo de una serie de entradas referidas al uso tópicamente monstruoso de la imagen del tiburón me llama la atención el tratamiento de esta noticia acerca del raro ataque de una nutria a un ser humano.
Sin duda, la escasez o casi nula existencia de ataques de estos mamíferos acuáticos a seres humanos convierte el hecho puntual en digno material de un suceso periodístico, y ello se debe a la asociación que se suele establecer entre las nutrias y su carácter inteligente, juguetón y por tanto implícitamente empático con respecto a nosotros, lo cual es un error de apreciación similar a la simpatía por los delfines, de aparente sonrisa, pero de intenciones impredecibles. Recientemente se ha destacado otra noticia que habla de un hombre salvado del mar gracias a un tiburón, engañosa redacción que sugiere un comportamiento tópicamente delfinesco por parte del escualo, que, en realidad se limitó a curiosear y despertar casualmente al náufrago cuando pasaba cerca de un barco que acabó por rescatarlo. Lo llamativo de la noticia residía en que parecía apelar a un comportamiento voluntario que se ha documentado en ocasiones en delfines (sus agresiones, en cambio, no suelen publicitarse).
Fijémonos también, en el caso que nos ocupa, que se buscan todo tipo de argumentos para que la noticia sea lo más llamativa posible: se señala una concatenación de hechos desdichados, como si el colofón del infortunio y la mala suerte fuese que te atacase un animal que no suele atacar a nadie (aunque, como el delfín, sea un depredador potencialmente agresivo y bien armado que se mueve infinitamente mejor en su medio acuático que nosotros). Por si todo esto no fuera suficiente, para que el posible lector abra la entrada de la noticia, se ha seleccionado una imagen para ilustrarla que dudo haya sido escogida al azar. El público que sabe lo que es una nutia tal vez se sorprenda de que uno de estos ejemplares pueda ser peligroso pese a su aspecto aparentemente inofensivo e incluso simpático (hay, no obstante, quien las asocia a la imagen de grandes ratas de agua y ya sólo falta hablar de la más o menos justa aprensión por estos roedores). El público que no distingue a estos mustélidos de otros animales, o no los conoce bien, necesita de otro estímulo para que la noticia le interese por la razón opuesta, es decir: que se crea que un animal más o menos monstruoso ha sido el protagonista del ataque. Así pues, la imagen seleccionada para ilustrar la noticia es un primerísimo primer plano del rostro de uno de estos animales que genera la inevitable percepción de sus rasgos principales a través de un esquema antropomórfico y arquetípicamente monstruoso a la vez. Los ojos parecen desorbitados, y la expresión de la boca parece dura y enojada bajo el prisma de un esquema de rostro humano. Nos remite a una criatura propia del universo de Lovecraft o de Sánchez Pinyol, pero un plano más abierto daría lugar a una visión más neutra, menos intimidatoria del mismo ejemplar. De hecho, en las dos versiones de la misma noticia que reproducimos más abajo vemos que la que habla de "salvaje ataque de nutria" aparece la imagen mencionada para despertar miedos zoológicos atávicos, mientras que la que hace referencia a lo "insólito" del caso, omite imágenes del animal y muestra una de la atleta atacada y víctima de una serie de hechos desgraciados a los que ha sobrevivido.
El salvaje ataque de una nutria a una triatleta
Una triatleta australiana, que sobrevivió a un grave accidente de tráfico e incluso a un cáncer, ha vuelto ha cruzarse con el infortunio. Esta vez ha sufrido un salvaje ataque de una nutria cuando se entrenaba en un lago.
Eurosport – Hace 22 horas
Leah Prudhomme recibió hasta 25 mordiscos en sus piernas, tobillos y pies por lo que ha necesitado ponerse la vacuna del Tétanos y la Antirábica, tras recibir un ataque de una nutria qye duró más de siete minutos.
Al principio la joven atleta pensó que podría tratarse de un castor o una rata, pero rápidamente entendió que debía tratarse de otro animal debido a la persistencia con la que el animal la atacaba. "Tras el primer mordisco pensé que se iría y me dejaría, pero solo se sumergía para volver a atacar. Fue una pesadilla", explicó Prudhomme al MailOnline.
"El lago es muy oscuro y no se pude ver absolutamente nada bajo el agua. Eso fue lo que más me asustó porque no me permitía ver cuando me iba a atacar", señaló al citado medio.
Tras uno de los ataques, Leah distinguió una larga cola y una cabeza de color gris, momento en el que supo que estaba siendo atacada por una nutria, pese a que nunca se había vistos estos animales en el lago.
Es bien sabido que la suerte no le sonríe a todos, y hay quienes sufren más infortunios que otros, tal como la triatleta australiana Leah Prudhomme. Es que la deportista parece estar salada, ya que además de haber sufrido un grave accidente automovilístico y haber tenido que lidiar con un cancér, también tuvo la desdicha de ser atacada por una nutria.
Todo ocurrió cuando Prudhomme entrenaba en un lago, hogar del mamífero acuático, que irritado le propinó nada más y nada menos que 25 mordidas en sus piernas, tobillos y pies. Al inicio, la joven triatleta pensó que se trataba de un castor o incluso una rata, pero debido a la persistencia del ataque se dio cuenta de que era otro animal. "Tras el primer mordisco pensé que se iría y me dejaría, pero sólo se sumergía para volver a atacar. Fue una pesadilla", explicó la víctima.
Leah Prudhomme fue llamativamente atacada por una nutria en pleno entrenamiento. (Foto: trileah.blogspot.com.a …
Leah Prudhomme ha necesitado un tratamiento de vacunas luego del ataque, cuya duración fue de aproximadamente siete minutos. Sin dudas, algo inexplicable porque nunca se habían visto nutrias en ese lago.
"El lago es muy oscuro y no se pude ver absolutamente nada bajo el agua. Eso fue lo que más me asustó porque no me permitía ver cuando me iba a atacar", señaló la competidora australiana.
¿Crees que es cosa de mala suerte o simplemente una coincidencia desafortunada?